Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi niño pequeño, inocente hombre-lobo por Shinjimasu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando abrí la puerta no pude entender lo que estaba viendo frente a mí, simplemente no podía ¿Qué demonios pasaba?

-¡Heroine!- le grité al acercarme a ella, rodeada por todos esos hombres uniformados que invadían mi casa -¿Qué significa esto?-

-Te dije que si tú no hacías algo, yo resolvería las cosas-

-¿Qué?-

-¡Hideki-san!- escuché el sollozo de Shin. Me volteé y noté como uno de los policías se lo llevaba en brazos.

-¡Shin!- exclamé -¡Oye tú, déjalo ir!-

-Sabe que es ilegal tener a un hombre lobo como mascota sin permiso- me contestó otro sujeto apareciendo atrás de mí.

-¿Mascota? ¡Están locos! ¡Shin no es mi mascota!-

-Sí lo es Hideki, deja ya de decir lo contrario- respondió Heroine cruzada de brazos.

Entendí entonces –Heroine…- la llamé molesto -¡Detén esto ahora mismo!-

-Es mejor que el pequeño esté en un centro de cuidado especializado- me dijo con voz calmada –Tú mismo dijiste que no querías que algo malo le pasara-

-¡Heroine!-

-¡Hideki-san!- lloró Shin -¡Hideki-san, Hideki-san!-

-Maldición ¡Suéltenlo! ¡Lo están lastimando!-

-Acéptalo de una vez Hideki- me dijo Heroine –No puedes quedarte con ese lobo, no pertenece a este lugar-

-¡Él tiene que estar conmigo! ¡Yo debo cuidarlo!-

-Los humanos y los hombres lobo no pueden convivir en un mismo ambiente- me dijo el policía que me estaba deteniendo para no ir tras el desgraciado que se llevaba a Shin.

-¿Ustedes qué van a saber de eso?- respondí molesto -¡Tengo que estar con él! ¡Yo quiero a Shin, y no dejaré que lo separen de mí!- grité mientras golpeaba al policía que me estaba deteniendo y corría hacia Shin, pero no fue suficiente. Mi esfuerzo fue en vano y cuando me di cuenta, ya se lo habían llevado…

Fue en ese momento cuando desperté. Todo había sido una pesadilla.

Mi cuerpo estaba muy agitado y mi corazón latía como loco. Por mucho, aquello había sido uno de los peores sueños que había tenido desde hacía mucho tiempo, y no solo porque había pasado mucho desde mi última pesadilla, sino porque sabía que esa situación en verdad podía llegar a pasar. Fue más una posible realidad.

Me incorporé aun agitado, era de madrugada. Heroine seguía dormida. La miré por unos segundos, confundido ¿Acaso ella podría hacer algo así en verdad? Quise levantarme para lavar mi cara un poco, pero antes de poder pisar el suelo, encontré a Shin dormido justo a un lado de la cama. Pude haberlo lastimado si no lo hubiera visto.

¿Acaso también habría tenido una pesadilla? ¿Pero por qué dormía en el suelo?

Me puse en pie y lo cargué con cuidado para no despertarlo, llevándolo a su habitación. Seguía siendo muy liviano.

Lo recosté en su cama, y antes de salir me quedé observándolo un momento ¿Qué era ese sentimiento de protección que me invadía cuando estaba con él? ¿En verdad lo consideraba como un hijo mío? ¿Entonces por qué me sentía diferente?

La paternidad era extraña…

A pesar de que la cama era individual, me acosté a su lado, abrazándolo contra mi pecho hasta que amaneció. En la mañana abrí mis ojos y encontré a Shin justo a mi lado. Había una sonrisa en su rostro, quizá porque era una mañana fría y el hecho de estar juntos mantenía nuestros cuerpos cálidos y a gusto. Para mí era un alivio que no lo hubiese aplastado mientras dormíamos.

Me levanté sin hacer ruido y cerré la puerta tras de mí para dejarlo descansar un poco más. Tenía un ligero dolor en mi espalda, probablemente por estar en la misma posición toda la noche, pero nada que un baño caliente no arreglara. Caminé por el pasillo y me topé con Heroine en las escaleras.

-Buenos días Heroine- la saludé –Pensé que seguirías dormida-

-Son las nueve de la mañana Hideki- respondió algo sorprendida al verme aún ahí.

-¿Qué? ¿Las nueve?- pregunté preocupado. Era terriblemente tarde -¿No pensabas despertarme?-

-Lo hubiera hecho si durmieras conmigo- se quejó –Por cierto ¿Dormiste bien con el lobo? Espero que no te haya pegado alguna enfermedad-

-Por favor no empieces ¿Sí? Es temprano para estar peleando- le dije mientras trataba de contener un poco mi enojo –El niño estaba durmiendo en el suelo, no podía dejarlo ahí, podría enfermarse-

-Eso no me interesa en lo absoluto. Si quiere dormir en el suelo consíguele una caja- contestó molesta, pasándose de largo.

Suspiré y me metí al baño. Lo mejor sería dejarla sola por un rato. Me cambié y desayuné algo rápido para irme a trabajar. Shin no había bajado, y supuse seguía dormido, así que le dejé un poco de pan tostado con miel y algo de fruta para desayunar. No quise despertarlo y salí de la casa lo más rápido posible para no llegar tarde, pensando durante el camino que debería comprarme un despertador.

Afortunadamente no tuve inconvenientes en el camino y mi aparentemente mal día transcurrió sin mayor problema. La misma oficina, el mismo papeleo, las mismas personas, todo igual. Había tomado muy en serio la idea de conseguirme un despertador, así que antes de regresar a casa pasé a una tienda para comprar uno y aprovechar para ver algunas cosas más. Dentro de poco se cumplirían tres meses de haber encontrado a Shin y sería una excusa perfecta para comprarle algún juguete.

Cuando iba de regreso comenzó a llover.

-Estoy en casa- dije cerrando la puerta. Estaba helando afuera -¿Shin?- lo llamé al no encontrarlo en la puerta esperándome como siempre lo hacía.

Era extraño. A Shin le asustaban los relámpagos, así que cuando comenzaba a llover corría a buscarme por temor a que se tratara de una tormenta eléctrica, por lo cual hubiera pensado estaría ansioso por mi regreso, pero no era así ¿Estaría durmiendo? Pensé un poco preocupado mientras subía las escaleras, pero él no estaba en su habitación.

-¿Shin?- lo llamé de nuevo sintiendo un terrible déjà vu ¿Ahora dónde se había metido?

La situación se ponía cada vez peor al no encontrarlo. Busqué por toda la casa: en las habitaciones, en el baño, la sala, la cocina, el comedor, pero nada. Caminé por el pasillo hasta toparme con la entrada, abriendo la puerta. La lluvia había arreciado y estaba seguro de que caería una tormenta bastante fuerte.

-¡Shin!- grité esperando escuchar una respuesta -¡Shin!-

Aquello no me agradaba en lo absoluto ¿Dónde estaba? Temí que Heroine tuviera relacionada con eso, pero descarté la idea. Era imposible que ella hubiera hecho algo tan cruel, además, nuestros horarios no coincidían. Entonces ¿Era posible que Shin hubiera salido a explorar? ¿Y si estaba perdido? ¿Herido? Alguien pudo haberlo encontrado ¿Y si lo habían secuestrado? ¡No, no, no! Traté de hacer desaparecer todos esos pensamientos estúpidos de mi mente y tomé mi saco de nuevo junto con una sombrilla. Fuese cual fuese la razón por la cual él no estaba en casa era lo de menos, ahora solo me preocupaba en encontrarlo.

Fue cuando emprendí la búsqueda. Recorrí varias calles antes de atreverme a buscar en cierto lugar en especial. Caminé por algunos minutos y llegué a aquel sitio donde, tres meses atrás, me encontrara con un pequeño lobito asustado. Y como si fuese ese mismo día de lluvia, lo encontré, justo en el mismo lugar.

-Shin- lo llamé haciéndolo mirarme. Su rostro estaba lleno de lágrimas. Me incliné e intenté tomarlo -¿Qué haces aquí?-

-¡Déjame!-  se quejó esquivando mi mano -¡No quiero volver!-

-¿Qué dices? ¿Por qué no?-

-¡Porque no! ¡No quiero!-

-Shin, por favor- le dije mientras trataba de cubrirlo con mi saco –Hace frío y te estás mojando-

-¡No quiero que Hideki-san me toque! ¡Ya no!- se quejó.

-¿Por qué no quieres volver conmigo?-

-¡Porque no!-

-Esa no es una respuesta-

-¡Lo es para mí!- lloró -¡Ya no quiero ser un estorbo para Hideki-san!-

-¿De qué hablas?- pregunté entendiendo un poco el verdadero problema.

-Hideki-san tiene muchos problemas con Heroine-san ¡Y todo por culpa mía! No quiero que Hideki-san se preocupe más-

-Oye, Shin- lo interrumpí –Ya habíamos hablado de eso ¿No? Tú no tienes la culpa de nada-

-¡Sí la tengo!-

-Claro que no- contesté abrazándolo en contra de su voluntad –Si te vas yo no podría ser el de antes. No quiero perderte Shin-

-Pero Heroine-san…-

-Si ella no está de acuerdo con que tú estés en casa, entonces ella puede regresar a su departamento- le dije apretándolo con fuerza. No podía creer que en verdad estuviera diciendo esas cosas ¿Qué clase de pensamientos recorrían mi cabeza? -¿No fuiste tú quien dijo que quería hacerme feliz? Pues ahora la única cosa que puedes hacer es quedarte conmigo-

Sentí cómo Shin se abrazó con fuerza a mi cuerpo, sollozando, temblando.

-Estoy confundido- susurró –No quiero ser una carga-

-Está bien. No eres una carga, nunca lo serás-

-Soy muy molesto-

-No es así, eres adorable- le sonreí mientras lo cargaba –Ahora prométeme que no volverás a escapar ¿De acuerdo?-

Él me miró con pena y asintió.

Sonreí. No cabía duda que era solo un niño. Lo acomodé contra mi pecho y le di un beso en su mejilla –Te quiero Shin, jamás olvides eso-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).