Kibum trenzaba algunos mechones largos en el cabello de Taemin. El té de enfriaba tranquilamente en la mesa, mientras ambos disfrutaban de pasar un agradable día, no como colegas, sino como amigos. A pesar de estar sentados en sillas distintas, eso no quitaba el hecho de que Taemin había encontrado una manera de apoyarse en Kibum, al grado en qué estaba casi recostado sobre él. Pero era cómo para ambos. Taemin sostenía un espejo frente a él, observando el patrón que Kibum trenzaba sin mucho afán.
-Sabes Tae, a veces me pregunto qué hubiera sido de nosotros si cuando me confesaste que eras un demonio, porque te gustaba mi alma, hubiésemos empezado a salir.- Comentó, sin ninguna otra intención mas que despertar la curiosidad del demonio.
-Creeme, lo he pensado.- Taemin rio, girando un poco el espejo para que Kibum alcanzara a ver la mueca burlona que le hizo. -Extrañamente, en ese escenario siempre termino imaginando que logramos el financiamiento para nuestra investigación a las islas Trobriand.
-Mmm, tienes razón, puedo ver cómo llegó el escenario hasta ahí.- Kibum señaló, rodando los al ver como Taemin ponía mirada de estar perdido. -Eramos de los más populares, y con mejores calificaciones. De estar juntos, no hubiese persona que no quisiera incluirse en el proyecto con tal de tener conexiones con nosotros, y eso habría causa más peso, orillando a la facultad a aceptar nuestra solicitud de proyecto.
-Debimos haber salido.- Taemin secundo.
-Ah pero el señorito demonio quería comerse el alma de Park HyoRae, así que decidió desperdiciar todo el último bimestre en eso.- Rio alto, divertido con el sonido exhasperado que Taemin soltó.
-Sabes, esa alma supo muy bien, y el contrato que le hice firmar, fue uno de los mejores que he hecho. No me arrepiento, y lo sabes.- Se encogió de hombros. -Pero, de haber salido, es claro que a estas alturas ya hubiésemos ganado poder sobre la humanidad.
-De acuerdo estoy.- Kibum asintió. -Hubiese sido divertido.
-¿Sabes qué hubiese sido lo más diverto? Que papa hubiese estado tan enojado, y tan orgulloso de mi por igual.- Taemin se encogió de hombros, riendo. La imagen de su padre sentado en su trono, rodeado por el fuego oscuro del infierno, y al mismo tiempo totalmente molesto y sin poder intervenir más en la tierra puente, brotó en su mente. -Adoraría molestarlo a tal grado.
-Claro, te estás riendo, hasta que se aparece a la puerta de tu departamento, decidido a recuperar el contro que tiene sobre la “tierra puente” como llamas a la tierra.- Key murmuró entre dientes, terminando la última trenza en el cabello de Taemin.
-No pensé en eso…- Exhaló, irguiéndose un poco para voltear a ver a su amigo. -Y también tendría que mantenerte lo más lejos posible de él. Eres lindo, va a querer robarte de mi lado. Por supuesto que te robaría…- Entrecerró los ojos, acusándole con la mirada.
-Por supuesto que jamás te dejaría…- Rodó los ojos, haciéndose el ofendido. -Aunque por otro lado, la verdad es que el título de concubino en turno, del rey del infierno, suena a que a podría tener mucho más poder.
-¡Oye!- Taemin le pegó en el pecho, molesto por un segundo antes de que los dos se echaran a reír por la gran y tonta situación. -Por supuesto que no lo harías.
-No, no lo haría. No te dejaría, lo prometo.- Kibum alzó su meñique para que Taemin enredara el suyo alrededor en señal de promesa.
Y entonces el sonido de alguien limpiándose la garganta les interrumpió. Ambos voltearon al otro lado de la mesa, luciendo totalmente fastidiados de que les interrumpieran en tan conmovedora promesa acerca de su relación.
-¿Tenemos que recordarles que seguimos aquí?- Jonghyun exhaló, cruzándose de brazos luego de haber sido olímpicamente ignorado toda la tarde.
-Tengo que admitir, que concuerdo, y me gustaría recalcar que nosotros somos sus respectivas parejas.- Minho sólo rio por lo bajo, encontrándose muy poco ofendido por la existencia imaginara de ese supuesto universo donde Taemin y Kibum planean tener una relación cuyo final, además de ser romántico, sería el dominar a la existencia humana. Esos dos, simplemente nunca tendrían remedio.
Ambos chicos les miraron de arriba hacia abajo por un segundo, casi como si estuvieran cuestionando por qué seguían ahí si claramente no estaban invitados a la charla. Key volvió a jalar a Taemin para que se volviera a acomodar como lo estaban hace rato, disponiéndose a seguir inventando tan elaborado universo alterno.
-Creo que tengo derecho a exigir un trono.
-Oh claro que lo tendrás; tendremos los mejores tronos jamás hechos por las manos esclavas de un humano. Lo que todavía no termino de decidir es en qué lugar de la tierra erigiremos nuestra fortaleza…
Minho rio, sabiendo que no habría forma de callarlos, al menos por un rato. Y estaba bien, esa era la única, atípica y extraña amistad que Key y Taemin tenían. Ellos jamás la cambiarían por nada, y eso era algo de respetar. Así que los dejaría ser por un rato más.
-Jonghyun, creo que hemos sido cruelmente expulsados de su mundo. ¿Qué te gustaría hacer?
-Hermano, cualquier cosa con tal de que no sea platicar de aspiradoras, por mí está bien.