Saboree aquel tentativo sabor que habían dejado sus labios, tentativo a proseguir a devorar su boca rojiza a más no poder.
Mi chiquillo se hizo para atrás, y con las palabras entre cortadas, algunas gestos muy atontados y con su cuerpo temblando finalmente salió del salón empujando todos en su camino huyendo rápidamente.
Me cruce de brazos dejando salir un suspiro pesados, negué con mi cabeza un par de veces y miré a mis compañeras alocadas tratando de asimilar lo ocurrido mientras sus ojos no se despegaba de la pantalla de móvil seguramente repitiendo las fotos y videos tomados en ese sensual beso.
-Las imprimen y me las dan por fa, yo también las quiero
Yo, David, me declaro oficialmente homosexual el día de hoy, estaba harto de fingir que las chicas me interesaban y que mejor momento de quitarme de encima esas molestias besando al hermano de mi ex novia ¿no creen? Aquellas palabras admito que si las dije, prefería mil veces al lindo de Abel que a la horrenda de mi falsa novia pero eso no quería decir que tenia una atracción hacia él. En pocas palabras lo estaba utilizando como excusa para poder salir de mi zona de confort y de una vez por todas cazar algún buen chico, aun si eso me llevaba serie de burlas y desprecios.
Ahora que lo pienso, ¿Acaso era necesario que yo tuviera que soportar en realidad todos los insultos? Es realmente estúpido pelear por gustos, es como si lo compararamos con diferentes gustos en algún cereal ¿no creen? Sigue siendo lo mismo y en ambos casos la sociedad pelea por lo que más le guste.
El timbre que finalizaba el receso llegó hasta mis oídos y eso a su vez indicaba mi hora de salida. Era común irme en las últimas horas pues aprovechaba para descansar y estudiar fuera de estupidez de mis compañeros. O eso tenía pensado hacer antes de ser interrumpido por la mano de alguien en mi hombro, sosteniendolo con una fuerza que me hizo voltear.
-¿es cierto que eres gay?- era uno de mis compañeros mirándome con cierta burla y superioridad.
-¿por qué el interés? No estoy interesado en ti ni en descubrir tus verdaderos fetiches.
No puedo entender, mi compañero ya estaba furioso y con puño cerrado, vamos, eso ni siquiera era un insulto pero como provenía de un gay ya era motivo de violencia. En mis planes no se incluía huir por lo que cerré los ojos sin más esperando el golpe, fue ahí cuando lo escuché... Escuché la verdadera voz dulce en mi vida.
Mi profesor de matemáticas
No recuerdo que tantas cosas dijo en mi defensa pero vamos, un gay puede reconocer a otro gay y este profesor no venía precisamente a salvarme por su profesión ¿no es así profesor?
Fue entonces que, después de haber mandando a dirección a aquel idiota de antes nos encontramos solos en un salón, éramos él y yo dos estúpidos de closet (bueno cancelemos el mio) mi pecho se inundó de pulsaciones y parte de mi de temblores pues a pesar de que siempre le he querido en mis brazos dudaba ¿somos buena pareja? Vamos averiguarlo.
-Gracias, se siente bien confiar en usted... Siempre está para sus alumnos aun que no era necesario, tarde o temprano va a ocurrir eso.
-Oh no digas eso David, yo puedo cuidar de ti.
No sé ustedes pero yo realmente creo que hay un ambiente "romántico" aquí
-Sí quieres podemos ir a la biblioteca para hablar de algunos asuntos... Ya sabes, he visto que te están fallando los últimos temas y definitivamente no puedo dejar que te quedes atrás.- extendió su mano con una de sus sonrisas más amables.- además a estas horas ya está vacía.
-Está bien...
Que excusa más patética profesor, si me quiere besar hágalo de una vez pero por ahora le seguiré su juego porque no hay mejor sentimiento que besar a dos personas el mismo día ¿a que si?
Le correspondí a su mano, era muy suave como para ser de un hombre, se notaba que cuidaba su imagen y ahora comprobaba que en general le gusta cuidarse, tiene 10 puntos extras profe ya veremos si se los quitamos o le damos más conforme a su beso. Llegamos, nada más entrar me aseguré de cerrar la puerta detrás mío.
Y sí, efectivamente habíamos llegado a esta situación nada más para unos besos, nos tomamos como si supiéramos el deseo que tenía el otro, estábamos a punto de rozar nuestros labios cuando la puerta se abrió
¡Era Abel! Bueno venga que eso se puede esperar un poco... Mi vida es toda una telenovela pero, no esperaba que trajera consigo a otro profesor detrás suyo. Definitivamente nos han encontrado en plena sensualidad.