Hawke estaba en ese momento de su vida en la que no sabía cómo debía de actuar, puesto que todo lo que hiciera parecía malo de alguna manera. Como si cualquier cosa que pudiera hacer simplemente terminaría mal.
Solucionar los problemas con Fenris había sido su prioridad en ese momento, no pensaba en la posibilidad de molestar a alguien por eso. Sin embargo, Carver le mostró durante la noche que estaba equivocado.
Ahora, su hermano se encontraba hostil y arisco ante su presencia, aumentaba la tensión entre ellos, sobre todo si se agregaba a la mezcla las agresivas búsquedas de magos en Kirkwall que se implementaron en los últimos días en donde estaba de más decir que si los atrapaban sería un completo infierno, pues el círculo de la ciudad no era muy benevolente con los magos.
Casi sufrió un infarto cuando toda una patrulla de Templarios pasó junto a su casa en búsqueda de apóstatas. Así que en búsqueda de aliviar su estrés, optó por una opción que imaginó a nadie molestaría: beber hasta que sus problemas quedaran en el olvido.
Estaba por tomar su cuarto tarro cuando la voz preocupada de Varric le interrumpió.
─¿Está todo bien, Hawke? Has estado bebiendo con demasiada rapidez.
El mago deseó poder mentirle y decir que se encontraba bien, pero sabía que el enano encontraría la manera de sacarle la verdad, por lo que sin opciones contestó.
─Las cosas están un poco tensas en la casa, desde que Fenris fue para disculparse en la noche.
Analizando la frase, el escritor sacó sus propias conclusiones diciéndolas a Garret para tantear el terreno.
─¿Es por la encarnizada búsqueda de apóstatas en la ciudad o porque Junior se molestó con la presencia de Broody en la casa?
Viendo hacia el fondo del tarro, respondió sin mucho humor.
─Ambos, supongo. Sin embargo, debo preguntar por qué pensaste inmediatamente en Carver. Pudo ser otra persona de mi familia.
Con una sonrisa en su cara, Varric aportó amigablemente.
─Sunshine es demasiado amable como para molestarse por eso, por no decir el pequeño complot para que ustedes dos queden juntos, acompañada muy de cerca por tu madre, la cual sospecho que lo adora. Tu tío puede ser todo un cascarrabias, pero entre más alejado esté de tus asuntos (y tú de los suyos) mejor. Por lo que el único que se puede molestar por algo que no le concierne es a Junior.
Garret rio por la larga explicación del enano, pensaba que tenía razón, aunque nunca lo admitiría en voz alta a causa de las posibles represalias que tendría por ello.
Cambiando de tema súbitamente (tal vez para hacerle olvidar toda su nueva problemática y alejarlo del abuso de la bebida) preguntó.
─¿Cómo están las cosas con Broody? ¿No han vuelto a pelear sobre situaciones de “magos y magia”?
Permitiendo el cambio de conversación, Hawke respondió relajadamente.
─No, no hemos vuelto a pelear sobre eso, aunque desearía que dejara de odiar a todos los magos por la culpa de uno solo. Ha mejorado bastante en la lectura y la escritura. Casi puede leer un párrafo completo sin titubear y escribir frases coherentes, lo cual tienes parte de responsabilidad en eso, por eso deseo celebrar con una pequeña cena, aunque dudo mucho que desees asistir.
Varric estaba por quitar su participación en el asunto y confirmar que no se metería en eso, cuando una tercera voz se hizo escuchar en su reunión.
─Pero ustedes no han tenido nada de acción en la cama. Eso me alegra y frustra a partes iguales.
Ambos voltearon para ver a la pirata tomar una de las sillas vacías y pedir una bebida. Una vez estuvo acomodada, continuó.
─Eso es muy caballeroso de tu parte, digno de un cuento para niños en donde el amor es casto y puro. Sin embargo, si no haces nada pronto, creo que vas a reventar.
Por algún motivo, no se sorprendió de que Isabela interrumpiera su charla para decir algo así. Ella tenía una forma muy particular de pensar.
Haciendo un pequeño recordatorio, el mago comentó.
─No creo que esté preparado para eso. Sobre todo, después del encuentro tan cercano de sus recuerdos de esclavitud.
Riendo sonoramente, la pícara contraatacó.
─Lo sé, pero él también es un hombre y tiene necesidades como las que estoy segura tienes. Le es más difícil de admitir por su pasado en ese rubro, por lo que tal vez ese deseo sea mejor controlado que el tuyo.
Pensó por unos momentos la información que acababa de recibir, pero rápidamente fue desechado, diciendo en voz alta a la conclusión que había llegado.
─Si Fenris en verdad quisiera hacer algo de ese estilo me lo diría directamente. No creo que ande con rodeos.
La pirata lo vio con desesperación, como si no pudiera ver el punto que intentaba decir. Lo observó fijamente para después soltar.
─Y eso es exactamente lo que quiero decir. Ese es un gran defecto de los hombres; dan por sentado demasiado y ni se les pasa por la cabeza hablar con la otra persona para aclarar esos puntos, sobre todo si de por medio hay sentimientos. Por eso prefiero no hablar con ellos. Es más divertido cuando están ocupados en otros trabajos.
Hawke y Varric cruzaron miradas, no sabiendo muy bien si eso último era un elogio o un insulto. Con Isabela nunca se podría saber. Rompiendo el aire de confusión de ambos, el escritor aportó.
─Bueno, Broody no es una persona de exteriorizar sus sentimientos, por lo que Rivaini tiene un punto en eso. Sin embargo, recuerda que si presionas demasiado, puedes perder algo más que tu relación con él, como por ejemplo, tu cabeza.
El mago no sabía qué pensar acerca de esos comentarios (sobre todo los de Isabela) llegando a la conclusión de que una vez ambos estuvieran listos para eso, lo harían, sin presionar demasiado, pero si llegaba a presentarse no huir de él.
Después de todo, eran dos personas adultas
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Fenris no sabía lo que estaba pasando en ese momento, mas era algo que no le desagradaba. Aunque seguía siendo raro.
Garret había insistido en preparar una cena para ellos dos, alegando que era momento de celebrar por todo el tiempo que estuvieron juntos, además de su notorio avance en la escritura y lectura.
Era realmente obvio, incluso para aquellas personas que no les conocieran, que el hombre estaba planeando algo. Tan solo iba a esperar para ver las verdaderas intenciones del mago y disfrutar del momento.
Con cierta gracia, contempló el ir y venir de Hawke que arreglaba la destartalada habitación de su mansión, la cual en tiempos más fructíferos había sido el comedor, limpiando el lugar lo mejor que podía.
Cuando finalmente se dio por satisfecho, tomó varias de las cajas de madera que estaban por el lugar junto con una de las tablas, que el elfo sospechaba pertenecía al fondo de un armario, y las colocó de manera que formaran una pequeña mesa, al mismo tiempo que las cajas sobrantes las colocaba para usarlas como sillas.
Una vez terminada su labor, acercó una canasta llena de alimento, colocó cuidadosamente su contenido sobre la improvisada mesa, notó con cierta diversión que era una comida sin mucha gracia en ella, hecha con ingredientes comunes y corrientes, pero acomodadas como si fueran todo un gourmet.
Terminada su labor, Hawke extendió su mano hacia él en invitación para comer; correspondió casi de inmediato. Ambas partes comieron amenamente sin tener un tema de conversación en específico, aunque los dos habían omitido deliberadamente el tema de los magos, no quería arruinar ese momento.
Finalmente habían caído en un silencio cómodo, tan solo mirarse el uno al otro casi como si se tratara de un viejo matrimonio que no necesitaba las palabras para decirse las cosas.
Sin embargo, el momento no duró por mucho tiempo cuando la música comenzó a oírse por toda la habitación. Casi como si fuera necesidad, Fenris explicó.
─Uno de los Duques en Alta Ciudad le gusta mucho hacer fiestas, por lo que a veces se escucha por la mansión. Al menos he de decir que tiene buenos gustos en ese sentido e incluso he llegado a aprender algunas de las letras.
Hawke meditó por unos segundos la información, sorprendiendo al guerrero con su respuesta, como siempre lo hacía; se levantó de su lugar y justo frente a Fenris extendió su mano y preguntó.
─¿Me concederías esta pieza?
Decir que estaba completamente en shock era quedarse corto, sin embargo, no duró mucho, pues tenía que darle una respuesta a la proposición, por lo que sin pensarlo mucho, se levantó de su asiento y tomó la mano de Garret, la cual gustosamente le guió hacia una zona lo suficientemente despejada para bailar.
Inevitablemente, tal vez por la emoción del momento o porque deseaba expresar de alguna manera todo lo que su corazón sentía en ese momento, empezó a cantar la canción mientras comenzaban a moverse por la improvisada pista de baile.
Era consciente de que sus movimientos eran muy torpes a comparación de su pareja de baile, mas el mago ignoró el hecho y con paciencia siguió guiando sus pasos a través de la sala.
Conforme iba pasando la música, Fenris pensó que ésta quedaba muy bien con los sentimientos que comenzaba a sentir en ese momento, deseando por un momento que ésta nunca acabara.
Hawke acercó un poco más al elfo, queriendo estar más de cerca de la persona que le había robado el corazón desde el primer momento en que sus miradas se posaron una en la otra, con un inmenso deseo de besar a su pareja, pero no quería interrumpir la canción.
Siguieron así hasta que la música terminó, quedando un rato parados uno frente al otro, sin saber qué debían de hacer a continuación.
Deseando romper el silencio que se estableció en la mansión, el mago comentó tranquilamente.
─Cantas muy bien. Deberías hacerlo más seguido.
Siguiendo la corriente de la conversación, el guerrero devolvió el cumplido.
─Y tú sabes bailar muy bien. Eso explicaría por qué sabes moverte tan bien en el campo de batalla.
Garret negó ante el comentario, decidiendo cumplir su capricho de hace unos momentos. Rompió la distancia que había entre ellos y besó a Fenris.
En un primer momento, el beso fue casto, pero fue subiendo de intensidad, tanto así que en un momento estaban en el comedor y en el siguiente se encontraban sobre la cama del elfo, iluminaban la oscura habitación gracias a los tatuajes de Lyrium que se activaban con su tacto.
La noche había sido mágica.