-Maldito enano ¿Cómo te atreviste a romper mi preciada televisión?
-Hyukie…
-Ya decía yo que esa imagen de niño bueno era falsa
-Hyuk…
-La maldad corre por tus venas, pero que se puede esperar de alguien que comparte el mismo grupo sanguíneo con Heechul
-¡Hyukjae!
-¡Por el amor de Dios Hae! ¡¿Por qué me gritas?!
-¡Llevo rato hablándote y tu ni en cuenta!
Estaba en la sala, mirando el lugar donde debía estar su televisión, sí, SU tele, SU aparato de entretenimiento, porque él había ahorrado y buscado por todos lados hasta encontrarla, dos meses fue lo que duró en su departamento y en una hora el monstruito la desbarató.
-Debí ponerla en nuestra habitación desde el principio
-¿Sigues con eso?
-¡Claro que sí! ¡¿Qué no ves la magnitud de la situación?!
-¡Por favor Hyuk! ¡Es sólo un televisor!
-¡Un gran televisor de más de setenta pulgadas!
-¡Contigo no se puede! –dijo ya hartó de la situación. -¡Madura de una vez! –y se fue a su cuarto donde reposaba el niño.
-¡Mira quién lo dice! –habló al aire. -¡La persona que le pide a Kangin que lo alimente!
-¡Ya cállate Eunhyuk! –se escuchó el gritó desde el otro lado del apartamento.
-¡Ah! –se jaló los cabellos con frustración y desesperación, odiaba pelar con Donghae y más que éste tuviera razón. –Supongo que puedo comprar otra…
…
-Bien ¿qué quieres de comer? –nuevamente en la cocina, Donghae puso al niño en la repisa y comenzó a sacar vegetales del refrigerador.
-Papas
-No Yesung, papas no
-Quiero papas
-Te daré papitas una vez que comas algo nutritivo
-¿Nutritivo?
-Sí –vio el mohín que hizo con la boca y fue imposible besarlo, JongWoon en versión mini era demasiado adorable.
-Hyung no… -lo apartó riéndose y lo sujetó de los cachetes. –Hyung… -susurró cerca de él.
-Dime
-Dame papas
-Por supuesto
Lo tenía en la palma de sus manos.
Buscó en la alacena algo de comida chatarra que darle, sonriendo con triunfo al encontrarlas.
-Ten, pero solo una ¿entendido?
-Saranghae –dio como respuesta y empezó a devorar el alimento.
Donghae por otro lado, parecía estatua o eso pensaba Eunhyuk al verlo de pie congelado y un tono de rostro totalmente rojo.
-Hae... –llamó dudoso. -¿Estas bien?
-Saranghae… -masculló por lo bajo.
-¿Qué?
-Saranghae –pronunció un poco más fuerte.
-Yo también te amo Hae pero creí que estabas molesto conmi…
-¡No te lo digo a ti!
-Oh… ¿entonces?
-Yesungnie me dijo saranghae –sus ojos brillaban tanto que podía iluminar una sala.
-Quita esa cara, ni cuando tuvimos nuestra primera vez te pusiste así
-Tú no eras un niño tierno de cuatro años
-Sí claro, como si quisieras un niño a la hora de cog…
-¡HYUKJAE! –lo interrumpió. –¡No digas obscenidades frente al niño!
-¡Pues ven acá! –lo sujetó de las muñecas y se lo llevó a la sala. -¡No puedo creer que te emociones porque un escuincle te diga “saranghae”!
-¡Y yo no puedo creer que le digas a Yesung escuincle!
Comenzaron a discutir ignorando el hecho de que dejaron a un pequeño e indefenso niño en la cocina, a unos metros del suelo.
-¡Eso es lo que es!
-¡Mentira! ¡Lo que pasa es que estás celoso porque tengo toda mi atención en él!
-¡Pues sí! ¡Estoy celoso! ¡¿Algún problema?!
-¡Muchos problemas! ¡Es absurdo que sientas celos cuando sabes a la perfección que te amo!
-¡Pues no me los has dicho desde la pelea de esta mañana!
-¡Tú fuiste el que peleó! ¡No yo! ¡Y sí! ¡Te amo maldito mono!
-¡Yo más pez olvidadizo!
Se besaban con fervor, quitándose las prendas con desespero. En la cocina, JongWoon ya había terminado sus tan preciadas papas y quería más, sabía dónde se localizaban porque vio a su hyung sacarlas, así que se levantó de la repisa y comenzó a andar por la orilla tambaleándose en el proceso, una vez en su destino sólo faltaba jalar del mueble y obtenerlas, pero se le atravesó un obstáculo, la manija era muy dura para él por lo que al intentar abrirla se fue de espaldas y su cuerpo fue a dar al suelo haciendo un ruido estrepitoso que separó a la pareja.
-¡Yesung! –fue lo único que atinó a decir Donghae, aventando a su novio al sillón y corriendo a la cocina. Encontró a su hyung sentando en suelo mientras se sobaba la cabeza. -¿Estás bien amor?
-Hyung me dole…
-¿Dole? –supo que se refería a doler, tocó el mismo lugar donde se acariciaba y pudo apreciar un pequeño bulto. –Se te hizo un chichón ¡Hyukie!
-Aquí estoy ¿Por qué reaccionaste así? ¡Oh Dios mío! ¡JongWoon! ¿Qué haces en el suelo?
-Se cayó
-¿Se cayó? ¿De dónde?
-¿Cómo que “de dónde”? ¿No viste donde estaba cuando entraste a la cocina?
-¡¿Desde ahí?! ¡No puede ser! ¿Y qué le pasó? –se acercó a ellos y tentó el mismo sitio que su pez, sacándole un quejido al pequeño. -Ni siquiera podemos cuidar de un niño Hae…
-¿Qué hacemos monito? ¿Qué tal si es grave?
-Lo dudo… primero hay que ponerle una pomada y después lo llevamos con Kangin y Leeteuk
-¿Quieres llevarlo a la empresa?
-Es lo más razonable ¿por?
-Una, porque cuando ellos se enteren de lo que le sucedió nos van a castigar y dos, si alguien reconoce a Yesung estaremos en problemas
-Lo primero no lo dudes, en cuanto a lo segundo, recuerda que Heechul ya se encargó de ello
-Cómo si fueran a creer que Yesung anda en una protesta para salvar a las tortugas de Corea
-No importa, ve a alistar las cosas del nene yo le pondré la crema
-Sí amor
-Ah, reza para que tu appa no nos pegue Yeye
-Hyung me dole…
-Tranquilo –besó su frente para evitar que comenzará a llorar. -Ahorita se te pasa el dolor
Estamos en grandes problemas.