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Lo Siento por Sary

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Notas del capitulo:

Hola ¿cómo están? Feliz año nuevo!!!! para todosespero que les vayan super bien este nuevo que empieza. Les agradezco a los que dejaron sus comentarios les agradezco muchísimo


Ahora les traigo un nuevo capítulo ojalá les guste.

 

Capitulo 2

Estaba furioso no solo con Kise sino consigo mismo, desde que llegó a la cancha vió a su novio con el idiota de su ex sempai y además este besándolo, eso lo llenó de ira.

Él no era paciente, explotaba con facilidad y más tratándose de su pareja pero jamás se esperó algo así. Tenía muy en claro que Kise es modelo; alguien muy atractivo y desde hace bastante tiempo también supo que Kasamatsu estaba detrás del rubio. Solo con ver su expresiones y que siempre lo abrazara, y disimulaba los golpes para tocar al rubio.

Odiaba a Kise por dejarse besar, él era SU dueño, él único que podía tocar y hacerle perder en un mar de placer era él, Aomine Daiki. Kise es de su propiedad, aunque ahora dudaba que lo fuera.

Seguía caminando ensimismado en sus pensamientos esquivando al tumulto de transeúntes, derrotado, devastado y con una vena resaltando a punto de explotar, todavía tenía unas ganas enorme de seguir golpeando al idiota pero por Kise no lo hizo.

Escuchó a lo lejos la voz de su ¿ex novio? Llamándole, pidiéndole que se detuviera pero él ignoraba sus palabras pero se detuvo solo para saber que excusa saldría de la boca de Kise, dejó de caminar para enfrentar al rubio. El rubio agradeció que se detuviera, venía persiguiéndole hace bastante tiempo. Llegó a su lado respirando agitadamente. Aomine frunció sus cejas e hizo una mueca de desagrado.

 

— ¿Qué quieres?— su voz sonó más áspera que lo normal, miraba al rubio con rabia, Kise por su parte sintió un nudo en su estómago, realmente había metido la pata pero no fue su culpa.

—Hablemos Aominechi— esta vez el rubio le dedicó una sonrisa amable para aligerar el ambiente tenso que se sentía, no quería perderlo. Por Aomine era capaz de todo

—No tenemos nada que hablar Kise. ¿Porqué mejor no vuelves con tu querido sempai?—habló con ironía, con rudeza golpeando al rubio con sus palabras

—No seas así…nunca te engañaría— su voz sonó ronca por haber llorado y gritado en todo el camino, pero Aomine simplemente no le importó sus explicaciones ni lo que tuviera que decir.

—Tú a pesar de que siempre te dije que ese idiota estaba detrás de ti aún así le hablabas importándote mierda lo que yo dijera— esta vez Aomine le sujeto de ambos brazos apretándole muy fuerte antes ello Kise se quejó pero no le pidió que le soltara

El rubio veía claramente el dolor en los ojos azules de Aomine, sabía que ese beso le lastimó pero no fue su culpa, él jamás respondió al beso, jamás se le cruzó por la mente engañarlo no por nada luchó con uñas y dientes para estar con su moreno que lo traía loco para engañarlo con su ex sempai.

—No fue mi culpa que él me besara—se excusó notando como el moreno se tensó y su mandíbula temblaba, su ojos reflejaban una furia incontenible

—Es todo tu culpa por andar regalándote—habló con rudeza aún lastimándolo— ¿Realmente te gustó que te besara?...para que lo pregunto si hasta te gusta tener a todos detrás de ti—

—No me hables así—se defendió con la mirada agachada todas esas palabras dichas por Aomine le afectaba. En cambio, el moreno de ojos azules solo se burló de Kise, no estaba pensando solo lanzaba lo primero que venía a su boca. Su lengua venenosa y filosa como una daga, apuñalaba el corazón de Kise sin compasión.

—Ya no queda nada—derrotado soltó al rubio, su orgullo estaba herido, aunque deseaba con todo su alma perdonarlo no era capaz de hacerlo. Solo quedaba el adiós y miles de recuerdos que hoy se rompen en pedazos.

— ¡No!—el rubio sujetó sus manos—No está todo perdido Aominechi...aún podemos solucionarlo— sus ojos se aguaron por las lágrimas que amenazaban con salir, y que no lo iba a impedir, dejaría que saliera el dolor y la angustia. Aún quedaba esperanzas, aun quedaba mucho por compartir y vivir juntos, y él lo iba a impedir.

— ¡No lo hay, Kise!—le gritó mirándolo fijamente, veía al rubio llorar pero él era incapaz de perdonarlo— Será mejor que terminemos yo…no puedo perdonarte—

—Aominechi no digas eso—el rubio lloraba desconsoladamente, en un acto de desesperación se aferró al cuerpo del moreno. Lo abrazó con todas sus fuerzas, mientras sus lágrimas caían y Aomine sin responder a la muestra de cariño de su ahora ex novio.

Tal vez estaba exagerando pero él se sentía traicionado, herido y sobre todo, triste. Dejó que su (ex) rubio se desahogara, él solo lloraba en silencio pero jamás demostraría debilidad frente a nadie, aun le quedaba un poco de orgullo. Las personas iban transitando por las calles algunas ignoraban a los dos, otros se le quedaban viendo como algo raro que dos hombres se estén abrazando en medio de la vía pública.

Ajenos a todas aquellas miradas, Kise terminó rompiendo el abrazo y apenas se alejó unos centímetros y querer besar por última vez a su moreno pero este se lo impidió, apartándolo bruscamente y mirarlo con enojo.

—Ni se te ocurra hacerlo. —habló con rudeza tomándolo del hombro

—Pero no quiero separarme de ti—agachó su cabeza alejándose de esos ojos acusadores —Podemos arreglarlo

—No puedes—negó rotundamente —No quiero estar contigo ni ahora ni nunca más…esto se terminó

Sin más siguió caminando dejando a Kise con el corazón hecho pedazos. Dos corazones se rompieron esa noche por un malentendido, ahora dos personas se separaban para no volver.

Aomine respiró hondamente, decir aquello le había dañado pero no podía mirar a Kise a los ojos, ni siquiera quería besarlo sabiendo que otro se atrevió a contaminar aquellos labios que sólo le pertenecían a él. Otro. Ese otro tiene la culpa de que ahora ellos dos hayan terminado.

Ahora debía ser fuerte y saber que Kise ya no estaría a su lado, que ya no lo abrazaría, no lo besaría y ni tampoco escucharía su voz. Todo aquello acababa de terminar, sin darse cuenta sus mejillas se llenaron de lágrimas, caían como caudales. Ahora él estaba sacando todo su dolor, mientras los truenos resonaban en la ciudad y la lluvia se desataba cayendo furiosamente sobre ellos.

No le importó mojarse para que preocuparse ya no había nadie con quien compartir ni reírse bajo la lluvia como antes solía hacerlo con Kise. Sus ropas le pesaban de tan mojadas que estaban sin embrago, lejos de allí había un alma que lloraba su partida.

 

Notas finales:

Le ha gustado o aburrido??? espero qe me dejen un comentario para saber que les pareció el capitulo. 

Nos veremos pronto 

cuídense...los quiero 

SARY

 


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