Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Héroe de Manga. por Hellouniverse

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!!! Aquí Jun de nuevo

Espero disfruten el capítulo tanto como yo disfrute escribirlo jajaja

Quería avisar que también estoy subiendo esta historia a mi cuenta de wattpad: hellojunu (el link está en mi user) por si gustan ir a conocer la portada y unos lindos moodboards que hizo una amiga mía :)

Gracias!!!

Ningún hombre es una isla, completo por sí mismo.

-John Donne

 

 

 

—No llores más —susurré en su oído.

 

Nos detuvimos en unas banquitas fuera de la escuela; tuvimos que salir, por lo que aquí llegamos. Dejé nuestras mochilas encima como pude sin dejar de abrazarlo. Me apenaba decir que Baek no había dejado de llorar, pero al menos no había rechazado mi consuelo y ahora lo hacía en mi hombro.

 

—Tranquilo, todo va a estar bien, yo te voy a ayudar, ¿sí?

 

Se separó lentamente de mis brazos y me miró como nunca pensé que lo haría. Nunca pensé que estaríamos tan cerca, que podría contar el número de pestañas que tenía en cada enrojecido ojo, que vería la forma de sus párpados con tanta precisión. Quedé deslumbrado de tanta belleza.

 

—Chanyeol —dijo suavemente—, no tienes que ayudarme, yo puedo solo, gracias

 

Sabía mi nombre, ¡sabía mi nombre! Aluciné por unos instantes, pero luego lo miré. Volvió a bajar su mirada con tristeza mientras intentaba inútilmente soltarse de mí.

 

—No estás solo, ¿me oíste? No sé qué es lo que te tiene tan triste, pero si puedo ayudarte aunque sea un poco, dímelo

—Eres muy dulce, gracias —sonrió con delicadeza.

 

Él se muestra tan fuerte, pero en realidad es un llorón. Es un poco, uhm, como yo, pensé.

 

— ¿Qué más puedo hacer por ti? —pregunté con timidez.

 

Aún no podía creerlo y es que hablar con Baekhyun era casi como una fantasía imposible para mí. Tenía miedo, miedo de que todo esto fuera una mentira, de que Baek se burlara de mí y me odiara.

 

—Nada, está bien —repitió, secándose los rastros de lágrimas.

 

Pude sentirlo, el muro de nuestras diferencias, el cual se había abierto por estos minutos, estaba cerrándose otra vez. No quiero, no quiero volver a ser ignorado. Esto no es coincidencia, es el destino, yo rogué por esto, debo ser valiente.

 

—Me dijiste que te gustaron mis dibujos, ¿quieres que te muestre más? —propuse un poco alto.

 

Me miraste algo asustado. Dios, que vergüenza, estaba desesperado, creo que mis orejas se volvieron dos tomates gigantes.

 

Tomé mi mochila de la banca, la abrí rápidamente y saqué mi croquera, estaba dispuesto a humillarme gratuitamente para no verte llorar más, ¿si esto no es amor, entonces qué? Pensé. Estaba intentando sostener como podía todas estas cosas, mis manos temblaban, quise sentarme para poder mostrarte mejor mis dibujos, pero no sé cómo, me tropecé y me pegué en la cabeza al caerme de espaldas, dejando caer todas mis cosas. Después de la caída abrí mis ojos, mis lentes habían salido disparados hasta cerca de tus pies, tú te estabas cubriendo la boca, pasmado.  

 

— ¿Estás bien? —corriste hacia mí con preocupación.

—Sí —respondí sobándome la cabeza—, mi cabeza es un imán de cosas —bromeé.

 

Te volviste a reír con suavidad. Te reíste, sí, lo vi, no sabes cuánto me alegraba.

 

—Tienes una sonrisa muy linda —hablé—, no llores más, ¿ok? Mejor riamos —propuse, enderezándome.

—Tú también tienes una sonrisa muy linda —agregó, bajando la mirada.

 

Ahora yo quería llorar. Nunca me habían dicho algo así en mi vida, solo mis amigos y padres. Mi corazón se estremeció, ¿de verdad alguien pensaba que algo de mí era lindo?

 

— ¿De verdad piensas eso de mí? —no pude evitar dudarlo.

 

Me miraste con una mirada extraña, diría que enternecida, pero sería demasiada ilusión pensar eso. Agarraste mis lentes del suelo y te agachaste a mi lado sosteniéndolos firmemente.

 

—Claro que lo pienso, de hecho creo que con lentes te ves algo… lindo —finalizó, colocándomelos.

 

¡Wa! No pude evitar reírme como un tonto, estaba muy feliz, si esto es un sueño por favor no me despierten jamás.

 

—Chanyeol, ¿recuerdas ese día que Yifan se rió de ti? —dijiste con un tono tristón, cambiando de tema.

—Sí, cómo olvidarlo —bufé con amargura—, pero no recordemos eso, no es importante

—Estás equivocado —dijo tajante—, es muy importante, tú eres importante y…

—Baek, en serio, no es necesario

—Ese día Kris te dijo palabras muy feas y yo me reí. Perdóname —rogó—, perdóname Chanyeol, estuve ahí en todo momento y no fui capaz de hacer nada por ti, fui un puto cobarde

 

Lo miré impresionado, jamás de los jamases pensé que un chico como él estaría pidiéndole perdón a mí, a un don nadie.  

 

—No tienes que pedirle perdón a alguien como yo

—Claro que sí, y porque eres tú es que te lo pido de esta forma —aseveró con seriedad.

—Gracias Baek, pero yo te entiendo, los entiendo a todos, si me defienden lo más probable es que Kris se las agarre con ustedes

 

Era el miedo. Si yo viera como le hacen daño a otra persona me interpondría sin pensarlo porque yo he pasado por lo mismo, pero para el que nunca lo ha vivido no es algo conveniente. A nadie le gustaría que le hicieran bullying, era tan fácil meterse en él y tan difícil salirse.

 

—Hay algo que en esta escuela nadie sabe de mí —inició, tímido.

 

Me callé, sorprendido por lo que comenzaría a relatar.

 

—-Cuando yo llegué a esta escuela… no fue porque a mi mamá la transfirieron, fue porque estaba escapando

— ¿Escapando de qué? —pregunté, inseguro.

—En mi otra escuela se burlaban de mí, me acosaban, hasta llegaron a golpearme un par de veces. Estaba desesperado, si no me iba de ese lugar no sabía que iba a ser de mi

—Pero… ¿por qué? —boqueé, atónito.

—Porque según ellos era afeminado —musitó con tristeza—, todo el día andaban detrás de mí, Chanyeol, esta aterrado, yo no era tan fuerte como tú

 

Quise volver a hablar, pero él levantó un dedo para que no lo interrumpiera.

 

—Llegó el día en que no pude más y le dije a mis padres, ellos pegaron un grito en el cielo cuando supieron, estaban enojadísimos, corrieron a la escuela e hicieron un gran escándalo, pero la escuela era una mierda, la directora era un asco y no hizo nada para detener a los malos —suspiró, frustrado—. Ese día mis padres tomaron la decisión de sacarme de ese colegio y cambiarme a otro y yo no pude estar más agradecido.

—Lo siento, Baek, yo no sabía —me acerqué, tratando de consolarlo.

—Por eso cuando llegué acá empecé de nuevo, fingiendo ser alguien que no soy, porque si demostraba ser diferente me molestarían y yo no quiero vivir eso de nuevo Chanyeol, no quiero —sollozó débilmente.

—El primer día que llegaste te vi tan genial, tan seguro y te hiciste amigos tan rápido que… pensé que éramos tan diferentes —reí avergonzado.

—Y así lo es —afirmaste cabizbajo—, tú eres valiente y yo un cobarde, yo sé cuánto duele que se burlen de ti, pero a pesar de eso nunca has dejado de ser tú

—Yo no soy valiente —contradije—, me duelen las burlas, mamá tiene que consolarme casi todos los días porque muchas veces llego llorando a casa —finalicé con la voz rota, nunca me había sincerado de esta manera.

—Eres tan bueno Chanyeol, algo tienes, algo que de alguna forma no soy capaz de explicar, como un aura especial que te rodea

—No tengas miedo, Baek —dije—, es difícil, me ha costado amigos, fiestas, trabajos en equipo, imagino que sabes de lo que estoy hablando, pero no cambies, no les des en el gusto

—No puedo evitar tenerlo —susurraste—, no quiero vivir esto de nuevo, Chanyeol, tengo miedo

— ¿Por qué llorabas? —pregunté serio.

 

Me estaba muriendo por dentro, pero tenía que hacerme el fuerte, alguien tenía que hacerlo.

 

—El otro día alguien dejó unas fotos en mi casillero, unas fotos de mi antigua escuela. Quedé en shock, no supe que pensar, solo habían dejado las fotos allí, nada más y volví a acobardarme —hablaste, asustado.

—No estás solo, Baek —lo tomé de las manos con firmeza—, tenemos que apoyarnos los unos a los otros, ¿Para qué pelear? Si hemos vivido lo mismo

—Eres tan noble, no merezco tu propuesta

—Quiero ayudarte y estar contigo, apoyarte, conocer al verdadero Baek, ese al que le aterra mostrarse por miedo al qué dirán —repetí, convencido.

 

Y entonces ocurrió algo que nunca pensé ver: las mejillas de Byun-chan se tiñeron lentamente de rojo, sus ojos temblaron al igual que sus labios.

 

—Está bien —respondiste—, prometo apoyarte, y conocer al verdadero Chanyeol, ese que se muestra torpemente por los pasillos —reíste torpemente.

— ¿Es una promesa? —corroboré, alzando mi meñique derecho.

—Sí —y uniste tu meñique con el mío.

 

Al cabo de nuestra promesa tuvimos que tomar diferentes rumbos, pero no me importó porque ahora teníamos un lazo, algo nos unía, así lo sentía mi patético corazón enamorado. Caminé lentamente hasta mi casa, una dulce melodía de piano sonaba en mi cabeza, digna de un soundtrack de anime. Una sonrisa tonta adornaba mi rostro y no dejaba de acariciar mi dedo pequeño. Observé el paisaje, el sol se estaba ocultando y el cielo estaba casi oscurecido, pero aun así lograban verse rayos de luz a lo lejos, así me sentía yo.

 

Para el lunes siguiente nada había cambiado, mis compañeros seguían en sus vidas como si nada, si tan solo supieran lo que sucedió el viernes pasado, con tan solo recordarlo me sonrojaba y me daban ganas de saltar como un tonto.

 

—Algo te pasó, cuenta —dijo Jongdae con una sonrisa, mientras llegaba y se sentaba en su puesto.

—Nada, ¿por qué piensas eso? —respondí, evitando su mirada.

—Creo que te vi saltar con tus dos manos juntas en el pecho en la mañana cuando llegué

 

Rayos, entonces en verdad no podía esconder lo que me pasaba.

 

—Hablé con Baek —susurré avergonzado en su oído.

— ¿Misaki-chan? —exclamaste asombrado.

—Si quieres te paso un megáfono y lo gritas más fuerte —dije enfadado.

— ¿Y? ¿Te le confesaste? ¿Se dieron besitos? —se burló, haciendo muecas con sus labios.

—No, pero supe que Minseok tenía novio —solté, para molestarlo.

—Lo sé —suspiró abatido—, me lo dijo él mismo, me pidió que no lo siguiera acosando porque su novio podría enfadarse

—Qué mala suerte —lo apoyé sobando su hombro con mi mano.

—Descubrí que la soltería es mi rumbo —rió, intentando animarse.

—Ya vendrá otra persona

—Tranquilo, no es el fin del mundo —sonrió, resignado—, ahora cuéntame más, ¿de qué hablaron el pequeño y tú?

—Hicimos una promesa —anuncié levantando mi meñique.

—Gracias, no necesitaba tanta información —bufó sarcástico.

—Conversamos de nuestras vidas, supe un poco más de él y él de mí, intentaremos ser amigos —terminé con una gran sonrisa.

— ¿En serio? —expresó asombrado.

—Sí, ¿recuerdas esa apuesta que me hiciste la otra vez? —recordé, sobándome la barbilla.

—No, no sé de qué me hablas —respondió desviando la mirada.

—“Si logras que te hable, te pago 50 billetes” —recité de memoria—. Creo que alguien me debe 50 billetes

—Está bien, te aviso que te acusaré con Baek entonces, mira que apostar su amistad, que feo —me indicó con el dedo.

—No seas burro, no mezcles peras con manzanas, tú me debes dinero y se acabó

—Me gustaba más cuando eras un idiota —reclamó.

— ¡Oye! —me quejé—, puedo ser muchas cosas: otaku, nerd, feo —nombré con mis dedos—, pero sé de apuestas y dinero.

 

Jongdae se dio la vuelta para mirar hacia el frente bastante molesto, estaba frito, me debía el dinero. ¿Qué podría hacer con él ahora? Invitar a Baek a una cita-no-cita suena perfecto, le diré que salgamos a comer un helado, él no tiene que saber que es una cita. Soy un genio, pensé. Miré hacia el frente y me encontré con su mirada tan dulce, alzó una de sus manos y me saludó antes de que el profesor entrara, sus amigas lo miraron extrañado pero a él no le importó. Me sentí tan importante y bendecido una vez más.

 

El profesor habló de mil cosas que ni siquiera recuerdo, ojalá no sean tan importantes porque la verdad es que me dediqué a mirar a Baekhyun toda la clase. Cuando tocaron el timbre para el descanso me paré velozmente para ir a hablar con él, pero no pude, ya que sus amigas fueron más rápidas que yo. Una de ellas antes de irse me miró con desdén a lo que bajé la cabeza con tristeza para volver a sentarme en mi asiento.

 

 

***

 

 

— ¿Qué te pasa con Chantroll, Baek? —disparó molesta una de las chicas al más bajo.

— ¿Por qué, qué les pasa? —devolvió la pregunta, haciéndose el desentendido.

—Yo vi claramente como lo saludabas, incluso le sonreíste, siendo que el otro día ni siquiera lo mirabas

—Pues nada, me cae bien, es un chico muy dulce —respondió, tímido.

—Ay sí claro —chistó otra de sus amigas—, dulces son los perritos en internet no Chanyeol

—Ayer hablé con él, me ayudó sin que se lo pidiera y no esperó nada a cambio —explicó.

—Qué asco, ¿te bañaste después de hablarle?

 

Baek se quedó callado, ¿en verdad podía existir gente tan cruel? ¿Cómo podrían odiar tanto al chico como para que les de asco su solo contacto? Miró al piso acongojado, no sabía qué hacer. No podía decirle a sus amigas lo que habían hablado ayer y tampoco podía seguir defendiéndolo porque comenzarían a hablar mal de él y le daba miedo.

 

Miedo, miedo, miedo. Su pecho sintió un gran peso encima, no quería volver a ser molestado, no quería volver a sentir las miradas de odio sobre su cuerpo, no lo soportaría una vez más.

 

—No puedes hablarle más, Baekhyun, ¿me escuchaste? —inquirió molesta la más alta de ellas.

 

Levantó la mirada.

 

—Ustedes no tienen derecho a hablar así —habló con toda la valentía que pudo.

—Sí podemos, así que ya sabes lo que tienes que hacer

—No me importa lo que me digan, yo seguiré hablando con él

 

“Tenemos una promesa”.

 

—Y no me interesa seguir reuniéndome con ustedes —escupí enfadado.

—Espero no te arrepientas, solo eso te diré —repitió una de ellas mientras se marchaba con el grupo.

—No me arrepentiré —afirmó para el mismo.

 

El chico caminó sin fuerzas hasta uno de los pasillos, ahí se quedó parado en silencio mientras todos los demás alumnos corrían y caminaban sonrientes con sus amigos. Amigos que el ya no poseía, era obvio que las chicas estaban enojadas y si ellas estaban así no demorarían nada en ir con el chisme a Nayeon, Soojung y Soyou. Estaba solo.

 

Odiaba estar solo.

 

— ¿Qué haces aquí tan solo, Baek? —habló una voz conocida.

— ¿Minseok? —dudó, extrañado.

—Sí, ese soy yo —rió.

— ¿Me conoces?

—Sí, cómo no conocer al gran Byun Baekhyun —siguió risueño—, te vi peleas con tus amigas y me preguntaba si quisieras comer conmigo y Luhan —propuso.

— ¿Luhan es tu novio? —preguntó, aún con dudas.

—Sí, toda la escuela lo sabe —se burló.

—Todos menos el amigo de Chanyeol

 

Minseok se quedó mirando al pelicastaño durante unos segundos.

 

—Me gustaría hablar de algo contigo, Baek —habló seriamente.

— ¿De qué? —contestó extrañado el otro.

—Las fotos que colocaron en tu casillero el otro día

 

El más bajo quedó atónito, se suponía que nadie sabía de ese tema.

 

— ¿Qué? ¿Cómo lo sabes? —titubeó.

—Yo sé quién las puso allí y por eso quiero ayudarte —sentenció con una pequeña sonrisa.

— ¿Por qué? —repitió, confundido, nada tenía sentido para él.

—Mírame —indicó—, soy nerd, me gustan las matemáticas y tengo una pareja hombre —rió, como si fuera lo más normal del mundo.

— ¿Y eso, qué?

—No soy el ser más sociable de esta escuela

—Parece que ahora yo tampoco —rió nervioso, Baek.

—Chanyeol habló conmigo, siempre me habla de ti

 

Chanyeol, Chanyeol, Chanyeol. Todo era él en la cabeza del pequeño.

 

—Tengo miedo —susurró el más bajo.

—Tranquilo, te invito algo y conversamos los dos después de clases, ¿te parece?

 

El otro no alcanzó si quiera a responder cuando el mayor ya se había ido.

 

 

 

Notas finales:

Y eso fue todo por hoy <3

Gracias por llegar hasta acá, eso significa que leeíste todo :D espero te haya gustado.

Recuerda!!! 

Dejar comentarios es gratis y me darías mucha felicidad :)

Nos leemos o/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).