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10 Razones para Salir - YoonMin por SrMomo

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Capítulo 16: Apoyándote.

 

Taehyung, me consideras tu amigo, ¿cierto?
¿Algo cambió en este tiempo?
¿He hecho algo mal?

Jimin había soltado esas preguntas una a una, como una bomba, como la última gota. Taehyung se desplomó después de unos segundos de la mirada intensa del mayor, se tiró sobre el colchón, mirando el techo. Luego cerró los ojos, pensando en las fuertes discusiones que tuvo con Jungkook ese mismo día.

«Podemos ocultar las cosas, resulta muy fácil, sí; pero siempre regresarán para recordarnos lo que hemos hecho y nos atormentarán para perturbar nuestra existencia.»

—Jungkook —comenzó a decir, casi suspirando el nombre—. Él se encontró con mi madre hace una semana —Jimin abrió los ojos, viéndolo muy sorprendido—. Fue realmente un caos, ¿Sabes? Ella no paraba de lanzarle sus miradas y a decir cosas horrendas acerca de él a cualquier persona cerca.

—¿Tu madre vio a Jungkook?

—Ella estaba en la Universidad, acompañaba a mi prima a ingresar unos papeles cuando lo vio —Jimin bajó la mirada a sus manos, la voz de Taehyung siendo un toque áspera—. Jungkook no soportó más y se marchó de allí, no sin antes enviarme un mensaje muy hostil esa misma tarde y ser un poco brusco conmigo los días posteriores, incluso llegando a evitarme.

—¿Y entonces? —Se acercó a la cama despacio—, ¿cómo terminaron haciendo esa escena? —Preguntó refiriéndose al momento del día en el que casi atropellan a Jungkook.

—Bueno… realmente no lo sé —admitió, llevando su antebrazo sobre sus ojos, su voz vacilante—. Recuerdo que lo confronté, le quise sacar sus razones para tratarme de esa manera. Yo no sabía lo que había sucedido con mi madre —suspiró—. Pero él finalmente explotó. Creo que las palabras que dijo ella le afectaron demasiado, y mi falta de conciencia también fue un factor importante —se incorporó en la cama, observando a Jimin yaciente a su lado, mirándolo con preocupación y pena—. Estoy lastimándolo de nuevo, justo cuando empezaba a hacer las cosas bien.

Jimin conocía la historia, estuvo allí desde mucho antes de conocer a Jungkook y justo después de conocerlo; él era consciente de la situación delicada que tenían debido a grandes situaciones inesperadas.

Malas compañías. Falta de sinceridad. Amistad. Amor.
Miedo.

—¿Tú… —comenzó a formular su pregunta, usando un hilo de voz— aún gustas de Jungkook?

Taehyung rio suavemente, con un ápice de amargura y dolor:—. ¿Cómo podría superarlo si lo tengo a mi lado casi todos los días?

Jimin guardó silencio.

—Fue en una calle cerca del lugar donde los encontramos a ustedes, YoonGi y tú —comenzó a explicar—. Digamos que fue un momento realmente intenso; no podía soportar su comportamiento cuando no sabía qué hice mal. Y entonces empezó a soltarlo todo, llegando incluso a romper en llanto —su mirada se ralló al recordar los ojos vidriosos del menor, mirándolo con profunda tristeza—. Él no cree poder quererme cuando mi madre está constantemente acechándolo. Intenté tranquilizarlo, pero entonces lo perdí de vista, y de un segundo a otro me hallaba gritando su nombre cuando vi lo cerca que estaba de que pudiera sucederle lo peor.

—Tae…

—Realmente no quiero que le suceda nada, quiero que él sea feliz, pero verlo así por mi culpa es devastador —susurró al borde de quebrarse—. ¿Qué se supone que debo hacer?

Jimin rodeó con sus brazos a su amigo, sintiéndolo increíblemente tenso y pesado. Un sollozo involuntario salió de los labios del más alto y Jimin sintió un estrago en su garganta, su corazón pudiendo empatizar enormemente con el ajeno.

Pasaron unos cuantos minutos más, largos minutos que en sí parecieron pasar más que rápido. Taehyung lagrimeaba y Jimin sonrió ligeramente en respuesta, como siempre hacía cuando ayudaba al menor a desahogarse.

—¿Te sientes mejor?

—Un poco —admitió—. Olvidaba lo bueno que era hablar contigo. Eres mágico.

Jimin sonrió un poco más, volviendo a abrazar a su amigo para esta vez poner su rostro en su pecho. Su voz salió ahogada contra la ropa holgada y perfumada:— Lo siento…

—Puedes hablar conmigo también, ¿Lo sabes?

Hizo un sonido con su garganta, afirmando. Sin embargo, pensó en ello un poco más. Si él hacía eso, significaba que confiaba en él, sería una manera de avanzar para arreglar las cosas. Y Jimin quería arreglar sus relaciones.

—Hoy… —empezó a hablar, acomodándose un poco más—, al salir de la Universidad me sentí fatal.

—¿Por qué?

—Mi madre —tragó saliva, tratando de soltar el nudo que se formó de repente en su garganta, ajustando el agarre en el otro—, ya no estaría esperándome en casa.

Taehyung guardó silencio, levantando sus manos para tocar el cabello de Jimin. Le proporcionó unas cuantas caricias y el más bajo intentó ser lo más fuerte posible para no quebrarse frente a su amigo.

—Pensar estas cosas sigue siendo muy duro para mí, la noción del tiempo es distinta a la que indican las fechas —agregó—. Se siente como si… —soltó un suspiro, apretando los ojos. Taehyung detuvo el movimiento de sus manos—, se siente como si ella hubiera muerto justo ayer.

Estando encerrado, estando preso en su propia mente, sin ver calendarios ni horas, sin ver siquiera la luz del sol o la luna; viviendo esa situación detuvo totalmente su tiempo. Él podía ver el paso del tiempo en las calles, en sus amigos, en los negocios, en el cielo: pero para él, esos meses que pasó bajo su gran nube gris nunca ocurrieron. Él no podía recordar la gran mayoría de cosas, porque en realidad no vivió.

Pero, después de todo, las únicas excepciones eran los miércoles en los que YoonGi lo visitaba.

—YoonGi hyung tuvo que salir de su trabajo para ir a buscarme, me encerré en el baño como un cobarde —reflexionó—. Otras personas pueden con esto, otras personas pueden cargar con una pérdida —se incorporó, alejándose de Taehyung y mirando al mismo a los ojos. El pecho del menor sintió una opresión cuando vio ese brillo opaco en los ojos de Jimin—. ¿Por qué yo no?

Taehyung sonrió después de inspeccionar el rostro decaído de su amigo, viendo al niño que solía ser mucho tiempo atrás: cuando su padre agredía a su madre y él mismo tenía que consolarlo.

El Jimin de catorce años se preguntaba por qué no podía tener la fuerza suficiente para defenderla de los abusos de su padre. Y Taehyung no sabía qué responder, nunca sabía qué responder, tan sólo abrazarlo y permitir que llorara con total libertad en sus hombros.

—Creo que la palabra cobarde no es la correcta para ti —Taehyung llevó sus manos a los hombros de Jimin y siguió sonriendo con calma, con una serenidad que contagió al otro—. Creo que la forma en la que tomaste la decisión de salir, creo que la manera de ser tan positivo como para comenzar de nuevo, en un ambiente distinto, en tan poco tiempo de haber salido de esta habitación a pesar del dolor que aún cargas; es un signo de la valentía que gozas.

Un fuerte abrazo fue la acción que le siguió. Jimin estaba sintiéndose muy afortunado por tener a alguien como Taehyung: alguien que podía calmarlo con palabras sinceras, alguien que podía acompañarlo.

Alguien que —de manera distinta a la de YoonGi y SeokJin— podía ayudarlo también.

—No pienses en ti como un cobarde, ¿sí? Has crecido tanto como para ser muy valiente y lo demostraste.

 

El silencio en toda la casa sólo fue más creciente conforme el tiempo pasaba. Jimin supuso que SeokJin y NamJoon se habrían ido a dormir, y tal vez todo el vecindario también. Taehyung no había alejado a Jimin de sus brazos y éste podía sentir la manera en que jugaba con su cabello castaño.

—Tienes el cabello largo —comentó con suavidad, un mechón del cabello ajeno entre sus dedos.

—¿Debería ir a cortarme el cabello mañana? —Respondió Jimin, tomando también su propio cabello para inspeccionarlo. El mismo le caía unos pocos centímetros más abajo de los pómulos.

—¿Jungkook no vendrá a estudiar contigo?

—Podré ir en la mañana —supuso. Se alejó de Taehyung una vez más y se dejó caer en la cama, agotado—. ¿Me acompañarías? No quiero ir solo.

—Si te acompaño no podré resistirme a teñírmelo.

—¿Te lo teñirás? —Preguntó sorprendido, viendo como el otro asentía sonriendo.

—Aún no decido de qué color, pero lo haré.

Taehyung y Jimin pasaron un rato más hablando, mientras organizaban todo. Hicieron el tonto mientras ponían la colcha del menor e hicieron un desastre con las sábanas, pero al poco tiempo pudieron arreglarlo todo y después se acostaron a dormir.

Jimin miró al techo un rato más, oyendo la respiración de un dormido Taehyung, mientras pensaba en las palabras del mismo.

«Creo que la forma en la que tomaste la decisión de salir, creo que la manera de ser tan positivo como para comenzar de nuevo, en un ambiente distinto, en tan poco tiempo de haber salido de esta habitación; es un signo de la valentía que gozas.»

Valentía. No podía evitar asociar esa palabra con YoonGi.

 

***

 

Taehyung lo acompañó a una peluquería, donde se encargaron de cortar su cabello más o menos como quería. Pero Jimin no estaba del todo convencido, se veía un poco diferente y eso le daba miedo. ¿Qué tal mal podía verse?

Su amigo insistía en que se veía bien, mas Jimin no podía dejar de ser terco y pensar que sólo estaba haciéndolo sentir bien con palabras amables.

Para cuando volvieron a casa de SeokJin era mediodía, y Jungkook ya había llegado.

—¿Seguro que no quieres entrar? —Insistió Jimin, viéndolo parado justo a mitad del jardín. Taehyung sonrió para tranquilizarlo.

—Mamá me estará esperando para una charla.

Jimin hizo una mueca, un poco triste por lo dicho, pero se despidió de Taehyung con un gesto de mano y el otro hizo lo mismo antes de girarse y alejarse rápidamente de allí. El mayor se quedó en la puerta, viendo el punto de la calle donde el chico había desaparecido.

Abrió la puerta poco después e ingresó, quitándose el chaleco y los zapatos, poniéndose sus cómodas pantuflas y caminó hacia la cocina.

SeokJin estaba allí como suponía, pero se sorprendió al ver a NamJoon allí también junto a Jungkook.

—Vaya —exclamó SeokJin apenas lo vio, alzando las cejas—. Te hacía falta ese corte de cabello, te ves muy bien.

—¿Eso creen? —Preguntó inseguro, bajando la cabeza tímidamente.

—Parecías un vagabundo. —Comentó Jungkook volviendo a comer de su manzana, sin prestarle demasiada atención. NamJoon sonrió ante el comentario del menor de todos, quien recibió una riña de parte de SeokJin por ser tan rústico.

—Te ves adorable. —Aseguró NamJoon, sonriendo de nuevo cuando Jimin hizo un mohín, inconforme.

—¿Y Taehyung? —Preguntó SeokJin, ignorando la manera en que Jungkook tensó sus hombros y mordió su manzana con rigidez.

Jimin decidió pasarlo por alto también—: Volvió a casa.

SeokJin se acomodó en una silla, haciendo nada en específico como NamJoon. Jimin quiso sentarse con ellos, pero algo le decía que debía evitarlo por el momento.

—Jungkook, ¿Vamos ya a estudiar? —Preguntó llamando la atención del menor, el mismo cerró la revista que ojeaba y la dejó en la mesa, siguiéndolo para subir a su habitación sin expresión alguna.

SeokJin y NamJoon se quedaron en la cocina, se miraron un momento antes de que NamJoon decidiera tomar su mano y tocar el anillo que reposaba en uno de los largos dedos del mayor.

—Falta poco —pensó en voz alta—. Falta muy poco.

SeokJin sonrió ante el cambio de tema y asintió, correspondiendo al agarre.

—Bastante poco.

 

***

Jungkook se sentó en un lado del escritorio para dejar sitio a Jimin, quien por supuesto se sentó junto a él después de buscar su bolso y cuadernos, junto a una laptop.

El menor de ambos observó de reojo al otro, mientras encendía la laptop y comenzaba a buscar las páginas de su cuaderno correspondientes a la materia que estudiarían primero. Colocó unos cuantos libros que también serían de ayuda y comenzó con su explicación, a lo que Jimin asentía las veces que entendía y fruncía el ceño cuando no.

El castaño se sorprendió por lo bien que Jungkook podía resolver sus dudas y no se extrañó demasiado cuando recordó que él iba adelantado un año de estudio a su generación por ser un estudiante destacado.

—¿Entendiste? —Preguntó alzando la mirada de los ejercicios, fijándose en la manera en que Jimin mordisqueaba su lápiz.

—Eso creo… —murmuró, llevando la punta del lápiz a la hoja frente a ambos—. ¿Tengo que hacer el mismo procedimiento de la anterior?

—Exactamente —afirmó—. Puedes guiarte con ello, pero quiero saber si has entendido o no habremos llegado a nada.

—Sí entendí~ —se frotó los ojos con fuerza, sintiendo un picor en cuanto cerró sus párpados y se frustró. ¿Eso pasa cuando tienes mucho tiempo sin ver un libro?

—Podemos tomar un descanso —dijo alejándose del escritorio, moviendo la silla un poco para atrás y estirándose un poco—. ¿Cuánto tiempo llevamos estudiando?

—Media hora —respondió Jimin viendo la hora desde su laptop, suspirando después ante las esperanzas que eso le daba. Pensó que habían pasado tres horas como mínimo—. Esto va a ser muy largo, ¿cierto?

—Ya sabrás.

Ambos oyeron un toque en la puerta y miraron en dirección a la misma, viendo a SeokJin entrar con una bandeja y una expresión curiosa.

—No los veo estudiando, ¿Qué se supone que están haciendo? ¿ven el techo? —Reprochó entrando y acercándose al escritorio, depositando la bandeja que contenía sobre ella unos envases de helado y servilletas.

—Hyung, decidimos tomarnos un descanso justamente, ¿Ves todo lo que llevo en el cuaderno? Estoy exhausto. —Se quejó dejándose caer en el respaldo de su silla, sintiendo la mirada de SeokJin sobre él después de ojear el cuaderno abierto.

—Llevas sólo dos ejercicios, Jimin —Suspiró sonriendo después, volviendo por donde había entrado—. Tómense su tiempo, chicos, aún les queda tiempo.

Y eso hicieron. Para cuando SeokJin hubo dejado su habitación se empeñaron en comer su helado entre algunas palabras banales, volviendo poco después al estudio que acabó en unas cuantas horas, entre algunos quejidos de Jimin por unas cuantas dificultades y uno que otro regaño del silencioso Jungkook.

—Hyung, eres un flojo, ¿Cómo siquiera te admitieron en la Universidad? —Puso los ojos en blanco ante el puchero del mayor, preguntándose seriamente su edad real.

—Jungkookie, respeta a tus mayores. —Jimin había tomado la confianza de antes en esas pocas horas, volviendo a ser el mismo, y Jungkook sonrió sinceramente al verlo así y no como una figura depresiva después de todo.

Jimin se convirtió en alguien lo suficientemente fuerte, lo demostró muy bien.

—¿Te vas ya? —Preguntó ante la acción del menor al guardar todas sus cosas en su mochila, y vio cuando éste afirmó con la cabeza.

—Mamá no quiere que vuelva tarde a casa, ya sabes. —Hizo una mueca inconforme con sus labios, llevándose la mochila a los hombros y tomando después su celular.

—¿Tienes un nuevo teléfono?

—Algo así —asintió seriamente—. Mamá no quiere que hable más con Taehyung, así que me hizo comprar un nuevo teléfono —Jimin lo miró sorprendido y él sólo sonrió tristemente—. Pero de todas formas conservo el viejo, así que no hay un gran cambio.

—Ya… —Jimin frunció el ceño ante la manera de la señora Jeon de controlar a su hijo, pero detuvo su análisis antes de que Jungkook terminara de cruzar la puerta de su habitación, deteniéndolo—. ¿Nos vemos el lunes?

—Tal vez. Puedes terminar la guía que te dejé, creo que te he explicado lo suficiente para que apruebes el primer examen. —Aseguró sin expresión, viendo al mayor sonreír ladinamente.

—Gracias Jungkook-ah —agradeció sinceramente ante la ayuda. Jungkook asintió sonriendo un poco—. Ten cuidado de camino a casa.

Jungkook se retiró tras ello, despidiéndose de SeokJin y NamJon y abandonó la casa. Jimin no se sintió solo, ahora tenía una guía que completar. Iba a ponerse a ello, pero unos toques en la puerta lo desconcentraron.

SeokJin entró poco después, acercándose a Jimin—: ¿Cómo les fue?

—Uh, ¿Bien? —Jimin sonrió genuinamente—. Jungkook-ah es un buen profesor.

—Ya veo… —SeokJin devolvió la sonrisa, mirando a su alrededor por un momento—. Mañana haremos un cambio en esta habitación.

—¿Qué?

—Nos pondremos a limpiar temprano y luego saldremos por ahí, ¿Te parece bien? —Jimin asintió algo aturdido, pero SeokJin mantenía una sonrisa relajada—. Sigue estudiando entonces, te llamaré cuando la cena esté lista.

SeokJin abandonó la habitación y Jimin sacudió un poco la cabeza antes de volver a su guía, moviendo algunas hojas y ojeando algunas páginas de uno de los libros, preparándose para buscar algo por internet, pero en ese instante algo volvió a interrumpirlo.

Su teléfono vibró en algún lugar de la habitación y suspiró por la interrupción, buscándolo y encontrándolo sobre su cama.

Cuando lo desbloqueó y revisó las notificaciones, se sobresaltó al encontrar un mensaje de YoonGi.

Rápidamente lo abrió y se lanzó a la cama, repentinamente emocionado, y dejó la guía para después, tecleando una respuesta enseguida.

YoonGi hyung:
Hey, ¿Cómo estás?
¿Cómo te va hoy?
6:12 p.m.

Jiminnie:
Me encuentro bien, hyung, todo va bien.
¿Y tú cómo estás?, ¿va bien el sábado?
6:12 p.m.

YoonGi hyung:
Estoy bien. Y mi día no tanto como quisiera, de hecho.
Creo que debería tomarme un descanso en un tiempo,
sin embargo estoy empezando en serio con mi trabajo.
6:12 p.m.

Jiminnie:
Suena duro.
Puede tomarse un tiempo, hyung, ¡Está en su derecho!
Ánimo~
6:13 p.m.

YoonGi hyung:
Muchas gracias, lo tomaré en cuenta.
¿Y los estudios van bien?
6:13 p.m.

Jiminnie:
Bueno… Siendo sincero, sí.
Pero no puedo evitar sentirme desganado al ver ese
montón de libros, había olvidado lo duro que es.
Pero es lo que hay, además debo seguir intentándolo.
6:14 p.m.

YoonGi hyung:
Tu temperamento es sorprendente, ¿Lo sabes?
6:14 p.m.

Jiminnie:
Me lo han dicho varias veces, ¿Debería empezar a creerlo?
6:14 p.m.

YoonGi hyung:
Deberías saberlo.
De todas formas, ánimos con ello, puedes hacerlo.
Voy a volver a mi turno, ¿Bien? Hablamos luego.
6:15 p.m.

Jiminnie:
Suerte, hyung.
6:15 p.m.

 

Jimin sonrió llevando su celular consigo, sentándose en el escritorio y depositándolo en la superficie para tenerlo cerca. Un poco más animado, volvió a su tarea y colocó música que, en definitiva, le ayudó bastante.

Y el resto del día Jimin se sintió bien porque sentía que estaba avanzando, sabía que estaba haciendo algo bien.


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