Líneas, curvas, rectas, sombras y detalles.
Salvaje, delicado, lleno de vida o armonioso.
Detalles que se perdían en hojas de papel cubiertas de mensajes y sentimientos, a veces claros a veces confusos, para el autor o para el público, que están envueltos en tinta y grafito.
Y muchas veces, en esos momentos de paz, donde tienes el papel enfrente de ti y el lápiz en mano, inconscientemente llegas a plasmar a esa persona que tanto te importa, que llama tu atención y que es lo más hermoso para ti, tu musa.
Las pocas veces en que Jack tenía tiempos libres, se la pasaba mayormente en crear hermosas obras de arte para deleite personal, y si resultabas bienvenido en su morada tendrías la suerte de verlas. Pero en estos momentos Jack tenía un pequeño problema con su pasatiempo, desde hace más de 2 meses la única cosa que dibujaba era una persona, la misma en cada boceto.... y ese era Chase Young, el guerrero xiaoling del templo situado en lo alto de la montaña.
Jack recuerda con detalle la primera vez que lo vio. Ese día salió de su hogar para ir al pueblo cercano en busca de provisiones, era su costumbre pasar por un bosque pequeño pero bastante frondoso para acortar camino deleitándose con la paz y belleza del lugar, pero en medio de su camino su tranquilidad había sido interrumpida por unos fuertes ruidos de árboles sacudiéndose y rompiéndose junto a gritos de pelea con dolor, su curiosidad había ganado y decidió ver que estaba sucediendo camuflajeandose como podía para no ser notado.
Y de repente lo vio, largo y exótico cabello negro con destellos verdes, piel que parecía suave al tacto, un cuerpo escultural y bien formado que estaba cubierto por un wu shu tradicional de color azul además de esos hipnotizantes ojos color ámbar, un hombre bastante apuesto sin lugar a dudas. Sabía que habían más personas a su lado, que al parecer luchaban con fuerzas malignas, pero el ojirojo solo miraba a ese hombre que se encontraba peleando contra un ser desconocido para él y que había notado que usaba magia heylin.
Se escondió un poco más y miro cada detalle de la pelea del pelinegro que aseguro su victoria con una buena patada mandando a volar a su contrincante haciendo que soltara en el acto un objeto extraño del tamaño de una mano. El enemigo había huido después de eso junto con sus acompañantes dejando al grupo que según él era bueno, una vez que todos se acercaban al ojiambar para celebrar la victoria reconoció al fin esas vestimentas que pertenecían al templo del xiaoling.
Pasaron choques de manos y felicitaciones, tomaron el objeto que tenía el enemigo dejando al final a un Jack completamente maravillado por el hombre del wu shu azul.
La segunda vez que lo vio y pudo hablar con él fue una semana después, en ese mismo bosque. Había encontrado un árbol de manzanas y decidió subirse para recoger unas cuantas, subió un poco alto y cuando menos se dio cuenta, resbaló, ya en el aire a unos pocos metros del suelo, cerro los ojos esperando un buen golpe que para su suerte nunca llego, desconcertado y un poco aliviado abrió los ojos lentamente para encontrarse en los brazos de aquel pelinegro que lo había maravillado.
-¿Te encuentras bien?- dijo el pelinegro preocupado.
-oh, si, gracias... emm.. aa uh-.
-Chase, Chase Young, guerrero del templo xiaoling, un gusto-.
-Jack Spicer, el placer es mío, este..... disculpa pero, ¿podrías bajarme?- la cara del pelirrojo se encontraba roja cuando Chase noto que todavía lo tenía en sus brazos y este avergonzado lo bajo con cuidado hasta tocar el suelo.
-lo siento por eso- respondió el pelinegro posicionando sus brazos en su espalda.
-no, no te preocupes-.
-dime, ¿Que hacías arriba de ese árbol?- dijo un poco curioso y para evitar una atmosfera incomoda.
-oh, bueno, vivo cerca de aquí y paso mucho por este bosque, vi que este árbol tenía manzanas maduras así que quería recoger unas cuantas, pero ya vez, no me salió muy bien jeje- contesto el ojirojo con una sonrisa apenada -si no hubiera sido por ti, me habría dado un buen golpe-.
Chase le sonrió con suavidad y se relajó un poco.
-entonces creo que tuviste mucha suerte, no acostumbro a venir seguido por aquí, hace tiempo tuvimos una pelea mis colegas y yo con gente del heylin en este bosque, pero omitiendo eso, este bosque parecía bastante tranquilo y bueno para meditar o entrenar, así que decidí venir un poco más seguido-.
Jack dejo salir una pequeña risa de sus labios y lo miro sonriente -debo decir que estás en lo cierto, en este bosque casi no entra nadie así que es bastante silencioso-.
-eso suena bien... entonces si no me equivoco, tu eres el que nos viste pelear no es así- el pelirrojo se quedó estupefacto y después de reaccionar se sonrojo con violencia mientras agitaba los brazos -no, es que yo umm caminaba y pues aaa, sentí curiosidad y..... lo siento por eso- volteo avergonzado la mirada hacía un lado, él había pensado que se ocultó bien aquella vez, pero al parecer no fue eficaz.
-jajaja tranquilízate, no pasa nada malo, solo quería saber eso es todo, no es malo observar, además fui el único que te notó, así que no te preocupes- Jack le sonrió apenado a Chase y comenzó a juntar las manzanas que había dejado en el suelo -mi casa no está muy lejos de aquí, no sé si te gustaría tomar un te o comer algo.... c-como agradecimiento... y además tengo curiosidad de lo que vi en la pelea pasada ¿Podría preguntar?- una vez recogidas todas las manzanas con ayuda de su vestimenta miro un poco nervioso al ojiambar mientras recogía un mechón de su cabello tras la oreja.
Chase trago saliva y sintió como sus latidos se desbocaron, confundido viro su mirada hacia el cielo y respirando profundamente respondió -acepto la taza de té gustoso y no tengo problema alguno con contarte, que es lo que quieres saber- los ojos del Jack mostraron entusiasmo y con paso lento comenzó a caminar en dirección a su casa seguido de un ya más tranquilo Chase -bueno la primera pregunta que tengo es sobre el objeto que recogieron al final ¿Qué es?-.
Chase le sonrió y comenzó con su relato -oh, verás, eso aunque no lo parezca es un objeto bastante poderoso, hay más de ellos con diferentes usos y se les llama shen won wu y producen una magia que...-.
Y así paso su segundo encuentro, Jack conoció más del mundo xiaoling y desde esa vez gano la amistad de Chase Young, continuaron viéndose frecuentemente en el bosque o en la casa del pelirrojo, se divertían juntos y el pelinegro ayudaba a Jack de vez en cuando en sus tareas.
El guerrero cuando descubrió que el Jack hacía dibujos maravillosos lo animo a hacer más, y algunas veces disfrutaban de un tiempo de silencio en el bosque con Chase observando como Jack pintaba paisajes y alguno que otros seres vivos.
Pasaron días, meses y no se cansaban de verse el uno al otro, pero un suceso provoco que Jack ya no viera como antes a su compañero.
Lo había citado por la tarde al lago que se encontraba en bosque, cuando llegó, Chase estaba muy concentrado entrenando kung fu, tanto que no noto que el ojirojo lo estaba mirando intensamente y si moverse mientras un rubor se asomaba en sus pálidas mejillas.
Pero cual era el motivo de que a Jack casi se le saliera el corazón de tantas palpitaciones, pues es que por primera vez había visto a Chase sin su camisa puesta, dándose a notar los firmes y bien formados músculos de su abdomen y brazos, además de su ancha espalda, esos músculos que se estiraban o contraían con los movimientos de pelea, y ahí comenzó con pensamientos no dignos de un amigo. Cuando el ojiambar notó su presencia, paro su entrenamiento, se puso su prenda y se acercó a el sonriéndole para hablar como normalmente lo hacían, esa tarde estuvo tan nervioso que cometió varias torpezas.
Desde ese día comenzó su tortura personal, cada vez que se distraía, pensaba demasiado en su compañero y cuando tenía un lápiz y un papel, comenzaba a dibujar su rostro con facilidad, como si ya lo hubiera hecho miles de veces, claro que tenía suerte de hacer eso cuando Chase no estaba, pero le era difícil ocultárselo. Luego comenzó a dibujarlo hasta el torso, recordando cada línea y relieve de su cuerpo semidesnudo, hasta que llego a dibujarlo de cuerpo completo... y la mayoría de los bocetos lo tenían dibujado como lo vio en el lago.
Jack sabía que era grave he inconscientemente cuando estaba con el ojiambar se llenaba de culpa al recordarlo y ponía distancia cada vez más y más.
Cada noche dibujaba una hoja nueva con Chase como protagonista y cuando quiso sacarlo de su mente al dibujar un paisaje nuevo, noto que le faltaba vida y no le agradaba el resultado, lo único que podía y quería dibujar era a Chase, hasta que un día lo comprendió, él amaba a Chase Young.
Ya no podía estar cerca de él, sentía que estaba engañando su amistad, y le dolía, tampoco quería decirle sus sentimientos, porque sabía que Chase era un chico apuesto y merecía a alguien que estuviera a su altura, de solo pensarlo le hacía daño.
Evito muchas veces que se vieran y acorto las visitas, tenía que hacer que acabara aunque le doliera, solo le quedarían sus buenos recuerdos y sus miles de dibujos de su gran amor.
Hasta que creyó que había funcionado, porque después de varios días no lo volvió a ver.
Paso un mes y todo seguía tranquilo para Jack, se encontraba en una habitación de su casa donde siempre le gustaba dibujar, la luz iluminaba perfectamente la habitación llena de instrumentos de pintura, a un lado de él se encontraban todos los bocetos que realizó de Chase mientras terminaba otro.
Suspirando trazo una última línea y lo puso encima de todos los demás para después mirarlos con amor -hiciste bien Jack y lo sabes, él se ha de encontrar bien, si lo hubieras seguido viendo lo incomodarías demasiado, está mucho mejor sin ti - se dijo a sí mismo mientras acariciaba la pila de bocetos con lentitud, hasta que una gota de agua cayó sobre el recién echo manchándolo un poco siguiéndole otras gotas más -he p-pero que pasa... goteras- volteo hacía la ventana notando el sol brillante con un cielo despejado y en ese momento se dio cuenta que esas gotas que le caían al dibujo, eran sus lágrimas -n-no hay por que llorar, no hay motivo... vamos tengo que calmarme y sonreír, todo es mejor así- sorbio su nariz y se trató de limpiar con fuerza las lágrimas con su manga.
Justo en eso, sin previo aviso, la puerta de la habitación fue azotada con fuerza mostrando a quien menos quería ver.
-Jack!!!!- grito de forma desesperada causando que el pelirrojo se sobresaltara y volteara con miedo hacía la puerta dejando ver a un Chase con una mirada de determinación y otro sentimiento que no podía interpretar, además mostraba una mano vendada con unas cuantas manchas de sangre. Jack se levantó de su silla demasiado rápido haciendo que callera en el acto y por instinto se puso enfrente de sus dibujos para que no los notase.
-q-que haces aquí Chase, que fue lo que te paso en la mano- preocupado se acercó hacía el pelinegro y tomo suavemente la mano dañada mientras la examinaba -esto es reciente Chase, y no lo has cuidado apropiadamente, tenemos que vendarlo de nuevo, por dios como te lo hiciste, tratemos eso, vayamos por un doc-.
-Jack, Jack, escúchame bien, escúchame ahora y luego haremos lo que quieras, tranquilízate un poco y respira, estaré bien- Chase lo interrumpió, con su mano sana lo tomo de la barbilla para que lo volteara a ver y apretó su mano vendada con poca fuerza sobre la mano del pelirrojo que lo sostenía.
Jack lloroso asintió levemente y respiro profundo cerrando los ojos y dejando que 2 lagrimas se salieran de sus ojos las cuales Chase limpio cuidadosamente con su mano.
-jack hace como un mes fui a una importante misión para detener una gran fuerza heylin que se había formado, fue tan repentino que no pude decírtelo, partimos del templo en el amanecer para encontrarlos y acabar rápido con ello, pero lo subestimamos, era más fuerte de lo que pensamos, luchamos con todas nuestras fuerzas y logramos derrotarlos pero no salimos ilesos de ahí, luche contra el más poderoso y mi mano sufrió daños por ello, cuando estábamos encerrándolos el tipo lanzo su ultimo tiro de gracia, un hechizo letal de magia heylin hacía mis colegas, pero actúe rápido y los aparte dándome la magia de lleno sumiéndome en una profunda obscuridad y no supe más de mí, estaba entre la vida y la muerte- Jack lo miro asustado y comenzó a temblar pero antes de que ocurriera algo peor el pelinegro lo abrazo y acarició lentamente su cabeza para calmarlo -por suerte me llevaron rápido hacía el templo y mi maestro logro sacarme de aquel limbo, permanecí débil varios días queriendo levantarme de una vez por todas, hasta que conseguí la fuerza suficiente para mantenerme de pie.... Jack- el pobre pelirrojo se había abrazado fuertemente hacía Chase tomando un poco de la tela del wu shu entre sus manos arrugándola en el proceso y sin querer soltarla -jack, necesito que me mires, lo que te voy a decir es muy importante, necesito que lo sepas- con toda su voluntad Jack separo su cabeza del cuerpo de Chase y levanto la vista en dirección a su rostro encontrando una mirada cariñosa -Jack, estuve al filo de la muerte por primera vez en mi vida, y me puse a pensar en las cosas que nunca dije y me eran muy importantes, hay algo que debí decírtelo hace mucho tiempo- acomodó un par de mechones rojizos detrás de su oreja y tomo ambas mejillas suavemente para mirarlo directamente a los ojos -Jack, estas últimas semanas me habías evitado por razones que no conozco, si te hice algo malo perdóname por favor, estar separado de ti me hacía sentir tan vacío que dolía, me había puesto a pensar en que hacer para que estemos como antes, en eso, me di cuenta de que no quería que te alejaras de mí y que nunca había sentido cosas tan fuertes por alguien más, así que Jack, yo te quiero...no, es más grande que eso... te amo Jack-.
Aquello tomo por sorpresa al pelirrojo, su corazón estaba desbocado, pero se sentía mal, inevitablemente sus lágrimas comenzaron a ceder de nuevo y aparto la mirada -Chase... Chase, no puedes, no debes, me halagas pero... necesitas conseguir a alguien mucho mejor... tu mereces a alguien mejor... yo n-no yo...-.
-porque dices eso, nadie decide de quién enamorarse, y en lo que a mí respecta, eres la persona más hermosa y maravillosa que he visto en mi vida y nadie va a ser mejor que tú, así que quiero compartir todo contigo, solo contigo y con nadie más, no me niegues la oportunidad de vivir la eternidad contigo- tras esa confesión, Jack sentía que se le había quitado un enorme peso, se sentía en las nubes y su corazón latía con más fuerza. Si Chase lo decía, si decía que con él es feliz, aceptaría aquel hermoso regalo y no lo soltaría jamás.
Suavizo aquel agarre que tenía en el wu shu de su compañero y bajo la cabeza provocando un poco de susto en el ojiambar que comenzaba a pensar que recibiría un rechazo, aunque él no lo notase Jack portaba una hermosa sonrisa y antes de que Chase pensara en más cosas el ojirojo hablo.
-Chase, si estás de acuerdo en compartir tu vida conmigo, como yo compartir la mía contigo, ¿me dejaras ser egoísta y no dejaré que nadie te aleje de mi lado?... porque yo... yo también te amo Chase Young- levanto su cabeza en dirección a la suya mostrando una gran sonrisa junto con sus pómulos coloreados de rojo y que aún sin contenerlas tenía unas pequeñas lágrimas debajo de sus ojos, pero estas eran de felicidad.
Chase no pudo evitar sentirse feliz también y con delicadeza poso ambos brazos en la cintura de Jack -no sabes cuánto me alegra escuchar eso-.
Así, cómodos en un cariñoso abrazo, sus cabezas se acercaron poco a poco dejándose encontrar los pares de labios en un beso dulce y lleno de sentimientos en el cuál no querían separarse.
Y sin que los dos lo hubieran previsto una ráfaga de viento entró por la ventana de aquel estudio he hizo volar todas las hojas que se encontraban encima de la mesa mostrando dispersos todos los bocetos que Jack había dibujado de Chase y cuando los dos se dieron cuenta ya era demasiado tarde como para que Jack los escondiera.
-así que, esto es lo que estabas haciendo todo el tiempo eh, con razón no me dejabas ver lo que estabas dibujando- Chase sonrió socarronamente y afianzo un poco más el agarre para que no escapara Jack que estaba rojo hasta las orejas.
-y-yo puedo explicarlo!!-.
-no lo sé Jack, para mi creo que está claro-.
-dios porqué a mi- y para evitar aquella mirada que tenía el pelinegro en él, volvió a esconderse de nuevo en aquel pecho sin intenciones de separarse, Jack podía jurar que hasta se le escapaba humo por la vergüenza.
En cuanto a Chase, después de que el pelirrojo se escondiera en su pecho, observo alrededor todos y cada uno de los dibujos haciendo que inconscientemente se le formara una clara mueca de orgullo.