(LEER NOTAS FINALES)
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NOCHE MANSIÓN TAKAO
(Muro-chin no quiere que revele sus fotos ¿o sí?...) (Y prometo que esta vez no borrare el rostro de Muro-chin ni el nombre del sitio web)
Las palabras de la gigante paleta de uva aún seguían retumbando en los pensamientos del azabache de mirada afilada mientras se encontraba mirando la pantalla apaga de su celular, recostado en su cama, cuestionándose si debía encender el dispositivo o mejor dejarlo apagado. Después de pensarlo por varios minutos suspiro profundamente tomando valor para encender el artefacto dirigiéndose rápidamente a galería en donde se encontraban varias fotos de contenido “erótico” en donde se miraba el cuerpo de un chico que mostraba su abdomen y hombro mientras se encontraba en posiciones “provocativas”, ciertamente esas fotos eran todo menos eróticas y provocativas pero la apariencia tan inocente y vulnerable del cuerpo de ese chico era lo que las hacía atractivas, el nombre del sitio web de donde provenían las fotos había sido difuminado al igual que el rostro del chico haciendo que fuera prácticamente imposible reconocer el rostro del joven sin embargo analizando detenidamente su cuerpo se podía calcular que se trataba de un chico de su misma edad, el cabello a pesar de estar difuminado podía verse claramente que era negro y si se intentaba poner la suficiente atención los ojos eran de un color azul o gris… no cavia duda esas fotos eran de Himuro, un gran sonrojo invadió las mejillas del halcón dejando caer el celular al suelo, no podía creer lo que acaba de descubrir aunque claro lo había hecho gracias la conversación que había escuchado, ya que sin esa información jamás se le hubiera pasado por la cabeza que el plebeyo era el mismo chico de esas imágenes, nuevamente la vergüenza lo invadió por completo sonrojándolo más de lo que ya estaba.
Recordaba que cuando recibió esas fotos le habían parecido realmente sensuales incluso en algunas ocasiones las ocupo para consolar a su “amiguito”, demonios, realmente se encontraba tan arrepentido de haberlo hecho pero simplemente no lo logro evitar, la apariencia tan vulnerable del cuerpo del azabache le había fascinado y encendido en cuanto sus ojos se posaron en esas imagines de hecho él no había sido el único ya que la mayoría de los chicos de la escuela se sintieron realmente provocados por esas fotos incluso Sakurai le comento que había intentado “tocarse” para calmar su ansiedad pero no supo cómo hacerlo. Respiro profundamente otra vez e intento reprimir su vergüenza, levanto el celular del suelo lo encendió y elimino las imágenes, después de todo si planeaba ayudar a Himuro no podía tener dicho contenido en su celular, una vez borradas las imágenes y ya controlada su vergüenza comenzó a meditar sobre la situación del plebeyo, lo que tenía hasta ahora era que Himuro debido a su situación económica decidió ingresar a este sitio web para vender servicios eróticos, en algún punto fue descubierto por Murasakibara lo más probable es que haya querido comprar los servicios del chico del lunar y este se haya negado, así que a raíz de amenazas y del hecho de haber perdido su beca estudiantil Himuro acepto ser comprado por el titán.
Sinceramente aún faltaban muchas piezas en esa teoría pero era lo único que tenía por el momento y al menos ya sabía que efectivamente el del lunar era una víctima de la maldita paleta de uva y por supuesto que no planeaba quedarse con los brazos cruzados, la mejor solución para liberarlo de ese gigante era regresándole su beca y eso lo lograría comprobando su inocencia, ahora lo único que le faltaba era encontrar la forma de comprobar dicha inocencia, como un flash a su mente viajo una idea, tomo nuevamente su celular y comenzó a revisar los videos, ¿Cómo había olvidado ese detalle tan importante?... las cámaras y el mensaje que había recibido Aomine no eran la única pista que tenía, indago por todos los archivos de galería hasta que hayo lo que estaba buscando, se trataba del video que le habían mandado a toda la escuela en donde se mostraba como golpeaban y humillaban a Himuro, sin duda este video era otra pista aunque claro, no podía asegurar que la persona que haya mandado este video, enviado el mensaje e inculpado a Himuro del robo sea la misma, sin duda esto sería mucho más difícil de resolver después de todo el del lunar parecía estar rodeado de personas que solo lo querían lastimar.
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HORAS ANTES
Después de un rato sollozando Himuro salió corriendo a toda prisa de aquel lugar mientras intentaba limpiar desesperadamente las lágrimas saladas de su rostro, no entendía lo que le pasaba, ¿Por qué se encontraba tan adolorido?, No es como que el gigante le importara, se repetía que lo que pensara el peli-morado tenía que valerle una mierda pero no podía dejar de sentirse mal, ¿pero porque?...realmente había pensado que gigante había cambiado, pero bueno como lo había comprobado a hace unos minutos todo había sido mentira y el gigante solo se preocupaba por él mismo, realmente se sentía tan idiota por pensar que esa maldita uva azucarada podía cambiar.
Por su parte el halcón lo seguía inmensamente preocupado, aun se encontraba en schok por lo que acabada de escuchar y es que al parecer el chico del lunar era el mismo chico de unas fotografías eróticas que se habían hecho virales en la escuela hace algunos meses, aun no digería los acontecimientos y de hecho no sabía muy bien cómo reaccionar pero de algo estaba seguro, no se rendiría hasta poder ayudar al del lunar, estaba ya a unos cuantos metros de alcanzar a Himuro cuando fue tomado fuertemente del brazo para posteriormente ser arrastrado a un pasillo cercado.
-¿Pero qué demonios?... ¿qué estás haciendo?... suéltame… -Le gritaba el azabache a un megane peliverde-
-No pienso soltarte hasta que estemos lo más lejos posible de ese plebeyo
-Dije que me sueltes –El azabache forcejeaba para soltarse del agarre del mayor -
-Te dije seriamente que no dejaría que te acercaras a ese plebeyo pero me ignoraste
-¿No crees que te estás dando demasiada importancia?, ¿por qué habría de obedecerte?
-Kazunari yo solo quiero tu bienestar, ¿acaso no ves que me preocupo por ti?
-No me llames así –Dijo completamente furioso el azabache- yo no necesito que te preocupes por mi o que me cuides, no necesito nada de ti, deberías ya saberlo, ¿acaso no te das cuenta que no significas nada para mí?
-Me reusó a aceptarlo, tú eres mío Kazunari–El peliverde acorralo al pequeño halcón contra la pared- estoy seguro que la última vez que no vimos te recordé que eras mío, que siempre lo has sido, desde que éramos niños, cuando robe tu primer beso y cuando…
-¡Cállate! –El azabache empujo con todas su fuerzas al peliverde haciendo que lo dejara libre- eso fue una estupidez de niños –Las mejillas del de mirada afilada se tornaron rojas- no significo nada.
-Y si no significo nada… ¿Por qué te ruborizas?
-…-Las palabras del peliverde provocaron un pequeño sobre salto en el azabache, haciendo que su rostro se sonrojara aún más-
-No lo niegues Kazunari –El mayor comenzó a disminuir nuevamente la distancia entre sus cuerpos mientras llevaba su mano a la barbilla del azabache y hacia que levantara el rostro para unir la mirada esmeralda y la grisácea en una sola provocando un pequeño escalofrió en el cuerpo del menor - yo sé que aun sigues pensando en mí, ya no te resistas y déjame entrar otra vez en tu vida-Finalmente el más alto termino con la distancia existente entre los dos cuerpos uniendo los labios de ambos en un beso, el cual al principio fue completamente casto, pero conforme los segundos pasaron se fue intensificando, poco a poco el peliverde comenzó a sentir como el halcón dejaba de oponer resistencia y empezaba a seguir el ritmo de sus labios, después de unos segundos sus bocas se movían en total sincronía hundiéndose en una danza apasionada y completamente lívida, el de anteojos lentamente comenzó a introducir su húmeda lengua en la cavidad contraria siendo aceptada por el menor, comenzando con una pelea húmeda entre ambas lenguas para obtener el control del beso, era tanta la intensidad que se desprendía entre ambas bocas que rápidamente la saliva comenzó a desbordarse por sus comisuras, sin duda este era el mejor beso que Midorima había tenido en años, de repente sintió como los brazos de azabache se enredaron en su cuello y lo atrajeron más hacia su cuerpo intentando intensificar el contacto subiendo el nivel del calor corporal y por ende la intensidad del beso húmedo, sin pensarlo dos veces el de antejos llevo rápidamente sus manos a la estrecha cintura del azabache y lo pego por completo a sus caderas, mientras con su mano izquierda comenzaba a colarse por debajo de la camisa del menor para comenzar a dejar caricias en su espalda sin duda el peliverde se encontraba sumergido en oasis de placer completamente ajeno de lo que sucedía a su alrededor cuando de repente sintió un fuerte rodillazo en su entrepierna para posteriormente notar como el de mirada afilada salía corriendo victorioso entre carcajadas-
-Jajajajaja ¿Pensaste que caería tan fácil maldita zanahoria?... jajajajaja, Sin duda soy un gran actor y una cosa más llámame Takao -Decía el azabache entre risas mientras huía de la escena dejando aún MUY adolorido peliverde en el suelo-
-Me las pagaras Bakao…
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-¿Qué ocurrió?...-Cuestiono algo asustado el castaño al notar como Himuro era prácticamente sacado a la fuerza por el gigante para después ser seguido por Takao -
-No lo sé…-Dijo escueto y algo choqueado Kasumatsu-
-¿Cree que Himuro-kun y Takao kun estén bien?... ¿Acaso no deberíamos seguirlos? –Pregunto mucho más preocupado-
-Yo me encargare por lo pronto tu regresa a tu salón que llegaras tarde a clases
-Pero…-Intento objetar el castaño-
-Descuida todo estará bien –Sin decir más el azabache salió a toda prisa del lugar para buscar a esos tres pero al parecer le sería muy difícil encontrarlos ya que no tenía la más mínima idea de que camino habían tomado, está de más decir que la escuela era realmente grande por lo cual no era difícil esconderse en ella, pero no podía desistir, tenía que asegurarse que Takao estuviera bien y claro de ser necesario también debía proteger a Himuro, se encontraba buscando entre los diversos pasillos cuando su celular comenzó a recibir múltiples mensajes, todos pertenecientes al rubio.
“¿Estas disfrutando la compañía de tu zorra?”
“Ya termino el recreo, ¿piensa revolcarse con su zorra después de comer?”
“¿Acaso harás un trio con Murasakibara?”
-¡Demonios!...-Exclamo furioso al leer los mensajes, al parecer la mentira acerca de haberse acostado con Himuro le estaba ocasionando más problemas de los que debería, la mejor opción era decirle a Kise toda la verdad, confesarle que entre él y el chico del lunar jamás había pasado nada pero es que sencillamente su orgullo se lo impedía, ya que decirle la verdad al del ojo dorado seria como una derrota, había pasado ya un rato y seguía buscando entre los pasillos cuando sintió como su cuerpo era empujado hacia un armario de limpieza, provocando que cayera al suelo del pequeño cuarto mientras era aplastado por el peso de otro cuerpo-
-Pero que… -Dijo mientras se encontraba en el suelo del armario intentando enfocar su vista para averiguar quién era su agresor -
-Odio que senpai no responda a mis mensajes –Dijo completamente molesto el rubio de mirada dorada mientras se encontraba encima del azabache-
-Déjate de estupideces y muévete que tengo que salir de aquí-Dijo iracundo el mayor-
-¿Para qué?, ¿Para encontrarse con Himuro? –Los ojos dorados comenzaron a cristalizarse-
-Quítate de encima Kise o no respondo
-Golpéeme si quiere, insúlteme, haga lo que quiera conmigo pero no dejare que vaya donde Himuro –El rubio se aferró del cuello del senpai mientras ocultaba su rostro sonrojado en el hombro del azabache-
-¿Kise acaso comprendes lo que acabas de decir? –Cuestiono más tranquilo pero seguía molesto por lo que el rubio había dicho- no puedes pensar de esa manera.
-Se perfectamente lo que dije y es verdad, porque por senpai haría lo que fuera –El rubio comenzó a desabrocharse la camisa lentamente, con un poco de nerviosismo mientras su mejillas comenzaban a ponerse rojas al dejar expuesta la pálida y suave piel de su torso desnudo-
-¿Qué?... ¿Qué estás haciendo Kise?... –Dijo sorprendido el azabache al notar como el rubio comenzaba a denudarse frente a el-
-Yo puedo darle lo mismo que Himuro –El rubio se acercó a los labios del mayor y los lamio lentamente- por favor senpai hágame el amor…
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-Realmente espero que Takao-kun, Himuro-kun y Kasamatsu-senpai estén bien- Dijo para sí mismo el castaño mientras caminaba hacia su salón, realmente estaba preocupado por ellos, quería salir corriendo a buscarlos pero no quería desobedecer a Kasamatsu, a veces le frustraba lo sobre protector que podía ser, en especial con él ya que era el menor de los de los tres, sabía que lo hacía por su bien porque quería cuidarlo pero ya no era un niño, él podía cuidarse completamente solo y la venganza que estaba haciendo en contra de Aomine lo comprobaba aunque claro el senpai y Takao no sabían exactamente qué es lo que había estado haciendo las últimas semanas ya que de saberlo lo más probable era que lo regañarían y le prohibirían hacerlo, lo único que les había dicho es que estaba intentando llegar a un tipo de acuerdo con Aomine acerca de limpiar su reputación ante toda la escuela, en un principio tanto Takao como Kasamatsu se negaron a que se acercara al de mirada azulada, pero el castaño les suplico para que lo dejaran solucionar la situación por sí mismo y así muy a su pesar de los otros dos comenzó a “negociar “con el de piel morena.
-¡Lindura!... a ti te estaba buscando –Grito eufórico el moreno-
-Hablando de rey de roma- Pensó para sí mismo mientras ponía una cara de fastidio y proseguía con su caminar- ¿Qué demonios quieres?
-Quería hablar contigo
-No puedo, llegare tarde a clases
-Pues que lastima porque no te iras de aquí hasta que me escuches- Lo tomo fuertemente del brazo y detuvo su caminar-
-Entonces habla rápido, no tengo todo el día –Dijo molesto liberándose del agarre del moreno y recargándose de los casilleros a sus espaldas-
-Es sobre el plebeyo
-Su nombre es Himuro-kun-Dijo irritado mientras le miraba despectivamente - ¿Qué pasa con él?...
-Solo quería aconsejarte que te alejes de él si quieres evitar tener muchos problemas, ya debes saber que nadie en la escuela tolera su presencia, siempre están buscando una forma de fastidiarlo y si comienzas a juntarte con el también podrían ponerse en tu contra.
-No necesito tus consejos de mierda -Contesto groseramente el castaño haciendo que la mirada azulina se tornara molesta después de todo no estaba haciendo nada malo- y ahora que recuerdo yo también quería hablar contigo acerca de que aún no me has presentado oficialmente como tu pareja ante toda la escuela.
-¿A qué te refieres?
-Lo que escuchaste, necesito que todo el mundo se entere que eres mi novio para que nadie se te vuelva a acercar nunca, ya sé que prácticamente asuste a todas las chicas del instituto pero debo asegurarme que ninguna zorra tenga la intención siquiera de mirarte otra vez. –El castaño le dedico una tierna sonrisa al momento de decir estas últimas palabras-
-Eres un desgraciado, ni loco creas que voy a hacer lo que me pides, suficiente tengo con que ninguna chica se me acerque como para venir y proclamar que eres mi novio-Ciertamente desde que el castaño comenzó a alejar a todas las chicas del moreno los rumores acerca de que eran pareja no dejaban de salir a flote, sin embargo eso era algo que no le preocupara, ya que el moreno siempre lo negaba y decía que era el castaño quien se había obsesionado con él, pero si el mismo declaraba públicamente que eran pareja toda su mentira por deslindarse del castaño se vería tirada a la basura, no podía hacerlo, no quería hacerlo, no podía permitir que el gran Aomine fuera atrapado por un pequeño conejito, claro que no-
-Tú harás lo que yo diga así que mejor vete preparando para hacer el anuncio la próxima semana –El castaño tenía toda la intención de irse cuando sintió como su cuerpo era impactado contra los casilleros siendo rápidamente acorralado por un furioso moreno-
-Ya estoy harto de ti mocoso, dime ¿en verdad crees que puedes vencerme?-La molesta mirada azulina se clavó fríamente en la un poco nerviosa mirada chocolate- escúchame bien la única razón por la que no te he hecho nada es porque te tengo un poco de lastima, pero si sigues con esta maldita actitud ya no me voy a seguir conteniendo, ¿Oíste?...
-… -El castaño no dijo nada lo que rápidamente hizo sentir victorioso al peli-azul, dedicándole una mira altiva recorriéndolo de arriba abajo, recordando que el castaño era de los chicos más lindos de todo el instituto incluso era más hermoso que la mayoría de las chicas con las que él se había acostado alguna vez, tenía un rostro completamente adorable, unos ojos y color de piel exquisitos, un cuerpo completamente sensual y un trasero mucho más grande, redondo y hermoso que cualquier pecho, de repente ante esa vista tan vulnerable del castaño el lívido del moreno comenzó a activarse después de todo llevaba semanas frustrado sexualmente y el estar tan cerca de un cuerpo tan erótico como el del castaño no ayudaba para controlarse- oye… ¿de verdad quieres ser mi novio?...-Dijo de manera un poco ronca casi rosando a la sensualidad-
-…-El castaño no dijo nada solo se concentró a mirarlo de manera molesta-
-Porque si de verdad quieres serlo deberás cumplir con todas y cuando digo todas es TODAS las responsabilidades de una novia…-El moreno se dirigió hacia el cuello del menor y comenzó a lamerlo lentamente provocando un pequeño escalofrió en el cuerpo contrario, lo cual lo hizo reír ladinamente- jeje…será mejor que te cuides más lindura o te pondré en cuatro –El moreno rápidamente aprisiono los labios del menor y los comenzó a besar de manera realmente apasionada y brusca debía enseñarle de una vez por todas a ese mocoso quien mandaba, sin ningún tipo de cuidado o reparo comenzó a meter su húmeda lengua en la boca del castaño para comenzar a probar de la dulce saliva que había dentro de ella, se encontraba besándolo de una manera tan brusca que incluso sin querer al castaño se le escapaban pequeños gemidos de dolor, las manos de moreno rápidamente comenzaron a colarse en por debajo de la camisa del castaño logrando sentir la suave y tersa piel del menor haciendo que la temperatura corporal de su cuerpo subiera inmediatamente, mientras tanto dejaba unos pequeños rasguños en el área de la cintura y su boca seguía moviéndose realmente rápido, no podía para de probar el exquisito dulzor de los labios del de mirada chocolate cuando de repente sintió como una intensa mordida atacaba su labio inferior provocando un inmenso dolor, había sido una mordida con tanta fuerza que no solo le había roto una pequeña parte del labio sino que lo había desgarrado, dejando una herida un tanto grave haciendo que rápidamente brotara una gran cantidad de sangre ocasionando que el moreno se alejara del castaño debido al repentino dolor- ¿Qué demonios sucede contigo? …-Decía mientras escupía grandes cantidades de sangre debido al desgarre- Me las vas a pagar… -Dijo mientras intentaba acercarse nuevamente al castaño pero una punzada en el abdomen lo hizo caer de rodillas al suelo, dándose cuenta que brotaba un poco de sangre de esa área, no era una herida grave pero vaya que dolía, ¿en qué momento se había hecho esa cortada?, inmediatamente se percató que en la mano derecha del castaño se encontraba un cutter con un ligero hilo de sangre lo más seguro es que con ese artefacto el castaño hubiera cortado su costado cuando el moreno se encontraba besándolo-
-Si creías que tocarme sería tan fácil será mejor que lo vayas pensando nuevamente, porque el que acabara poniéndote en cuatro seré yo…
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-Los gemidos llenaban por completo la pequeña habitación de limpieza, en algún punto del ajetreo se habían intercambiado las posiciones y el azabache se encontraba encima del rubio mientras salvajemente lamia su cuello y sus manos tocaban aquellos hermosos botoncitos rosados provocando que los ojos dorados se humedecieran debido a la vergüenza y el placer, el rubio aun no podía creer que el senpai lo estuviera tocando de esa manera-
-Sen… senpai… haa…-Pronuncio entre jadeos mientras seguía deleitándose con el cálido toque del mayor, la temperatura corporal de ambos cuerpos estaban por las nubes y sus respiraciones se encontraban agitadas, de repente el ojo-dorado sintió como sus labios eran aprisionados por los del azabache y se daba inicio a un frenesí de besos, sin duda el que tenía el control era el senpai lo besaba con tanta experiencia que lo podría volver loco de placer, el beso era tan apasionado y fluido, un poco tosco pero a la vez gentil justo como la personalidad del azabache, después de unos momentos debido a la falta de aire se vieron en la necesidad de separarse, el rubio maldecía mentalmente no quería estar lejos ni un solo segundo se aquellos labios tan expertos, las respiraciones de ambos eran aún más forzadas daban grandes bocanadas de aire intentaban recuperar el aliento, por su parte Kise comenzó a sentir un cosquilleo en su vientre bajo y sus mejillas comenzaron a ruborizarse más, quería sentir a Kasamatsu dentro de él lo antes posible, a estas alturas ya no le importaba si lo hacían en ese pequeño lugar, lo único que quería era ser uno con senpai- Kasamatsu-senpai hágame suyo… –Dijo en una súplica mientras se aferraba al cuello del mayor y lamia sensualmente su oído-
-Lo siento Kise –De repente sintió como sus manos había sido sujetadas con la corbata del azabache-
-¿Qué estás haciendo?... –Pregunto el rubio con lágrimas en los ojos al ver como el azabache ataba sus manos, se levantaba y comenzaba a arreglarse la ropa, al parecer todo lo que había pasado hace unos minutos solo había sido una mentira, una distracción-
-El nudo no es muy fuerte podrás desatarlo en un rato–Dijo con simpleza mientras terminaba de componer su camisa, para posteriormente abrir la puerta- espero que con esto aprendas tu lección y dejes de molestarme, entiende una vez por todas Kise NO ME GUSTAS.
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-Llego a su casillero, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, su pecho aún se sentía comprimido y en su mente aun habita el recuerdo de lo que lo que acabada ocurrir, nuevamente las ganas de llorar lo invadieron haciéndolo desesperar y rabiar, sin ningún tipo de reparo tomo la puerta de su casillero y la comenzó a abrir y cerrar el contenedor una y otra vez, la azotaba con gran fuerza de manera repetida buscando controlar todo lo que sentía en esos momentos, ¿Por qué demonios no podía calmarse?,¿qué demonios estaba sintiendo?, estaba confundido, sentía enojo, vergüenza, dolor, tristeza, impotencia sentía tantas cosas que era incapaz de pesar coherentemente, azoto la puerta del casillero por última vez y recargo su frente encima de esta para posteriormente respirar profundamente, simplemente esto ya no podía empeorar más.
-¿Tatsuya te encuentras bien?...-Inmediatamente la voz del pelirrojo lo hizo entrar en pánico e intento huir del lugar pero fue detenido por el más grande- ¿Qué te sucede?, ¿Estas llorando? –Cuestiono preocupado el pelirrojo mientras aprisionaba entre sus brazos al azabache y este forcejeaba para escapar mientras miraba a otro lado intentando ocultar su rostro-
-Estoy bien Taiga, solo déjame ir
-Responde, ¿Estabas llorando? –Pregunto un poco enojado mientras ejercía más fuerza en su agarre-
-Taiga me estas lastimando, me duele -Decía con voz cristalina mientras seguía mirando a otro lado en un esfuerzo desesperado de que el pelirrojo no mirara su rostro lloroso-
-Me vale una mierda si te duele, de aquí no te iras hasta que me digas que rayos pasa contigo así que responde de una maldita vez, ¿Estabas llorando? –De repente unas cálidas gotas cayeron en el brazo del pelirrojo respondiendo a su respuesta, inmediatamente libero al azabache y poso sus manos en las mejillas del menor para levantar su rostro y contemplarlo, lo que vio simplemente el estrujo el corazón, el azabache tenía sus hermosos ojos grises hinchados debido al llanto, mientras su rostro demostraba una gran tristeza y sus mejillas sonrojadas eran opacadas por las lágrimas que resbalaban sobre ellas, era la primera vez que veía de esta forma tan vulnerable al azabache que una especie de cosquilleo comenzó a surgir al igual que una rabia infinita. -¿Quién te hizo esto? –Pregunto molesto- ¿Fue Murasakibara?...-Dijo aún más colérico- voy a matar a ese maldito
-No, no, detente Taiga, estoy bien… -Dijo el azabache suplicante mientras se aferraba al cuerpo del pelirrojo evitando que se fuera del lugar-
-¿Cómo demonios vas a estar bien?, se ve que has estado llorando desde hace rato, dime ¿Qué te hizo?
-No me hizo nada
-¿Esperas que me crea eso?...
-Enserio no me hizo nada, solo tuvimos un mal entendido y discutimos –Miro con tristeza el suelo- pero te aseguro que no fue nada grave, es solo que es la primera vez que discutimos–El azabache intento mentir lo mejor que podía, realmente no quería causar un enfrentamiento entre el pelirrojo y el gigante-
-¡Demonios Tatsuya! realmente crees que vas a poder engañarme con esa excusa tan absurda –Grito completamente furioso mientras sujetaba con fuerza el brazo del azabache lastimándolo un poco-
-Es la verdad y si no quieres creerme es tu problema–Los ojos grisáceos nuevamente se volvieron a llenar de lágrimas haciendo sentir un poco culpable al pelirrojo-
-Está bien, está bien te creo-El pelirrojo se acercó lentamente acortando la distancia entre ambos uniendo sus cuerpos en un abrazo, logrando sentir como las cálidas gotas de llanto caían en su mecho mientras el azabache se refugiaba en sus brazos, no podía creer la forma tan agresiva en la que había actuado esta era la segunda vez que se comportaba así delante de Tatsuya, ¿Qué demonios le sucedía?, de repente poso su mirada en la frágil silueta que tenía entre sus brazos era la primera vez que tenía tan cerca al azabache, ya que el menor siempre se negaba a hacer este tipo de escenas en frente de los demás, así que rara vez dejaba que lo tocara y las pocas veces que lo había hecho solo habían sido por unos pocos minutos, pero ahora ahí estaba buscando consuelo entre sus brazos, mostrándole su faceta más vulnerable y debía admitir que le encantaba, a sus fosas nasales llego el exquisito aroma del menor, era un aroma dulce completamente embriagador, hace mucho que no percibía ese delicioso aroma si no mal recordaba desde su cita en el centro comercial, delicadamente llevo la punta de su nariz a los sedosos cabellos azabaches y comenzó a suspirar profundamente intentando llenarse de esa extraordinaria esencia-
-Taiga…-Al sentir la acción del mayor el cuerpo del azabache dio un pequeño respingo y sus mejillas se tornaron rojas, mientras comenzaba a intentar liberarse del abrazo del mayor-
-Quédate un como mas, por favor no te vayas-Dijo suplicante mientras aplicaba más fuerza en su agarre impidiendo que el azabache intentara escapar, no sabía porque pero de repente en su interior comenzaron a surgir unas ganas infinitas de aprisionar al azabache y no dejarlo ir-
-…-El azabache solo asintió y dejo que el pelirrojo lo aprisiona por completo en sus fuertes y grandes brazos, sin duda era la primera vez que sus cuerpos se tocaban por tanto tiempo, dándose calor mutuamente, dejando que el latido de sus corazones se sincronizaran por completo, al igual que sus respiraciones , de repente el azabache sintió como nuevamente el pelirrojo inhalaba el aroma de su cabello y comenzaba a darle pequeños besos en sus mechones azabaches, para después bajar a su frente, ojos, mejillas, quedando ambos rostros de frente prácticamente sin distancia existente entre ambas caras, el corazón del azabache comenzó a latir rápidamente mientras la mirada color rubí se posaba en sus orbes grisáceos, ¿Era su imaginación o Kagami le miraba con deseo?, de repente sintió como el pelirrojo comenzaba a acercarse más y más, acortando la distancia entre sus labios cuando-
-Es mejor que me vaya…-Dijo el azabache girando su rostro a otro lado mientras sus mejillas se encontraban completamente rojas por la vergüenza- debo regresar a clases…
-¿Eh?... si claro…-Dijo el pelirrojo volviendo en sí, liberando al azabache, preguntándose ¿qué es lo que pretendía hacer hace unos momentos?-
-Nos vemos después Taiga –Dijo tímidamente el azabache mientras se retiraba del lugar cuestionándose si lo que acaba de ocurrir era producto de su imaginación o si en efecto Kagami lo había intentado besar, sacudió su cabeza intentando tranquilizarse, eso no podía ser verdad después de todo una relación entre ellos a estas alturas era imposible, él era novio de Murasakibara y Taiga tenía kuroko, apresuro el paso para dirigirse a su salón lo antes posible sin percatarse que la escena que había ocurrido con el pelirrojo había sido observada sigilosamente por unos hermosos ojos celestes-
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MANSIÓN MURASAKIBARA
-Un furioso gigante llego a la mansión dirigiéndose rápidamente a su oficina, para comenzar a buscar entre sus papeles el número de su abogado-
-¿Fuda-chin?... habla Atsushi necesito que formule para esta tarde un contrato de compra-venta.
Continuara…