Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi niño pequeño, inocente hombre-lobo por Shinjimasu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Realmente ya no sabía qué debería o no pensar. Desde ese día me había sentido... sucio. Traté de hacerme a la idea de que todo ha sido desencadenado por el simple hecho de que, por error, vi a Shin masturbándose y eso me causó inquietud, sobre todo por haberlo escuchado decir mi nombre mientras lo hacía.

¿Debería pensar que se masturbaba mientras pensaba en mí?

Por supuesto hay miles y miles de personas con el mismo nombre, pero la coincidencia sería demasiado grande, y de serlo así hubiera podido hacerlo con otro de los millones de nombres que hay en el mundo y, ¿por qué no? pensar en un nombre de mujer. Pero la realidad es que así no eran las cosas. Shin me había nombrado justo en el clímax de su orgasmo y yo, no lo negaré, me vine justo después de haberlo escuchado, como si realmente hubiera estado a su lado. Eso solo me hacía suponer que él sentía algo por mí que iba más allá del simple cariño.

Sin embargo, lo que me hacía dudar de todo eso es la misma personalidad de Shin: él es un chico demasiado inocente. Desconozco de dónde pudo haber aprendido a autosatisfacerse, pero recordando que en una ocasión, cuando él era un niño, nos vio a Heroine y a mí teniendo relaciones, puedo darme una idea. Aunque yo no recuerdo haberme masturbado en algún momento en el que él me hubiera visto o escuchado: lo único de lo que estaba consciente era de que algo estaba cambiando seriamente en mí y yo no sabía lo que en verdad quería… o no estaba seguro.

Esa tarde llegué poco después de haber colgado con Heroine. Al parecer había surgido un problema en donde trabajaba y debía quedarse hasta tarde junto con otros compañeros, por lo cual llegaría hasta la noche. Por mí estaba bien: así no tendría motivos para empezar a discutir desde temprano.

-Estoy en casa- dije al entrar, pero Shin no estaba esperándome.

Me quité el saco y la corbata, botándolos en el sillón -¿Shin?- lo llamé, sin obtener respuesta ¿Ahora dónde estaba?

Caminé por el pasillo, encontrando en las escaleras algunas manchas de lodo que llegaban hasta el baño. La puerta estaba abierta y dentro estaba Shin, quien me miró sorprendido con su playera en las manos.

-¡Hideki-san!- me llamó –No puedo creerlo ¿Ya es tan tarde?-

-Acabo de llegar- respondí -¿Qué hacías?-

-N-Nada…-

-¿Cómo que nada? Estás lleno de lodo-

Así era. Al parecer había salido a jugar un poco en los alrededores, llenándose de la tierra húmeda que cubría el suelo debido a la temporada actual de lluvias, y claro, trataba de limpiarse antes de mi llegada.

-Tienes lodo en toda la cabeza- dije acercándomele y retirando un poco que había en su cabello, pero era inútil, todo él estaba sucio.

-Pensaba tomar un baño- dijo apenado con sus orejas agachadas.

-Sí que lo necesitas- respondí desviando mi vista hacia su desnudo torso.

Su cuerpo era delgado, pero todos y cada uno de sus músculos estaban perfectamente marcados en su pecho, brazos y abdomen, haciéndome sentir un pecaminoso deseo que recorrió velozmente mi cuerpo, evitándome quitarle la vista de encima. La situación se volvió bastante incómoda para mí, y llegué a mi límite.

-Y… yo también necesito uno- le dije dándome la vuelta –Así que tomémoslo juntos-

-P-Pero, Hideki-san-

-No sería la primera vez ¿O sí?- respondí quitándome la camisa dentro del baño –Cuando eras pequeño nos bañábamos juntos todo el tiempo-

-¡Eso fue hace mucho!- respondió apenado –Ahora es diferente…-

Me volteé y lo miré desde lejos. Ya había decidido hacerlo y no perdería esa oportunidad –Escucha, estás lleno de lodo, necesitas mi ayuda- aclaré, provocándole un sonrojo –Así que ven ya-

Terminé por desnudarme y entré a la regadera.

El vapor llenaba el lugar, dando una sensación de calidez demasiado reconfortante después de un día de trabajo. Pasaron apenas unos minutos hasta que Shin llegó y se sentó en el pequeño banco frente a mí. Sus orejas estaban agachadas y su cola se mantenía quieta. Sonreí y vertí un balde con agua tibia que había dejado llenando sobre él para empezar a lavarlo.

La mayoría del lodo se fue con solo eso, pero debía lavar su cabello, teniendo cuidado con el jabón que podría entrar en sus orejas.

-¿Qué tanto hiciste?-

-Solo exploraba- me respondió apenado mientras lavaba su cola.

-Pues pareciera como si hubieras caído en un agujero-

-Tuve cuidado de que eso no pasara… pero perdí la noción del tiempo-

-Bueno, no es como si siempre esperara verte en la puerta- mentí –Solo no olvides llegar temprano a casa-

-Lo lamento-

-No, está bien- respondí –De cualquier forma Heroine llegará hasta tarde. Tiene trabajo que hacer- agregué mientras vertía otro balde de agua, enjuagando todo el jabón de su cabeza y despejando su cuerpo. El vapor y las pequeñas gotitas de agua en su espalda y hombros comenzaron a perturbarme bastante: ese cuerpo no era del niño con quien solía jugar en la tina con figuras de hule.

-Tú… en verdad has crecido mucho, Shin- dije rozando suavemente su espalda con mis dedos. Ya no podía resistirme más. Acerqué mi pecho a su espalda y deslicé mis manos alrededor de su torso, deteniéndome sobre su abdomen, llamando su atención.

-Hideki-san- me llamó –Espera, n-no… ¡No me toques ahí!- dijo cuando llevé mis manos hacia su miembro.

-¿Por qué no? ¿Te molesta?- pregunté dándome cuenta de su erección.

-¡No es un lugar que debas tocar!-

-Pero date cuenta de lo duro que ya está… no puede quedarse así-

-¡Hideki-san!-

-Confía en mí, Shin- le dije mientras comenzaba a mover mis manos.

Él agachó sus orejas y se encogió de hombros, dejándome seguir con mis caricias. Al estar yo detrás de él era como si me estuviera masturbando, pero claramente solo aparentaba eso. Algunas veces lograba que su cuerpo se estremeciera un poco, provocándome al mismo tiempo una sensación por demás gratificante, hasta que ya no pude soportar más mi deseo y me coloqué frente a él, hincándome en el suelo entre sus piernas, llevándome a la boca lo que hasta hacía unos segundos estaba en mis manos.

-¡Hideki-san!- se quejó Shin –¡N-No hagas eso…!-

A pesar de haberlo escuchado perfectamente, no me detuve. Esa era mi primera experiencia con otro hombre, pero de alguna manera sabía lo que debía hacer… básicamente todo lo que a mí me gustaba.

La sensación de tenerlo dentro de mi boca era muy peculiar. No quería lastimarlo con mis dientes, pero el deseo de probarlo con mis labios me hacía moverme hacia delante de una forma un poco ruda, obligándome a manejar mi lengua de una forma demasiado peculiar.

Lo escuchaba jadear, limitándose a sostener mi rostro con sus manos puestas a cada lado de mis mejillas como si quisiera embestirme pero al mismo tiempo resistiéndose con todas sus fuerzas.

-Hideki-san, por favor… no me gusta esto…-

Entonces me detuve ingenuamente ¿Qué hacía mal?

Él me miró con pena –No puedo hacer esto, no puedo- dijo antes de ponerse en pie y escapar.

-¡Shin! ¡Espera!- lo llamé ¿Qué estaba pasando?

Lo seguí hasta legar a mi habitación, donde lo detuve –No debes salirte solo así, te resfriarás- le reclamé como única primera opción -¿Qué sucede?-

-No puedo hacerlo… -

-¿Por qué no?-

-No me hagas ese tipo de preguntas- respondió apenado, tratando de irse.

-¿Por qué no me respondes? ¿Acaso soy yo el problema?-

Entonces se volteó – ¿Es que no lo entiendes aún? Yo amo a Hideki-san- me dijo con tristeza –Desde que era un niño, siempre quería estar contigo, siempre; todo mi mundo giraba en torno a ti y solo deseaba que no me separaran de tu lado porque sabía que si eso llegaba a pasar jamás volvería a ser el mismo y haría hasta lo imposible para encontrarte. Siempre supe que estaba enamorado de Hideki-san-

No me sorprendí al escuchar eso porque yo, de alguna manera,  sabía que obtendría esa respuesta de su parte.

-Siempre has sido así de lindo- sonreí acercándome a sus labios –Mi pequeño Shin, tan lindo…-

-Hideki-san- me llamó mientras abrazaba mi cuerpo y terminaba por cerrar ese pequeño espacio entre nosotros.

Fue un beso pequeño, como si se tratase solo de una prueba. Le sonreí cuando nos separamos y lo volví a besar, pero esta vez atrapé su labio superior entre los míos, dedicándome a presionar su rostro. La iniciativa era mía y él solo se limitaba a seguirme. Nos abrazamos  y terminamos sobre la cama, yo sobre él.

Ya que nuestros cuerpos estaban desnudos, el momento fue más sencillo de llevar, permitiéndonos acariciarnos conforme la confianza iba aumentando. Lo masturbé y él me masturbó. Sentía mi miembro húmedo y hormigueante con la insoportable necesidad de correrme a solo un par de roces más, pero él sabía en qué momento ir más lento para que la sensación se aplazara. Eso se estaba tornando un tanto odioso para mí, pero embriagantemente delicioso también.

Aquel placer me dominaba por completo, permitiéndome apenas mantenerme firme sobre su cuerpo, cubierto por la cosquilleante sensación hasta que comencé a sentirla en una zona inexplorada para mí.

-Sh-Shin…- lo llamé mientras sentía cómo su mano se deslizaba por mi espalda hasta mis glúteos para perderse entre ellos, rozando mi entrada –E-Espera… ¿Dónde estás tocando?-

-Hideki-san, aquí se siente muy húmedo también- me dijo en voz baja mientras besaba mi cuello y suavemente presionaba con su dedo hacia dentro de mí, paseándose por el borde. Algo no estaba bien ¿Acaso él pensaba hacérmelo a mí? Pero… no, su actitud no iba de acuerdo a una posición dominante, entonces ¿Por qué se sentía tan bien?

–Shin…- lo llame de nuevo, lo que pareció ser para él una invitación para perturbar en mí al introducir sus dedos. Al principio fue incómodo. Es decir, ese no era lugar para que algo entrara, pero no podía decir que no me resultaba extasiante esa sensación. Lo movió de un lado a otro, entrando cada vez más, como si quisiera asegurarse de no causarme dolor. Sentí que iba a correrme en cualquier momento, pero Shin supo cuando detenerse. Retiró su mano y me volteó para recostarme sobre la cama, colocándose sobre mí para besarme. Acaricie sus mejillas, sus orejas, bajé por su cuello y me aferré a su espalda mientras comenzaba a sentir como bajaba tan solo lo suficiente  para introducir su miembro en mi interior.

-Hideki-san, quiero entrar ya… ¿Puedo?-

No lo negaré, aquello me asustó un poco, pero mi deseo era aún más intenso que mi duda. Lo sujeté por su cuello y asentí. No tardé en sentirlo presionando mi entrada para por fin experimentarlo dentro de mi cuerpo. En un inicio fue doloroso y un gemido brotó de mí, pero la manera firme y continua en la que se introdujo hizo soportable la molestia, haciéndome sentir en verdad muy bien.

-Shin…- jadeé observándolo.

Él sonrió y se enderezó, hincándose sobre la cama, elevándose un poco sin dejar los oscilantes movimientos de su cadera que tanto disfrutaba, observándome. Nuestros cuerpos habían comenzado a transpirar demasiado y el estado en que nos encontrábamos era fascinante. Shin se agachó lo suficiente para morder mi endurecido pezón, provocándome un gratificante gemido.

-Shin, n-no hagas eso…- me quejé apretando las sábanas con mis manos –Ya no puedo… no puedo más-

-Hideki-san, siento cómo me succionas- dijo ¿Qué afán de ese muchacho en decir ese tipo de cosas tan vergonzosas? –También quiero correrme…-

Jadeé vergonzosamente. Aquello en verdad era demasiado para mí. Se sentía tan bien; su miembro se abría paso en mi interior de modo que rozaba cada parte de mí, tan grande y firme…

Extendí mis brazos y me aferré a su espalda cuando lo sentí alejarse de mí –No, no lo saques- gemí –Córrete dentro…-

-Hi-Hideki-san…- me llamó abrazándome mientras empujaba con más fuerza dentro de mí hasta que por fin lo sentí correrse. Esa sensación de su semilla dentro de mí me hizo obtener el clímax y eyaculé sobre mi abdomen.

Ante mis aceleradas respiraciones escuché el cansado jadeo de Shin justo antes de que se recostara sobre mi pecho. Lo abracé y le di un beso en su cabeza, siendo correspondido por una tierna lamida en mi mejilla de su parte.

-¿Hideki-san?- me llamó -¿Tendremos que tomar otro baño antes de que Heroine-san llegue?-

Sonreí. Sin duda ese muchacho jamás cambiaría –Tendremos que hacerlo-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).