El fuerte e insistente sonido de la alarma interrumpió su sueño. Molesto, apago el aparato dispuesto a seguir durmiendo unos "cinco minutos" más. Hasta que su celular comenzó a vibrar, esto molestándolo aun más. El deseo de querer arrojar su celular por la ventana se le hacía tentadora.
-Por qué demonios no puedo dormir tranquilo un martes a la mañana?!!
Tomó su teléfono y sin ver quien era quien llamaba, contestó de mala forma.
-Que?! -Gruñó, con una mano se tallaba los ojos, ya decidiendo salir de la cama y comer algo.
-No entiendo el por qué de tu molestia, te hago el favor de despertarte temprano para tu entrevista y me hablas así. Muy mal, Kaito.- Comentó desde el otro lado de la linea un ofendido Akaito.
-Ah... Tu, lo siento. Estaba en la mejor parte!- Pese a que nadie, más que su gata, lo veía levantó su brazo libre en señal de grandeza.
-De que me hablas? Te medicaste antes de dormir o algo asi? - Dijo soltando una risa burlona. Imaginando la cara que podría su hermano con su reciente comentario.
-Claro que no, baboso. Agh... Yo solito me entiendo.- Mencionó arrugando en entrecejo e inflando las mejillas.
-Ya ya, como sea, tienes una entrevista de trabajo hoy, no te quito más tiempo. Buena suerte, la vas a necesitar.
Verdad! Tenia una importante cita hoy! Por más que quisiera, no podía seguir jugando con su hermano. Ya luego lo haría. Tenia que alistarse y estar en el lugar citado antes de la hora acordada. La primera impresión era muy importante.
-Oh... Claro, gracias, Akaito. Saludos a la familia.- esa sería su ultima broma en la mañana, sabía que su hermano estaba soltero desde hace ya 3 años. Pero ¿Por qué no molestarlo?
-Ahahahahaha bastardo.- Dijo esto último para luego finalizar la llamada.
De buena gana, salio de la cama con una sonrisa. Necesitaba ese tipo de conversaciones por las mañanas para no estar amargado todo el día.
Fue bueno despertar temprano. Así podría usar el transporte público y ahorrar un poco.
Tenía su ropa lista desde el día anterior. Hasta lo que iba a desayunar!
Entró al cuarto de baño para darse una ducha rápida. Ese día, por equivocación, se echó mas acondicionador de lo normal.
Saliendo se vistió y fue a desayunar. No tenía nada para preparar, sería más bien un recalentado.
-Nah, no importa, a nada.-Iba a meterse un bocado de comida a la boca hasta que alguien le detuvo.
-Meow~ -una gorda, suave, peluda y engreída gata apareció en la cocina maullando, signo de hambre.
-Ah... Lo olvidé, lo siento, Maya.- Kaito dejó su comida de lado para ir a la alacena y sacar comida para su gata.
Vio la hora, percatándose que solo tenía unos 30 minutos para ir al lugar citado. Optando por dejar su desayuno de lado.
Salió apresurado de su departamento dispuesto a tomar el transporte publico. Sabiendo que se demoraría unos 15 minutos en dejarlo en su destino.
-Espero no pase nada malo... Seria una mala forma de comenzar el día.- pensó al mismo tiempo que subía al bus.
El transporte estaba algo lleno. Solo había un espacio libre, al lado de un hombre. Bueno, no le molestaría. Saludó y se sentó.
-Oh, Kaito!-Esa voz, por supuesto que la reconocía.
-Gakupo? Qué haces por acá?
-Uff bueno... Se me hizo tarde, el elevador estaba malogrado y mi auto no respondía. - Dijo enumerando cada cosa con sus dedos. Su rostro mostraba frustración. Por lo visto él no había tenido una buena mañana.
-Oh... Ya veo... Tu lugar de trabajo está lejos?- Estaba algo nervioso, aun no se acostumbraba a la compañía del más alto.
-En realidad no, me bajo en la siguiente parada.
-Ah! Yo igual!-Soltó, su voz notándose emocionada.
-Uhmm se puede saber a donde vas? -la curiosidad impulsándolo a preguntar ello. Sintiéndose avergonzado por ser algo impulsivo.
-Ah, a mi entrevista de trabajo. Espero pasarla, estoy algo nervioso.- Dijo acariciando su mejilla con su dedo índice, gesto que siempre hacía cuando estaba emocionado o nervioso. Y Gakupo sintiéndose enternecido por ello, rememorando aquel tiempo cuando se declaró o cuando se dieron su primer beso.
-Lo vas a hacer bien, te lo aseguro. Tienes mi apoyo moral.- Esbozó una sonrisa gentil al mismo tiempo que le daba palmaditas en la espalda a Kaito.
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-Bueno, eso sería todo señor Shion, lo llamaremos para avisarle el resultado.
-Claro, muchas gracias por su tiempo. Con permiso.
Kaito salió de la sala con un aire de derrota, esa frase "lo llamaremos" significaba "Magicamente perderemos su número, yo que usted busco otro lugar" si, no tenía esperanzas de poder trabajar en ese gran lugar.
Iba a ir a algún café cercano, pues no había desayunado. Y tal vez mandarle un mensaje a Akaito para avisarle como le había ido en la entrevista. Ese tipo de cosas le ponía los pelos de punta.
Al llegar a dicho lugar y luego de haber pedido lo que iba a comer, tomó su celular, ingresó a la aplicación de WhatsApp y buscó el chat con su hermano.
"Kaito~: Hey! Te molesto?
Akaito :v: Siempre ¬¬
Kaito~: Idiota.
Akaito :v: Lo siento, como te fue?
Kaito~: Si supieras, era a lo que más le temía, me alegra que haya terminado. Dijeron que iban a llamarme.
Akaito :v: Ahahaha, yo que tu pierdo las esperanzas, siempre dicen eso y nunca lo hacen.
Kaito~: Esperaba un 'No te preocupes, Kaito, se que te llamarán' .l.
Akaito :v: Agradece que soy sincero.
Kaito~: De nada ¬¬
Akaito :v: .l.
Kaito~: Gakupo me apoyaría ¬¬
Akaito :v: Volviste a hablar con él?
Kaito~: Desde hace ya un tiempo.
Akaito :v: Y no me dijiste nada. </3
Kaito~: Lo siento... Pensé que no te importaría.
Akaito :v: Tienes razón, no me importa :v
Kaito~: Fuck you <3
Akaito :v: Gracias.
Kaito~: Bueno... Supongo que era solo eso... Me retiro, quiero comer.
Akaito :v: Buen provecho~
Kaito~: Gracias. "
-Pff idiota.-Susurro para luego guardar su celular y empezar a comer, el mesero habia traído su pedido hace un momento.
Pensaba en ir al centro comercial a hacer lo que tanto amaba. Comprar bufandas nuevas. Así tal vez estaría más relajado.
"Gakupo"
De la nada su recuerdo se cruzó por su mente confundiéndolo un poco. Sus mejillas se ruborizaron, no podía creerlo, él ya siendo un hombre adulto comportándose de esa manera por alguien con quien ya solo tenia una simple amistad.
Terminando se retiró del lugar. Tenía que estar relajado y dejar de lado su tema de la entrevista... O estaría muy torpe ese día. Camino calmadamente hacia su destino. En su camino se cruzaban estudiantes, lo cual le parecía raro pues eran las 10 de la mañana, familias con niños pequeños, jóvenes parejas.
Esa ultima escena notándola en una heladería. Esto le trajo recuerdos de cuando salía con Gakupo, se escapaban en las noches para ir a alguna fiesta en la casa de Mikuo o a caminar tranquilamente sin que nadie los señalara por su elección.
Kaito se puso a pensar y se dio cuenta que la relación más intensa que pudo haber tenido fue con el de cabellos morados. Jamás se había sentido tan a gusto como con Gakupo y justamente por ello es que a veces se culpaba por el hecho de haberle terminado luego de tan estupida conversación.
-Diablos... Qué estupido, Kaito. No mereces su perdón.
Ingresó su tienda favorita para perderse entre la cantidad de bufandas que había. Esos repentinos pensamientos lo habían deprimido un poco.
Pero con solo ver aquella prenda que sentía que faltaba en su colección, toda molestia se esfumó.
-Le gusta? No le culpo, es muy bonita. Se la recomiendo, es de las últimas que llegaron.- Mencionó una de las señoritas encargadas de la tienda. Esta le miraba de una forma cariñosa y tierna.
-Pues, no voy a negarlo, me acabo de enamorar... ¿Sabe qué? Me la llevo.-Dijo decidido mientras tomaba esa bufanda azul cielo que por alguna razón le recordaba a Gakupo. Su corazón empezando a latir rápidamente. ¿Como era eso posible? Eran solo amigos ahora, ambos lo dijeron. No debía sentirse así... Pero acaso estaba mal? Nadie lo sabía.
-Muy buena elección.
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A penas llego a casa fue directo a su habitación para tumbarse en su cama. Su gata ingresando luego para acurrucarse a su lado como tratando de consolarlo. Su aspecto lo decía, estaba agotado y eso que aun no terminaba el día. Aun faltaba para las 12 y realmente no tenía ganas de almorzar.
-Solo necesito algo más para que esto esté realmente jodido.-Tomó una almohada y la puso sobre su cabeza. Tenía unas grandes ganas de llorar. Y sin saber por qué.
-Meow~
-No no, tu no tienes la culpa, linda.- Kaito salió de su escondite para luego empezar a acariciar a su pequeña engreída.
Su celular comenzó a sonar entonces. Sin mirar siquiera aceptó la llamada llevando el aparato a su oreja derecha mientras seguia acariciando a su gata.
-Hola?- Su voz se notaba relajada, como si de momento hubiese olvidado la llamada... Que nunca llegaría según su hermano.
-Kaito... ¿Estas ocupado? -Preguntó el joven del otro lado de la línea.
-No, ya estoy en casa con Maya.-Soltó restándole importancia, como indicando a Gakupo que llamaba en buena hora, tal vez Kaito necesitaba su llamada desde más antes.
-Maya? Quién es? Suena lindo.
-Mi gata. Uff deberías conocerla. Es un amor! Y- Ouch!-Se quejó Kaito, tan bien estaba hablando de Maya hasta que ella la rasguñó los dedos al de cabello azul. Unas finas lineas carmesí aparecían en sus dedos.
-Hey! Estas bien?-Preguntó un preocupado Gakupo.
-Si si, no es nada jejeje-Soltó una risa floja al mismo tiempo que miraba de una fea manera a Maya y esta, al recibir la mirada de Kaito, se retiró de la habitación.
-Oh... Eso espero. Bueno, a lo que llamaba. ¿Como te fue?
-Uff, fue horrible, me moría de miedo. Dijeron que me llamarían.
-Ugh... Espero lo haga, eres muy bueno en lo que haces. Y si no te llaman, se perderán un muy buen trabajador.
-Ay, Gakupo, demasiados elogios de tu parte, me apena.- Sus mejillas se tornaron de un color rojo suave. Al mismo tiempo que con su dedo índice acariciaba su mejilla.
-Pero si es la verdad. No deberías sentirte así.-Terminó siendo sincero, se sintió algo nervioso por sus propias palabras. Si no era precavido con lo que decía probablemente esto se les iría de las manos.
-Uh... Gracias entonces.. Supongo.-Se apenó aun más. No estaba acostumbrado a elogios y tal vez nunca lo haría.
-Bueno, no te quito tiempo, come algo. Y Suerte!-Gakupo levanto un poco la voz con su ultima frase para luego terminar la llamada. Su rostro ardía y se avergonzó pues estaba en un sitio público y, obviamente, habían muchas personas. Algunos de ellos mirándolo de forma rara.
Por otro lado, el corazón de Kaito empezó a latir bien rápido. Gakupo estaba preocupando por él, se notaba en su voz.
Se preguntó entonces. ¿Estaría mal enamorarse de nuevo? Pero... ¿Y si Gakupo no estaba seguro?
Su celular volvió a sonar, no creía que fuera su hermano o alguien más. Generalmente nadie le llamaba.
Al ver quien era el que interrumpía sus pensamientos se topó con un numero no registrado. Un aire de esperanza lo invadió. Pero a la vez se le hizo raro que lo llamaran al instante.
Sin darle más vueltas al asunto, aceptó la llamada.
-Hola?-Su voz ahora sonando algo insegura.
-Muy buen día, es el señor Shion Kaito?
-Si, el mismo.
-Bueno, el motivo de nuestra llamada es que-Kaito estaba más que nervioso con lo que diría a continuación el hombre al otro lado de la linea.- contamos con usted en la empresa. Por sus antecedentes, confiamos en su experiencia laboral.
No podía creer sus palabras. Eso era asombroso. Estaba aun atónito. De no ser por que el hombre del otro lado de la linea carraspeó la garganta, Kaito probablemente hubiese dejado caer su celular.
-Ah, por supuesto! Pueden contar conmigo! Daré lo mejor de mi!
-Eso es lo que quiero escuchar. Bueno, en dos días empiezas a trabajar, habrá un compañero que te podrá ayudar en cualquier duda que tengas.
-Claro... A que hora debería ir?
-A la misma hora de hoy.
-Excelente, ahí estaré sin falta!
-Bien. Entonces, eso es todo. Lo veo el jueves. Tenga un buen dia.
-Igualmente.
Finalizó la llamada, abrazó su almohada y gritó lo más fuerte que pudo. Cuan feliz era! Necesitaba echarlo en cara a su hermano. Y mostrarle que todo era posible. Vaya! No podía creerlo, estaba muy feliz. Necesitaba gritarlo. Lo iba a hacer.
-Maya!!! Me aceptaron, gata gorda!!!! Wuuh!!!
Tomó su celular y marcó el número de su hermano mayor. Esperando ansioso el que éste contestara.
-Akaito!!!-Gritó todo emocionado. Esto molestando un poco a su hermano.
-Tranquilo... Qué sucede?- Kaito no lo podía ver pero el pelirrojo comenzó a masajear su sien haciendo movimientos circulares. A veces esa actitud infantil le molestaba.
-Adivina~ - Kaito se notaba muy divertido. Esa felicidad no se veía desde hace mucho.
-Ay no se, Kaito. Dime-Dijo para luego bostezar. Tenía hambre y si no comía probablemente se dormiría.
-Me aceptaron para el trabajo!
-Que si?! No estabas medio dormido?-Se "levanto" agresivamente. Sorprendido por la rapidez en que lo aceptaron.
-Nop, es real!! Comienzo el jueves!- Iba a soltar un grito pero no quería que lo molestara por su forma de ser. Era muy incómodo.
-Quieres que sea tu despertador otra vez?-Bromeó soltando una risa floja.
-No, gracias. Tengo otra idea en mente.- Esperaba que funcionara, además quien esperaba que le ayudara lo hiciera de buena forma. Aunque, pensándolo ambos se ayudarían.
-Ah bueno entonces... Felicitaciones, Kaito. Mamá se alegraría de la noticia.-Dijo con cierto pesar. Hacía mucho tiempo que no visitaban a su madre más que para las fiestas.
-Yo se lo diré luego. Tambien hay cosas que debo hablar con ella.-Sentenció Kaito al mismo tiempo que se levantaba de la cama.
-Oh bueno. Hey, Kaito. Almuerza.-Ordenó su hermano con un tono serio. Llegando a asustar al de cabellos azules.
-Por qué lo dices? O más bien, desde cuando te importa eso?-Sonando burlón se carcajeó un poco antes de poder escuchar un pesado suspiro por parte de su hermano.
-Mira, no soy de hacer esto pero hay un idiota que no quiere que te descuides. Asi que, por el bien de mi trasero hazme caso.
-Ah... Bueno? Ne, Akaito, tengo sueño.
-Duerme entonces, princesa.-Y ya iban a empezar.
-Pelirroja oxigenada.
-Afeminado.
-Transexual.
-Fuck you.
-Bye bye- Finalizó la llamada para luego lanzar su celular a algún lugar de su cama.
Realmente, no tenia hambre. Pero ¿Qué podía hacer en ese tiempo libre? Ver videos podría ser una buena idea.
Estaba a punto de encender su laptop cuando de repente un mensaje llegó a su celular.
"Gakupo~
-Te parece si vamos al bar de la otra vez junto a los chicos? Para celebrar el que hayas sido aceptado"