Hawke veía a Fenris caminar de un lado a otro maldiciendo su suerte y rumiando planes de asesinato, mientras que él pensaba en una manera sana de salir del actual aprieto, preguntándose cómo es que las cosas se habían salido de control.
Estaban por un trabajo en las Marcas Libres. Isabela, Bethany y Fenris lo apoyaban para llevarlo a cabo; sin embargo, se vieron emboscados por esclavistas, los cuales exigían que le entregara al esclavo fugitivo.
En cuanto se negó, el caos se desató y produjo una batalla que pudieron ganar, mas, el ex esclavo no se sintió conforme con eso y fue con el único superviviente del escuadrón, lo cual hizo que soltara el nombre de la persona que le contrató.
Garret esperaba escuchar el nombre de Danarius, pero el nombre era nuevo para él y le causó cierta confusión. Por el contrario, a Fenris parecía haberle perturbado aún más.
Le dio una localización de dónde podría encontrarla además de llevarle, con la esperanza de haber salvado su vida con ello, mas en su lugar el elfo rompió el cuello sin titubear, mofándose de que había escogido mal sus lealtades.
Queriendo saber sobre lo que tendrían que enfrentarse, el mago preguntó.
─¿Quién es Hadriana?
La cara del guerrero se llenó de odio al contestar.
─La aprendiz de mi antiguo amo. La recuerdo bien: una escaladora social que vendería a sus propios hijos si con eso creyera que ganaría el favor de Danarius. Si ella está aquí es para favorecerlo. Sabía que no podía dejarme ir.
Hawke sabía que cualquier cosa que dijera a continuación que no tuviera nada que ver con ir por la mujer encolerizaría más a Fenris de lo que ya estaba, por lo que esperando a que su cliente pudiera esperar, respondió.
─Entonces, ¿dónde se encuentra?
Tranquilizándose un poco al ver que su pareja le iba a apoyar, respondió.
─Las cuevas abandonadas. En esos lugares tenían esclavos. Aparentemente ya no están abandonadas. Debemos de ir rápido, antes de que Hadriana tenga la oportunidad de prepararse… o huir.
Una vez tomada esa resolución, el mago volteó a ver al resto de sus acompañantes, notó que no tendría que explicar nada, además, les dieron su consentimiento silencioso de que los ayudarían con su nuevo menester.
Tan solo deseaba volver a la normalidad, pero sabía que al atentar contra la libertad del guerrero éste estaría con la guardia en alto durante una buena temporada.
Cuánto odiaba a Danarius.
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Fenris no le importaba nada más que asesinar a la mujer en el suelo frente a él, aunque había sentido un poco de remordimiento por la pequeña elfa que acababa de perder a toda su familia para que la aprendiz de su antiguo amo pudiera conseguir poder para enfrentarse a él.
Ahora que la tenía a su merced después de asesinar a toda su guardia personal, por fin podría vengarse de todos sus abusos durante su esclavitud. No le importara lo que tuviera que decir, lo único que quería era ver su sangre esparcida por todo el suelo.
Cuando estuvo por dejar caer su espada sobre la maga, ésta gritó desesperada.
─¡Detente! Tú no me quieres muerta.
El elfo deseaba hacerla callar rápidamente y terminar con todo eso, pero por una extraña razón respondió.
─Eres la única persona a la que más quiero ver muerta.
Hadriana tal vez pudo darle nombre al motivo por el que le contestó, por lo que siguió insistiendo.
─Tengo información, elfo, y te la daré a cambio de mi vida.
Pensando que la mujer había traicionado a su maestro solo por salvar el pellejo, se burló.
─¿La localización de Danarius? ¿De qué me servirá eso? Preferiría que pierda a su mascota.
Sabiendo que perdía el interés del ex esclavo, Hadriana soltó sin más.
─Tienes una hermana. Ella está viva. ¿Deseas reclamar tu vida? Déjame ir y te diré dónde está.
Toda la determinación de Fenris se transformó en duda, ya que de ser cierto lo que la mujer decía, significaba que dicha hermana sabría todo sobre él: su nombre, su lugar de origen e incluso podría contestar la estúpida pregunta de Hawke sobre si tenía un hermano al que quisiera golpear.
Lentamente enfundó su espada en su espalda y vio hacia Garret por primera vez desde que entraron a la guarida de la maga, en busca de consejo. Para frustración de éste, se limitó a decir.
─Esta es tu decisión.
El elfo pensó por unos segundos todas las posibilidades de que su palabra fuera cierta y no una gran mentira para salvar su vida, pero en caso de ser verdad, podría recobrar algo de su pasado e incluso ganar una familia.
Se inclinó hasta la mujer, dando a entender sus intenciones por lo que ésta se aseguraba de ello preguntando.
─¿Así que tengo tu palabra? ¿Te lo digo y me dejarás ir?
Fenris pensó divertidamente que Hadriana no tenía ni idea de sus verdaderas intenciones, sin embargo, mintió.
─Sí. Tú tienes mi palabra.
Ante la respuesta del elfo, la maga soltó rápidamente.
─Su nombre es Varania. Ella está en Qarinus, sirviendo al Magister de nombre Ahriman.
Notando un detalle curioso, el guerrero confirmó más que preguntar.
─Una sirvienta. No una esclava.
La mujer se lo confirmó, repitiendo lo mismo que había dicho, lo cual hizo que su participación terminara en ese momento. Como única advertencia le dijo un “te creo” para después atravesar su pecho con su mano, la mató al instante.
Avisó al resto de su partida, mas Hawke le detuvo con una pregunta que desató todo un torrente de emociones que pensaba debería guardar para desquitarse con una persona diferente a su pareja.
─¿Quieres hablar de esto?
Sin poder evitar todos sus sentimientos a flor de piel, inició con su molesto monólogo.
─¡No, no quiero hablar de esto! ¡Esto podría ser una trampa! Danarius podría haber enviado a Hadriana para decirme de esta “hermana”. ¡Incluso si no lo fuera, tratar de encontrarla sería un suicidio! Danarius tiene que saber sobre ella si Hadriana lo sabía. Pero todo lo que importa es que destrocé el corazón de esa perra. Ella puede pudrirse y todos los magos con ella.
Apartó la mirada del hombre, queriendo irse de ese lugar de una vez por todas, sin embargo, Garret tomó su hombro para intentar razonar con él, pero lo único que logró conseguir fue que estuviera mucho más molesto y golpeara su mano mientras soltaba con voz llena de odio.
─No quiero que me consueles. Viste lo que pasó aquí. Siempre habrá una razón, alguna excusa por la cual los magos necesitan hacer eso. Incluso si encuentro a mi hermana, quién sabe lo que los Magister le hayan hecho. ¿Qué cosa tocada por la magia no se ha estropeado?
En cuanto soltó esas palabras, pudo ver el desconcierto de Hawke, puesto que él y su hermana eran magos. Quería disculparse por todo lo que había dicho; pero sabía que no podría remediarlo en ese momento, así que dio media vuelta y se fue de la cueva, no quería ver a su pareja por un largo rato.
El problema no era que se molestara con él, de hecho, preferiría cien veces más esa reacción a la comprensión y paciencia. No merecía estar con él, después de todo lo que había dicho anteriormente.
Se sentía como basura.
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Bethany no podía decidir lo que era mejor para su hermano, el cual lucía realmente perdido. Cuando vio sus intenciones de seguir al elfo, comentó con voz tímida.
─No creo que debas de seguirlo. Necesita un tiempo para que digiera todo lo que pasó, no creo que sea fácil su situación.
Pudo ver la renuencia de Garret, por lo que Isabela aportó.
─Estoy de acuerdo con ella. No creo que aprecie tu apoyo en este momento, así que por mero instinto de supervivencia déjale ir.
El mayor de los Hawke vio nuevamente el lugar por donde se había ido Fenris, soltando un suspiro pesado y ordenando.
─Está bien, le dejaré solo. Ahora, ¿qué tal si vemos lo que han dejado atrás? Seguramente puede ser vendido en alguna parte o podemos quedárnoslo si es útil.
La maga sabía que realizaba todo eso para no tener que toparse con el guerrero en alguna parte de la cueva, por lo que asintió y emprendió la búsqueda de esos objetos, mientras daba una mirada significativa a la pirata.
Sabía que su hermano no estaba molesto con el elfo, sino un poco preocupado por todo lo que había pasado recientemente, sin embargo, no sabía la manera en que Fenris se había tomado la ayuda de Hawke.
Ocultaba tantos sus sentimientos a todos los seres vivos (incluso de él mismo) que era difícil de entender a veces, pues cada sentimiento estaba enmascarado con ira e indignación, por lo que gritarle a un amigo podría significar que estaba preocupado o asustado.
Por el momento entendía que Garret sería el único que podría sacarle un poco la verdad y ella no debía de entrometerse más de la cuenta. Pero si las cosas no se arreglaban entre ellos dos, entonces tendría que darles un empujoncito a ambos para arreglar lo que sea que los incomodara.
Y por lo que pudo ver en la mirada llena de determinación de la pícara, ella pensaba lo mismo que ella.
Después de un largo tiempo en busca de cualquier cosa útil en la cueva salieron de ésta, con algunos bastones y túnicas que podrían ayudar a mejorar sus vestimentas de combate, además de muchas baratijas lo suficientemente sofisticadas para que pudieran venderse en el mercado.
Aprovechando la excusa de vender todo lo que no les servía, tanto Bethany como Isabela fueron a informar al pequeño grupo lo que había pasado, con la idea de que tal vez entre más personas pensaran en una solución, sería mucho más fácil dar con ella.
O al menos esperaban que aportaran algo útil.