Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sobreviviendo al amor por desileo

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Varric estaba observando a Hawke, quien supuestamente deseaba hablar con él; sin embargo, parecía completamente perdido en sus pensamientos mientras lucía una sonrisa boba en el rostro.

Sospechando la razón de ésta con la salida estrepitosa de Broody y las palabras enigmáticas de Aveline, el escritor se aventuró.

─Las cosas han ido bien últimamente, si es que tu rostro no miente.

Recordando la presencia del enano, el mago enfocó su atención en él y sin quitar su sonrisa respondió.

─No diré nada incriminatorio, solo que estamos dándonos una oportunidad, para ver si funciona.

Sintiéndose alegre de que al final su amigo pudiera encontrar lo que estaba buscando, felicitó.

─Eres un buen hombre, Hawke. Dudo mucho que quiera separarse de ti una vez que ustedes dos convivan un poco más. Créeme, yo sé de lo que hablo.

El hombre dio una simple inclinación de cabeza a modo de agradecimiento; el enano aprovechó para preguntar.

─Pero no creo que ese sea el motivo por el que me pediste vernos, ¿verdad?

Como si las palabras de Varric le hubieran recordado un tema importante, respondió casi de inmediato.

─En realidad tienes razón. Digamos que durante nuestra charla se escaparon cierta participación de nuestra charla de tú sabes qué y se siente algo traicionado por ti y por Isabela.

Pronto, el buen humor del escritor se esfumó en cuanto Garret soltó esas palabras que, a pesar de no ser realmente amenazantes, guardaban un gran significado detrás, puesto que el elfo solía ser muy rencoroso.

Pero conocía bien a su amigo y sabía que no dejaría que les hiciera algo, al menos que no les asesinara en el acto, por lo que, tanteando el terreno preguntó con temor en su voz.

─¿Debo de esperar algún ataque homicida de su parte o se contentará simplemente con darme una paliza?

Entendiendo el nerviosismo del enano, Hawke le tranquilizó.

─Ninguna de las dos, logré convencerlo para que no te hiciera nada a cambio de que yo escogiera la mejor forma de castigar a ambos.

Varric soltó el aliento (sin saber que realmente lo estaba reteniendo) y con más tranquilidad bromeó.

─Entonces no debo de preocuparme por nada en este momento, a menos claro de que decidas ser muy cruel conmigo y Rivaini.

Un tanto apenado por lo que le diría a continuación al escritor, decidió soltarlo lentamente.

─Aun así tendrá que ser algo con lo que él se sienta cómodo o justo, por lo que no te puedo prometer gran cosa.

Desestimando lo dicho por Hawke el enano, como buen embaucador, comenzó con su charla de convencimiento.

─Pero realmente podemos fingir que nos diste el castigo y que estamos realmente arrepentidos por ello, pero él nunca se tiene que enterar que dicho castigo jamás fue realizado. Si lo piensas bien, es conveniente tanto para ti como para Rivaini y yo, pues tú no tendrías que pasar horas tediosas supervisándonos y nosotros quedamos libres y sin un elfo asesino a nuestras espaldas.

El mago sonrió ante las palabras de Varric, haciéndole pensar que la idea le había agradado, sin embargo, todo eso fue desechado cuando éste le respondió.

─Lo siento Varric, no puedo hacer eso. Si llegara a descubrir que fue todo un engaño, entonces estaría más que furioso con ustedes, lo estaría conmigo y créeme que no queremos que llegue a ese punto porque nadie podría detenerlo.

El escritor lo vio de manera conocedora, sabía muy bien cuáles eran las verdaderas intenciones de Garret y se las hizo saber de manera molesta.

─Y por supuesto, como no quieres perder la oportunidad de estar junto a Broody entonces sacrificarás a tu mejor amigo para mantenerlo feliz y accesible. Aunque dudo mucho que él llegue a mostrar una pizca de felicidad, pero mi punto se entiende.

Hawke soltó una risa apenada, confirmando el punto del pícaro. Intentando calmar el mal humor de su amigo, aseguró.

─No será tan malo, te lo prometo.

Mostrando que la situación realmente no le molestaba, Varric tranquilizó.

─Está bien, te entiendo. Ahora dime, ¿cuál va a ser nuestro castigo?

Más tranquilo, Garret le contó calmadamente.

─No tendrán que beber nada con alcohol durante una semana al menos. ¿Es lo suficientemente justo para ustedes?

Varric vio sus posibilidades, pensando que al menos eso sería mucho mejor que morir a manos de Broody, por lo que asintió.

¿Qué tan malo podría ser?

----------------------------------------------

Fenris tenía un debate interno. Puede que haya aceptado sus sentimientos por el mago (lo cual ya era todo un logro en sí a pesar de sus prejuicios) pero eso era realmente harina de otro costal.

Estar en la casa del tío de Hawke para buscarlo y toparse a su madre nuevamente no era tarea fácil, puesto que la situación era diferente; ya no era un simple amigo de su hijo, sino su pareja o al menos es lo que creía que habían empezado.

Quitando todas esas dudas que no eran propias de él, apartó todas esas ideas tan tontas y tocó la puerta, con la esperanza de que Garret fuera el que respondiera; sin embargo, en su lugar fue su tío Gamlen.

Antes de proferir cualquier palabra, el hombre con su característico mal humor le dijo entre dientes.

─Mi sobrino no está, así que lárgate, orejas puntiagudas.

Sin darle oportunidad de decir cualquier cosa para defenderse cerró la puerta, lo que causó que su tan intrínseca furia comenzara a arder dentro de él. Antes de poder plantearse derribar la puerta, una voz femenina se escuchó al otro lado.

─Gamlen, ¿quién era?

Con el mismo tono que había utilizado con él, respondió.

─Es uno de los delincuentes que suele frecuentar tu hijo, el que tiene todos esos tatuajes raros, pero ya le dije que Garret no está.

Por unos segundos, Fenris no pudo escuchar la discusión de ambos hermanos, ya que habían bajado considerablemente la voz o porque ambos se habían callado. Tiempo después, cuando planeaba regresar en otro momento, la puerta se abrió y se mostró el rostro amable de Leandra Hawke.

Rápidamente, ella se disculpó.

─Lamento mucho el comportamiento de Gamlen, ya sabes que en estos días no sabes lo que te puedes encontrar por ahí.

Desde el fondo de la casa se pudo escuchar un ligero gruñido de desaprobación, que ignoró su hermana para continuar.

─Como ya ha dicho, Garret no está en estos momentos, pero, si gustas, puedes esperarlo mientras regresa dentro de la casa.

Sintiendo que dicho ofrecimiento estaba fuera de lo que estaba acostumbrado, intentó declinar la oferta amablemente.

─Muchas gracias, pero no quiero molestarla con mi presencia en su hogar.

Leandra negó con la cabeza mientras añadía.

─No lo es y mucho menos cuando fuiste tú quien me ayudó aquella vez para recuperar mi anillo de matrimonio.

El guerrero quiso negar esas palabras, mas la mujer tomó amablemente su mano y lo dirigió dentro de su morada, no tenía más opción que seguirla. Después de todo, ¿qué podría pasar?

-------------------------------------------------

Leandra contaba animadamente una de las tantas historias de infancia de Garret al joven elfo sentado a su lado, el cual la escuchaba atentamente, como si tratara de una historia épica, confirmaba el interés que tenía por su hijo.

Desde la muerte de su marido, su hijo mayor se había hecho cargo del resto de su familia, lo cual hizo que madurara mucho más rápido de lo que hubiera deseado y dejó de lado su propia vida para atender sus necesidades.

Tenía la pequeña esperanza que el elfo a su lado le ayudara nuevamente a retomar su vida para que pudiera vivir su juventud plenamente.

─…y terminó todo lleno de lodo. Recuerdo a Malcolm teniendo que limpiar todo el estropicio que hizo en el granero. Le tomó toda una semana para que quedara limpio.

Por unos segundos pudo ver una pequeña sonrisa en la cara del joven, haciéndole pensar que no era muy frecuente que sonriera por lo que, mientras ofrecía unas galletas recién horneadas continuó.

─Y pensar que ahora ya es todo un hombre hecho y derecho, pero a veces puede hacer desastres iguales a esa vez. Me pregunto si has sido testigo de eso.

Fenris pensó por un tiempo para después contestar.

─Bueno, no incluye lodo, pero a veces nos mete en muchos aprietos, como cuando terminamos en una fosa llena de osos o cuando terminamos dentro de un prostíbulo para huir de algunos mercaderes.

La mujer sonrió por esa pequeña aportación para después agregar.

─Eso me recuerda a otra historia…

─Madre, ¿qué estás haciendo?

Ambos voltearon hacia la voz conocida de Garret, el cual no lucía muy feliz. Ignorando el malestar de su hijo, Leandra explicó radiantemente.

─Este jovencito llegó a la casa para hablar contigo, sin embargo, como no estabas le sugerí que te esperara aquí mientras llegabas.

Con un deje de horror, el mago comenzó a indagar los daños provocados por su madre.

─¿Y qué has hecho con él?

Serenamente le explicó a Garret.

─Nada malo, solamente nos hemos puesto a hablar de tu infancia. Me sorprende que ninguno de tus amigos sepa nada de eso. Eras tan lindo cuando eras pequeño.

Pareciera que estaba por reclamar, mas se calló al ver la sonrisa que estaba tanto en la cara de su madre como en la de Fenris, por lo que derrotado (y un tanto humillado) respondió.

─Muy bien. Si no te molesta, iré con Fenris a hablar de lo que sea a lo que haya venido.

Rápidamente tomó al elfo y salieron de la casa, dejaba a su madre con una pequeña sonrisa satisfecha en su rostro.

Eran el uno para el otro.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).