Si estaba ahí era solo por una razón, había perdido en su intento de ganarle a Pyramid Head y mejor ahora que nunca, pensó Stiles.
Por lo que dejo a sus malditos amigos comiendo en casa mientras él se apresuraba al loft para cumplir su apuesta, porque Stiles Stilinski era todo menos un cobarde, bueno, eso sí lo era, pero siempre cumplía lo que prometía... Algunas veces.
Bueno, en realidad no deseaba enfrentarse a dos jóvenes hombres lobo.
Y después de todo Scott le aseguró.
«Si no llegas en una hora o menos, iré a buscar tu cadáver » Stiles tenía amigos como esos, dios mío.
Tomo el ascensor y espero con paciencia, por supuesto, de no ser que su corazón estaba apuntó de salir de su boca todo estaría mucho mejor, pero aquello era algo que estaba ocurriendo y no estaba del todo tranquilo.
«Es solo un beso...» lo peor que puede hacer Derek Hale es matarlo lentamente, pero con lo temperamental que es lo dudaba mucho.
«Hará un corte certero en mi yugular y entonces sabrá que la cago... Papá tiene balas de acónito, morirá cuando lo encuentren » se aseguró, como si esa idea fuera la mejor en que pensar.
Entonces la puerta se abrió, en el mejor momento, pensó Stiles. Salió de él con inseguridad y toco la puerta que daba al loft de Derek.
Ni siquiera tuvo que esperar, maldita sea, Derek Hale le abrió la puerta más rápido de lo que le hubiera gustado.
—Tú corazón está latiendo muy rápido ¿Ocurre algo? —Stiles puso los ojos en blanco.
Aquella voz profunda de Derek saco a Stiles de sus pensamientos «Malditos lobos y sus sentidos sobre desarrollados» Gimió de pura frustración en la privacidad de su mente.
¿Dónde estaban las "buenas noches, pasa"? Bueno, pero no iba por la amabilidad de Derek, iba a cumplir una apuesta.
—No —contestó antes de dar un paso hacia delante y encararse a Derek.
Sus ojos se encontraron inundados por la curiosidad y el silencio de la habitación, y se distrajo por un instante, nunca había visto de tan cerca los ojos de Derek, eran como un puñado de diamantina verde, pero no era momento para pensar en los místicos ojos del hombre lobo.
«Es ahora o nunca» pensó Stiles sintiendo que sus palmas comenzaban a sudar, y rápidamente los nervios incrementaron, Derek alzo una ceja, puesto que el estado del adolescente claramente no estaba en el rango "normal" que usualmente manejaba.
Pero incluso antes de que Derek preguntara de nuevo si algo andaba mal con él, Stiles tomo de los hombros al hombre lobo, y planto un casto beso en sus labios, tan inocente y brusco que denotaba lo inexperto que era.
Derek no se lo esperaba y a diferencia de lo que había hecho Erica, Stiles se aportó mucho antes de que pudiera reaccionar.
Stiles tenía la cara roja y una expresión asustada. Derek toco sus labios con el ceño fruncido y Stiles dio un paso atrás.
—Bueno, me tengo que ir... Chao —el adolescente dio media vuelta y corrió como alma que lleva el diablo, aunque Derek no se le veía con la intención de seguirlo, Stiles tenía esa vaga sensación de que corría grave peligro.
Quizás no hoy, quizás no mañana, pero algún día de esos, (Y creía saberlo muy bien) Derek le reventaría la cara con un buen puñetazo o algo similar.
Pero lo hecho, hecho estaba.
(...)
—Son unos hijos de puta —grito Stiles sobre actuando su enojo.
—Eh, esa boca —gimió su padre con un trozo de pizza a medio comer en la boca.
—¿Qué? —dijo en protesta Scott—. Ni modo de que no invitáramos una rebanada a tu papá.
—¡Mi papá no puede comer estas cosas Scott! Tu mamá se lo dijo, ¡Te lo dijeron muy bien! —apunto a su padre—. Pero eso no es lo peor, me voy unos se segundos y para cuando regreso ya no hay rebanada para mí... Regrésame mi dinero malos amigos.
—Ya, ya, ya —se quejó Isaac mientras se lamia la salsa de tomate que se le resbalo por los dedos—. Te vamos a recompensar mañana no dejándote solo con Derek...
—¿Qué paso con Hale? —pregunto el sheriff volviendo a su papel de padre. Porque sabía que su hijo se metía en cada problema.
Stiles se puso rojo, sin saber si era del coraje o de la vergüenza.
—Me pelee con él hace unos instantes, es un amargado que no deja de molestar —mintió Stiles y su padre en respuesta se le quedo mirando un par de segundos.
No se lo tragó, Stiles lo sabía, sin embargo su padre fingió no importarle y contesto.
—Si te molesta, dímelo, yo me haré cargo de él.
—No se preocupe señor, nosotros nos ocuparemos también de que no moleste a Stiles —se apresuró a decir Scott.
—Bueno, me voy a dar una ducha, sigan platicando chicos.
Stiles miro a su padre ir directamente a su habitación y después la fijo en sus amigos.
—¿Realmente lo hiciste? —pregunto Isaac con una sonrisa curiosa.
—¡Claro que lo hice! —dijo con el ceño fruncido —. No soy tan cobarde como ustedes.
—¿Y cómo es que saliste vivo de ahí? —pregunto Scott.
—¿Te amenazó?
—No, no... Él solo… —Stiles revivió aquel momento ¿cómo describirlo? Todo había sido tan rápido y tan patético que las palabras para narrarlo no le llegaban a la cabeza—. Él solo se sorprendió muchísimo.
—Con Erika también, y la tumbó en el suelo —señalo Isaac.
—Sí, supongo —pero Stiles sabía que algo había sido distinto para Derek —. Lo hice muy rápido —finalizo.
—¿Más rápido que los sentidos de un hombre lobo? —parecía que Scott estaba más interesado en eso.
Pero Stiles ya no quería pensar en eso, y como era de esperarse Isaac y Scott se rindieron al intentar seguir su interrogatorio.
—Bueno, ya nos vamos —añadió Scott tomando a Isaac de la sudadera.
—Sí, Derek es como un papá sobreprotector y me ha dicho que no llegue a las doce.
Stiles se despidió de ellos sin tomarle mucha importancia, y les confirmó que mañana estaría en el entrenamiento con ellos.
No los acompañó hasta la salida, solo se mantuvo ahí, sentado entre sus muchos videojuegos y basura de comida.
Pero una vez estando solo se dio cuenta de que su corazón no había parado de latir rápidamente.
¿Era él, o sus entrañas estaban hirviendo en un inmenso calor que ni el infierno poseía?