Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Papá y yo por Estefan_Nippon

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

¡Por fin viernes!

 

Ah, Talia amaba los viernes. Porque la escuela terminaba, aunque temporalmente.

 

Esa vez había llovido todo el día pero para su fortuna, la lluvia se había esfumado para cuando salió de clases. Y ya que la escuela estaba cerca de su casa, caminaba pacíficamente hasta su hogar aquella tarde.

 

Siempre tenía que pasar por callejones pues habían muchos edificios en el camino, eran pocos los que tenía que cruzar pero no le aterraban. Su padre decía que no debía temer a las personas, ya que en sus genes estaba el como defenderse de quien sea, a excepción del sarcasmos de Stiles, pero eso era cosa aparte.

 

Sólo un callejón más y llegaba a casa, su padre ya debería estar ahí, leyendo el periódico o algún informe policiaco, lo de siempre.

 

Como siempre, llevaba su entrecejo fruncido, con un caminar seguro y la espalda recta y atenta a su alrededor en todo momen-

 

Entonces se detuvo, una caja pequeña de cartón se interpuso en su camino a casa. Ni siquiera la había visto ahí. Eso no le impidió seguir con su caminar. Pasó una de sus piernas por encima de la caja pero esta dio un salto, provocando que Talia perdiera el equilibrio y cayera sentada en el sucio suelo.

 

Quizás un duendecillo se escondió bajo el cartón y quería algo de ella. Se puso de pie y estuvo a punto de apartar esa cosa con su pie, cuando escuchó un pequeño maullido.

 

-

 

Y en efecto, Derek se encontraba en casa, leyendo un artículo sobre hombres lobo que encontró en Internet. A decir verdad, la información le causaba un poco de gracia, pues si le habían atinado a algunas cosas, otras eran una total farsa, sacados de cuentos de hada o incluso películas.

 

Estaba a punto de pasar a la siguiente página cuando escuchó como la puerta principal se abría lentamente, muy lentamente a decir verdad, además de cierto olor a lodo y aceite de autos que inmediatamente fue cubierto con el olor de Talia.

 

Vio cómo su hija caminaba, o trataba, sigilosamente hacia su habitación, obviamente la joven Hale escondía algo, era más que evidente por lo que la interceptó antes de que llegara siquiera al umbral de su puerta, causándole un saltito de susto.

 

- Padre -dijo ella, regalándole una mueca que se supone fue una sonrisa- ¿Cómo estás? -y sonrió de nuevo.

 

- Bien -como lobo inspeccionando su presa, Derek comenzó a caminar alrededor de la joven, tratando de descubrir que era lo que escondía, con pequeños vestigios del olor que anteriormente había percibido pero de igual forma desapareció al instante- Sin nada nuevo que contar -y se detuvo frente a ella, inclinándose para verla a los ojos con su típico ceño fruncido- ¿Y tú? Llegaste temprano, se supone que iría por ti en diez minutos.

 

- Sí, sobre eso... -ella, desafiante como siempre no apartó la mirada y frunció su entrecejo también- Debido a la lluvia nos dejaron salir temprano.

 

- ¿Qué clase de escuela es esa?

 

- Una pública, padre -ambos sostuvieron sus miradas un par de segundos más hasta que Talia volvió a hablar- Okay, fue un gusto charlar contigo. Me voy a mi cuarto -y se dio la vuelta para irse.

 

- Espera...

 

Y un medio ruido agudo los hizo callar a ambos, ¿Por qué un medio ruido? Porque Talia chilló para cubrir el ruidito.

 

- ¿Qué fue eso?

 

- Emm... Yo... me caí al venir aquí -y no era una mentira- y me lastimé el tobillo izquierdo -okay, eso sí era una mentira- Ou, duele mucho -dijo mientras sostenía su tobillo derecho, simulando que en verdad dolía.

 

- Oye...

 

- ¡Adiós! -entró a su habitación y cerró de un portazo.

 

Muy bien, algo estaba pasando ahí y si no pudo descubrirlo por las buenas lo descubriría por las malas.

 

No dudó ni un segundo y se contraminó contra la puerta, derribándola exitosamente, asustando a Talia y al intruso que ella había metido a casa.

 

- ¡Padre! -dijo con asombro cuando su puerta fue derribada, saltando de su cama con sorpresa y temor.

 

- ¿Qué hace esa cosa en mi casa? -se dirigió al indefenso minino que temblaba sobre las sábanas de la cama.

 

- Yo lo recogí de camino a casa -Talia salió a la defensiva- Por favor, no le hagas daño. No tiene hogar y estaba temblando de frío, no podía dejarlo solo.

 

- Tienes que devolverlo, Talia.

 

- Pero... -y se acercó al gatito para estrecharlo delicadamente contra su pecho- ahora somos su familia. Él era huérfano y lo adoptamos.

 

- Corrección, tú lo adoptaste. Talia, no pertenece aquí. Además, ni siquiera ha pasado tanto tiempo aquí.

 

- Yo tampoco, la abuela dijo que ohana significa familia.

 

- Talia, mi madre jamás...

 

- Ohana significa familia, y tu familia nunca te abandona. Ni... -con una simple mirada le pidió que terminara la frase, usando sus puppy eyes.

 

Derek seguía ahí, mirándola con cierto grado de enojo, desconcierto y vergüenza.

 

Talia insistió una vez más, causándole un largo y pesado suspiro a su padre.

 

- ¿Ni? -insistió.

 

- Te olvida -dijo en un gruñido bajo, pero fue audible para Talia, causándole una sonrisa fugaz. Veía cómo la joven aún estrechaba al minino de ojos tristes contra su pecho con delicadeza y ternura.

 

- Prometo ocuparme de él, cuidarlo, educarlo, en otra palabras, criarlo. Lo prometo.

 

Derek entonces se fijó en la mirada que ella tenía, una mirada decidida para alguien tan inmadura como ella.

 

- Bien -dijo él, haciendo que Talia suavizara su mirada- tendrá una semana de prueba. Si falla en cualquier cosa, por más mínima que sea, se va. Y eso va para ti también, Talia.

 

- ¿Me echarás si fallo en cualquier cosa? -preguntó ella, más para amenizar el ambiente que otra cosa.

 

- Pues... -Derek tomó una pose pensativa- Sí.

 

Talia se quedó ahí mirándole, su padre jamás bromeaba, ni siquiera con Cora. Por lo que sólo frunció sus labios. No se le daba muy bien el bromear, lo prefería serio y con el ceño fruncido. Lo prefería como el sour wolf que era.

 

- Primera prueba, debe estar bañado antes de la cena -y salió de la habitación no sin antes recoger la puerta que había derribado- Luego la reparo.

 

Cuando se encontró sola con el gatito sus labios pronunciaron palabras fantasmas.

 

- Gracias... Padre.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).