Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi niño pequeño, inocente hombre-lobo por Shinjimasu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-Estoy en casa-

-¡Bienvenido Hideki-san!- me saludó Shin mientras corría a abrazar mi pierna -¿Tuviste un buen día?-

-Supongo que no debería quejarme- respondí cargándolo -¿Y tú?-

-¡Pasó algo increíble!- me dijo emocionado –Estaba viendo por la ventana ¡Y entró un pájaro! Lo perseguí por toda la sala, pero no pude atraparlo-

-Suena a que fue una gran aventura ¿Dónde está ahora?-

-¡Se fue en cuanto lo asusté!-

-¿A sí que lo echaste?- sonreí.

-¡Sí, lo hice!- dijo emocionado –Pero…-

No fue necesario escuchar el final de la historia, yo mismo me di cuenta al entrar a la sala que a duras penas lo parecía. Estaba hecha un verdadero desastre.

-Él era más rápido que yo- me dijo con pena mientras agachaba sus orejas.

Suspiré. No se le podía hacer nada, era solo un niño.

-Debemos arreglar esto antes de que Heroine llegue…-

-Lo lamento-

-Está bien- sonreí –Después de todo, fuiste tú quien se encargó de esa ave ¿Cierto?-

-Cierto- respondió animado mientras lo bajaba.

-Entonces hay que darnos prisa- le dije mientras me quitaba el saco.

Habían pasado dos semanas desde que Shin había llegado a vivir conmigo (o más bien, con nosotros) y gracias a eso me di cuenta por fin de lo que tienen que pasar unos padres primerizos: cuidar de un niño no era para nada una tarea simple, y en ello no podía evitar mencionar todos los pasos que había saltado.

Como Shin era un hombre lobo no podía asistir a la escuela como los demás niños y para mí resultaba poco viable incluso dejarlo salir de la casa, no si tenía esas orejas y esa cola para delatarlo. Mi temor era verlo metido en problemas o herido por gente estúpida y poco tolerante: él es exactamente igual a cualquier niño, suele ser bastante travieso, pero también muy inocente.

Por otra parte, mi relación con Heroine era bastante complicada. Ella no aceptaba de ninguna manera a Shin y casi siempre estaba de mal humor, sin embargo, afortunadamente yo soy quien sale a trabajar después de ella y llego a casa antes, por lo cual ella y Shin no se quedan solos en ningún momento del día. Shin se asusta cuando está cerca de Heroine, y como no puedo convencerla para que se lleve bien con él, mi única opción es mantenerlos alejados.

Desde el primer día en que tuve que ir a trabajar, él me esperó en la puerta hasta que llegué y hasta la fecha no ha dejado de hacerlo. El tema de su padre ha quedado atrás y siempre trato de no mencionar nada al respecto. En el fondo tengo miedo de perderlo pese a nuestro poco tiempo juntos. Supongo ya me encariñé lo suficiente con él.

Cuando terminamos de arreglar la sala subí para tomarme un baño, dejando que Shin lo tomara conmigo; todo hubiera sido perfectamente normal si Heroine no hubiera llegado gritando desde la sala…

-¡Hideki! ¡Ven aquí de inmediato!-

-¿Qué sucede?- pregunté preocupado con la toalla en mi cintura al creer que necesitaba ayuda.

-¡Explícame qué demonios pasó con esto!- se quejó mientras me mostraba uno de sus libros con algunas páginas arrugadas y rasgadas.

-¿Por eso gritaste de esa manera? Creí que te había sucedido algo-

-¡No me vengas con eso! ¿Qué pasó?-

-Lo más seguro es que se haya arrugado cuando Shin trató de sacar a un pájaro que se metió a la casa…-

-¿Y lo dices así de fácil? ¡Te he dicho miles de veces que mantengas a tu mascota lejos de mis cosas!-

-¡Y yo que no le digas mascota! Su nombre es Shin-

-¡Me importa un demonio cómo se llame, no lo quiero cerca de mis cosas!- gritó mientras azotaba el libro contra el suelo.

-Heroine, tranquilízate-

-¡No me digas que me tranquilice! ¡Todo es tu culpa por haber traído a ese lobo!-

-¡Te recuerdo que también es mi casa y puedo hacer lo que me plazca!- respondí molesto mientras sentía una pequeña tensión en mi pierna. Era Shin.

-Hideki-san- me llamó asustado.

-¿Vas a ponerte en ese plan? ¡Perfecto! ¡Sigue actuando como un idiota!-

-Heroine, estas asustando al niño- le dije mientras cargaba a Shin.

-¡Ah! ¿Entonces ahora yo soy la villana? ¡Me parece bien!- gritó mientras se pasaba de largo y subía las escaleras.

Suspiré decepcionado ¿Qué estaba pasando con ella?

-Lo siento…- escuché la voz apenada de Shin –Es mi culpa-

-No, no lo es, fue un accidente-

-No quiero que Hideki-san este triste debido a mí-

-Oye, está bien ¿Sí? No te preocupes por algo así-

-Pero…-

-Ya no hablemos de esto ¿De acuerdo?- le dije para tratar de cambiar la conversación de una buena vez –Vamos a tu habitación, ya es tarde y debes estar cansado-

Lo sentí aferrarse a mi espalda con fuerza y ambos subimos las escaleras para llegar a su habitación, un cuarto del otro lado del pasillo que había adaptado como si fuera la habitación de un niño cualquiera. Lo recosté y salí sin decirle más sobre el tema.

Ahora debía hablar con Heroine. Las cosas no podían seguir así. La llamé en cuanto entré a la habitación, encontrándola recostada sobre la cama.

-¿Qué demonios quieres?-

-No te pongas así- le dije llegando a su lado.

-¿Y cómo quieres que me ponga? Tratas a ese lobo como si fuera…-

-No le digas así- pedí –Es un niño solamente-

–Ya déjame tranquila con eso- dijo sin mirarme –No puedo creer que le des prioridad a él sobre mí-

Suspiré –No le doy prioridad, solo quiero que todo sea justo para ambos-

-¿Te parece justo que él haga lo que quiere y no sea reprendido?-

-Es solo un niño…-

-¡No, no, no!- se quejó enfrentándome -¿Lo ves? A esto me refiero. Si tanto te empeñas en tratarlo como un niño ¡Tienes que darle mano dura como a cualquiera! Si se portó mal, castígalo-

Me quedé pensando ante eso. Heroine tenía razón en cierta forma, pero no podía verme a mí mismo reprendiendo a Shin por cosas que estaban más allá de las que haría un niño cualquiera -Mañana veré que hacer ¿De acuerdo?-

-Como si te creyera eso-

-¿Y por qué no?- sonreí abrazándola.

-¡Ahora no Hideki! Estoy molesta contigo-

-¿De verdad?- sonreí mientras lentamente me acercaba a su cuello para besarla.

Esa no era la manera en que solucionábamos nuestros problemas, pero solía funcionar muy bien, y esa noche terminamos haciendo el amor.

Cuando amaneció tomé un baño y me alisté para ir a trabajar. Heroine salió antes, como todos los días y me dediqué a atender a Shin, quien no parecía estar de muy buen ánimo. Por más que trataba de hacerlo decirme la razón de su molestia, no podía lograr hacerlo responder. Decidí no molestarlo más y me fui a trabajar.

El día fue exactamente igual a los otros, aburrido y sin nada nuevo para contar, por lo cual decidí salir antes, pero cuando llegué Shin no me esperaba. Aquello me sorprendió al principio y me hizo comenzar a buscarlo.

Entré a la cocina, pasé por la sala, recorrí las habitaciones y no logré encontrarlo por ninguna parte ¿Acaso había salido a jugar afuera? No, sabía que no podía hacerlo sin que yo estuviera con él, entonces ¿Dónde estaba?

Busqué en su habitación por segunda vez, debajo de la cama y dentro del clóset, pero no lograba dar con él. Entonces tuve una idea. Regresé a mi habitación y abrí el armario, ahí estaba.

-Shin…- lo llamé aliviado -¿Qué haces aquí?-

Él lloraba en silencio, abrazando sus piernas.

-Hey ¿Qué pasa?- pregunté mientras alzaba su rostro, notando un golpe que tenía en su mejilla -¿Qué te pasó?-

-Nada…-

-¿Cómo dices eso?- respondí algo molesto -¿Qué pasó?-

Shin lloró antes de levantarse y caer en mis brazos –Me duele…-

-Mírame, déjame ver eso- respondí mientras miraba su rostro –Por Dios…-

-No volveré a hacerlo, lo juro-

-¿Hacer qué?-

-Morder sus cosas…- sollozó abrazándome con fuerza.

No pude entenderlo en un principio, pero no tardé en comprender lo que había sucedido.

Entonces escuché a Heroine llegar.

Lo solté y me puse en pie para bajar a verla, ignorando los gritos de Shin para detenerme. No podía permitir que sucediera algo como eso.

-Ah, llegaste ya- dijo cuándo me miró mientras dejaba las bolsas del supermercado sobre la mesa –Creí que si salía antes no te encontraría…-

-Escúchame bien Heroine, no sé qué pienses, pero no quiero que vuelvas a acercártele a Shin ¿Entendido?- le dije molesto -¿Qué demonios pasa contigo? ¡Solo es un niño!-

-No me digas que es un niño, porque no lo es- contestó -¿Acaso no lo ves? ¡Es un lobo! ¡Una mascota!-

-¡Él no es una mascota!- respondí -¡Te prohíbo tocarlo de nuevo! ¿Acaso estás loca? ¿Golpearlo de esa manera?-

-¡Ese mocoso rompió mi blusa con encaje blanco y mordió mis zapatos azules!-

-¡Es un niño! ¡No tienes derecho para golpearlo!-

-¡Ni él tenía derecho de meterse con mis cosas!-

-¿Y para eso debías pegarle de esa manera?-

-¡Así entenderá a no hacerse el gracioso!-

-¡Eso es lo más estúpido que jamás había escuchado! No te jactes de haber hecho algo bueno porque no lo fue en lo absoluto-

Heroine se volteó y rio con burla –Por favor Hideki, escúchate, estas defendiendo a un lobo ¡Un lobo!-

-¡Deja de llamarlo así! ¡Shin es un niño y no debes tratarlo como si fuera un animal!-

-¡Lo trato como merece ser tratado! No quieras reprocharme algo así- dijo antes de darse la vuelta para meterse en la habitación, no sin antes gritarme que era un idiota.

Estaba muy molesto. Maldije en voz baja y regresé con Shin, pero él estaba oculto en la base de la escalera escuchando todo lo que habíamos discutido.

-Shin, no debiste escuchar eso- le dije agachándome para abrazarlo.

-Es por mi culpa- sollozó –Si no hubiera…-

-No, no digas eso, no fue tu culpa- respondí –Eres un niño y esa no es la forma de tratar a alguien-

-Pero soy un hombre lobo…-

-Oye- lo llamé haciéndolo mirarme de frente –No importa si lo eres o no, no voy a dejar que te traten mal ¿De acuerdo? No eres una mascota ni un animal, eres una persona y yo te cuidaré por encima de cualquier cosa-

El pequeño se limitó a abrazarme con fuerza –Lamento haber mordido eso…-

-No importa, de cualquier manera odiaba esa blusa- intenté bromear –Pero tendremos que aclarar algunas reglas Shin, no puedes jugar con las cosas de Heroine, por eso tú tienes tus propios juguetes. Si quieres algo debes pedírmelo antes ¿De acuerdo? No vuelvas a hacerlo, por favor-

Se mantuvo en silencio por unos segundos –Lo hice porque… estaba celoso-

-¿Celoso?-

-La otra vez, yo… los vi haciendo eso…- me dijo apenado –Y… estaba celoso-

Irremediablemente me sonrojé -¿Nos viste?-

-Tuve una pesadilla y quería dormir contigo-

-Shin, no debiste… pudiste haberme hablado, esas cosas no…- intenté explicarme, pero no tenía caso, no tenía ni idea de lo que debía decir.

-Lo siento- sollozó de nuevo.

-Está bien, yo debería ser quien se disculpe. No debiste ver eso-

Él se mantuvo en silencio unos segundos –Yo amo a Hideki-san- me dijo –No quiero que me deje…-

-No voy a dejarte, Shin, no podría hacerlo-

Entonces se paró un poco, mirándome de frente –Yo quiero ser quien haga sentir bien a Hideki-san, quiero ser quien bese a Hideki-san-

En un principio no supe cómo reaccionar ante eso ¿Acaso había escuchado bien? Era sorprendente la inocencia que podía tener un pequeño como él. Sonreí y le di un beso en su mejilla –Que lindo-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).