-¿como pasó?-preguntó Sherlock, siendo directo respecto a lo que quería saber.
-Stark estuvo muy metido en ese asunto desde que llego, sembro dudas en Watson al punto que empezo a notar mi distanciamiento desde que se había casado-
-eso explica su incomodidad respecto a ese asunto-recordó Sherlock-¿desde el inició?-
-me tarde bastante en notarlo de hecho, los sentimientos no eran de mi interés, así que poca atención le preste a mis reacciones-le contestó Holmes sin ningún problema.
Ninguno de los dos se estaba mirando, una costumbre adquirida, como si de esa forma pudieran evitar hacer conexión con alguien.
-usted ya lo sabe-continuó Holmes-¿desde cuándo?-
-desde que un peligroso criminal lo vistió de bombas, aquél nudo en mi garganta y el miedo que empece a sentir no eran normales-
-un vínculo afectuoso-
-exactamente-estuvo de acuerdo Sherlock.
Se quedaron en silencio un par de minutos más, solo viendo a la gente pasar, como un ejercicio mental en el que deducian a todos y cada uno de los peatones.
-la verdadera identidad de Sander sera difícil de conseguir-
-sería perder el tiempo tratar de encontrarlo, lo mejor sera seguir su patrón de comportamiento y tratar de evitar cualquier acto en contra de Stark, mantenerlo vivo es la prioridad-resolvió el detective más alto.
-concuerdo, su inactividad solo nos deja en claro que estamos cerca, cualquier movimiento de su parte significaría su ruina, entre todo esto debe haber un punto que une todos los indicios-medito Holmes.
-tres personas muertas, a las cuales aún hace pasar por vivas para poder tomar sus vidas y mantenerse entre las sombras-
-esas tres personas deben de tener una coartada para no ser vistos, algún viaje de negocios, vacaciones...-
-...una coartada muy sutil, ya que no existen datos en la red que nos diga que hisieron o a dónde fueron, debemos buscar a sus familiares y jefes o compañeros de trabajo-complemento Sherlock.
Ambos detectives por fin se miraron, y como si pudieran leer su mente, ambos levantaron su mano para saludarse entre sí.
-sera un gusto trabajar con usted Sherlock-
-igualmente Holmes-
* * *
-Ya llevan bastante tiempo abajo-comentó John mientras regresaba de observar de nueva cuenta por la ventana.
-¿es un cráneo real?-le preguntó Watson mientras observaba la extravagante pieza.
-ehh bueno, no lo se-
-lamentó haberlos sorprendido de esa manera-se disculpó el doctor del pasado, aunque realmente no parecía muy arrepentido.
John apenas asintió, sintiendose un poco incómodo.
-¿tú y Sherlock...?-
-no-se apresuro a negar-no, nada de eso, solo somos amigos-le respondió John.
-¿estás seguro que no...?-
-no soy gay y Sherlock tampoco, de hecho, es asexual según me ha dicho-
Watson lo miro sin creerle una palabra, no pudiendo evitar recordar cuándo Tony los había puesto en la misma situación.
Él y Holmes debieron verse ridículos negando su evidente atracción mutua ante el Stark.
-Sherlock, como Holmes- comenzo a contarle-se esfuerzan en eliminar toda emoción de su juicio para que su razonamiento sea lo más lógico y perfecto posible-
-lo se, lo he visto-
-pero..-recalcó Watson, haciendo que su contraparte frunciera el seño al escuchar esa palabra.
-¿pero qué?- se atrevió a preguntar, aún cuando no deseaba saber la respuesta.
-pero ambos son humanos, nuestra relación floreció en un siglo en el que esta penado por la ley, tal vez ustedes...-
-pero yo noy gay-repitió John, no entendiendo el punto al que su contraparte quería llegar.
-olvidelo-dijo Watson al ver que convencerlo sería inútil.
El silencio que les siguio solo fue roto cuando la señora Hudson subió de nuevo, encontrandose con dos platos aún llenos de comida.
-de seguro son de Holmes y Sherlock, se enfermaran si no comen-murmuró-ustedes son médicos, deberían saber lo que podría provocarles estar tanto tiempo sin comer-
-Sherlock no me escucha-
-Holmes suele ignorarme cuando se lo menciono-
-pues deberían tratar con más fuerza-los regaño de todas formas, saliendo del cuarto con aquél par de platos en sus manos.
-son un caso perdido-murmuró Watson en un suspiró.
-si, si que lo son-estuvo de acuerdo John, resistiendo las ganas de voler a mirar por la ventana y asegurarse que su compañero seguía ahí.
* * *
Tal vez había sido mala idea, o tal vez no.
Era lo que Steve se debatía mientras observaba la entrada al taller de Tony.
Había ido a buscarlo al laboratorio con la excusa de saber si tenían algo, pero Tony no estaba ahí.
Bruce le había dicho que se había ido a trabajar en su taller mientras el rastreador de energía gamma terminaba su escaneo.
Y de esa manera había terminado frente a su taller, un poco nervioso y sin saber como justificar su visita.
Al final se decidió por dar media vuelta e irse, era algo bastante tonto.
Ya había avanzado un par de metros para cuando tuvo que girarse al escuchar que le hablaban.
-¡capipaleta!-le había gritado Tony al verlo irse.
Steve dio un respingo al escuchar el apodo, realmente no le terminaba de agradar.
Tony caminó hacia él en pasos rápidos, con una sonrisa impresa en su rostro.
-mira que me has ahorrado la busqueda-bromeó Tony-ven, tengo algo para ti-lo tomo del brazo y lo jaló hasta llevarlo a su taller.
Steve miró con curiosidad el lugar, notando varias maquinas de las cuales desconocía su funcionamiento.
El castaño se separo de él breves instantes mientras iba por un aparato que tenía sobre el escritorio, dejando que Steve anduviera a sus anchas observando el lugar, que ha decir verdad era bastante grande.
Un ruido sordo lo obligo a voltear, haciendo que Steve se estremeciera.
¿Habia derribado algo por accidente?
-¡babas!-gritó Tony, mientras veía algunas piezas de su armadura tiradas en suelo gracias al choque del robot con la mesa sobre la cual se encontraban-mas te vale que no haya roto nada o usare tus piezas para arreglar mis juguetes-
Steve reprimio una sonrisa.
¿Tony estaba hablando con una maquina?
-no sabía que hablaras con tus robots- comentó el rubio, haciendo que el genio se volteara a verlo.
-son mis bebés, tengo que hablarles de algún modo-
-¿y todas tienen nombre?-
-solo él, lo construi en la universidad, saluda Babas-
Este obedeció, haciendo un movimiento que bien podría tomarse como un saludo.
Steve observo las piezas en el suelo, intentando imaginar para que las usaría el Stark.
-es para un nuevo traje autónomo de propulsión- le ayudo un poco Tony-la idea es que yo pueda llamar a la armadura parte por parte, me permitira encontrarme preparado en caso de algún ataque sorpresa, aún no esta lista, pero estoy trabajando en ello-
Steve asintió, entendiendo a medias lo que el genio trataba de explicarle.
-es bastante impresionante-
-si, lo se-respondió Tony-pero no nos distraigamos, esto es lo que queria darte-le dijo Tony mientras caminaba hacia él, entregandole un delgado y rectagular aparato.
El rubio lo miro sin saber bien que era, pero parecia una mini pantalla, como las que Tony tenía en el comedor y la sala.
-pienso darle uno a todo el equipo, me di cuenta de que tú no eres el único con un celular de la era de los dinosarios, bueno, el de ellos tal vez solo sean del siglo pasado-
Al entender que era un teléfono, Steve trato de encenderlo, pero no tenía botones visibles.
-no, así no funciona-lo corrigió Tony, dandole luego un doble clic a la pantalla, haciendo que se encendiera.
-gracias por el gesto Tony, pero yo no entiendo de tecnología, creo que me quedare con mi antiguo teléfono-
-¿esa piedra testigo del big bang? No, eso no pasara-Tony acerco un banco en el cuál se sento, tomando el telefono de las manos de Steve mientras comenzaba a explicarle.
-de aquí no sales hasta que sepas usarlo Steve, de mi cuenta corre-
-Tony ¿no estas ya bastante ocupado?-dijo Steve, buscando safarse de eso.
-para nada, ahora pon atención abuelo, esto es vital-
Como todo un buen maestro, Tony le explicó una y otra vez el funcionamiento del aparato en sus manos, mostrando una paciencia poco vista en él.
Aunque al principio se sintió un poco incómodo, Steve no tardo en relajarse y descubrir que la tecnología, realmente no era tan complicada.
Bueno, eso quitando cuando algunas veces Tony se perdía en su propio mundo y comenzaba a hablar con palabras bastantes técnicas y extrañas para el rubio.
Y sin siquiera darse cuenta, escucho hasta lo mas mínimo y sin importancia que Tony tenía que decir.
De alguna manera ya no se sentía tan solo.