Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Prohibido Amar por ArisaNari

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Volví! Me disculpo de antemano por no haber publicado la semana pasada pero de verdad,... ¡Me fue imposible! No tuve percanses propiamente dicho pero es mi primera vez escribiendo "lemon" y fue bastante difícil para mí ya que quería que quedara lo mejor explicado posible y que por supuesto aportara algo a la historia. Espero que les guste mucho. 

Ninguno de los dos cuando salieron de casa, se esperaron terminar aquella noche en aquel lugar. En realidad, no les importó mucho la calidad del establecimiento dónde habían decidido pasar la noche, solo necesitaban un lugar en el cual poder compartir aquel intimo momento no planeado. Entraron a la habitación que habían alquilado momentos antes, el moreno dejó paso al más joven y seguidamente accedió él al lugar cerrando la puerta tras de sí. 

Aquel cuarto era pequeño, muy básico y con una decoración humilde, nada de lo que estaban acostumbrados a ver cuándo debían dormir fuera de casa. Tenía una cama doble de sábanas blancas, una pequeña alfombra decorando el final de esta acompañada por dos mesillas auxiliares a los lados. Nada interesante. No tenía baño privado, tampoco cocina, no era que lo fueran a necesitar, al menos por el momento. 

Jimin, sin previo aviso, volvió a abalanzarse, de manera casi desesperada a los brazos de su líder, volviendo a atrapar los gruesos labios de este con los propios. Ya era tarde para echarse hacia atrás, era muy tarde para dudar, de todos modos no quería hacerlo. El más alto, correspondió aquel beso, profundizándolo invadiendo la cavidad bucal del pelirrosa con su sinhueso mientras sus manos paseaban por el cuerpo ajeno manifestando en solo tacto todo el deseo contenido por años. El más bajo, por su parte, comenzó a despojar de su atuendo a su compañero, comenzando por la chaqueta y corbata, dejando caer ambas prendas al suelo sin ningún tipo de miramiento, a continuación, sin pensarlo un instante, comenzó a desabrochar lo más rápido que le permitían sus manos, los botones de la camisa que vestía Namjoon, tocando así, la espalda desnuda de este. El moreno comenzó a caminar hasta el punto de obligar al otro a caer sobre aquellas sábanas que cubrían el colchón de la cama. Aunque la impudicia del momento secundaba los actos obscenos, el mayor trataba con cierto retraimiento a su cita, sin despojarlo aún de alguno de sus ropajes, como si hacerlo le fuera a conllevar algún tipo de consecuencias. Quizás no estaba tan preparado como él pensaba, como creía que el alcohol iba a ayudarle en un momento como aquel, eso era todo lo que podía pensar mientras sus labios gozaban de la presencia de los ajenos. Jimin, quién no lo pasó inadvertido, apartó su cabeza de forma brusca, dando a entender que el contacto debía finalizar por el momento.

- Maldita sea, Nam, desnúdame, házmelo duro. Te deseo. – El susodicho pretendió que aquel acto no le había sorprendido, y se limitó a observar aquel angelical rostro que ahora denotaba perversión recorriendo una mejilla de este con sus dedos, de manera delicada y bajó hasta llegar al cuello de su camisa, sujetándolo de ahí, obligándolo nuevamente a incorporarse.

- A sus órdenes. – Respondió con una voz más grave de lo habitual, de manera ruda, para seguidamente devorar aquella blanquecina piel de su cuello con su boca, lamiendo, succionando, sin ningún tipo de gentileza y sin miedo a marcarlo, a la vez que ahora se centraba en despojar a su presa de su ropa superior, tirando esta también al suelo, al lado de la cama. Se detuvo por un momento, observando aquel cuerpo que ya había visto desnudo en otras ocasiones, al menos su abdomen, pero nunca antes de aquella manera sin ser en uno de sus tantos sueños eróticos.

Por su parte, la victima de aquellos actos más voluptuosos, sonreía ligeramente y de forma pícara ante aquellas atenciones mientras dejaba a su diverso observarlo con aquellos ojos de apetito lascivo. Aprovechó la situación para situar sus piernas alrededor de la cintura del mayor, con sus rodillas apoyadas sobre la cama, utilizando esta posición para dar inicio a un suave vaivén con sus caderas, tratando de que su líder notara aquel tacto prohibido y deseara cada segundo más introducir su hombría en su interior. En respuesta a esa nueva posición, Namjoon le sujetó por las caderas y de manera coordinada, repitió los movimientos de cadera del otro, haciendo estos aún más notorios que cuando comenzaron. Con sus manos, se tocaban entre ellos, como si quisieran descubrir zonas inexistentes de sus cuerpos, con afán de explorarse el uno al otro, de llegar a lugares que quizás nadie haya explorado aún.

 Antes de darse cuenta, todo el preparado vestuario que habían utilizado aquella misma noche en la discoteca, había desaparecido, sin saber exactamente hacia donde lo habían tirado, sus cuerpos y mentes habían comenzado a actuar por cuenta propia, abandonando la carente sensatez que les quedaba. Jimin, apoyó su diestra sobre el pecho del otro, haciendo que este se dejara recostar hacia atrás. Ahora era él quién se limitaba a observar, por primera vez, un cuerpo masculino que no era el suyo y lo más extraño de todo era que le encantaba. Le fascinaba ver aquellos formados brazos, aquel bien constituido abdomen… Y solamente imaginar el tipo de cosas que podría hacerle el mayor con su dotado órgano viril le hacía sentir el capricho de auto introducirlo en su cavidad anal, más no lo haría de momento, necesitaba jugar un poco más, no le importaba el tiempo que estuvieran, quería tomarlo con mucha paciencia.  Se acercó a él, quedando frente a frente, a escasos centímetros de sus labios pero esta vez no los probó. Decidió utilizar su boca para otra cosa y esta era empezar a bajar, besando cada centímetro de su piel, por el moreno cuerpo que se le presentaba como un fuerte antojo. Así continuó hasta llegar a su objetivo principal, que se situaba en medio de las piernas del chico. Antes de comenzar, lo observó de cerca, mirando en ocasiones hacia arriba, analizando las reacciones faciales ajenas, ya que anhelaba grabar en su mente cada uno de sus gestos. No estaba completamente seguro de sí sabría hacerlo bien, esta sería su primera experiencia con alguien de su mismo sexo, no quería discurrir en la idea de que sus atenciones pudieran ser desagradables para su compañero de cama, quería hacerlo sentir deseado, hacerle sentir que era suyo y de nadie más. Tampoco estaba seguro de por qué su deseo era que Namjoon lo viera como suyo, eran muy insólitas aquellas ideas.

Su lengua recorrió, sin previo aviso, de abajo a arriba, la longitud completa de aquella virilidad y sus oídos escucharon el primer sonido de placer proveniente de su acompañante. Eso lo incitó a nada más terminar aquel primer contacto, introducir todo su miembro en su propio hueco húmedo e iniciar un rápido vaivén con este, utilizando su lengua como fuente de apoyo en el acto. No le causó repugnancia, al contrario de lo que su mente se había imaginado en momentos que pensó en la posibilidad de acostarse con un hombre anteriormente a esto. El sabor de su líder era delicioso, más que cualquier otra cosa que hubiera probado, entre eso más los graves jadeos del mismo, su velocidad era incontrolada y violenta puesto que las caderas de Namjoon le solicitaban más.

Al cabo de un medio tiempo de aquella escena, el más alto cambió a una posición más dominante, sujetando al más joven por su mentón y separándolo de su erección mientras se incorporaba con rapidez y retenía su boca con la propia, volviendo a probar aquel agridulce sabor combinado en esta ocasión con la esencia propia, empujando con su cuerpo al otro, haciendo que fuera este quién quedara debajo de él. Sin parar a pensarlo, Jimin rodeó con sus piernas las caderas de su acompañante, sin intención de detener aquel húmedo contacto bucal a la vez que provocaba un contacto más profundo entre ambos. Namjoon, por su parte, sujetó la excitación ajena iniciando un rápido y constante sube-baja que hizo que su amante reaccionara como si una electricidad repentina agitara su cuerpo tras la inesperada fricción, esa reacción consiguió que aumentara su velocidad e intensidad ante los desesperados gemidos del menor. Separó sus labios y como si se tratara de un animal salvaje, comenzó a recorrer con obscenos besos el cuerpo ajeno hasta llegar, esta vez él, hasta la intimidad diversa introduciendo esta de golpe en su hueco húmedo sin frenar el ritmo que llevaba anteriormente con su mano mientras esta comenzó a acariciar y seguidamente, de forma lenta, oprimir el hueco trasero del chico introduciendo lentamente su dedo índice en él. El más joven, ante la inesperada intromisión, se tensó por un momento pero trató rápidamente de calmar su cuerpo con la pretensión de que su líder no frenara aquel momento debido a sus posibles pensamientos de poder hacerle daño. Aunque evidentemente, el moreno se dio cuenta, no tuvo la más mínima intensión de parar, centró más atención en los movimientos de su boca buscando que el pelirrosa notara más placer que dolor pudiera causarle. Cuando finalmente notó que su primer dedo entraba y salía con facilidad, introdujo un segundo, volviendo a sentir una ligera tensión en el menor, en esta ocasión, más brevemente que la primera, como si poco a poco se fuera acostumbrando a aquella presencia. Alejó su boca de aquel sabor, manteniendo por el momento sus dedos en un movimiento lento aunque intenso a la vez que volvía a quedar su rostro frente al sonrojado ajeno. Nunca imaginó que el más joven, pudiera poseer un semblante como aquel. Siempre lo había imaginado como alguien puro e inocente en aquel ámbito más sus expresiones indicaban de cierta manera lo contrario.

Jimin rodeó con sus brazos el cuello del mayor mirando el rostro de este deteniéndose en sus labios y seguidamente quedando perdido en su mirada; “esos ojos…” pensó. Aquel momento fue extrañamente mágico para los dos, no sabían que pudieran sentirse de aquella manera con otra persona, especialmente el más bajo, pero aquella comodidad, aquella cercanía no la habían sentido con nadie más. Poco a poco, Namjoon sacó ambos dedos del interior ajeno y se posicionó de una manera más cómoda para poder comenzar a introducirse en aquella ya dilatada cavidad.

- Si es doloroso, avísame. – Advirtió el mayor con una voz suave mientras acariciaba la ruborizada mejilla de su oyente el cual parecía estar más nervioso que al principio del encuentro. Asintió con su cabeza ante aquel aviso  y bajó ligeramente sus manos mientras acariciaba la formada espalda del moreno.

Namjoon comenzó, lo más lento que podía, a introducir la parte alta de su virilidad en su compañero, el cual reaccionó apretando con sus dedos la piel que acariciaba momentos antes, a la vez que cerraba fuerte sus ojos. No estaba acostumbrado a presencias ajenas en su interior, y aunque, en el primer momento fuera lacerante, no quería detenerlo, sabía que tarde o temprano se acostumbraría. Entre más se introducía, más ardiente era la sensación entre deseo y placer que comenzaba a desbordar la mente del más joven, su respiración comenzaba a ser un poco más rápida y sus cuerpos cada vez estaban un centímetro más juntos, hasta que finalmente, el rapero juntó su frente con la del otro y se mantuvo quieto, tratando de moverse lo más mínimo, esperando a que el chico se acostumbrara a él. Jimin abrió sus ojos, volviendo a mirar aquellos otros que lo habían atrapado, enredando una de sus manos en el cabello de su líder y bajando esta hasta acariciar su mejilla a lo que el susodicho respondió besando suavemente su mano.

- ¿Sabes una cosa? – Habló el chico de voz grave de forma serena, con una voz de tono bajo. Su interlocutor ladeó sutilmente su cabeza esperando una continuación sobre su frase. -  Hace tiempo que estoy enamorado de ti. – Confesó.

Por fin se había atrevido a expresar lo que su corazón había callado por tantos años, el secreto más grande que había tenido en su vida había sido revelado en un momento como aquel, pero no fue como se imaginó. No sintió miedo, sintió tranquilidad, como si un gran peso que cargaba a su espalda hubiera sido eliminado. Incluso la reacción que esperaba por parte de su platónico no fue la que él esperó. Jimin sonrió de forma tenue, como si aquella confesión hubiera sido un halago mientras este continuaba acariciando la mejilla del moreno con aquella delicadeza.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? – Respondió el pelirrosa ante aquella declaración, aunque se esperaba la respuesta, más quería que fuera Namjoon quién hablara.

- Miedo. – Sinceró. – Pensaba en lo difícil que sería, en que tal vez tú… Me odiaras. – Continuó. Aquel sin duda, había sido el momento perfecto. – Pero entendí que, cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti.

La visión del vocalista comenzó a ser borrosa tras aquella última frase, no estaba triste, pero aquella felicidad tan incomprensible que sintió, no la podía explicar con palabras. Nunca se había planteado hasta el momento, que pudiera sentir algo por aquel hombre, pero su corazón ahora latía de manera incontrolable por él, como si de pronto, aquella persona fuera lo primero y lo último que necesitaba para respirar.

- Nam… - El vocalista se dispuso a hablar pero fue interrumpido por su compañero, el cual, situó su dedo índice sobre los labios propios y negó con su cabeza.

- No necesito una respuesta, tan solo necesitaba sacar esto que llevaba dentro. – Jimin lo entendió, era mejor que no terminaran de hablar del tema, al menos por el momento. Tampoco sabía exactamente que podía decirle, no había imaginado comenzar ningún tipo de relación romántica con nadie, ¿cómo iba a pensar en una y encima con uno de sus compañeros? El moreno comenzó a moverse haciendo que cualquier tipo de pensamientos se esfumaran de su mente.

Las caderas del moreno llevaban un ritmo lento y apetecible, movimiento que ayudaba a terminar el trabajo de dilatación. Poco a poco, el dolor fue desapareciendo por completo, los movimientos eran más rápidos y violentos. Tan sólo quedaba en cada roce una enorme ola de excitación, las manos que antes apretaban la piel morena del más alto ahora enterraban sus uñas en esta, dejando marcas de la presencia del vocalista en él.

Sus voces comenzaban a entremezclarse en el ambiente, la respiración era desenfrenada y el pulso raudo. En algún momento, durante las embestidas y sin la consciencia de ninguno, sus dedos se habían entrelazado entre ellos, paulatinamente, se habían convertido en uno.

Perdieron la noción del tiempo, el mayor deseo de ambos era que la noche no terminara, pero sus cuerpos continuaban siendo el de humanos y no estaban seguros de cuánto tiempo más podrían aguantar, ya que estos, pedían a gritos un último impulso hacia el clímax. Namjoon continuó con duros golpes de cadera mientras su diestra se ocupaba de manejar el miembro ajeno con el mismo ritmo frenético.

- N-Nam… Voy a venirme. – Advirtió el menor con la voz entrecortada, lo más claro que se le permitió hablar. Esto no fue un motivo para que el oyente pausara su ritmo, al contrario, lo volvió más enérgico.

El cuerpo del más bajo se contraía ante aquellas atenciones, algo que provocaba más ardor en la dotación del más alto, al cual, tampoco le quedaba mucho para aquel deseado orgasmo. Namjoon apoyó su cabeza en el pecho de su compañero y este volvió a sujetar su cabello entre sus dedos, en un último grito de placer, ambos llegaron al mismo tiempo a aquella culminación.

Les tomó un tiempo recuperar medianamente el aliento, cuando se sintió preparado, el moreno comenzó a salir del interior de su amante y sin esperar se dejó caer al lado de este tratando de recobrar su respiración normal.

- Nam… - Rompió el silencio Jimin intentando hablar de manera coherente, pero su respiración no le ayudaba. – Yo… Nunca he pensado en una relación hasta ahora… -  Continuó bajo la agotada mirada de su presente. – Por favor, se paciente conmigo. 

Notas finales:

Bien,... Amé esa confesión. xD ¿Creen que Jimin esté preparado para una relación con Nam? Quizás fue cosa del momento o tal vez si haya empezado a sentir algo por él, ¿quién sabe? 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).