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El Inmundo por Yuuram03

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Notas del capitulo:

HOLAA! Segundo capítulo del día, espero les guste

CAPITULO 11

POV YUURI

—. Günter…—susurré haciendo que él se acerqué a mí inmediatamente, sin embargo lo alejé un poco pues se había acercado tanto que esto parecía un intento de violación—. ¿Tienes eso que traje del mundo humano hace mucho?

—. Sí, siempre lo traigo conmigo pues usted me dijo que un elemento como este de vez en cuando podría definir el futuro de un reino…—me extendió la grabadora que le había regalado para que pudiese grabar todas las reuniones reales, la guardé en el bolsillo de mi traje y la activé. Solamente esperaba que mis míseros dotes de actuación pudieran engañar a los ángeles.

Suspiré y entré a la sala preparado para lo peor entonces me encontré con dos de los arcángeles de Alá lo que me sorprendió bastante, sin embargo me acerqué a ellos lo más tranquilo posible pues no quería levantar sospechas si de por sí ya las tenían.

—. Buenas noches, Mikhail, Israfil...—saludé, mientras me sentaba en mi trono esperando que comenzaran a hablar. Siempre me sorprendía lo parecidos que eran los ángeles entre sí ya que sus ojos y su cabello eran grises lo único que los diferenciaba era la ropa que se elegía según el rango y el cabello, en este caso podía adivinar que eran arcángeles pues tenían un traje de soldado ornamentado con algunas insignias y adornos en plata lo que enmarcaba su pureza y su rango—. ¿Qué tienen para decirme?

—. Queremos al inmundo en nuestro poder…—declaró directamente el frío Mikhail, su cabello largo totalmente lacio se mantenía estoico como él, mientras que Israfil se reía como el psicópata que era.

—. ¿Creen que después de engañarnos pueden exigirnos algo? Descubrimos el origen de Azrael, era un ángel de su escuadra que los traicionó—ambos al oírme se quedaron en shock por un momento y luego comenzaron a reírse de mí lo que me molestó—. ¡MUESTREN MÁS RESPETO! Soy el soberano de Shin Makoku, la tierra de los demonios, y la mayor autoridad de este mundo junto a los dioses del cielo así que mejor cállense y escuchen—mi otro yo había tomado mi lugar haciendo que ambos se callen y se pongan serios cosa que agradecía de verdad—. Además como ustedes saben, Wolfram es mi consorte. No tienen derecho a llevarse a mi esposo así que como antes “este es nuestro problema”…—escupí lleno de rabia recordando como nos habían dejado solos ante este problema diciendo que el cielo no tenía por qué ayudar a mi reino cuando el dios maligno era un repudiado de su propia escuadra.

—. ¿Su? Wolfram von Bielefeld ya no existe, Majestad—Mikhail me estaba desafiando, una hermosa y fría sonrisa salió de su rostro parecía creer que había ganado—. Wolfram White es un humano por lo tanto está a cuidado del cielo, es decir a nuestro cuidado…

Tomé la tierra con mis manos y encerré su cuerpo en ella. Tenía rabia, muchísima rabia contra ellos pues, si nos hubiesen dicho al menos quien era el dios antes de largarse, podríamos haber salvado a Wolfram antes. Deseaba matarlos, someterlos a la mayor de las torturas. Ellos ni siquiera sabían por lo que yo pasé cuando lo perdí y aún así venían como si nada reclamando algo que no les pertenece, además seguramente destruirían su alma junto con la de Azrael y nunca podría volver reencarnar. Eso no lo permitiría.

—. Díganme donde desterraron a Azrael cuando se convirtió en un repudiado—cada vez hacía que la tierra se ajustara más a sus cuerpos, apretando sus entrañas. Ninguno gritaba, Mikhail mantenía su mirada fría e Israfil se reía—. Iré y lo mataré para dejar libre a Wolfram de su influencia…

—. Mátanos si quieres, pero nunca te lo diremos. Espero que sepas que eso será como declarar una guerra contra el cielo, ¿No? —dijo Israfil riéndose como un demente, parecía estar disfrutando de la situación—. Es gracioso como todo se termina convirtiendo en una cuestión política, ¿No, Majestad?

—. ¡Cállate! —grité con rabia. No soportaba esta situación, haría que me dijeran donde estaba el cuerpo de Azrael cueste lo que cueste—. Le diré todo a los demás dioses y Alá tendrá que decirme donde está Azrael les guste o no…—esa frase era mi carta de triunfo.

—. ¿Decirles qué? —sonrió Mikhael, era una sonrisa de superioridad. Ambos se creían demasiado por ser ángeles y eso sería lo que los llevaría a la derrota—. Los dioses no tienen dominio sobre las tierras de los demonios por lo que nosotros podemos decir y hacer lo que queramos y ellos no se enteraran. ¿Y sabes cuál es la mejor parte? Que por más que usted vaya y les cuente todo tampoco le van a creer pues tenemos a Alá de nuestra parte, abogando por nosotros…

—. ¿Y Azrael? ¿Por qué su dios no abogó por su oveja descarriada? —sonreí para mis adentros pues mi estrategia estaba funcionando a la perfección.

—. Porque Azrael estaba acumulando poder, cada vez más gente creía en él y eso perjudicaba a nuestro dios por lo que nos deshicimos de él… Aunque nos salió mal y el muy imbécil terminó convirtiéndose en un dios maligno, por eso tuvimos que borrar su existencia del cielo…—en ese mismo instante los liberé y ambos cayeron al suelo, enseguida se levantaron y comencé a reír—. ¿De qué demonios te ríes?

—. Es su última oportunidad, díganme donde desterraron a Azrael...—apagué la grabadora y la saqué comenzando a reproducir todo lo que habían dicho, las caras de ambos se retorcieron en rabia.

—. ¿Cómo te atreves, hereje? —dijo Israfil sacando su espada y corriendo hacía mí—. ¡ME LAS PAGARÁS! —inmediatamente volví a aprisionarlo con tierra antes de que se pudiese acercar a mí, esta vez lo estrangulé haciendo que se desmayara—. Te aprovechas de que nuestro poder disminuye…—eso fue lo último que dijo.

—. Yo sabía que eran estúpidos, pero no tanto. Entonces solamente quedamos tú y yo, ¿Me dirás lo que quiero saber? —sonreí de oreja a oreja guardando la grabadora de vuelta en mi bolsillo, podía ver la impotencia en los ojos de Mikhail. Sin duda le dolía en el orgullo tener que postrarse ante un demonio para no ser desterrado del cielo una vez que todos se enteren.

—. Bien, tú ganas… Te llevaré a ese lugar, sin embargo prepárate, por más que se pueda llegar perfectamente con un portal, no es un lugar agradable… para nadie, ni siquiera para nosotros que tuvimos que llevarlo ahí—se rindió fácilmente a lo que sonreí complacido, sin embargo estaba preocupado por lo que iba a hacer cuando llegué ahí pues el cuerpo de Azrael posiblemente estaría protegido y me costaría llegar hasta él para matarlo.

—. ¿Cómo puedo matarle? —le pregunté y él se sorprendió por un instante.

—. Solamente el inmundo puede matarlo pues es él la única persona con acceso al alma de Azrael, el cuerpo de ese imbécil no es más que un recipiente vacío en este momento, sin embargo si acercamos su alma lo suficiente la conexión entre ambos se volverá a establecer entonces se perderá por un momento el poder que tiene en Wolfram es ahí cuando él debe atravesar su corazón con la espada dorada que posee en su interior… Aun así como usted sabrá la identidad de Wolfram von Bielefeld está encerrada en el alma de Azrael no en la del inmundo actual por lo que al matarlo esa identidad desaparecerá…

Eso era algo que no sabía, demonios. Matar a ese dios iba a hacer que lo pierda para siempre, todo por lo que había luchado se perdería en ese mismo momento. Me entristecí de repente, de golpe deje de saber qué era lo mejor para proteger a quien amaba. En estos momentos era cuando más necesitaba a Wolfram, él seguramente sabría qué decisión tomar.

—. Sí, él seguramente sabría…—susurré y encerré a Mikhail en una prisión de piedra, él me miró como si no entendiera qué demonios pasaba por mi cabeza entonces me acerqué a él para quitarle su espada—. Quiero que me esperes aquí, en un momento iremos…

Notas finales:

baii


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