-Te diré que era verdad que en todos los pueblos más cercanos no hubiese ser más perfecto que ella esta tenía un pequeño problema, que al enamorarse ella pensó que sería perfecto, él la miraría y vería dentro de ella su alma que quería ser amada y ella al mirarle otra vez sabría que nació para que su existencia fuera solamente de él, con lo que no conto fue que al quererle hablar no podría, tanto tiempo haber esperado para eso y no poder siquiera dirigirle la palabra.
Todos en el pueblo y en los más cercanos se enteraron que aquella mujer le robaron el corazón ya que a pesar de todo su alegría sobrepasaba debido a todas sus grandes sonrisas o a la energía doble con la cual siempre amanecía y se contagiaba, también se enteraron que era alguien de algún pueblo vecino aunque no sabían cuál pero hubo alguien que si tenía conocimiento de ese hecho y con unas palabras aquella linda jovencita tuvo una brillante idea que le regalaron, ella pensó que era muy buena para poder comunicarse con su amado pero que gracias a eso empezó a alejarse de los que tanto la querían.
Pronto se supo que era un sujeto trabajador y amable de los rumores que corrían, pero para la pena de muchos de los que la conocían mejor ella se mostros demasiado tímida con respecto de ir directamente hacia él aunque constantemente relataba a algunos no tan “comunicativos” como fue cautivada, decía “ese hombre miro dentro de mí y me regalo una angelical sonrisa”, se conocieron cuando los rayos del sol ya se ocultaban y ella ayudaba a unos vecinos con las bolsas grandes del café recién molido, cabe destacar que aquel día no estaba para nada presentable, todo su cuerpo estaba cubierto de polvo y lo único que se salvaba era ese cabello y sus ojos vivaces, las bolsas de café eran grandes y pesadas aun así eso no fue el problema sino lo siguiente, se tropezó y estuvo a punto de dar contra el duro suelo de tierra si no es porque un joven pasaba y la detuvo a tiempo, en ese momento su mirada se encontró y ambos les lleno de un dulce calorcito el cuerpo, el joven se despidió y emprendió marcha al igual que ella y lo que ella no noto fue que aquel joven a medida que se alejaba siempre veía una vez más hacia atrás para si de por casualidad volverse a topar con aquellos ojos.
Muchos días después ella se pasaba días en vela escribiendo cartas que no mandaba por creer que le faltaba mucho más sentimiento y todas estas iban a parar a aquel baúl de madera- lo que no sabía es que no había ninguna- escribía muchas cartas, hubo días en los que incluso dejo de comer por un rumorcito de que de esa forma las ideas salían mejor y a pesar de no creerlo en un principio la insistencia de ese rumorcito hizo que cediera, se alejo del mundo exterior, esto preocupo a todos en el pueblo y los comerciantes siempre preguntaban por ella incluso llegando a visitarle pero siempre se les recibía diciéndoles que “ella se encontraba ocupada” , para seguir con su trabajo de escribir y escribir y sin darse cuenta fue enfermando, su piel ya no era lechosa, era pálida como la de un muerto, la vida de aquellos ojos desapareció, su simpática y melodiosa voz dejo de existir hasta el punto que ya nadie la escucho volver a cantar al pasar cerca de su casa que era adornada por bellas flores que ahora se encontraban ya marchitas, tal parecía que estas pequeñas también la extrañaban mucho y esto empeoro semanas después, toda esa hermosa vida se extinguió dejando al pueblo dolido y a muchas jóvenes con la idea de que el amor daba miedo, los días siguientes eran mucho más solitarios ya sin su presencia sabiendo que jamás regresaría. Aquellos que la conocían de pueblos vecinos también se sentían tristes y esparciendo el rumor mucho más allá se supo que la más bella flor murió sin que su amado sol la conociera.
Pasaron solo dos meses y se supo que un hombre con descripción similar a la que ella relataba se había casado con una linda mujer de apariencia similar, aunque él solo conocía esos encantadores ojos y ese color del fuego parecido al cabello de su actual esposa - algunos cuentan que la joven con la que se caso ese hombre perdió hace apenas un par de meses un familiar que ella tanto decía que quería en un trágico accidente donde esta misma se suicido - y juntos un año después formaron una gran familia…-- con un movimiento de su mano y sin apartar la vista de la mujer que por fin volvía a mirarlo saco un pequeño aparato de su bolsillo izquierdo que no dejaba de vibrar.
- Él jamás se entero de su existencia. – concluyo con una pintoresca alegría y con premura tomo aquel celular con su mano derecha ya a solo unos segundos después de terminar su historia comenzó a sonar el tono de llamada y al contestar se ensancho más su sonrisa para después con mayor devoción colgar.
La mujer vio la mirada que este le dedicaba y supo que aquello por lo que había pasado hasta ahora no se compararía con lo que venía a continuación y él se alegro ahh… las mujeres eran tan perceptivas.
-Sabes, me acaban de informar que nuestro tiempo aquí ha terminado y que será la última vez que nos veamos- Se acerco de nuevo a la joven y con elegancia hizo una reverencia – es una lástima que nos hayamos conocido en estas circunstancias, créeme que si hubiese sido diferente te hubiese invitado a tomar una taza de té y un exquisito pastel de fresas pero así es la vida y la nuestra continua… Termina lo que empezaste- le dijo al sujeto mientras se cubría la nariz con un pañuelo de seda que recién sacaba del bolsillo de su abrigo y sin decir nada se retiro a tiempo antes de ver más lo que el tipo le hubiese arrebatado a la mujer ya que este tenía entre sus manos un pierna o ¿era una brazo?, no lo sabía y no intentaría averiguarlo.
Con toda la parsimonia salió de aquel lugar descubriéndose la nariz y aspirando el aire que traía consigo el dulce olor de la vida y al posar su vista hacia arriba encontrase con un cielo estrellado, ah, tal parecía que las estrellas danzaban para él alabando su belleza, siguió contemplando ese hermoso manto estelar y pensaba sobre aquel lugar donde hace segundos su persona estaba no era más que una cabaña que “ ese sujeto” usaba para las “cosas” que consideraba basura pero esta vez sí se paso, mira que dejarle a él, ÉL, el cuidado de esa “cosa” por tres días, TRES DÍAS, con otro tipo que para nada le agradaba por la forma tan brusca de hacer su trabajo, ¿Qué no se daba cuenta que lo que hacían era arte? ¡Qué con fervor se esforzaba para que la persona que amaba lo alabara! A pesar que está casi siempre se mostraba reacia a hacerlo y también “ese sujeto” no lo amenazara a cada rato con destriparlo por su arte, ah, lo que uno hace por amor, pero lo más importante es que ya había concluido su trabajo y ahora podía regocijarse con la melodiosa voz de su amada persona, ya que en el mundo solo le importaban dos personas, él y aquella por la cual daría incluso la vida, que fantástico saber que por su duro esfuerzo al resistir de toda esa pestilencia podía regresar a casa y tener una video llamada con su eterno amor, claro está si “ese sujeto” (otra vez) no se interponía.
-
¿Ya has terminado?, bueno entonces vámonos porque no soporto tu horrible hedor –no respondió y este con el mismo pañuelo de minutos antes se cubrió hasta la boca, se pusieron en marcha hacia su destino ¡ah! Y no nos olvidemos de una bolsa negra no más grande que una de mano de aquellas de moda de un tal Calvin Klein, era cargada como si nada y a pesar que de esta emanaba un líquido de la superficie de debajo de la bolsa que por la oscuridad de la noche no se distinguía el olor que desprendía si lo hacía.
- Sabes que a “ese sujeto” no le gustara que encuentren su querida, preciada y hermosa cabaña – lo decía por ver el peculiar rastro que dejaban y con el sarcasmo aun diluyéndose entre sus labios miro solo unos segundos al contrario para después seguir con su caminata, aunque en realidad ya no le importaba si eso sucedía, total, de esa forma la siguiente vez no tendría que volver a ese sitio.
- Me llamo unos minutos después de haberlo hecho contigo… dijo que fue regañado por ellos y en compensación tú- esta vez detuvo su andar mientras con una penetrante miraba veía al otro, cabe decir que ese hombre o “muchacho” que tenía enfrente y que seguía cubriéndose la nariz con aquel pañuelo con ridículas letras bordadas era una cabeza más grande que él y que a pesar de que su orgullo no lo quisiera decir porque él hacía lo mismo tal vez entre los dos él era sin duda una persona “no sana” como le había dicho “ese sujeto” aunque mejor no darle vueltas al asunto y terminar de decirle todo-- … buscaras un lugar adecuado en compensación a esta – a él no le importaba cual fuera el lugar ya que lo único que quería era cumplir su trabajo pero, como siempre existe otro que no obedece otros terminan pagando… aun así se encontró de acuerdo, aquel lugar sin duda se vendría abajo en cualquier momento.
- “Ellos” ya veo, entonces sin duda alguna escogeré un sitio muchísimo mejor a esta porquería, verás que la siguiente vez que tengamos que hacer un trabajo de esta índole hasta tú tendrás un sitio decente donde sentarte- con devoción miro a el cielo y continuo con su andar mientras seguía hablando.
Solo uno siguió con su discurso y el otro solo fijaba su vista hacia el camino de vuelta, no hicieron más y siguieron su andar con pasos firmes pero lentos alejándose cada vez más de aquella cabaña donde tuvieron un rato de grata convivencia para sin siquiera voltear al adentrarse al bosque con aquella bolsa que contenía aquel líquido que seguía descendiendo de esta y este a su vez caía en la espesa hierba aun así dejando un rastro de gotas que se extendía hasta el punto donde la bolsa fue depositada en medio de la carretera para después de eso subir a aquel transporte que los esperaba a unos pasos más para llevarlos a su hogar y pensar que mañana sería sin duda un mejor día.