Minho llegó a casa, dejando su chaqueta en el gancho de la pared y sus zapatos junto a los de Taemin. Le gustaba volver y encontrarse con el ruido del televisor que Taemin siempre encendía, aunque a casi siempre no lo veía. También encontraba satisfactorio el saludo que sus mascotas le daban al llegar. Esta vez no fue así, sin embargo. Eso sólo significaba que debían estar haciendo algo con Taemin. Cruzó el pasillo, deteniéndose unos momentos frente a la pecera, para poder saludar y hacerle caras a cada uno de los pececitos que se acercaron a él. Les sonrió, dejándoles un poco de comida antes de seguir con su camino.
Ya en la sala pudo ver por qué esta vez ni Lance ni Sweetie le saludaron en la puerta. Taemin esta vez sí miraba el televisor. Estaba cómodamente recostado en el sillón que quedaba justo enfrente; mientras que Launcelot se había acurrucado en su pecho, Sweetheart había encontrado sus piernas como un lugar agradable para estar. Sonrió ante esa imagen, sabiendo que a pesar de que Taemin era un demonio, los animales encontraban en él un lugar seguro dónde anidar. Se acercó al sofá, agachándose lo suficiente como para regalarle un beso a Taemin en la frente, y dejar que Launcelot subiera por su hombro. Sweetheart, por otro lado, era el consentido de Taemin, así que no se movería de su lugar a menos que fuera necesario.
-¿Se divierten?- Minho dejó escapar una corta risita al ver lo cómodos que se encontraban, mientras veían una película animada.
-Está entretenida la película.- Taemin rio, incorporándose en el sillón. Tomo a Sweetheart en brazos, y dejó suficiente espacio para que Minho se sentara a su lado. -¿Cómo te fue el día de hoy?
-Fue un buen día.- Se acomodó a lado de su novio, acariciando la cabeza del cachorro. –Muchas alergias, un par de huesos rotos, y más que nada personas que no saben lo que es una gripa.- Relató. –Aunque, uno de mis pacientes fue algo interesante.- Mencionó de manera misteriosa, para obtener la atención de su novio.
-¿Sí? ¿por qué?- Taemin terminó ignorando la película, dándole su total atención al mayor. -¡Dime! ¡Dime! Anda, diiime.- Rogó.
Minho apretó los labios, evitando reír. Era tan adorable su demonio, que terminó jalándole las mejillas con tal de que dejara de rogar.
-Era un promotor de actos de beneficencia.- Comentó, riendo abiertamente ante el rodar de ojos desinteresado que Taemin le dio. –Oh, pero no cualquier tipo de beneficencia, cariño. Este promotor es parte de un grupo de protección para animales callejeros.
Los ojos de Taemin se abrieron enormemente denotando toda la atención que le estaba dando a su novio.
-¿Y? ¿Qué te dijo?- Dio ligeros saltitos en su lugar, también zangoloteando al perro sobre su regazo.
-Dijo que estaban haciendo un evento justo a finales de este mes.- Sonrió, adorando como Taemin lucía cada vez más emocionado. –Así que compré un par de entradas para el evento. El dinero de las entradas será donado para la creación de más albergues, y podemos llevar productos que deseemos donar, claro que prefieren que sea comida. Además, habrá actividades con las que se pretende conseguir más presupuesto.
-¡Vamos!- Taemin dejó de lado a Sweetheart, poniéndose de pie. -¡Tenemos muchas compras que hacer!
Minho rio, asintiendo. Sabía que Taemin estaría de acuerdo, porque amaba a los animales, y los animales veían en él un lugar seguro.