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Papá y yo por Estefan_Nippon

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Era miércoles y en lo que iba de la semana ya se había metido en varios problemas, y todo por pensar y pensar y pensar y repensar en muchas cosas y posibilidades. Prácticamente había pasado tres días como el meme de la señora y las ecuaciones.

 

Para empezar, se había escapado de la escuela porque no se sentía bien, claro cuando se dio cuenta de su error ya era demasiado tarde, literalmente. Vagó por dónde sus pies la llevaran, terminando en Brooklyn, captando el olor de otros como su tipo.

 

Al parecer, accidentalmente insultó a uno de ellos, ni ella se dio cuenta de qué dijo, pero al final un grupo de unos cuantos se le lanzaron encima. Ella no podía más que defenderse ante ellos pues no tenía motivos para atacar. Entonces captó un extraño olor. Un brujo, según se presentó él mismo, detuvo la absurda riña de hombres lobo, pues habían interrumpido algo importante. Entonces hubo tregua entre ellos. Bane podía ser muy elocuente.

 

En el camino a casa sus heridas sanaron y no quedaron rastros de ellas, pero el olor la delataría.

 

Sin embargo, jamás pensó en que casi todo el cuartel del FBI de la ciudad de Nueva York estaría rodeando su edificio en un radio de cincuenta metros. Además de encontrar al agente Stilinski dando órdenes al aire a todo el batallón involucrado en, lo que ella creía, la búsqueda de Talia Erica Hale.

 

- ¡Oh Dios mío! -apenas murmuró y pudo escuchar a su tía Cora saltar de su silla e ir hacia ella con Lydia siguiéndole.

 

Demonios.

 

Ambas le recibieron con un abrazo, al mismo tiempo que le acariciaban su larga cabellera negra. Pero eso sólo duró unos segundos pues des comenzaron con el interrogatorio, su propio interrogatorio. Y luego apareció Mieczyslaw, abran paso, abran paso que el agente del FBI aquí soy yo, gracias. Típico de Mieczyslaw.

 

Y al llegar con su padre, qué horror, ya la esperaba con un sermón sobre cómo nunca debía caminar por territorio desconocido, porque sí, desde que Stiles entró al apartamento con ella tomada de su brazo, pudo percibir el olor a sangre, miedo, confusión y Brooklyn.

 

- Señor, ahora que la desaparecida ya apareció -y escuchó como los demás miembros del escuadrón reían.

 

- Jajaja, qué chistosito, Ramírez -respondió Stiles con su característico sarcasmo.

 

- ¿Ya podemos retirarnos?

 

- Eh, s- y Stiles pudo escuchar el gruñido del sour wolf y el como Talia y los demás trataban de detenerle antes de que saliera a buscar a los lobos neoyorquinos- Saben qué, será mejor quedarnos. Por si un sour wolf decide asesinar a alguien.

 

Y fue hasta media noche que todos se retiraron. Sus tíos, porque también Isaac, Scott y Liam habían llegado, se quedarían por un par de días. Serían tomadas como vacaciones. Al triángulo amoroso andante no le molestaba compartir la sala, mientras que Lydia prefería hospedarse en el cuarto de Cora,  y Stiles... podía quedarse en el sofá.

 

Y al día siguiente a Talia le pasó lo mismo. Se sentía mal, salió temprano de la escuela y se encaminó, bajo la lluvia, a casa sin perderse esta vez. Cruzaría la calle para llegar a los callejones que le conducen al edificio pero tanta fue su distracción que alguien la golpeó con el auto. No fue grave, ya saben, wolfie powers, pero sí cayó al suelo, suerte que su mochila le sirvió de amortiguador.

 

- ¡Por Dios, sour puppy! -Stiles la tomó del brazo y la ayudó a ponerse de pie, y le sacudió la suciedad del pantalón- Ustedes los Hale deberían buscarse una mejor manera de hacer que los note.

 

- ¿Mieczyslaw? ¿Qué haces aquí con el Camarón? -preguntó ella aún adolorada.

 

- Camaro, Talia, esto es un Camaro.

 

- Sonaste igual a padre. Auch. Sabes, podré ser mujer lobo, la mitad, pero eso sí dolió.

 

- Lo lamento. Iba a recogerte en estos momentos y ahora habláremos de por qué vienes a casa tan temprano. Vamos.

 

- ¿Padre te dejó conducir el auto? -preguntó ella ya en el asiento del copiloto mientras se abrochaba el cinturón.

 

- Sí. Sólo que él aún no lo sabe -y le guiñó el ojo a la pequeña Talia.

 

Durante el camino, ambos iban cantando las mejores canciones de Imagine Dragons y Coldplay. Para Talia, Mieczyslaw era la onda.

 

- Te lo digo, sour puppy, casi le corto el brazo a tu papá esa vez -dijo Stiles al entrar al apartamento mientras cargaba las compras.

 

- Eso suena muy bizarro, Mieczyslaw -Talia le seguía en la misma condición mientras reía.

 

- Es en serio -rió él ya en la cocina- Ve y pregúntale.

 

- Tal vez lo haga -dejó las cosas en la mesa y se acercó al cuarto de su padre. Tocó dos veces- ¿Padre? Soy yo, Talia -y al no obtener respuesta abrió la puerta para asomarse y lo encontró dormido en su cama y luego de cerrar la puerta volvió con Stiles- Se lo preguntaré después.

 

- No me digas, duerme cual sour wolf.

 

- Sip -suspiró- Entonces, ¿ahora si puedo patearte el trasero en ajedrez? -le retó ella con una sonrisa burlesca.

 

- Trae el tablero, puppy. Te mostraré quién es Mieczyslaw "Stiles" Stilinski.

 

Ese era el momento en que la alumna debía superar al maestro.

 

- ¿Sabes dónde están los demás? -preguntó ella al mover a su peón.

 

- Scotty dijo que tenían que hacer algo importante -Stiles movió a su caballo.

 

- ¿Por fin se convertirá a la poligamia y podrá tomar al tío Isaac y al tío Liam como suyos para que lo llenen de lobitos?

 

- Hablas mucho, niña.

 

- Aprendí del mejor -le sonrió a su maestro.

 

- Además, eso no es posible, créeme. De lo contrario tendrías doce herma... ¡No! -Stiles había perdido a su caballero.

 

- Jaja, Mieczyslaw -celebró ella alzando sus brazos al aire- Tendrás que invocar a la Fuerza, mi querido Yoda, porque éste Luke Skywalker está apunto de superarte.

 

- Sigues siendo una pequeña padawan, aún es muy pronto para que me superes -era Stiles Stilinski, por Dios- Y... ¿ya le comentaste a Derek sobre nuestro plan?

 

- No, aún no. Temo que no esté de acuerdo -Talia movió a su caballero.

 

- Talia, estás apunto de terminar con la preparatoria. Es momento de que decidas. ¿O es que ya no quieres entrar a la academia aquí en Nueva York?

 

- Lo deseo. En verdad quiero seguir tus pasos, Mieczyslaw -movió su peón.

 

- Entonces dile a tu padre que quieres entrar a la academia de policías de Nueva York.

 

Talia perdió a su peón, a su caballero, quedando tan sólo algunas piezas, al igual que Mieczyslaw. Él con su rey logró dejarla con tan sólo dos piezas, la reina y el rey.

 

- Si gano -habló Stiles- Hablarás con Derek sobre eso.

 

- ¿Y si yo gano?

 

- Ya veremos qué pasa, sour puppy.

 

Talia respiró profundamente y tomó a su reina para hacer su último movimiento tan impulsivamente, como sólo ella podía hacerlo.

 

- Bien, sour puppy -y Stiles movió a su rey- Jaque mate -sonrió- Ahora tienes que decirle a Derek.

 

- Estás loco.

 

- Oye, hace poco detuve a unos sujetos que decían ser el arcángel Gabriel, un Serafín llamado Castiel y a Dios, según un cazador. Creo que ellos estaban más locos que yo -hizo un puchero- Sólo ve y dile: papá, he decidido seguir los pasos del asombroso Mieczyslaw. Así que quiero ser policía de Nueva York y luego convertirme en sheriff del aburrido Beacon Hills.

 

- No le gustará.

 

- ¿Gustarme qué? -oh oh, hablando del diablo.

 

- Buenos días, grandote. Talia quiere hablar contigo de algo importante -ya que ambos estaban de pie, dio un empujoncito a su pequeña Talia.

 

- ¿Y qué es? -miró a su hija y pudo oler sus nervios.

 

- Pues... -dio un vistazo a Mieczyslaw y éste le animó a hablar, luego miró a su padre- Quiero entrar a la academia de policías, aquí en Nueva York, posiblemente entrar al FBI, luego a la SWAT y luego retirarme a Beacon Hills como la sheriff del pueblo -había cerrado sus ojos y mordido su labio inferior- ¿Fue muy rápido?

 

- ¿Qué?

 

- Que quiero...

 

- Eso no. Stiles, ¿le metiste esas ideas a mi hija?

 

- ¿Qué? Oye, desde pequeña se colaba a mi despacho y me ayudaba con los casos, o intentaba. Además, planeamos esto desde que ella tenía doce años. Ella en verdad quiere esto.

 

Y ahí iban de nuevo. ¿Cuándo fue la última vez que los vio discutir? Quizás hace un año, para la cena de navidad. Siempre era así con ellos. Siempre discutían y peleaban y eso sólo le hacía ver cuán perfectos eran juntos, eran como dos piezas que fueron hechas para encajar perfectamente, parecían un par de enamorados primerizos que no sabían cómo funcionaba el noviazgo. Stiles le sacaba algunas cosas en cara, mientras Derek le gruñía y fruncía el ceño marca lobo Hale.

 

Bobos enamorados.

 

- Mieczyslaw -llamó ella, pero ellos seguían enfrascados en su acalorada discusión- Mieczyslaw -llamó por segunda vez, eso sólo logró ensanchar su sonrisa- ¡Stiles!

 

- No ahora, cielo, mamá está amenazando a papá -Talia rió con ganas con esa respuesta.

 

- Stiles, ¿me concederías el honor de convertirte en mi padrastro? -preguntó ella sonriendo.

 

Hubo un silencio incómodo por algunos segundos.

 

- ¿Acabas de proponerle matrimonio a Stiles por mí? -preguntó Derek aún desconcertado.

 

- Bueno, alguien tenía que hacerlo, padre -y la joven puso sus ojos en blanco, con sus brazos ya cruzados sobre su pecho- Entonces, ¿qué dices?


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