Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Arriba panteras! por Batnube

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Súper perdón, acabo de fijarme que el autocorrector modificó la palabra “Jaegerjaquez“ en el escrito anterior. Lo corregiré.

gracias por leer <3

 

-¡Diablos! Llevo más de 20 minutos sentado en la acera frente a los dormitorios esperando a Yumichika. Ese tonto esta vez sí excedió el tiempo de hacerme esperar... -hablo en voz alta queriendo compadecerme de mi mismo. 

La espera se me hacía eterna y justo cuando decidí pararme un sedán azul eléctrico estacionó frente a mí. 

-Eh, Ichigo, ¿esperaste mucho? -pregunta Yumichika abriéndome la puerta de copiloto desde adentro.

-Idiota, tardaste demasiado, ¿qué tanto hacías? -contesto entrando al auto- De hecho, no debería de acompañarte después de todo lo que me hiciste esperar -replico sentándome y cerrando la puerta. 

-Ay, vamos, Ichigo, cualquiera tiene sus problemas -me responde arrancando.

-Vaya, ¿qué problema puedes tener? 

-Me demoré porque de última hora decidí ponerme una mascarilla -Yumichika hace un movimiento de su cuello haciendo a un lado su cabello y noto en seguida lo radiante y fresco que se ve su rostro. 

-¡Caray! Qué bien te ves -dije sin haber procesado que había hablado en voz alta. Veo al chico ruborizarse. 

-Gracias -no dijo más y el silencio incómodo nos invadió.

-Oye, Yumichika, no había tenido la oportunidad de decirte esto, pero, felicidades por ser miembro oficial de las panteras -intento romper el hielo. 

-No hay nada que felicitar, era más que obvio que lo lograría -me sonríe victorioso.  

Tenía que ser amigo de Renji, ellos y su modestia inexistente. Pero lo ignoré y continué con la platica trivial en lo que arribábamos a nuestro destino. Un bonito bar con un letrero súper llamativo de la frase “Be You”. El bar es conocido en toda la universidad por ser un lugar heteroflexible, pero eso no era suficiente para algunos universitarios y otras personas que son sumamente homofóbicos, ellos apelaban que el bar fuera cerrado o puesto kilómetros más lejos de la universidad. Personalmente, la distancia entre el bar y la universidad era lo de menos. Sé que el bar es visitado por personas de otras escuelas y eso no está mal, de hecho da la oportunidad de conocer nuevas personas, aunque en mi caso yo siempre me quedo en la barra cuidando de Yumichika y platicando con la barman, que es muy travesti muy amable.  Al llegar al bar Yumichika me dice que el chico ya debe de estar esperándolo y que se sentará un poco lejos pero al alcance de mi vista, que me mandara mensaje si todo sale bien y ellos deciden dejar el bar. Cuando Yumichika se va suelo irme enseguida, pues las miradas que me dan me incomodan.   

Y así suceden las cosas, me siento en la barra y la barman me reconoce enseguida haciéndome una ligera platica mientras me sirve lo habitual: una cerveza negra bien fría y espumosa. Yo observo a Yumichika quien está hablando con un muchacho mucho más alto que él, con un cabello bien recortado y barba cuidada. Él juega con su cabello mientras el chico alto acaricia su hombro y le señala una mesa vacía, que para mi suerte está al alcance de mi visión sin parecer obvio que los veo. Los observo por momentos y no veo incomodidad en los gestos de Yumichika así que sé que esto está por terminar pronto, pido otra cerveza esperando a que Renji me conteste el mensaje que le envié preguntando si siempre sí saldremos y esperando el aviso de Yumichika que se irá con su nuevo enamorado a un lugar. Renji no tarda en contestarme:

“Olvidé que tengo un compromiso, ¿te veo dos horas tarde?”

Lo mataré, eso que lo tenga por seguro. Me enojo momentáneamente y guardo el móvil en mi pantalón, pensando en terminar mi cerveza e ir a donde Rukia, solo para saber si saldrá en la noche y si ya salió ir con ella; levanto mi vista para indicarle a la barman, como cada vez que me voy, que le cargue la cuenta a Yumichika, pero, al alzar la vista veo ese tono de rojo tan característico de Renji, un chico de espaldas, que podría jurar es Renji, con una media cola dejando caer su cabello lacio en su espalda, unos vaqueros ajustados y una camisa blanca, yendo hacia el fondo del bar con un chico un poco más bajo que él de cabello largo negro y delgado, “Definitivamente es Renji” hablo para mis adentros y voy detrás de él, le iba a preguntar en primera ¿qué diablos hacía ahí? Y la segunda ¿por qué me canceló? Cuando estoy cerca me topo con que el lugar hacia donde se dirigían era una puerta de emergencia hacia la izquierda, la cual estaba abierta y a la derecha estaba la bodega. Supuse que habían salido por la puerta de emergencias y la abrí para toparme con el callejón de las afueras del bar, cerrándose tras de mi la puerta que intento abrir notando que solo se puede abrir por dentro. Maldigo para mis adentros buscando la salida del oscuro callejón, camino un poco hacia la luz de la calle cuando un jalón en mi hombro me hace retroceder. 

-¿Qué onda niño bonito, qué haces tan solito por aquí? -una voz áspera y torpe me habla apretándome fuertemente el hombro haciéndome voltear. Un tipo fornido con una chaqueta negra. 

-Con que un maldito homosexual sintiéndose libre de andar por donde quiera con sus mariconerías -está vez la voz burlona de un chico delgado con una hoodie cubriéndolo me dirige la palabra mirándome fijamente.

-Eh, Carson, ¿y si le damos una lección? -un tipo afroamericano me mira con odio mientras dirige una mirada de soslayo al de chaqueta negra.

-¿Qué carajos les pasa? Yo no soy nada de lo están diciendo, ahora, con su permiso, suéltame... -digo quitando la mano del hombre de mí. 

-¿Quién te crees para decirme que hacer? -el tipo de chaqueta negra esta vez toma impulso y me empuja.   

En ese momento me doy cuenta que han salido dos tipos más de la oscuridad. Sin notarlo ya estoy rodeado por 5 hombres de aspecto vandálico, pero, podría decir que ninguno de ellos era mayor de 25. Un golpe en la mandíbula me hace salir de mis pensamientos. 

-Idiota, no debiste hacer eso -siento como me hierve la sangre mientras amenazo al hombre al cual se han dirigido como Carson.  

Suelto un golpe hacia el rostro del hombre dando justamente en su mejilla mientras siento el crujir de su cara bajo mi puño, una pequeña corriente eléctrica de satisfacción recorre mi cuerpo. Estoy listo para golpear a este hombre. Me cubro del siguiente golpe que el de la chaqueta lanza hacia mí y siento como jalan mis brazos hacia atrás mientras forcejeo fuertemente para evitar que me sometan los dos tipos, cada uno me tiene de un brazo apretándome y jalándome muy bruscamente, siento como estoy hirviendo en furia por no poder moverme mientras me intento zafar usando toda la fuerza que poseo.   

-Mira nada más, el pequeño insolente intentando escapar -me mira el chico afroamericano- Debiste de pensar en esto antes de pegarle a alguno de los nuestros.   

En lo que comenzaba a articular cualquier frase para defenderme un golpe certero cayó sobre mi estómago empujando hacia arriba, sentí como todo el aire se me iba, me costaba trabajo respirar y a penas cuando logré tomar un poco, otro golpe sobre el mismo lugar seguido de otro dándome de lado izquierdo de la cara, otro de lado derecho de la cara y una patada que viene por detrás con tanta fuerza que me suelta del agarre de los dos chicos haciéndome caer de rodillas al piso envolviendo mis brazos a mi cuerpo por inercia. Me quedo en posición fetal preparándome para lo peor, siento otra patada fuertemente en mi costado, me flexiono más sobre mi mismo intentando no gritar del dolor hasta que una segunda patada me hace aullar, siento como si algo se rompiera dentro. Esto no es justo, no lo es. No debería estar recibiendo esta paliza. Veo borroso ya que un dolor ha invadido mi vista, intentando buscar alguna salida, antes de cerrar mis ojos por el dolor escucho al tipo de chamarra negra decirle a sus compañeros que corran, que se alejen, que regreso el tipo psicópata. Suspiro de alivio mientras alguien se para frente a mi mientras estoy en el suelo. Unos tenis blancos perfectamente limpios es mi primer plano mientras alzo la mirada, de jeans y una playera polo azul marino está el otro tipo al que quería golpear, Grimmjow, mirándome preocupado. Intento decir algo pero el simple esfuerzo de hablar me duele. Siento un dolor increíble en mi costado y cierro los ojos lentamente poniéndose borrosa la imagen del rostro del chico del cabello azul que se agachaba rápidamente hacia mí.  Parpadeo un poco, ¡diablos! Un dolor en mi costado izquierdo me revuelve el cuerpo, doy un quejido ruidoso al sentir el dolor agudo. Cierro los ojos con fuerza percatándome que está mojada mi cara, me toco con gentileza mirando mi mano ensangrentada, me asusto por unos segundos.  

-¿Estoy muerto? -hablo bajito.  

En seguida noto que estoy recostado contra el callejón y a mi lado hay alguien en cuclillas mirándome. 

-No idiota, te dieron una paliza -su voz socarrona me hace temblar. Grimmjow poniendo un cigarro en sus labios me mira -¿Te sientes bien o debería llamar a una ambulancia? -saca su encendedor burlándose con la mirada.

-¿De todas las personas en el mundo, tenías que ser tú? -hablo sin pensar.

-Con un “gracias por defenderme aunque sea un extraño para ti”, bastaría -me mira alzando una ceja y enciende su cigarro. 

-Gracias, en serio, pero no es que con esto haya cambiado el concepto de idiota que tengo de ti -le sonrío mientras me intento incorporar- ¡Diablos! -apenas me siento un dolor me invade el torso. 

-¿Eres estúpido o qué? Te acaban de apalear, te va a costar poder pararte, hazlo despacio -me mira parándose.   

No le contesto e intento pararme de nuevo.  

-Ay, por favor, no tienes que hacer esto -me dice poniéndose en cuclillas a mi lado- A ver, pasa tu brazo por mi cuello -hace una pausa esperando que le obedezca pero no lo hago, siento cierto desagrado por su personalidad aún- Idiota, ¿qué esperas? ¿Quedarte ahí tirado? -me dice ordenándome. Me doy por vencido, después de todo está ayudándome y pasó mi brazo derecho por su cuello- Así me gusta.  

Me carga hacia él, tira su cigarro y me sostiene por debajo de mi brazo casi llegando a mi cintura con su brazo izquierdo, haciéndome parar. Doy unos quejidos de dolor pero logro incorporarme.  

-¿Y tu auto? -me pregunta mientras salimos del callejón.

-¿Auto? No, no tengo -niego intentando no dejar caer todo mi peso sobre él.

-¿Entonces como llegaste? ¿En taxi? 

-No, pasaron a buscarme, vine a una cita, con un amigo -siento como gira su cabeza mirándome abriendo los ojos, ¡demonios!, no debí decir eso. No se escucho bien- Sí, o sea, ¿ya sabes? Él con su pareja y yo, algo así como... 

-Lo que hagas no es de mi incumbencia, tranquilo -me interrumpe volviendo a mirar al frente- ¿Te parece si te llevo a tu casa? Es decir, no me parece una buena idea dejarte por aquí tirado, ni puedes permanecer en pie por ti mismo. 

-¡Claro que puedo! Es solo... -lo miro y el me devuelve la mirada sosteniéndola- Nada, no es nada -no pude seguir hablando, me sigue intimidando y de repente me encuentro mirando al suelo. 

-Bien, ¿entonces te llevo a casa o...?

-¿O qué? -respondo.

-¿Te llevó a atenderte las heridas del rostro? Sigues sangrando.   

En ese momento veo que surca en mi camisa un hilo de sangre que gotea al llegar al final de esta.

-Lo que me faltaba, esta es de mis camisas favoritas -doy un suspiro largo y Grimmjow se ríe.

-Recobra fuerzas que mi automóvil está a unos 30 pasos de aquí -me dice sonriendo.   

Caigo en cuenta que hemos roto la barrera que al principio teníamos, ya no quiero matarlo, solo quiero golpearlo, su actitud ya no me perturba, ahora solo me es molesta. Después de todo, tal parece que la máscara que lleva es de frialdad y egocentrismo pues se ha demostrado amable y caritativo, es decir ¿quién se mete en un pelea que donde sabe que podría perder? Obvio yo haría eso,pero, a parte de mí y de Chad, que olvidaba mencionar, no creo conocer a nadie más. 

Continuamos caminando e intercambiamos un par de palabras hasta que llegamos a su auto, un maldito deportivo rojo del año, de verdad, no podría esperar menos de alguien con una personalidad como la de Grimmjow. Me abre la puerta de copiloto y me ayuda a subirme. 

-Espera, déjame ayudarte -me dice inclinándose sobre mi haciéndome dar un pequeño salto nervioso pero se dirige a la guantera del coche y saca un pañuelo violeta- Apriétalo contra tu frente -me lo da y yo lo dirijo a mi frente- No, ahí no -toma mi mano y me redirige- De aquí es donde está brotando, presiona un poco más fuerte -aprieta mi mano con la suya haciendo presión y acercándose a mí. Me avergüenzo en seguida y bajo la mirada.

-Creo que con eso basta, ya puedo solo -contesto sin mirarlo. 

-¿Ah? -me mira extrañado notando en seguida que su rostro está muy cerca mío- Disculpa -contesta quitándose y cerrando la puerta.   

Sube y arranca el coche sonriéndome, prende la radio y comienza la travesía. Incómodos al principio.   

-Eh, soy Grimmjow, Grimmjow Jaegerjaquez, un gusto en conocerte, chico golpeado y buscapleitos -me sonríe disfrutando mis gestos de dolor y disgusto. 

-¿Qué te sucede? Yo no busqué problemas -ruedo los ojos- Soy Ichigo Kurosaki, un gusto -digo las últimas dos palabras con sarcasmo.

-Vaya, vaya, ¿y por qué te encontré gritando entre cinco vándalos? Súper normal ¿eh? Me encanta andar por ahí despreocupado y defender inocentes e indefensos chicos y perdidos en callejones -esta vez él me devuelve el sarcasmo. 

-Idiota -contesto haciendo notar que no me causo gracia. 

-¿Cómo fue que te metiste con esos gandayas? ¿Les debes algo? -alza una ceja mientras mantiene sus ojos en el camino.

-Ni siquiera los conozco, carajo, son unas bestias, ¿Cómo diablos suponían que me saldría vivo si entre dos me agarraron para que ese idiota me golpeara a su gusto -dejó entrever mi coraje entre palabras.

-No se escucha justo, pero por algo te encontré -sonríe encogiéndose de hombros- ¿Cómo llegaste a ellos? Es lo que no entiendo -me mira mientras paramos en un alto.

-Yo, bueno, iba siguiendo a Renji pero desapareció y pensé que había salido del bar por la puerta de emergencia pero no fue así -digo intentando recordar cómo fue que llegué hasta esa situación. 

-Ya veo, ¿con que Renji, eh? -me sonríe felinamente, su sonrisa me da miedo. Perfecto, estoy en el coche de un psicópata.

-¿Qué tiene Renji? -me mira acusatoriamente mientras continúa sonriendo. Oh, Dios, me di cuenta, quizá piensa ahora que estaba ahí con él. Intento corregir enseguida el malentendido- ¡No, no, no! O sea no es lo que estabas pensando, yo estaba con Yumichika y luego planeaba ir con Renji y... -paro en seco viendo cómo Grimmjow está apunto de soltar una carcajada, me doy cuenta de lo que acabo de hacer. Acabo de quemar a dos miembros de su equipo y de Renji ni estaba seguro que hubiese estado ahí. 

-Si que eres un idiota -Grimmjow se suelta a reír. 

-Es un malentendido, lo prometo -le miro suplicante mientras aparcamos mientras continúa riendo- ¡Diablos! Si pudiera moverme ya te hubiese golpeado, maldito inútil -al parecer mis palabras le dan más risa. 

-Tranquilo, no les diré, sobre todo a Renji -me lanza una mirada algo ¿sexy? Diablos, debo dejar de estudiar sus gestos- Espera te ayudo a bajar -inmediatamente después de esto apaga el coche y se baja para abrirme la puerta.   

Me ayuda a bajar y entramos a la clínica de la universidad, inmediatamente pregunto por Ishida que justamente esa noche estaba haciendo sus prácticas y ruego por que el me atienda. Grimmjow se queda fuera de la sala de urgencias esperando que le avisara alguien que su trabajo como bienhechor había terminado, pero, el maldito de Ishida lo llama después de que terminaron de revisar que no tuviera una costilla o algo más roto, darme dos puntos en la ceja y aplicarme un buen analgésico intravenoso.   

-Uryuu, no es necesario que le informes cómo estoy, caray, eres mi roomie, si necesito algo tú estarás conmigo, no tienes que hacer esto -digo con algo de enojo. 

- Lo siento Kurosaki, pero es la política de la clínica, el firmó cuando llegaste así que se puede ir después de que le diga que estás bien. Ya regreso, iré por las pastillas -Uryuu se encogió de hombros y salió del pequeño cuartito donde estábamos.

-Estás lleno de sorpresas, así que tu compañero es un doctor -me mira sonriendo- ¿Quieres que le avise a Renji que estás aquí? -su mirada se vuelve traviesa.

-Eres un idiota, es mi amigo -quizá también me pasaron sedantes porque estaba comenzando a relajarme, tanto que no me molestó el comentario fuera de lugar de Grimmjow. 

-¡Listo! -entró Uryuu con unos tubitos transparentes- Jaegerjaquez acompañé a firmar una cosa más y ya se pueden ir -me sonríe.

-Está bien -Grimmjow sale detrás de Uryuu.   

Pasan más de 5 minutos en los cuales estoy algo mareado y Grimmjow llega junto a Ishida.  

-Me vas a deber un gran favor después de esta -me dice Grimmjow cargándome. 

-¿Ah? -alcanzo a decir mientras siento como me levanta. No puedo pensar con claridad. 

-Te llevaré a tu casa -me sonríe pícaramente. 

Recuerdo que le iba a contestar algo, pero, mi cuerpo se relajó y me dormí, me dormí siento el aroma de su perfume mezclado con el aroma de alcohol del hospital.  Recuerdo imágenes de Grimmjow dejándome recostado en mi cama, quitándome los zapatos. Recuerdo que me dijo “te dejé una nota con los horarios de los medicamentos, me debes una grande, Kurosaki”. Recuerdo escuchar la puerta cerrarse y mi cuerpo seguía relajado. Pero no recuerdo nada más.

Me siento dulcemente relajado, no había dormido así de bien en mucho tiempo. 

-¡idiota! ¡Despierta! -la voz de Renji me despierta de golpe- Haz dormido más de 12 horas -me mira fijamente, su rostro está muy cerca mío y puedo sentir su respiración. 

-Déjalo descansar, el idiota eres tú -la voz de Rukia hace voltear a Renji y yo rio bajito al sentir un dolor fuerte en mi cuerpo. -Vaya si que te dieron una paliza -me dice Renji observándome de pies a cabeza. 

-Oh, Ichigo, tu cara -dice Rukia acercándose a mi acariciándome la mejilla- Quisiera golpear a quiénes te hicieron esto -me mira preocupada. 

-Tranquila, creo que me lo merezco por ir a lugares donde no debo -suspiro largo, tomo su mano y miro a Renji- Esto es tu culpa, idiota, por haberme cancelado -lo miro haciendo gesto de indignado para señalarlo. 

-Ya, ya, lo siento, es mi culpa, me hago responsable -dice alzando las manos. 

-Oigan, después de todo, ¿quién les dijo que me pasó esto? -pregunto señalando mi ceja.

-¿Quién más? -me dice Renji sonriendo y yo muero de la vergüenza imaginando a Grimmjow avisándole de lo que me había ocurrido diciendo algo como “oye Renji, al chico que le gustas le dieron una golpiza fuera de un bar gay”. Me sonrojé.

-Uryuu me avisó -me contesta Rukia viendo mis expresiones- No tienes porque avergonzarte, somos amigos, casi familia y para eso estamos -me abraza con cuidado. 

- Gracias -sonrío aliviado mirándolos.   

La tarde del sábado pasó entre risas y sonrisas, mis amigos me hicieron sentir menos miserable y en algún momento mientras caminaba lentamente por la pequeña cocina del dormitorio vi la nota de Grimmjow:

“Te puse en los envases el horario de las pastillas. Me debes una, pronto me la cobraré. JG”.

Morí de vergüenza y metí en una gaveta la nota. ¿Qué diablos podría querer Jaegerjaquez de mí? 

-Ichigo, ven, ¿pongo esta película? -Rukia habló sacándome de mis pensamientos.

-Ya voy -le contesto a Rukia yendo hacia la habitación.  

No tengo tiempo para pensar en Grimmjow solo para agradecerle. De verdad no tengo tiempo para pensar en él, ni siquiera en su maldita sonrisa, ni en su mirada... ¡mierda! Siento un toque eléctrico recorrerme cuando recuerdo la manera en que me dejó recostado. 

Juro que lo golpearé...  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).