Capítulo 6: 6. Por todo lo que debes conocer.
YoonGi llegó ese día algo tarde. Tuvo que llegar caminando gracias a la falta de transporte en esa línea. Llegó a la casa de SeokJin y NamJoon estando abatido.
—YoonGi, nos llegó una carta de la Universidad de Jimin. Dicen que necesitan las justificaciones para todo este tiempo de ausencia. —SeokJin le mostraba su preocupación a YoonGi, quien se llevó una mano a los labios para pensar en una solución.
—Tendremos que ir los tres. NamJoon, tú y yo. Si ellos quieren una justificación, la tendrán entonces.
—¿Crees que pidan alguna constancia de tratamiento de parte de algún psiquiatra o algo por el estilo?
—No hará falta. Les notificaremos que Jimin está deprimido por la pérdida de su madre y todo estará solucionado. —YoonGi devolvió la taza de porcelana fina, ya vacía, a su sitio.
Luego de hablar un poco más con SeokJin sobre el comportamiento del menor, YoonGi subió las escaleras rumbo a la habitación de Jimin.
Se quedó parado frente a la puerta:— ¿Jiminnie?
El menor ya estaba allí sentado, sólo hizo falta dar dos toques sobre la puerta. YoonGi se sentó donde acostumbraba.
—Jimin, no creerás lo que pasó hoy —YoonGi pasó un plato con galletas, a lo que Jimin se alegró y las tomó para seguir escuchando a su hyung—. Tuve que venirme caminando desde el trabajo hasta acá, fue agotador porque está un poco lejos. ¿Te ha pasado alguna vez?
Jimin sonrió al concordar en ello. Al menos ya tenía otra cosa en común con el mayor. Golpeó la puerta dos veces mientras intentaba recordar exactamente el día en que pasó aquello.
—Debes saber lo horrible que es.
YoonGi escuchó unos tres golpes. Se confundió un poco, pero por instinto volvió su mirada a la abertura de la puerta y allí estaba. Otra “galleta voladora”.
—¿Estás estableciendo tus propias reglas, Jiminnie? —El menor dio dos golpes a la puerta una vez el mayor tomó la galletita. Jimin volvió a sonreír, el sentimiento de la vez pasada volvió a él. No fue diferente para YoonGi—. Me parece bien. Gracias.
Pasó un rato en el que Jimin le pasaba galletas a YoonGi y éste las correspondía. En una ocasión, sus dedos lograron tener contacto, y en ello una muy sutil onda de electricidad atravesó sus cuerpos, haciéndolos sentirse cómodos.
YoonGi empezaba a adorar al Jimin que comenzaba a florecer. Estaba naciendo un nuevo Jimin y estaba seguro que lo sacaría de esa habitación.
—Jimin, te voy a pedir que escribas una carta dirigida a tus amigos. Quiero que escribas en ella lo que les has querido decir todo este tiempo. —Dijo después de intercambiar notas—. Ah, y ve preparándote, porque me estoy cansando de hablar sólo yo.
Jimin se preguntó qué quería decir YoonGi con eso último, pero se concentró en pensar qué escribiría para sus amigos en un intento de olvidar que su hyung ya se había ido.
6. Por todo lo que debes conocer.