···Confusión···
Pese a todo lo que ya habían vivido —y a todo lo que seguramente les faltaba vivir— Stiles nunca había estado tan confundido como lo estaba en ese momento.
¿Cómo pasó? ¿Cuándo pasó?
Boqueaba como pez fuera del agua sin llegar a formular sus preguntas. Solamente intercambiaba miradas entre los dos lobos frente a él.
Scott miraba con preocupación a su amigo debido a que este no había dicho nada en los últimos… quince minutos.
Derek por su parte lucía un ligero semblante de aburrimiento. ¿Acaso era tan difícil de entender que él y Scott tenían una relación? ¿Era posible eso luego de que Stilinski los encontrara a él y a su pareja en medio de un beso? O tal vez sólo estaba asimilando la situación. Fuese como fuese estaba comenzando a aburrirse.
—Creo que debí de haberle dicho la verdad desde el comienzo— comentó el joven beta con notable intranquilidad por el estado mental de aquel chico que había sido su mejor amigo desde que tenía memoria.
—Eso nos habría ahorrado esto —contestó con un suspiro largo— No creo que tu madre tarde en llegar, así que será mejor que me vaya. Avísame cómo te va cuando reaccione— decía levantándose del pequeño sofá al lado de la cama.
—¡¿Qué?! Oye, no me dejes así con él— por su parte, Scott se levantó de la cama en dónde estaba sentado al lado de su amigo.
—Si me quedo más tiempo Melissa llegará y eso solo empeorará la situación— explicaba siendo razonable. Si la madre de su pareja llegaba y los encontraba con un shockeado Stiles la situación se pondría… Peligrosa.
El beta no argumentó nada, sabiendo que su novio tenía razón. Suspiró largo, dejando un asentimiento como resignación y aceptación a la idea.
Derek se acercó a Scott y plantó un beso intenso —no falto de cariño— en sus labios, arrancándole el aliento junto a un suspiro cuando terminó.
Por otro lado…
Stiles tuvo inmensas ganas de gritarles que no hicieran eso. Apenas estaba digiriendo la idea de que ese par eran pareja y ellos dos besándose de ese modo frente a él no ayudaban a que se recuperara de tremenda noticia tan confusa e increíble.
Para cuando salió de sus pensamientos el alfa ya había abandonado la habitación y probablemente la casa. Una vez más su amigo le miraba preocupado, no sabiendo qué decir. Claro, McCall era malo hablando en situaciones tensas, así que ahora tenía dos opciones: Quedarse callado durante horas más junto a su amigo, o hablar para dar respuesta a todas sus incógnitas.
—¡¿Con Derek?! ¡¿En serio, Scott?!—
Bien… Eso no fue como lo planeó, pero al menos ya había dicho algo y eso pareció aliviar a quien siempre consideró su hermano.
—No estoy seguro de cómo explicar lo que me pasa con Derek, solo sé… Que lo amo— fue la respuesta más sencilla que encontró. Ahora solo quedaba esperar que eso no provocara otro shock en el hiperactivo chico frente a él.
—¡¿Qué no decías lo mismo de Allison?!—
Aunque quisiera calmarse se hallaba algo ansioso, más aún por un detalle que pronto reprocharía a su amigo, a quien por cierto vio suspirar como si supiera que eso pasaría.
Y es que Scott sabía que eso pasaría. Sabía que cuando su relación con Derek comenzara a salir a la luz muchos preguntarían por la joven cazadora y la relación que había tenido con ella.
—Sí… No —sacudió la cabeza. Comenzaba a hacerse un lío mental, pero no el suficiente para no notar la expresión escéptica de Stiles— No es lo mismo. Allison fue mi primer amor, le tengo aprecio y cariño por todo lo que pasamos juntos, pero Derek… Él es mi verdadero amor. A él no tengo que ocultarle nada, siempre creyó en mí, siempre quiso que estuviéramos juntos y…—
Se obligó a hacer una pausa pues seguro estaba de qué podría seguir enumerando todo lo que veía de especial en el alfa.
—Lo amo. En verdad lo amo— concluyó mirando a su mejor amigo con súplica. Suplicaba que lo comprendiera y que no lo juzgara. Extrañamente se sentía como cachorro regañado ante los gritos que había recibido, no porque fuera sensible a que le alzaran la voz, sino por la persona que lo hizo. Stiles era alguien muy importante para él, por eso temía que lo rechazara o no aprobara su relación por aquella desconfianza que tenía hacia Derek.
Al tener esa mirada sobre de él supo que tal vez había exagerado con los gritos. Se sintió apenado de su conducta aunque todavía estaba algo ofendido.
—Escucha, Scott… No me molesta que estés con Derek, me molesta que no me lo hayas dicho. ¿Hace cuánto que comenzó esto? ¿Quiénes más lo saben?— indagó ahora con voz ligeramente dolida.
Escuchar esa manera de hablar le hizo saber a Scott que había cometido un gran error al ocultarle su relación a su amigo.
—Desde que Derek se convirtió en alfa —le tomó unos momentos responder a la otra cuestión— Solamente Isaac, Erica y Boyd. P-pero los chicos se enteraron porque nos descubrieron a Derek y a mi besándonos —se apresuró a decir, sintiendo sus mejillas encenderse al recordar tan vergonzoso momento— Y Erica lo supo porque besó a Derek y luego de que él la rechazara le contó sobre lo nuestro— contestó al fin, esperando con temor el veredicto que Stiles le daría.
Tres personas antes que él. Dos lo descubrieron y a una fue necesario decirle aunque no fue propiamente McCall quien le contó. Bien, no era tan grave.
—Entiendo. No me siento tan ofendido como al principio pero te advierto algo, Scott McCall: Si vuelves a ocultarme una relación y vuelvo a ser el cuarto en enterarse…. Habrá serias consecuencias— amenazó con fingida seriedad, haciendo sonreír al beta que instantáneamente se relajó.
Si el sentido del humor de Stiles había vuelto quería decir que todo estaba bien. Pensaba el lobo con una sonrisa amplia en sus labios.
—Y… ¿puedo saber por qué no me lo dijiste?— preguntó pero ahora con más curiosidad que otra cosa.
—Pensé en decírtelo, quería hacerlo, pero Derek y yo acordamos mantener esto en secreto porque no estábamos seguros de si todo saldría bien. Pensamos que necesitábamos un poco de privacidad y espacio mientras comenzábamos a conocernos en este ámbito. Además… Recuerda que él es mayor y si tu padre llegará a enterarse…— dejó la idea en el aire, siendo rápidamente captada por el otro muchacho.
Con pequeños asentimientos dio a saber a su lobuno amigo que entendía. En verdad tenían sentido sus palabras, aunque suponía que había sido Hale quien le había ayudado a ponerlas en orden, pues dudaba de que Scott hubiera conseguido él solo expresarse sin errores de por medio.
—De acuerdo —se mostró animado— Te perdono por ocultarme algo tan importante —añadió algo de dramatismo sumado a una expresión de falsa seriedad— Pero si Derek te hace feliz… yo soy feliz también— concluyó sonriendo a su amigo y hermano.
—Gracias, muchas gracias, Stiles—
No se contuvo y abrazó a su amigo con alegría, dejándose llevar por el emotivo momento, usando más fuerza de la necesaria, dándose cuenta de esto solo cuando el delgado muchacho entre sus brazos se quejó.
—Sí, sí, pero si en verdad quieres agradecerme… Puedes hacerlo no matándome por asfixia— murmuró sin aire.
De inmediato soltó a Stilinski, disculpándose con sonrisa nerviosa y mirada apenada.
—Gracias por dejarme vivir. Ah y algo más... —pausó volviendo a recuperar su expresión seria, solo que en esta ocasión era más real— Adviértele a Derek que si llega a hacerte daño encontraré el modo de patearle su lobuno trasero— aseguró protectora y fraternalmente, provocándole una sonrisa a Scott.
—¿De verdad lo harías?— una tercera voz mezcla de burla e incredulidad se dejó escuchar.
Stiles palideció al girar su cabeza y hallar a Hale parado en el marco de la puerta cruzado de brazos, mirándole fijamente. ¿Qué no se había ido?
—Derek, ¿qué haces aquí?— algo nervioso Scott se puso de pie para acercarse a su pareja.
—Olvidé mi celular— intercambió mirada entre su castaño novio y el pequeño sofá en el que había estado sentado antes de irse, viendo ahí dicho aparato.
A pesar de su respuesta no se movió, sino que volvió a mirar al chico que había mandado la amenaza con su novio.
—¿Y bien, Stiles?— presionó al hiperactivo muchacho que lucía más blanco de lo habitual. Al oír su nombre salir a modo de reprimenda en un murmuro de parte de su beta le dio una breve mirada silenciosa con la cuál decía no estar haciendo nada.
—S-sí… —pasó saliva, tomó aire y se puso de pie, intentando no dejarse intimidar— Sí lo haría —repitió con mayor firmeza— Si llegas a lastimar a Scott encontraré el modo de patearte el trasero. Así que estás advertido, Derek Hale— repitió su amenaza con seguridad.
Por su compañero, amigo y hermano estaba más que dispuesto a hacer cualquier cosa, eso incluía no permitir que nadie le hiciera daño aún si se trataba de un lobo alfa.
La expresión del beta no tuvo precio; se sintió conmovido por el valor que su amigo demostraba para protegerlo.
Derek por su parte no se sorprendió del todo por el actuar del joven humano; era natural que estuviera decidido a no permitir que nada malo le sucediera a McCall.
—Ya puedes relajarte, Stiles —comenzó a hablar con mayor seriedad, dejando de lado la burla— Yo nunca le haré daño a Scott— prometió a Stilinski como lo haría ante un hermano de sangre de su beta, porque sabía bien que esos dos muchachos más que amigos eran como hermanos.
Esas palabras sorprendieron a los dos muchachos, no por la promesa en sí, sino por el modo en que lo prometió.
Las chocolates pupilas se fijaron en su pareja destellando afecto. La mirada fue correspondida a los pocos momentos.
—Me da gusto que te quedara claro— se jactó volviendo a sentarse. Su corazón latía aún con cierta velocidad por la adrenalina del momento, sumado a que sus piernas temblaban por el nerviosismo.
Lo dicho pasó desapercibido para Derek y Scott que no se quitaban los ojos de encima.
Sin decir nada el alfa tomó por la cintura a su beta, acercándolo a él previo a capturar sus labios siendo el beso gustosamente correspondido por el más joven, quien en un principio acarició esos fuertes brazos antes de que sus manos ascendieran y se enredaran en los negros cabellos de su pareja.
—Eh… oigan— llamó Stiles algo incómodo por presenciar aquella caricia tan desbordante de amor.
Naturalmente fue ignorado por el par de amantes lobunos.
—Oigan… —insistió tosiendo para intentar captar su atención, siendo ignorado nuevamente— ¿Han escuchado la frase ‘No coman pan delante de los pobres’?— inquirió alto y lento para ver si así le escuchaban.
Por segunda ocasión no obtuvo respuesta, llegando a preguntarse si le oían y le ignoraban, o si realmente se habían sumergido tanto en sus arrumacos que no le escuchaban. Conociendo a ambos supuso que Derek hacía lo primero y Scott lo segundo.
—Tomaré eso como un no— habló para sí mismo mirando a otro lado.
En ese momento hizo una nota mental sobre comprar un atomizador*, llenarlo de agua fría y llevarlo con él cuando supiera que estaría a solas con la pareja, así podría separarlos en caso de que quisieran comerse a besos e ignorarlo como hacían ahora.