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En la punta del violin por kani-cebollax3

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Notas del capitulo:

Seis años despúes pero aqui esta, Espero que alguien siga leyendo esto jajaja. 

Tambien espero que les guste. 

Estaba en ese camino, a la casa más temida de todas mientras pensaba una y otra vez como iría a trabajar para los Usami, cono siendo lo peligrosos que eran. Pero esos eran solo detalles, hacia mucho que enseñaba y tal vez no se sentía del todo cómodo haciéndolo, pero lo que fuera que le generara un ingreso extra era bien recibido.

 

Takahiro se paró atónito frente a las puertas de la inmensa mansión, preguntándose una y otra vez como irían a reaccionar aquellos muchachos con él. Tan ensimismado estaba con sus pensamientos, que no se percató del mayordomo, abriéndole la puerta y viéndose el mismo sorprendido por lo que veía.

-Joven, que extraño verlo por aquí. -

Por primera vez después de mucho tiempo se sintió en la confianza de hablar, después de todo, seria otro empleado más y lo que menos quería era quedarse completamente solo a disposición de esos lobos.

-Buenos días, Mi nombre es Takahiro. El señor Usami me ha contratado como violinista de sus hijos y me preguntaba por dónde

 

En ese momento, una voz grave le interrumpió, misma que de dos pasos se encontraba ya detrás del peli azul.

-Así que su nombre es Takahiro. Es bueno saberlo.

Rio con suavidad mientras permitía que la mascota de la familia entrara al lugar. –Eres bienvenido, mis hijos están esperándote en el salón de música. Adelante por favor.

Sin mucho que hacer, inclinó suavemente su cabeza y se dirigió a lo que seria la enorme entrada.

No iba a mentir, tranquilamente podría confundirse esa casa con otra ciudad. Era terriblemente enorme, parecía que simplemente no tendría final. Trago en seco y camino, claro, con la compañía de aquel imponente hombre.

El paseo hasta los salones de instrumental duro alrededor de diez minutos y se planteo mentalmente el que debería salir mas temprano de ahora en adelante. Los salones de música eran enormes, llenos de reliquias e instrumentales preciosos, dignos de museos y demás, pero dentro de todas las maravillas que encontraba, la que más le fascinó, fue un hermoso violín de oro, que yacía bastante empolvado. Su mirada se clavó inevitablemente en él, como si fuera una conexión única con ella, con la terrible necesidad de tocarla. Entonces la voz áspera del bloque andante le devolvió de golpe a la realidad.

 

-Te interesó mucho ¿No? Ojalá algún momento podamos darle un uso adecuado.

Su espalda de repente se arqueó sin querer, ese hombre era capaz de poner nerviosas incluso a las rocas y esa era su justificación, definitivamente.

 

El recorrido finalizo, por fin llego a donde debía y lo primero que le llamo la atención, fueron esos ojos violetas del menor de los Usami, quien parecía estar escribiendo partituras, concentrado e ignorante de todo lo que le rodeaba, incluso del incesante y fastidioso sonido que provocaba el tempo de madera en el centro de la mesa y luego el sonido chirriante de la silla junto a él, donde se encontraba el Usami mayor, buen porte y caballerosidad para solo tener 12 años. ¿Acaso estos niños recibirán amor alguna vez?

 

-Buenos días padre, estábamos esperando su presencia. - De repente los ojos chocolate del menor se clavaron en su piel como estacas y volvió a temblar. – ¿Este será nuestro nuevo tutor?

 

-Así es. Puedes presentarte.

Ahora eran los ojos violetas los que le apuñalaban, Se sentía correr la sangre por una herida imaginaria con cada mirada y era bastante exagerado decir, pero así se sentía.

 

-M-Mi nombre es Takahashi Takahiro. El señor Usami me ha pedido que les enseñe a tocar violín. Entonces estoy aquí gracias a él.

Ambos niños hicieron una reverencia y se colocaron en posición frente, dejando de lado todo lo que hacían.

-Bueno señor Usami. Si me disculpa yo…

Una risa burlona le sacó por milésima vez de sus cabales.

-Claro que yo estaré presente. Así que puedes continuar la..-

El menor, así como era de letal, también parecía un ángel caído del cielo.

-Padre. Tiene un compromiso pendiente respecto a las ultimas reliquias que adquirió en la subasta de hace un mes. Debe estar presente para firmar los acuerdos sobre patrimonio cultural y demás. Si mi memoria no me falla la reunión se realizará tres horas antes del mediodía.

Pudo escuchar el rechinar de los dientes de Fuyuhiko, pero prefirió fingir que no.

-Akihiko tiene razón padre. Es algo importante, así que es indispensable tu presencia. Vendrán algunos historiadores a revisar las piezas y tengo entendido que parte d ella servidumbre es bastante ignorante. Pudieron haber manchado el patrimonio.

 

El ojo violeta giró levente la cabeza molesto, pero siguió con su postura elegante. Fuyuhiko suspiró con una frustración increíble y se rindió ante sus propios traidores.

-Está bien, después podré apreciar sus dotes musicales.

Otra sonrisa pícara, pero galante se escapó de sus labios y solo cuando su sombra se desvaneció en el horizonte puedo sentirse en paz. Iba a decir algo, pero inesperadamente, un gesto de silencio por parte del peli plata le obligó a callar y desde antes, se estaba arrepintiendo de haber llegado a ese lugar.

 

-------------Horas después-------------------

 

Los cuadernos eran cerrados finalmente, mientras el suspiro de alivio del violinista inundaba toda la habitación. Parecía el único ser vivo allí, pero le alegró que el castaño se dignara a hablar.

-Usted es un violinista muy conocido. Hemos escuchado algunas piezas suyas, sin embargo, no lo siento suficientemente bueno como exclama papá. ¿Esta seguro que no es su...

Akihiko tosió suavemente, dirigiéndose al maestro.

-He entendido muchas que no sabía respecto al violín. Supongo que usted no posee una formación o un certificado que avale sus conocimientos, pero aun así fue una sesión interesante. Le agradezco. -

Haruhiko solo soltó un soplido de fastidio y se levantó, inclinándose como era la formalidad, para luego salir de la habitación.

-Gracias. -

Logró suspirar el peli azul, sintiendo un poco mas de paz.

-Mi hermano suele ser bastante imprudente, por eso le pido no se sienta mal respecto a lo que le diga. Y mas bien tenga cuidado, si mi padre ha puesto sus ojos sobre usted, será un verdadero calvario.

 

Sin decir más salió de la habitación dejando solo al musico, quien simplemente ya no sabia que pensar.

 

 

 

Cuando se disponían a salir nuevamente de la mansión, miró al portero como pidiéndole auxilio, pero este al igual que él, solo suspiró.

-No se preocupe joven Takahiro, el señor no esta y tampoco creo que vaya a venir mañana, si eso le supone un alivio.

 

-Como no tiene idea. Dijo con un tono cansado, despidiéndose y dirigiéndose a casa.

 

En su recorrido pensaba en si debía confiar realmente en Usami Akihiko. Pese a ser un niño era demasiado formal e inteligente, pese a tener el rostro pesado de su padre también demostraba humanidad, era una mezcla extraña, pero de algún modo funcionaba. Esa familia era un cuento verdaderamente variado, pero pese a ello no se detendría en obtener lo que necesitaba, los ingresos suficientes para poder mantener a su familia o al menos darles un poco mas de lo poco que tenían.

 

- ¡Papi! -

Una pequeña voz suave se escuchó a los lejos. Entonces, por fin, el violinista sonrió feliz.

 

- ¡Misaki! -

 

Sin pensarlo, esa pequeña personita de cabello castaño y hermosos orbes esmeraldas se abalanzaba sobre él, obligándole a sujetarle con fuerza para evitar que se cayese y para demostrarle cuanto le había extrañado.

- ¡Papi volvió a casa! -

El rostro del menor se llenó de besos amorosos, tanto que parecía que devoraría su rostro.

-Yo de ti, no lo besaría. Estuvo jugando en la arena todo el día y no quiso limpiar su rostro. - La voz femenina de Nanami le cobijó aún más, definitivamente se sintió en casa. No había mejor lugar que ese en todo el planeta.

-Nanami, amor. Ven, no sabes cuanto los necesité a ambos. -

Nanami, llena de dulzura se acercó al hombre, abrazándolo y besándolo con ese amor tan propio de una pareja que se pensaba y deseaba las veinticuatro horas del día. Era el paraíso.

 

-Supongo que tuviste un día muy pesado. Ven, tu hijo y yo te preparamos algo después de que cierto jovencito se perdiera entre la arena y el polvo. -

El ojiverde río con ternura, aferrándose al cuello de su padre.

-Papi, mami quiere tener otro hermanito. -

Nanami se puso terriblemente roja y ocultó su vergüenza entre los brazos de su amado.

- ¡Misaki! Estas tan pequeño y aun así dices cada cosa.

- ¡Yo quiero un hermanito! - Gritó el menor, recibiendo las risas del hombre de la casa, quien finalmente besó con dulzura la frente de ambos.

-Hay que entrara la casa, quiero descansar un poco.

-Está bien. - Consintió Nanami mientras todos iban en dirección a la casa.

 

 

---------------Dentro de la casa-----------------

 

Misaki jugaba con todo lo que encontraba, ignorando completamente a los dos adultos, quienes en su tema tampoco le prestaban tanta atención.

-Takahiro, nuestro hijo crece muy rápido. ¿No crees que debería enseñarle ya a tocar el violín?

Takahiro suspiró suavemente, colocando una mano sobre la mesa para así poder descansar el mentón en ella.

-Quiero hacerlo, pero temo que dañe el violín y nos quedemos sin nada. Se que recién empecé a trabajar para esa familia Usami, pero no creo durar mucho. El ambiente ahí es terrible.

 

Nanami le miró un momento y realizó un gesto de pensamiento.

- ¿Enserio son tan malos?

-Son extraños, ninguno me da buena espina. Ni siquiera los niños. Lo único que recato es que mañana no estará ese hombre y el ambiente será menos tenso.

- ¡Tengo una idea! - Gritó Nanami eufórica, asustando a los otros dos varones. -Si ese hombre no estará mañana, ¿Por qué no llevas a Misaki?

-Nanami, sabes que odio que involucren a mi familia en nada. Nadie sabe que ustedes son mi familia para protegerlos. No puedo llevarlos directo a la boca del lobo. Es una terrible idea.

Nanami se colocó detrás del adulto y comenzó a acariciar sus hombros, intentando darle la paz que le habían quitado con esa sugerencia.

-Mira, puedes decir que es otro aprendiz y le pediré a Hana que vaya por él haciéndolo pasar como su sobrino. ¿Qué dices? Amor, Misaki necesita aprender algo y estoy segura que le encantará aprender contigo.

 

Cerró sus ojos por unos momentos y después de apretar sus puños por unos momentos se relajó lo suficiente.

 

-Está bien, haré lo mejor que pueda. Pero si alguien se llega a enterar que ustedes son mi familia debemos irnos.

 

Nanami río divertida besando los labios de su amado con cariño

-Eso no pasara, estaremos bien. Te lo prometo.

Una sonrisa de parte del musico fue suficiente para cerrar el trato y entonces la mujer se dirigió a su hijo de manera amorosa.

-Misaki. Tu padre tiene algo que decirte.

Misaki miró a su padre enseguida, inclinando levemente la cabeza hacia la izquierda.

-Pequeño, mañana iras conmigo a trabajar y aprenderemos a tocar el violín. ¿Qué te parece?

Los ojos esmeraldas se iluminaron y junto a una gran sonrisa, volvió a correr hasta su padre, abrazándole con amor.

 

 

-Mañana iré con papi.

-Si hijo mío.

 

Mañana iras conmigo.

Notas finales:

No se desesperen respecto a las edades, eso lo iré aclarando en el proceso. Espero que les haya gustado y si pudieran dejar un review seria genial. 

 

me despido. 


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