Alexander pov
Suspiré, tirando de la manta que estaba alrededor mío con fuerza.
Un día ya había pasado y no podía superar la incomodidad del beso de Travis que me había dado ayer.
Sky me había bombardeado con preguntas, pero me había negado a responderle.
Gruñí ante el sonido de mi celular vibrando en la mesa de luz por enésima vez.
«¿Por qué ella no puede dejarme en paz?»
Pensé rodando en la cama, inquieto. El celular sonó unos segundos más antes de silenciarse.
Sky no se molestó en llamar de nuevo, haciéndome entrar y salir del sueño. Abrí los ojos ante el sonido de una llave abriendo la puerta. Cerré mis ojos de nuevo con fuerza, sin querer enfrentar a Chris, he estado ignorando todas sus llamadas.
—¿Alex? –preguntó Chris desde la sala de estar. Tiré las mantas sobre mi cabeza hundiendome en mi cama ignorándolo.
—Alex, se que estas aquí, –dijo Chris mientras oía girar la perilla de la habitación.
—Alex, vamos. ¿Que es esto? ¿Te estás escondiendo? –Chris se rió entre dientes mientras retiraba las mantas de mi cuerpo acurrucado. Me alejé de él abrazando la almohada de mi costado.
Escuché un suspiro detrás de mí, y luego la sensación de la cama hundiéndose y sentí como Chris comenzó acariciar mi cabello con la mano.
—Hablame. Sky me ha estado llamando todo el día. Dijo que estabas actuando extraño cuando te marchaste de su casa ayer por la tarde, –dijo Chris, apartandome el flequillo de mi frente. Mis labios comenzaron a temblar al recordar lo sucedido, pero no le respondí.
Chris no me preguntó más nada, simplemente se acurrucó a mi lado y me abrazó por la cintura. Por eso me gustaba, no era entrometido como la gente normal y me daba mi espacio cuando lo necesitaba.
Nos quedamos así por un buen rato. Comencé a sollozar en silencio. Chris me frotó la espalda e hizo pequeñas voces arrulladoras para consolarme. Mis sollozos se convirtieron en sollozos ocasionales. Me dolía la cabeza y me dolían los ojos de tanto llorar, me agité en los brazos de Chris, mi cuerpo estaba un poco rígido por permanecer demasiado tiempo en la misma posición.
—¿Puedes contarme lo que te sucede? –preguntó Chris, todavía frotando mi espalda para calmarme. Asentí girándome para ver su rostro preocupado.
No le dije nada aún, solo enterré mi cabeza en su pecho avergonzado.
—Es Travis ... No sé cómo explicarlo ... –murmuré, mi voz temblaba. Chris debió haber sentido eso porque me abrazó más fuerte. Casi me sentí mal por no haber correspondido sus sentimientos profundos y abrazarle de igual manera.
—Solo inténtalo, no te juzgaré. –Chris me animó, saque mi cabeza de su pecho para poder mirarle con decisión.
—Bien, pues yo iba a terminar el juego ayer, ya sabes besarlo y todo, pero las cosas cambiaron, –dije, acariciando el hombro de Chris. No tenía ganas de explicar esto. Solo quería que me abrazara y me dijera que todo estaría bien.
—¿De qué manera? –Preguntó, dándome una mirada inquisitiva. Negué con la cabeza suspirando. Tenía que decirle eventualmente.
—No lo sé ... Claro que nos besamos pero ... –Dije frunciendo el ceño. El recuerdo fue bastante hiriente. No he estado tan asustado en mi vida.
—¿Pero qué Alex? Sabes que puedes contarme lo que sea, confía en mi, –dijo con su voz suave mientras rozaba mis ojos llorosos.
—Fue rudo, era como si ni siquiera me estuviera escuchando ... En verdad me encontraba asustado. Su beso se volvió ... Entonces ... Entonces ...
—¿Salvaje? –Chris dijo la palabra que buscaba, y entonces asentí con la cabeza cerrando los ojos. Escuché un suspiro. Jadie al percibir que Chris estaba clavando su mirada sobre mis ojos que amenazaban con romper a llorar.
Puede sonar ridículo que tuviera miedo de un beso. Pero Chris entendió, sabía cómo odiaba las cosas que no eran predecibles, o las que no pude manipular. Lo sabía, porque él siente lo mismo por muchas cosas similares a las que a mi me aborrecen.
—Continúa, - dijo Chris, besando mi frente.
—Ya estoy a mitad de camino ...
—Será mejor que lo termines cuanto antes, te lastimará si no lo haces, –dijo Chris firmemente. Asentí, acurrucándome contra él temblando continuamente mientras Chris besaba un lado de mi cuello. Tenía razón, Tengo que terminarlo de inmediato.
—Deja de llorar, –dijo Chris, haciéndome parpadear. No me había dado cuenta que aún continuaba llorando, parpadie para aclarar mis ojos de lágrimas.
—Ya está bien, –dijo Chris, volteando mi cara para darme un beso. Me tranquilizo con deleite.
Eran tan diferentes de los de Travis. Eran dulces y predecibles, se detenía dando un pequeño distanciamiento para luego seguir besándome con ternura.
El beso de Travis fue más como si estuviera tratando de comerme y saborearme al mismo tiempo. No me gustó eso y me asustó.
Continuó besándome y mordiéndome suavemente, haciendo que los recuerdos que me hicieron llorar desaparecieran.
—Hazme olvidar ... –dije en un susurro sobre sus labios. Asintió moviendo su mano arriba y abajo de mi pecho, moviendo suavemente nuestras posiciones para que estuviera encima de mí.
Nos quedamos así por la tarde; besándonos, y dándonos pequeños mimos y caricias.
***
—¿Quieres algo de cenar? –preguntó Chris desde la puerta del dormitorio. Negué con la cabeza y me acurruqué entre las sábanas. Iba hasta la cocina en busca de un vaso de agua para que tome mi medicamento.
—Está bien, volveré pronto. –Escuché a Chris decir seguido por el sonido de la puerta cerrándose. Suspiré recordando que tenía trabajos de mi clase por hacer. Me he estado sintiendo raro y asustado que hasta me he olvidado de ellos. Los haré más tarde, ahora me encuentro en blanco.
Chris regresó y me ayudó a tomar mis medicamentos. La medicina por lo general distorsionaba mis pensamientos de vez en cuando, pero mi madre estaba convencida de que funcionaban.
Chris también ignoró mi negativa de no querer cenar y preparo unos fideos con salsa blanca. Los comí sentado en mi cama mientras Chris me leía una prólogo de un libro.
—Esto es ridículo, ¿en qué lugar de la ciudad obtuviste este libro, Alex? –Chris suspiro cerrando el libro, pero siendo lo suficientemente cuidadoso como para marcar la página que leía con su pulgar. Me encogí de hombros, riéndome ligeramente.
—No es tan malo, es realmente gracioso, –dije, haciendo que Chris pusiera los ojos en blanco con incredulidad. Mi decisión de intentar leer Chick light obviamente no estaba bien para él. Me moví en la cama un poco hasta que llegué al borde donde Chris estaba sentado. Dejé un pequeño beso en su hombro para luego descansar mi cabeza en el, sosteniendo el plato vacío en mis manos.
Chris suspiró y se volteo para besar mi cabeza.
Me molestó un poco lo mucho que me gustaba estar con él. Podría lastimarme si quisiera, es una persona muy carismática e intrigante, dudo que pueda pestañear sin pensarlo bien.
La idea de pronto me hizo sonreír. Mi novio, el paciente obsesivo, intrigante y el artista que no puede dibujar bien para salvar su vida ...
—¿Qué estás pensando? –preguntó Chris, sacandome mis pensamientos.
—Solo en ti, –dije, haciendo que los ojos de Chris se ensancharan con sorpresa, y comenzara a murmurar incoherencias. Me reí, tomando su mano con la mía. Siempre es así cuando digo cosas que no espera y entonces se avergüenza. Él dice que es porque 'me ama'.
—¿Qué? ¿Ya no puedo pensar en ti? –pregunté bromeando.
—Claro que puedes, yo ... Solo... ¡No digas cosas así! –tartamudeó Chris con frustración. Estaba claramente revuelto y nervioso. Y a punto de decir algo cuando mi celular comenzó a sonar en mi mesa de luz. Me puse de pie para tomarlo antes de que Chris pudiera hablar. Podría ser Sky otra vez o mi madre.
Dejé caer el plato vacío sobre la mesa y desenchufé mi celular del cargador. Sorprendentemente, los mensajes eran de un número desconocido.
Numero desconocido :
¿Cómo se siente cuando tus trucos se vuelven contraproducentes?
3:43 pm
Muere, jodido hada.
3:46 p.m.
Leí el mensaje una vez, dos veces, y luego una vez más. Sacudiendo mi cerebro por un momento pensado quien podría haber sido, y así descubrí quién era realmente, ¿Travis le dijo algo? ¿Sabía que yo estaba jugando todo el tiempo? ¿Fue lo ayer una especie de pago retorcido?
El mensaje me parecía extraño y confuso. Cerré los ojos tratando de calmarme. Odio esos dos sentimientos; me molesta no tener el control.
—¿Sucedio algo malo? –preguntó Chris desde mi cama, su voz estaba llena de preocupación. Asentí caminando hacia la cama para mostrarle los mensajes. Lo habría escondido, le habría dicho que no pasaba nada, pero así no es como funciona nuestra relación.
—¿Sabes quién te los envió? –preguntó Chris, quitándome el celular. Me senté en la cama sacudiendo la cabeza.
—Pero tengo una sospecha, –dije, pensando en Sam. Fue la única explicación razonable. Ella es la única persona con la que me he metido y además es amiga de Travis.
—¿Es alguien que conozco? –preguntó Chris, mirándome con sincera simpatía. Si alguna otra persona me hubiera mirado así, probablemente habría arrojado una o dos palabras amargas para desorientar su piedad. Pero es diferente con Chris, me gustó que le importara, y no me sentí tan raro siendo vulnerable a su alrededor.
—Sí, esa chica que siguió enviándome mensajes de odio en mi correo cuando descubrió que salimos, –dije, refiriéndome a Sam. Él suspiró, tirando de mí y recibiendo un abrazo lateral.
Jugar con Sam había sido algo bueno y malo. Ella cambió la actitud malintencionada que solía llevar en el segundo año. Pero sucedió algo que no esperaba. Empezó a enviarme correos en Outlook y mensajes de correos no deseado con súplicas para salir con ella, darle una oportunidad. Había bloqueado su número, teniendo paz durante aproximadamente un año. Luego descubrió a Chris y comenzó a enviarle amenazas e insultos. Él la había bloqueado, y ahora parece que ella tiene un nuevo número.
—Voy a responder ...
—No hagas eso Chris, deja que se sienta ignorada, –dije, quitándole el celular.
—Al menos deberías bloquearla, –dijo Chris, mirándome apagar mi celular.
—Todavía no, aún podría necesitar la información.
Chris solo me dio una mirada extraña antes de suspirar.
—Bien, pero si ella empieza a molestarte demasiado, hazlo –dijo Chris, sonando como un novio sobreprotector. Me reí, haciendo que me diera una mirada de: 'No es gracioso'.
—De acuerdo, la bloquearé si ella me molesta demasiado ¿esta bien? –Dije, haciendo que Chris asintiera con alivio.
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