Entraron a la habitación de Jimin, cerrándola a sus espaldas. Taehyung seguía con el entrecejo fruncido mientras el rubio mordía sus labios y no podía mantener la mirada puesta en su mejor amigo.
—¿No piensas decir nada?— Se cruzó de brazos.
—...¿lo siento?— Lo miró tímidamente.
—¡Aish!— Alborotó sus cabellos con ambas manos —¿De verdad te estás disculpando?— Rodó los ojos y negó con la cabeza —Hemos estado preocupados y podrías comenzar por al menos decirme que no te ha hecho algo malo.
Jimin reflejaba confusión —Estamos bien— Le sonrió.
—¡Dios!— Gruñó frustrado y se acercó al rubio poniendo ambas manos sobre sus hombros—No contestabas las llamadas, anocheció, y si contamos que estabas a solas con Yoongi hyung, ya te imaginaras como estoy.
El más bajo se sonrojó levemente —N-no pasó nada malo
—¿No te llamó feo?
Jimin negó
—¿No dijo que sólo querías llamar la atención?
Volvió a negar
Entrecerró los ojos —¿Seguro que no dijo alguna de sus frases odiosas?
Comprendiendo la inquietud del menor le dedicó una suave sonrisa —No, Tae.
El peligris suspiró un poco más calmado —Está bien, te voy a creer. Pero te lo digo muy en serio, Jimin —Lo apuntó con el índice— la próxima vez, carga bien el celular porque vas a lograr que me infarte si vuelves a estar tanto tiempo a solas con Yoongi hyung.
Jimin rió —No exageres— Taehyung le dio una mirada de advertencia —Esta bien, prometo que cargaré mi ce...— se interrumpió con el ceño fruncido y con extrañeza sacó su móvil de uno de los bolsillos del pantalón, luego de ver la pantalla le mostró la misma y para darle énfasis a lo extraño de ello agregó: —Está con más del cincuenta por ciento de batería.
Asombrado, cogió el celular entre sus manos, como si viéndolo más cerca pudiera ver algo que a simple vista no —No puede ser. Kookie y yo te estuvimos llamando y nos enviaba al buzón directamente.
Jimin abultó sus labios en un puchero —Lo mismo dijo Yoongi...
—¿Yoongi?— Lo cuestionó con una ceja alzada mientras le devolvía el móvil.
Sumido en sus propios pensamientos solo hizo un pequeño sonido de afirmación —Mmm
Con una sonrisa de lado Taehyung recalcó —¿Sin el "hyung"?
Parpadeando confuso, Jimin vió la picardía en los ojos del peligris. Percatándose de lo que había dicho, se sonrojó. —Yoongi hyung.
Riendo y poniendo sus manos frente a su pecho, como para atajar las futuras excusas de su mejor amigo le dijo: —Oh, no, no, no. Esto me lo tienes que contar.
Jimin lo vió avergonzado y con las mejillas muy encendidas, desviando la mirada a una de las paredes.
—Que valga la pena el susto que me has dado. ¡He envejecido como diez años por tu culpa, hazte responsable!
En respuesta el rubio le dio una palmada en el hombro, divertido por sus palabras. —Yah.
De la mano, Taehyung lo arrastró a la primera cama en su camino para sentarse cómodamente y escuchar lo que el de mejillas abultadas parecía querer guardarse. —Te escucho— lo miraba expectante.
—Y-yoongi... Y-yoongi hyung y yo...—Estrujaba sus pequeñas manos cuando un carraspeo lo liberó de su pequeña tortura.
—Ya es hora de dormir Tae.
El aludido miró al pelirrojo con dagas en los ojos —¿No puedes ser más inoportuno, Hobi hyung?
Jimin sonrió comenzando a relajarse.
—No, no pue...— Su expresión se volvió una de asombro al notar el diminutivo que había usado el menor —¡Oh! Tae Tae, ¿ya no estas molesto conmigo?— presuroso se acercó a él para abrazarlo.
—No, no. Quédese ahí hyung —Lo señaló intentando alejarse de él y verse amenazador pero fallando descomunalmente al reírse.
Hoseok se abalanzó sobre Taehyung para hacerle cosquillas mientras Jimin los acompañaba riendo.
Se sentía muy feliz viendo los primeros signos, algunas cosas volvían a ser como antes y otras, mejoraban.
~~
La mañana los había recibido a todos con un ambiente mucho más relajado y unas tímidas sonrisas que Jimin dirigía a Yoongi, las mismas que no pasaron desapercibidas para el resto de los miembros.
Jin estaba satisfecho, con la certeza de que el pelinegro no se portaría como un insensible. Taehyung quería saber el cuento completo, la curiosidad estuvo consumiéndolo en los minutos que duró el desayuno. Hoseok deseaba confirmar sus sospechas y no perder más el tiempo para molestar a Yoongi.
Jungkook estuvo expectante de tener a Jimin a solas, que Dios se apiadara de él si eso sucedía porque no lo soltaría hasta no haberse desahogado con unos buenos golpes a ése hyung enano.
Namjoon intentaba no pensar en indagar más en el tema. Sabía que Jimin no podría guardar el secreto por mucho tiempo y terminaría por contarle todo a Jin y Jin se lo contaría a él. Sólo sería paciente.
Al terminar de desayunar, el líder había anunciado quienes debían presentarse temprano a la empresa. Por la tarde todos debían ir a practicar las coreografías. Yoongi era uno de los que debía ir temprano para poder presentar las letras de una nueva canción y si era aceptada, se revisaría entre las pistas que ya tenía listas por si había alguna que quedara perfecta para unirla a dichas letras.
Jungkook iba a aprovechar ésa ocasión. La sonrisa ya se había formado en su rostro y dejaba escapar una risita traviesa, cuando Jimin salió detrás de Yoongi y se despedía de todos apresurado, el pelimarrón bufó. Debía esperar a otra oportunidad.
Taehyung rodó los ojos, Jimin no podía ser más obvio. La noche anterior, el rubio había podido comentarle que iría a la empresa con Yoongi hyung para ayudarle en su estudio, antes de que Hoseok lo sacara de la habitación con la horrible amenaza de estrujarle las mejillas hasta que se le pusieran rojas. No fue necesario que Hoseok le volviera a pedir retirarse a su habitación.
No era que él quisiera que Jimin le pidiese permiso para salir, no. Sólo quería saber que al lado de Yoongi ya no estaría corriendo peligro de salir lastimado.
~~
Cuando llegaron a la empresa, Yoongi le pidió que lo esperara en su estudio, prometió no demorarse más de treinta minutos.
Jimin había ido con un propósito específico –aparte de ayudar al pelinegro en lo que le permitiera- y no pensaba salir de la empresa hasta lograrlo. Tenía entendido que en días como aquel, el manager del grupo estaba la mayor parte del día en la empresa, así que pensaba encontrarlo y conversar con él.
En toda la mañana, Yoongi se estuvo comportando como antes de ése plan tonto de alejarse de él, no lo tomó de la mano como en la noche, no lo abrazó ni lo besó. La tarde anterior había prometido no hacerse el desentendido y fingir que nada había cambiado y él creía en su palabra. Estaba seguro que eso tenía que ver con ser figuras públicas y el miedo a las críticas. Por eso debía reunirse con el manager y ver que se podía hacer.
La puerta se abrió en ése momento, sacándolo de sus cavilaciones.
—¿Te hice esperar mucho?— Yoongi entraba con semblante serio.
—No hyung— Jimin tenía las manos juntas entre sus piernas abiertas, mientras balanceaba los pies que le daban un aire infantil.
Al verlo, Yoongi no ocultó su sonrisa y se acercó al menor para desordenar sus hebras rubias en una caricia descuidada.
—¡Hyung!— Se quejó abultando sus labios. Dando suaves manotazos por encima de su cabeza trataba de quitar la mano agresora y luego, con las risas de Yoongi de fondo, se levantó del asiento e intentó reacomodar su cabello. Cuando creyó haber conseguido su objetivo, miró directamente a los ojos al pelinegro —¿Hoy no me besarás?
Yoongi quedó perplejo. Un sonrojo se apoderó de su pálido rostro. Cubrió su boca con la mano derecha y levantó el rostro mirando al techo de la sala comenzando a reír. —¿Por qué eres así Jimin?
El rubio ladeó el rostro como un pequeño cachorro. —¿"así" cómo?
Yoongi, ya menos ruborizado, volvió a dirigirle la mirada—Algunas veces eres tan adorable que pareces un niño y otras que...— No completó la frase pero una sonrisa ladeada se plasmó en su rostro.
Jimin lo miraba aún sin comprender —¿y otras que...?— lo citó, esperando que el mayor terminara de hablar.
Yoongi rió divertido —Ven aquí.
Sin esperar alguna reacción por parte del menor, fue él mismo quien se acercó para acariciar los gruesos labios de Jimin con un pulgar. Lentamente acercaba su propia boca a la del menor pero a unos cortos centímetros, acabó por darle un beso en la mejilla derecha.
—¡Yoongi hyumf...!— No pudo continuar su reclamo.
El pelinegro se había apoderado de sus labios, tomándolo por sorpresa. Podía sentir la sonrisa de Yoongi contra su propia boca. Rodeó el cuello del mayor con ambos brazos, abandonándose a esa agradable sensación, entregando su corazón al transmitir sus sentimientos, regalando su alma a la persona que amaba.