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Perversiones de una loca por IlovePorn

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Notas del capitulo:

hola nenas, vine con otro capítulo, espero que les guste.

chicas es una pena que tenga que recordar esto, y se que caqsi todas ustedes son super agradables y entienden que es lo que estoy haciendo aqui.

este fic es para mi propio entretenimiento y el de aquellas que gusten de este tipo de temáticas.

recibir un comentario grosero que se atreve a llamarse a si mismo "crítica" no va a hacer que yo deje de escribir ni que me sienta mal por crear estas historias. 

todo lo que yo haga aquí es por que quise, hay una chica (o chico, no me importa en realidad) que dice que este fic da pena y bla bla bla) 

gente, si no les gusta este contenido, simplemente no lean y ya. ¿que les cuesta?

tal vez usé su personaje favorito y por eso se ofendió tanto, pero es mi fic y no el suyo. dice que no vale la pena mi fic pero esta super pendiente de que le responda el comentario para seguir con su argumento de por que mi fic es malo.

niña, consiguete una vida. (yo se que despues de esto me va a dejar otra biblia en comentarios por que al parecer tiene suficiente tiempo de estar pendiente de un fic que no le gusta) 

pero en fin, bienvenidos aquellos que quieren leer y los que no, en la esquina superior derecha hay una X que pueden presionar.

aquí hay otro capítulo y esperen mas pronto!!!

espero que les guste.

advertencias:

dubcon= dudosamente consensuado

dragon x humano

 

Cuando Luffy se despertó estaba en  una especie de nido de mantas y almohadas. Su ropa vieja había sido desgarrada de su cuerpo y podía verla hecha jirones en una esquina, dejándolo indefenso y desnudo.

Él se mordió el labio.

Sabía lo que la criatura le haría, y no estaba ni remotamente preparado para ello.

El mismo dragón se lo había dicho, una vez que lo había capturado. Él había sido demasiado ingenuo, juntándose con un grupo de saqueadores para robar el tesoro. Lo habían logrado, pero el dragón había despertado al final, matando a algunos, y otros logrando huir, pero siendo Luffy  el único que fue capturado con vida.

Quería mantenerse así, así que fue llevado al interior de la cueva, donde la criatura se presentó como Ace, el más poderoso de los dragones de fuego y le ofreció un trato.

Su vida, a cambio de sus tesoros robados.

Ahora el  dragón estaba en forma humana, recostado unos cuantos metros a su derecha, mirándolo con sus ojos hambrientos y pretenciosos.

Luffy solo pudo quejarse de miedo. La sonrisa confiada que siempre estaba pegada a su rostro había desaparecido, siendo reemplazada por incertidumbre.

Una mano llena de escamas le acaricio el abdomen y el trató de retroceder y alejarse del  contacto recibiendo una mirada amenazante.

- no te muevas- dijo el dragón exigiendo obediencia- no tienen ningún derecho a resistirte o negarte, humano.

Luffy sabía que en cierto modo era verdad. Él había robado algo de ese dragón y lo había desaparecido, incluso para el olfato de la bestia. Cuando había sido capturado y esperaba la muerte, no había esperado que la criatura decidiera mantenerlo como su sirviente hasta que dijera donde había ido, o envejeciera y muriera.

Se mordió el labio, sacando sangre, haciendo una mueca de desagrado.

La mano desconocida se movió por sus abdominales, hacia sus pectorales y pellizcando suavemente su pezón.

- un cuerpo tan lujurioso y sucio- dijo el dragón, burlándose-  ¿Qué debería hacer con tal pertenencia?

Luffy siguió sin hablar.

- respóndeme- exigió- habla y dime, humano. ¿Qué debería hacer contigo?

Dejarme marchar

Era lo que quería decir, pero sabía que no debía hacerlo. Le había ofrecido eso después de todo. El dragón incluso le había dado la oportunidad de arrepentirse y decir donde habían ido los otros con sus tesoros, con la promesa de dejarlo marcharse vivo por que se hallaba de buen humor. Y  Luffy se había negado por una simple razón.

Algunos de los objetos mágicos ya no existían.

Sus compañeros los habían usado estúpidamente, Luffy no sabía para qué  o por qué pero ya no existían.

- n-no… lo se…

- esa no es la respuesta que busco y lo sabes- el aliento del dragón se sintió en su oído, cálido y extraño.

- ¿l-lo que quieras?

- eso está mejor. ¿No es verdad?

El otro se sube encima de él, comenzando a frotar su cuerpo nervioso y repartir besos suaves y posesivos por su piel. El muchacho no puede evitar tratar de resistirse, está en su naturaleza, y el dragón gruñe, mordiéndole con un poco de brusquedad el oído, pero sin herir demasiado.

Solo un rasguño para lo que esas mandíbulas pueden hacerle si quisieran.

- no te resistas, ladrón- el dragón exhala- voy a poner ese cuerpo tuyo a un buen uso.

La habitación se llenó de ruidos calientes, y los cuerpos sudorosos que se tocaban entre sí. Luffy no tenía opción, incluso si estaba aterrado, las caricias le calentaban y endurecían sin poder hacer nada, esto era el precio que debía pagar por su estupidez. Al menos no estaba siendo torturado o humillado por cosas como la comida y el agua. El dragón era inusualmente generoso con su alimentación.

  Algo se frotó contra su culo y sollozó.

- e-espera…e-espera…

-shh, relájate, te va a doler si no te tranquilizas-

- no… no ¡espe-!

Por supuesto, el dragón no esperó. Su cuerpo sintió la intrusión y el dolor de los dedos de la bestia, y Luffy grito, tratando de empujarlo fuera sin éxito.  Incluso la comodidad del nido se sentía rara cuando algo como eso estaba siendo frotado en su trasero.

- te estoy preparando, humano- rió el dragón al ver su expresión de extrañeza y desconcierto- no voy a lastimar el lindo cuerpo de mi sirviente. Ambos obtendremos mucho placer de esto… Luffy.

Esa voz oscura y sensual hizo que un estremecimiento recorriera el cuerpo del menor. El dolor y la incomodidad iban aumentando a momentos cuando nuevos dedos se unían al que ya había en su interior, estirando sus paredes con ayuda de la saliva de la bestia.

Unos minutos después, cuando consideró que estaba lo suficientemente preparado, los dedos se retiraron y otra cosa se frotó contra él, grande y caliente. Luffy comenzó a respirar con más fuerza y sus hombros se tensaron.

El pene de su secuestrador comenzó a entrar y abrir su interior, pudiendo oír como sus músculos se estiraban.

Un gemido ronco y profundo dejó la boca del dragón, satisfecho de profanar el cuerpo de su sirviente.

-ahhhhh, no… ah… ugh!

El pequeño joven dejo salir sus lágrimas y una vez estuvo completamente dentro se quedó quieto. Sabía que debía concentrarse en acostumbrarse a la sensación, pero todo lo que podía hacer era sollozar y pedir que esto terminara rápido. Aunque sabía que solo acababa de empezar.

-si… nada mal…. Se siente muy bien- dijo el dragón en un susurro, lástima que Luffy no se sentía así.

Sus puños apretados hasta que estaban blancos.

-si sigues resistiendo te dolerá más de lo que piensas…

- d-duele…. Basta…

El dragón no se mueve aun, dando tiempo para ajustarse. Le susurra palabras reconfortantes al oído mientras Luffy tiembla y se tensa. Finalmente trata de que su cuerpo se relaje, buscando una posición donde no sienta todo ese dolor. El miedo sigue ahí, latiendo dentro de él y haciéndole sentir como si pudiera ser asesinado en cualquier momento.

- eso es… lo estás haciendo bien, Luffy. Aprenderás pronto y si me obedeces nunca habrá nada malo en tu existencia. Puedo perdonar tu ofensa, por tu belleza, lo haré. Vivirás mejor aquí que entre los humanos, te lo aseguro.

Le besa la espalda y sus manos se mueven para acariciar sus pezones.  Luffy jadea y se remueve inquieto, pero El dragón de nombre Ace decide que es momento de empezar con la diversión. Se mueve en el interior del chico, tirando hacia afuera para volver a hundirse lentamente, sacando un quejido desesperado y un gemido bajo.

-ah… si…

Los empujes se hacen consistentes, con un ritmo lento, tortuoso que solo es para que el cuerpo de Luffy se acostumbre a la sensación. El estiramiento da sus frutos y él resiste con firmeza, comenzando a excitarse sin querer ante sus sensaciones.

-ah… ¡Ahh!-

El chico se retorció y gimió ante el trato de Ace. El dragón le acunaba en sus brazos, acariciando y jugando con su cuerpo sin violencia, únicamente disfrutándolo y explorándolo. Después de todo ni con toda la fuerza de Luffy podría hacer cualquier mella en el dragón, así que todo lo que bastaba era un simple movimiento de Ace, para que Luffy le siguiera el ritmo.

- eres tan lindo, Luffy- le dijo al oído con un susurro sensual y luego tomó el pene de su prisionero para comenzar a masajearlo- nunca te vas a ir de aquí.

Hubo un sollozo por parte del moreno ante esa declaración.

- ahora eres parte de mi tesoro… y un dragón nunca se separa de su tesoro…- los movimientos comenzaron a acelerarse, los fluidos pre seminales de Ace hicieron las veces de lubricante y ayudaron a que pudiera deslizarse más fuerte y rápido en el interior de Luffy- voy a cuidarte tan bien, mi ladrón.

-ohhh!- el chico no pudo evitar sentirse caliente y  extraño. Sus entrañas estaban siendo frotadas de una forma fuerte pero cuidadosa le hicieron gemir y aferrarse a los poderosos brazos del dragón para anclarse a la realidad.

Una embestida en especial alcanzó un punto dentro de su cuerpo que le hizo ver luces blancas bailando en su visión.  El dragón comenzó a dar en ese lugar más a menudo divirtiéndose con las expresiones de placer que Luffy hacía. Puso sus brazos en el estómago de Luffy, tirando del hacia arriba. Las piernas del ladrón joven fueron extendidas a lado y lado del dragón, apoyándose en los muslos de la poderosa bestia mítica. Ace se movía contra él, haciendo sonidos húmedos cuando su cuerpo golpeaba contra el trasero de Luffy.

Hubo un suspiro caliente en su cuello y luego los colmillos de Ace perforaron la piel, sacando un grito agudo del chico. Era doloroso y Luffy sabía que estaba siendo marcado como pertenencia viva por el dragón. Una cicatriz permanente e imborrable que daba fe de su nuevo estado.

Solo hizo falta unos cuantos movimientos frenéticos mas para que Luffy llegara al orgasmo con un gemido ruidoso, sintiendo como la semilla caliente del dragón se derramaba en sus entrañas, llenándolo y abrumándolo con cuan cálido y lleno se sentía.  Había tanta…  que el chico cerró los ojos y se dejó llevar por esa abrumadora sensación, dejando que sus brazos cayeran a sus costados inertes mientras gemía en su resplandor.

Sintió suaves besos cortos en su frente y sus mejillas, muestras cariñosas del dragón.

- fue tan bueno, Luffy. Lo hiciste tan bien. Te voy a limpiar con mucho cuidado y dejaré que duermas todo lo que quieras. Te mereces un premio… jejeje-

El chico no tenía energías para pensar en cualquier otra cosa así que dejó que Ace hiciera lo que quisiera y él se echó a dormir.

Cuando despertó, había comida y agua a su lado y estaba limpio completamente. Ace se hallaba a su lado, recostado en los edredones mientras leía pergaminos antiguos con inusual interés.

-¿despierto tan pronto?- dijo con una risa satisfecha- come y descansa Luffy, no hay ninguna otra cosa de la que debas preocuparte.

Una mano rasposa y con garras le acarició la cabeza y el chico se durmió ante ese trato amable. No recordaba la última vez que alguien le había acariciado así y mucho menos momentos en los que pudo dormir seguro sin miedo a ser asesinado en la noche para robarle sus pocas pertenencias.

Permaneció en la cueva con Ace, saliendo regularmente sobre su lomo para recorrer el continente en busca de nuevos tesoros.

Era extraño que  al ser prisionero de un dragón, tuviera más libertad que cuando era un ladrón solitario.

Pero un día, un caballero rubio de nombre Sabo, llegó a la cueva por el rumor de un chico secuestrado.

 

 

 

 

Notas finales:

espero que les haya gustado!!!

nos vemos pronto!!!


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