-No pueden tocarse, más que con los labios.- El presentador les leía las reglas. –No pueden separar sus bocas, a menos de que se haya determinado un descanso. Habrá un descanso cada dos horas, con una duración de treinta minutos. La última pareja que quede en pie, será la ganadora. ¡Ahora a besarse!- Exclamó.
Minho miró con asombro como todas las parejas se besaban rápidamente, antes de ser jalado por Taemin y besado. Sonrió sobre los labios ajenos. Taemin le había soltado casi de inmediato, lo cual le causaba risa. ¿Quién diría que un demonio se negaría a hacer trampa? Pero Taemin parecía tan interesado en el premio. Acomodó sus labios sobre los contrarios, disfrutando del beso. No pensaba pasar su día libre de este modo, pero sacaría lo mejor de esto <<besar a su pareja>>.
Estuvieron quietos la primera media hora, pero ciertamente se volvía tedioso. Así que antes de que pensara hacer algo, Taemin ya estaba jugando sobre sus labios. Giraba el rostro hacia un lado, y después al otro, abría su boca y le invitaba a pasar. Minho sólo reía y le seguía la corriente en sus juegos. Esos no eran propiamente besos, pero era agradable lo juguetón que Taemin estaba siendo. Últimamente no podían hacer coincidir horarios, y a penas y se veían, provocando que Minho sintiera que abandona su relación. Así que esta pequeña actividad juntos, le hacía estar de buen humor.
Cuando la señal de descansó se escuchó, Minho miró a su alrededor. Quedaban muchas menos parejas de las que se había imaginado para el primer descanso. Sonrió, creyendo que tal vez si sería fácil ganarles. Rodeó con sus brazos la cintura de Taemin y le abrazó. Los besos estaban bien, pero extrañaba tocarle con sus manos. Normalmente cuando le besaba tenía sus manos por todo el cuerpo del demonio. Le gustaba abrazarle, y estrujarle, algo que a Taemin parecía no molestarle en lo absoluto.
-Tengo hambre, Min.- Taemin murmulló, hundiendo su rostro entre el hombro y cuello de Minho.
-Estoy seguro que podemos conseguir algo rápido y volver antes de que el descanso termine.- Miró a su alrededor, descubriendo que el público les miraba y cuchicheaba cosas. Apretó más a Taemin, dispuesto a iniciar una pelea. Hasta que alcanzó a escuchar lo que decían.
Al público le maravillaba que, a pesar de haberse besado por dos horas, ellos se abrazaban y mimaban durante su descanso, en vez de salir corriendo en direcciones opuestas. Sonrió, abrazando con más fuerza a su demonio.
-Encontré una cafetería, vamos, te compraré lo que quieras.- Accedió, riendo cuando Taemin le dedicó la mirada más maravillosa del mundo sólo por decirle que compraría lo que sea que le pidiera.
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