CAPITULO 8
POV MURATA
Flashback
—. Tenemos que hacer que Azrael lleve ahí a Wolfram...
Todos estaban sorprendidos ante mi plan, sin embargo, después de pensarlo hasta el cansancio, era la única solución viable que veía en este momento. Lo consulté con Shinuo y resolvió que esa era la mejor manera de hacerlo, debía hacer que Wolfram congeniara con el dios de alguna manera. Según lo poco que pude averiguar de Azrael, era amante de las personas hermosas como Wolfram… Por eso en cada mundo que visitaba se aseguraba de tomar control del ser más hermoso de ese mundo. Realmente ese dios estaba enfermo, pero podíamos utilizar eso a nuestro favor.
—. ¿Estás loco? —me reí un poco, realmente eso era algo inesperado de parte de Gwendal. Supongo que estaba preocupado por su hermanito—. Si lo mandamos allí, el dios podría tomar completo control de él. Estaría solo contra un ser que no puede enfrentar…
—. Como dije, es la única solución… De todas formas, si lo dejamos así, tarde o temprano Wolfram será poseído por Azrael…
Respondí y volví mi mirada hacía Yuuri, parecía pensarlo profundamente. Poco importaba lo que dijeran los demás, mientras él accediera a someter a Wolfram a ese riesgo. Luego miré a Shinou ya que noté como su mirada se posaba insistentemente sobre mí, pero no quería preguntarle que le sucedía pues no deseaba hablar con él de nada que no tuviese que ver con Wolfram.
Nuestra relación se había deteriorado desde que le confesé lo que sentía por la reencarnación de joven Bielefeld. Lo entendía, realmente parecía que había enloquecido enamorándome de la persona a la que debía salvar… pero este Wolfram tenía cosas que lo hacían diferentes al anterior, cosas que me atraían y no entendía por qué. Solamente tengo una conclusión para esto: estoy loco.
—. Que lo haga…—esa fue la respuesta final del Rey de Shin Makoku. Todos lo miraron queriendo objetar su decisión, sin embargo se quedaron callados sabiendo que nadie podría hacer que cambie de opinión.
—. Yo no creo que deban exponer a mi hijo a estos peligros…—reclamó Chery, viéndome despectivamente—. Además, yo soy su madre, ¿Por qué no puedo tomar yo está decisión?
—. Porque yo soy su esposo, Chery…—respondió Yuuri mirándola con cierta molestia, sin duda era su otro yo el que estaba hablando. Él nunca miraría así a la madre de su esposo, sin embargo su otro yo era muy territorial en lo que a Wolfram se refiere sin contar sus deseos de recuperarlo a toda costa—. Y el rey de Shin Makoku…
—. Entonces la decisión está tomada…—sonreí lo más amistosamente posible para tranquilizar el ambiente, no obstante eso hizo que todas las miradas asesinas se dirigieran a mí. Maldita sea, esta gente sólo pensaba en si misma—. Necesito hablar con Wolfram sin que Azrael me escuche, mi plan es utilizar mi poder para dormir al dios temporalmente… y ahí le informaré de nuestro plan…
—. Bien, con esto damos terminaba la reunión…—dijo Shinou poniendo la sonrisa falsa de siempre, aplaudiendo con sus manos. Todos se fueron, incluso él dejándome a solas con Yuuri.
—. Espero que esto funcione…—dijo y suspiro. Yo asentí y cerré mis ojos levemente, sin embargo los abrí de golpe al sentir una gran opresión en el cuello…él me estaba ahorcando otra vez.
—. ¿Sabes que la única razón por la que sigues vivo es porque eres el único que se puede acercar a él? —la opresión en mi cuello era grande, no podía respirar y aun así pude escuchar sus palabras llenas de odio antes de desmayarme.
FIN DEL FLASHBACK
—. Wolfram…—me separé del beso y lo miré… él parecía sonreír, sin embargo pude ver un gran vacío en sus ojos. Sin duda el otro Wolfram estaba dentro de él todavía, me preocupé pues eran tres entidades totalmente diferentes compartiendo el mismo cuerpo. Soy estúpido, en vez de ayudarlo, lo estoy perjudicando aún más porque esto hará que Bielefeld se revele y no quiera ayudarlo—. Lo siento, perdóname…
—. ¿Por qué? Si yo…quería esto—susurró y yo lo abracé más fuerte. No podía hacerle esto, mi principal objetivo era salvarlo, no podía arruinarlo todo.
—. Rasgaste el corazón de alguien dentro de ti al hacerlo, ¿No? —su mirada se desvió, era cierto—. No lo hagas, él es el único que puede ayudarte a librarte de Azrael… Vámonos de aquí, tenemos que hablar a solas— él asintió y lo ayudé a levantarse con cuidado. Íbamos a faltar al colegio otra vez, pero ya encontraría la manera de excusarlo ante su madre pues Wolfram White tenía una vida, una familia fuera de Shin Makoku.
Caminamos hasta mi casa. Parecía que estaba muy débil por lo que lo ayudé a entrar a mi casa con cuidado, realmente era un imbécil dejando que emociones tan vanas como el amor me controlen de esta manera. Mi principal objetivo era salvarlo, luego todo lo demás se vería después.
—. Siéntate…—lo senté en el sofá grande y él hizo señas para que me sentara a su lado, no quería hacerlo, pero al final terminé sentándome—. ¿Qué son esas marcas en tu cuello? —preguntó recostándose en mi hombro, sin duda subestimé su inteligencia al no cubrir estás marcas con algo de maquillaje. Era algo que me gustaba de él.
—. Me las hice yo mismo sin querer…—mentí y él me golpeo con fuerza. Maldita sea, podía parecer un niño débil, pero tenía la fuerza de un boxeador… me reí un poco ante mi analogía, ¿Cómo podría comparar un ser tan hermoso con un boxeador? —. Bueno, si te tengo que ser sincero alguien intentó ahorcarme…
—. La persona a la que no puedo recordar, ¿Verdad?
Demonios, este chico era demasiado perceptivo. Desde el mismo momento en que comenzamos a darle pistas supe que él terminaría por descubrirlo todo tarde o temprano, pero “La curiosidad mató al gato” y él sería poseído por un dios si seguía metiendo sus narices donde no debía. Solamente asentí en respuesta esperando a que él no preguntara nada más sobre Yuuri o sobre Shin Makoku.
—. ¿Sabes? He descubierto parte de este mundo… de lo que envuelve el misterio que es mi vida…—miraba el techo con nostalgia, yo simplemente me limité a observarlo esperando a que continuara—. Nunca me he sentido como un ser humano, jamás me he sentido vivo. Crecí creyendo que algo me faltaba, pero no sabía qué era eso hasta hace poco que me di cuenta que yo existo porque alguien murió en aquel mundo debajo del agua… Alguien se sacrificó encerrando a un Dios dentro de sí mismo, creyendo que jamás iba a volver a existir en este mundo y aquí estoy…estamos… El sacrificio que hizo fue en vano, el hecho de que esté vivo es una maldición para todos lo que me rodean porque el que yo sienta algo por ti, lo está matando…
—. Perdón… Es mi culpa que te sientas así, yo no tendría que haberme enamorado de ti entonces cualquier pequeña atracción que pudieras sentir hubiese muerto…—dije totalmente arrepentido de mis acciones pues yo no sabía que Wolfram von Bielefeld aun seguía dentro de él esperando por Yuuri, su verdadero y único amor.
—. No, no es tu culpa…—tomó mi mano con fuerza, entrelazando sus dedos con los míos. No, por favor no digas nada que me dé esperanzas… No, Wolfram—. En este momento, eres la única persona que ha podido hacer que mi corazón se encienda, que sienta… por primera vez…
Es cierto soy… un completo estúpido.