Capítulo 28.- Vientos de cambio
Shun estaba caminando por el campus universitario y tenía un té herbal en las manos, la mañana era fría pero así le gustaban las mañanas al muchacho de ojos verdes que movía la cabeza al ritmo de la música que estaba escuchando. Ocho meses habían pasado desde la muerte de su padre, ocho meses había pasado en los que Shun se dedicó a estudiar, a entrenar y a sanar su alma, ocho meses en los que se había alejado de sus amigos cazadores porque su divergencia de criterios empezaba a hacer su vida insoportable, Shun no quería saber nada sobre lobos, armas, búsquedas que no llevaban a nada, estaba cansado de todo y decidió tomarse un descanso de su propia vida y eso funcionó bastante bien hasta esa particular mañana en la que una bomba de su pasado regresó
Shun subió las escaleras de su dormitorio, abrió la puerta con su llave y casi se le cae el té de las manos al ver a un hombre de cabellos negros que estaba ojeando uno de los libros de su estantería
- Hades… ¿qué demonios estás haciendo aquí?
- Hola Shun – Hades no esperó nada y acortó las distancias entre los dos para abrazar al peliverde que no necesariamente pudo hacer nada porque tenía las manos ocupadas, así que se dejó abrazar pero no correspondió el abrazo
- ¿Estás loco?, ¿cómo se te ocurre volver aquí?, si Ikky te llega a ver te asesina – Shun dejó su mochila en el suelo, su té en la mesita y los libros que tenía en las manos sobre la cama
- Lo sé… pero tenía que verte, la última vez que nos vimos no pude despedirme siquiera y la verdad no quería dejar las cosas así, tenía que verte para explicarte muchas cosas y trata de resarcir en algo todo el daño que te hice
- Yo no quiero nada de ti, no me lo tomes a mal, ya no te guardo rencor porque eso no es bueno para el alma, pero tampoco es que quiera verte o seguir siendo amigos o ninguna babosada de esas, quiero olvidarte y eso me funciona bastante bien, hasta que te presentaste aquí claro está – Shun se cruzó de brazos y se arrimó a la pared, era verdad que quería olvidar a Hades y en buenas cuentas si lo estaba logrando, para Shun funcionaba bastante bien lo del dicho que dice: “Lejos de los ojos, lejos del corazón”
- Ok., eso está muy bien, solo quiero que sepas que te debo la vida, hablé con Julián el otro día, ya no estamos en la misma universidad pero no hemos perdido el contacto, así que me contó que mantienes la comunicación con Hyoga – Hades sonrió de lado cuando dijo esto, Shun maldijo internamente al boca floja de su amigo
- No sé lo que te haya dicho Julián, pero dudo que sea cierto – contestó Shun a la defensiva
- Si es cierto, te conozco muy bien Shun y sé que tienes buen corazón, aunque la verdad no pensé que llegaras a preguntar por Seiya, no puedo decir que me sorprenda del todo pero si me alegra mucho, por eso quise venir a verte
- No pregunté por Seiya, solo quería saber si… estaba vivo… o algo… es que cuando se fueron estaba tan mal, y ya nunca supe nada más de él – Shun frunció el ceño al decir esto, si era verdad que dijo que no quería saber nunca más nada de ellos pero… eso no era del todo cierto, si quería saber si Seiya se salvó o no, si sacrificó su futuro como cazador por nada, si se alejó de sus amigos cazadores por nada, si Seiya había muerto todo lo que pasó en serio sería por nada, y eso a veces no le dejaba dormir en las noches
- Si está vivo, ahora está bien, pero estuvo delicado por mucho tiempo, y fue Seiya el que precisamente me contó que fuiste tú el que se opuso a que lo mataran, que le robaste de las manos a tu hermano la llave de la celda, que tu protestaste por él, así que… he venido con ofrendas de paz – Hades sacó de dentro de su chompa un sobre manila bastante gordito y se lo entregó a Shun que lo tomó y al sacar su contenido abrió mucho los ojos
- ¿Qué diablos significa esto? – Shun estaba mirando fotografías de una hacienda muy hermosa que él conocía bastante bien, era la hacienda que colindaba con la suya, con la que fue de su padre y que había estado en venta por mucho tiempo, Shion siempre había hablado de comprar esos terrenos, pero nunca tuvo el suficiente dinero como para hacerlo
- No hay que subestimar a mi suegro, él tiene una compañía constructora en el norte y es bastante relacionado políticamente hablando, él contrató un investigador privado porque quería saber de ti y de tu vida, yo no le di la idea así que no me mires así, él no sabía cómo pagarte por lo que hiciste por nosotros y bueno… se le ocurrió comprar la hacienda junto a la tuya para regalártela – Hades tomó los papeles y los pasó hasta el final en donde estaba una promesa de compra venta, firmada por su vecino y toda la cosa, Shun tenía la mandíbula en el suelo
- Yo no quiero nada Hades, esto yo no puedo aceptarlo y no lo voy a hacer – Shun meneó la cabeza con fuerza y le devolvió los papeles al pelinegro que sonrió al tomarlos y dijo:
- Yo le dije a Aioros que tú no aceptarías pero… él me pidió que te lo propusiera, no le puedo decir que no a papito suegro
- Yo no tengo precio Hades, yo no me vendo por nada
- No te lo tomes a mal, él no lo hizo con mala intención, mientras más cosas le cuento a mi suegro de ti más te admira, Seiya lo odia pero se aguanta, sabe que tengo razón
- ¿Tu suegro?, wow… te casaste con Seiya entonces – Shun sonrió con tristeza al decir esto
- Si, nos casamos poco después de que Seiya saliera del hospital, Shun… hay algo que quiero explicarte que en su tiempo no lo pude hacer
- No quiero saber nada de tu relación con Seiya, me alegro que seas feliz con él pero no quiero saber los detalles
- Este detalle tienes que saber, escúchame por favor – Hades tomó la mano de Shun que suspiró con desgano y dijo:
- ¿Qué me quieres decir?
- Bueno… Seiya no es simplemente un lobo, ¿te acuerdas que te conté la historia que me contó mi abuelo de las clases de lobos?, ¿los mestizos y los de sangre pura? – Hades entrecerró los ojos cuando dijo esto, la historia se la había contado a Shun hacía mucho tiempo
- ¿La de los lobos de raza pura y esas cosas?
- Si, esa misma, el asunto es que Seiya es un lobo por herencia como yo, él no es un hombre lobo transformado, pero no es un mestizo como yo, Seiya es un lobo de sangre pura
- ¿De sangre pura?, ¿los que supuestamente estaban extintos?
- Si… pero resulta que las historias de mi abuelo si tenían su tinte de realidad, entonces no están completamente extintos, y esa fue la principal razón por la que no tuve mayores opciones cuando él apareció en mi vida y… nos enamoramos, él me escogió a mí y bueno… el lazo se creó en nosotros y ya no puede disolverse, es algo que está por sobre mi voluntad, yo te amaba Shun, en serio te amaba pero… Seiya llegó y lo cambió todo
- Ok., esa es una de las cosas que no quiero oír – Shun levantó la mano para callar a su ex, todo eso él ya lo sabía
- No Shun, no es tan simple como eso, es algo genético y compulsivo, cuando digo que no tuve opción al enamorarme de Seiya es en serio que te lo digo, ¿te acuerdas de todo lo que te dije de los lobos de sangre pura? – Hades sonaba ansioso en este punto, era obvio para Shun que el remordimiento le comía la consciencia pero eso ya no era su problema, si se sentía culpable por cómo se dieron las cosas entre ellos pues mejor
- ¿Qué son irresistibles y no se cuánta babosada más? – preguntó Shun irritado
- No son babosadas, es cierto, Seiya es especial en muchos sentidos
- ¿Ah sí?, ¿cómo cuál?
- Seiya me dio un hijo
- ¿What???? – Shun abrió los ojos como platos, él algo se acordaba de la historia pero ahora ya se acordó bien de todos los detalles que Hades le había compartido antes
- Él estaba en estado cuando fue secuestrado, fue un milagro que no perdiera a la criatura, tuvo un embarazo algo accidentado pero mi bebé nació bien, algo prematuro pero ya está fuera de peligro y normal, y todo eso te lo debo a ti, que no dejaste que mataran a mi pareja, que no dejaste que mataran a mi hijo, por eso he venido, quiero mostrarte lo que ayudaste a salvar
- No lo puedo creer…
- Mira, ¿lo quieres ver? – Hades sacó su teléfono celular y lo encendió, se lo iba a pasar a Shun pero se detuvo, a Shun le estaba costando trabajo aceptar lo que acababa de escuchar así que asintió y tomó el teléfono de Hades para ver una fotografía de un bebé que sonreía, estaba gordito y cachetón, tenía los ojos negros y las facciones finas, se parecía a Hades sin duda, estaba usando un gorrito de lana por lo que no se le pudieron ver el color de sus cabellos, Shun pasó de fotografía y pudo ver una nueva en donde Hades lo cargaba y sonreía, el bebé estaba envuelto en la cobija de luna bordada que Shun había visto en la habitación de Hades, él le dijo que cubriría a sus hijos con ella, wow… lo había hecho a la final, y en la útima foto Seiya estaba dormido en la cama y el bebé estaba dormido a su lado
- Es muy hermoso Hades, felicitaciones, pero cómo fue que… no… sabes qué, no quiero saber los detalles, me va a doler la cabeza si me explicas – Shun meneó la cabeza y sonrió con tristeza al devolverle el teléfono al pelinegro que lo guardó y dijo:
- Ok., no te lo explico, ¿pero entiendes ahora cómo fue que se dieron las cosas?
- Eso no cambia nada
- Si lo cambia, siempre quise decirte que eres una de las personas más buenas y geniales que me he encontrado en la vida, hice bien en amarte y en confiar en ti, yo vi mi futuro contigo y estoy seguro de que hubiéramos sido muy felices juntos, lo que pasó estuvo fuera de mi control, nunca quise dañarte, nunca quise que las cosas se dieran así, traté de resistirme pero no pude, luego en serio lo arruiné al no hablarte con la verdad, al no hablarle a Seiya con la verdad, por mi culpa casi destruyo lo que más amo pero tú ayudaste a salvarlos, yo fui un cobarde Shun, pero tu… tu demostraste de lo que estás hecho, eres un hombre valioso en muchos sentidos, tu padre estaría muy muy orgulloso de ti – la voz se le quebró a Hades cuando dijo esto, una de las cosas que no le dejaba vivir era la culpabilidad que sentía, por su cobardía casi muere Seiya y su hijo, por su cobardía Shun casi se deja llevar por el odio, lo que Shun dijo esa noche se le había quedado grabado en el alma al pelinegro, Shun dijo que él no iba a perder su escencia como persona, que no iba a perder su luz, eso puso las cosas en perspectiva para Hades, Shun le había mostrado el camino a seguir, y lo encontró cuando la vida lo había golpeado más duramente, sin duda alguna las heridas son las grietas del alma que dejan pasar la luz, si uno lo permite y así desea
- Ok., cambia un poco las cosas pero Hades, yo estoy superándolo, olvidándolo y siguiendo con mi vida, me da gusto que sigas con la tuya especialmente si has formado una familia
- Créeme Shun, cualquier hombre se sentiría orgulloso y feliz de ser tu pareja, yo sé que serás muy feliz y harás feliz a alguien con tu sola presencia, pero bueno… ya hice lo que vine a hacer, te deseo lo mejor Shun, y espero que si alguna vez nuestros caminos se vuelvan a cruzar, no me des cacería – Hades sonrió y ladeó la cabeza al decir esto
- ¿Sigues pasando las noches en la jaula?
- Si… a Seiya no le gusta pero se aguanta, no lo puedo exponer a lo que pasamos otra vez
- Entonces no te preocupes, salúdalo de mi parte, no… mejor no lo saludes… - respondió Shun con una pequeña sonrisa
- Ok., no lo saludo, adiós Shun
- Adiós Hades…
Shun vio como el pelinegro que tanto amó, salió de su habitación para no volver, cuando estuvo solo se dejó caer en la cama y lentamente sonrió, el ver a Hades fue duro pero necesario, era un cierre a esa etapa de su vida, era un cierre a todo y eso estaba muy bien…
- Shun… ¿qué haces aquí? – Mu estaba sentado en el césped, lucía cansado pero contento, Shura a su lado estaba botado y lucía muerto
- Vine a verlos, los extrañaba – dijo el muchacho de ojos verdes dejando su mochila en la banquita, tres días habían pasado desde la visita de Hades, y en ese tiempo había pensado mucho sobre lo que dejó atrás, sobre sus antiguos camaradas y la misión que su padre le había encomendado antes de morir, puso en la balanza muchas cosas y se decidió a buscarlos
- Shun… hola hermanito – Ikky llegaba corriendo y literalmente se lanzó a Shun que casi se cae porque él estaba mal parado e Ikky le cayó encima
- Por dios Ikky, necesitas bañarte antes de abrazarme así – Shun reía sosteniendo a su hermano que lo abrazó y lo levantó del suelo en su abrazo
- Luego me baño, oye… ¿quieres ir a comer hamburguesas? – propuso el peliazul con una sonrisa
- Soy vegetariano Ikky, por todos los dioses, ¿hasta eso has olvidado de mí?
- Claro que no tonto, lo que pasa es que vamos a ir a ese lugar que te gusta que tiene pizza vegetariana y esas cosas – dijo Camus abrazando también a Shun a manera de saludo
- Ohhh ok., ¿dónde dejaron a Milo? – preguntó el peliverde sonriendo al ver el final de la pista, Milo venía caminando con las manos en la cintura, lo habían dejado de último aparentemente
- A él le toca invitar las hamburguesas – dijo Mu poniéndose de pie
- Realmente Shura debería invitar la comida, él no dio la última vuelta – dijo Camus como quien no quiere la cosa
- Hola Shun, Muérete Camus – dijo Shura sin mover un músculo y sin abrir los ojos
- Pizza suena genial, la verdad los extrañaba y bueno… hoy es un buen día, ¿verdad?
- Si… hoy es un buen día – Ikky sonrió como no había sonreído en meses, él si veía a Shun frecuentemenete pero su relación se había enfriado, la muerte de Shion les había pegado durísimo pero eso en lugar de unirlos los había separado, sus formas tan distintas de ver la cacería y a los lobos habían ahondado la brecha, por eso era muy significativo que Shun los haya buscado a todos ellos, cuando sabía que estaban juntos
Esa noche los amigos la pasaron bomba, habían extrañado mucho a Shun en estos meses de lejanía, pero ahora lo veían bien, como siempre fue, cálido, divertido, amable y muy bromista, Ikky reía ante las ocurrencias de su hermano, por lo que a la final de la noche, no se sorprendió que Shun aceptara ir a correr con ellos al día siguiente
Con el pasar de las semanas, Shun retomó en algo lo que fue su vida, la luna llena de ese mes salió al bosque con sus amigos, pero desde que Hades, Julián y Seiya se habían mudado, esos bosques ya no tenían lobos, no habían habido ataques, la calma reinaba y una nueva rutina se asentaba en ese dinámico grupo de cazadores que retomó sus sagradas obligaciones al patrullar en las noches para proteger a los inocentes
Los muchachos con mente abierta habían escuchado todo lo que Shun les dijo sobre los lobos, la genealogía que Hades les había explicado, pero eso les complicaba la vida, ellos no tenían forma de saber si los lobos que cazaban eran de herencia genética o no, no tenían forma de distinguirlos, Shun dijo que los lobos mestizos usualmente no formaban manadas, salían con sus familias, y no necesariamente atacaban a nadie, pero siempre cabía la posibilidad de casos como los de los gemelos Saga y Kanon, ellos también eran violentos como los hombres lobo comunes, a la final los muchachos decidieron que iban a tomar las palabras de Shun en serio, si los lobos mestizos eran lo suficientemente inteligentes y conservaban su humanidad al transformarse sabrían huir, si no lo hacían pues… ellos no podían dejar de lado su llamado, y así lo hicieron, su misión era la de proteger al inocente, eso no lo podían abandonar… claro que no…
***
Shun corría desde el estacionamiento hacia la galería, estaba atrasado y lo sabía, es que su jefe se había puesto pesado y no le dejó salir a tiempo, a lo que cruzaba la calle empezaba a llover, dioses… ¿no podía ser este día peor???
Al entrar en la galería, se sacó el abrigo y lo colgó en un perchero, caminó lentamente entre la gente que estaba reunida apreciando las pinturas que colgaban de las paredes, Shun estaba concentrado buscando a alguien pero no lo encontraba, ¿será que ya se fue?
- ¿No me digas que empezó a llover? – Shun se volteó y sonrió aliviado al encontrar al que buscaba, el muy apuesto rubio tenía dos copas de champagne en las manos, le dio una al peliverde para luego besarlo suavemente en los labios
- Si amor, llueve pero creo que eso es de buena suerte – Shun sonrió al tomar un traguito de su bebida
- Tú crees que todo trae buena suerte – respondió el rubio con una dulce sonrisa
- Llovió el día que te conocí, llovió el día que nos volvimos a ver, llovió en nuestra primera cita, llovió la noche en la que me dijiste que me amabas por primera vez, llovió el día de nuestro matrimonio, llueve ahora, la lluvia y yo somos viejos amigos y me ha traído lo mejor de la vida – Shun sonrió ampliamente y tomó la mano de su esposo apretándola suavemente
- Eso es bueno saberlo – el rubio lo abrazó de mejor manera y lo estrechó contra su pecho, había sido la mejor casualidad de la vida encontrarse con Shaka en esa exposición de arte tres años atrás
Shun estaba a mediados de la carrera, tenía novio en ese tiempo pero el encuentro casual del rubio que era hermano de su antiguo compañero de habitación le alegró la noche, luego las circunstancias se darían para que le alegrara la vida entera no solo una noche, ahora estaban casados poco más de un año y seguían en etapa de luna de miel, Shaka estaba estrenando exposición y eso lo tenía muy emocionado, eso y la promesa de un viaje por las costas de Grecia si la venta de sus pinturas iban bien, claro está
- Hyoga… no lo puedo creer, ¿cómo estás? – Shun había estado caminando por el amplio salón, era diferente apreciar las obras de su esposo bajo la luz que la galería había arreglado para dar realce a las pinturas, todo esto le parecía etéreo al flamante arquitecto
- Hola Shun, no me podía perder la exposición de mi hermano – el rubio abrazó a su amigo al que no había visto en algún tiempo
- Que gusto verte, no habías venido a las últimas dos, Shaka estuvo todo triste por ello – dijo Shun apretando la mano de Hyoga que pasó una mano por sus cabellos y suspiró
- Es complicado conseguir niñera, nuestro pequeño terremoto nos mantiene ocupados y a veces no podemos viajar como quisiéramos, ¿quieres verlo? – a Hyoga le brillaron los ojos al sacar su teléfono y encenderlo, Shun puso su copa de champagne en uno de los pilares y tomó el teléfono para emocionado mirar las fotos del pequeño hijo de Hyoga y Julián, Mitch era su nombre y estaba muy hermoso en las fotos que estaba mirando, tenía tres años y hacía uno que la pareja lo había adoptado
- Por dios está hermoso – Shun sonrió al ver una fotografía en donde el pequeñito estaba subido en un pony mientras Julián tenía las riendas del animal, Hyoga y Julián vivían en una hacienda al sur del país, en contra de su voluntad Julián estaba ayudando a su padre en sus negocios, eso era lo que no quería hacer nunca en la vida pero su padre estaba algo delicado de salud y por eso ellos lo estaban cuidando
- Se parece a mí, hola Shun, que gusto verte – Julián había llegado y abrazó al ojiverde a manera de saludo
- Yo creo que si se parece a ti, felicidades – Shun devolvió el teléfono a Hyoga que suspiró al ver a su retoño y lo guardó, lo extrañaba, como todo buen padre que se respete lo extrañaba, si necesitaba tiempo a solas con Julián pero no podía evitar extrañar a su bendición
- Va a ser un gran jinete como yo, le gustan mucho los caballos y siempre me acompaña cuando me doy mis vueltas por los establos, mi papá le regaló un pony así que ya te imaginarás como lo ama – Julián sonrió soñadoramente al pensar en el niño, ese pequeñito les había traído mucha felicidad a sus vidas, y ni se diga a la vida solitaria de Aspros, él estaba encantado con su nieto, el médico había dicho que la sola presencia del niño en la casa ayudaba a la salud del mayor, porque pasaba entretenido y de muy buen humor
- Eso se nota, ¿y cómo han estado? – Shun volvió a tomar su copa al tiempo que uno de los meseros pasó por allí y Julián tomó dos copas para darle una a su esposo
- Bien, el negocio va bien, nosotros estamos bien, papá está mejorando, mi primo Dita se casó, no sé si te acuerdes de él – dijo Julián y se arrepintió de hacerlo, porque Shun frunció el ceño y asintió al preguntar:
- ¿Se casó con el tipo grandote aquel que casi mata a Mu?
- No, no se casó con él, las relaciones entre lobos nunca funcionan, aunque Alde si era un pan de dios para soportar al caprichoso de mi primo, pero mejor no hablemos de cosas del pasado
- No te preocupes, el pasado ya quedó atrás, ahora tenemos nuevas vidas, no te apures – Shun se encogió de hombros y sonrió, en eso llegó Shaka y lo abrazó por la espalda luego de besar su cuello, esa noche fue muy divertida a la final, siempre era bueno ver a Hyoga y Julián, ellos se llevaban súper bien y siempre representaban buena compañía
La exposición fue un éxito, Shaka vendió tres de sus pinturas esa misma noche, por lo que al llegar a casa el rubio estaba muy contento, Shun lo escuchaba embelesado sobre sus planes de vacaciones, sobre la nueva colección que ya tenía en mente, le mostró sus primeros bosquejos los que a Shun le parecieron hermosos, Shaka tenía un alma sensible y sus obras lo reflejaban, en verdad que el encontrarlo había sido lo mejor que pudo haberle pasado en la vida
- ¿Vienes a la cama? – Shun estaba de pie en el marco de una habitación en franca remodelación
- Si… ¿no has sabido nada de la agencia? – Shun se volteó y abrazó a su esposo apretándolo contra su pecho
- No, aún no pero no creo que tarden, para la adopción del niño de Julián y Hyoga se demoraron como un año, más o menos el mismo tiempo hemos pasado nosotros, nuestra trabajadora social se muestra optimista, debemos tener fe nada más, nuestro hijo llegará cuando tenga que llegar, pronto seremos tres y nuestra familia crecerá, no quiero verte preocupado – Shaka acarició la mejilla de su esposo y le besó suavemente los labios
- Quiero un hijo Shaka, un bebe tuyo y mío – Shun suspiró y levantó la mirada para perderse en los azules ojos de su esposo
- Yo creo que ya está en camino, por lo que mientras tanto debemos hablar seriamente de un asunto
- ¿Qué asunto? – Shaka tomó la mano de su esposo y caminaron lentamente hacia su habitación
- Sexo en la playa, cocteles a la orilla de la piscina y masajes relajantes, luego cuando nuestro hijo llegue debemos planificar ir a Disney a conocer al pato Donald – Shaka abrazó a Shun levantándolo del suelo y besándolo en el cuello, Shun reía ante las ocurrencias de su esposo, y esa noche mientras la lluvia caía con fuerza, la pareja hizo el amor como si no hubiera un mañana
Shaka estaba acostado sobre su estómago y dormía profundamente, Shun se despertó por un rayo y al ver a su esposo dormido sonrió, esa tarde había hablado con Ikky, su hermano estaba muy contento porque iba a expandir su negocio y todo le estaba saliendo muy bien, le contó que Shura se había casado con una muchacha muy bonita que había conocido en un crucero al que fue el año anterior y que se iba a ir a vivir en Italia, Shun se volteó en la cama y pensó que la vida es lo que nos pasa cuando estamos ocupados haciendo planes, como le dio sed se levantó y fue a la cocina, miró por la ventana y vio una luna muy hermosa, no era luna llena, era un cuarto menguante, eso y el ver a Julián esa noche le hizo recordar a Hades, hacía mucho tiempo que no pensaba en él, bueno… solo esperaba que estuviera en donde estuviera, fuera feliz, como lo era él…
Luna llena, luna nueva, fases de la luna, fases de la vida, Shun siempre pensó que había algo poético en el hecho de que él siendo un cazador se hubiera enamorado de un lobo, pero no… el verdadero poema de su vida era Shaka, su esposo, el verdadero amor de su vida, aquel que llegó y como fuego arrasó con todo, con su calidez y cariño hizo latir su corazón y lo hizo amar otra vez, el que lo había escogido como su compañero de vida y el futuro padre de sus hijos… wow… hijos, Shun estaba entrando en una nueva etapa de su vida y casi no podía esperar, el solo hecho de pensar en expandir su familia le traía felicidad, a la final las palabras de su padre no habían caído en saco roto, Shun pensaba que en donde sea que estuviera su padre se sentiría orgulloso de él, y no se equivocaba, a la final había hecho con su vida lo que Shion siempre pensó, al volver a la cama Shun sonrió y abrazó a Shaka que se movió y abrió los ojos al despertar
- Duerme amor… - dijo el rubio en un susurro
- Soñé que teníamos una niña
- ¿Ah sí?, que genial – Shaka estaba medio dormido aún pero sonrió y acarició la mejilla de su esposo con ternura al decir esto
- Shaka… ¿eres feliz?
- Claro tonto, soy muy feliz a pesar de que duermo con una ardilla que no duerme a sus horas y me mantiene despierto
- Yo no soy una ardilla – se quejó Shun todo divertido
- Si lo eres, pero eres mi ardilla – Shaka tocó el punto sensible de Shun en uno de sus costados lo que lo hizo saltar en la cama
- Eso es trampa – dijo el peliverde riendo y literalmente abalanzándose a Shaka que lo recibió en sus brazos y lo llenó de besos, la pareja reía mientras se estaban haciendo cosquillas, cambiaron posición en la cama varias veces hasta que Shaka quedó tumbado sobre su espalda y Shun sostenía sus dos manos por encima de su cabeza con una sola de las suyas
- Me ganaste… ¿quién es el tramposo ahora? – el rubio relajó el cuerpo y suspiró
- Te dejas ganar rubito
- Es que me encanta como te mueves, y más me encanta tenerte encima de mí, eres tan sexy Shun, tan sexy
- Tú eres el sexy – Shun se agachó y besó a su esposo en los labios, soltó sus manos para poder acariciarlo mejor y sonrió al sentir las cálidas manos de Shaka pasearse por sus costados, por sus caderas y su trasero
- Cuando termine mi pintura no te va a caber la menor duda de lo sexy que eres – susurró el rubio acariciando el pecho de su esposo
- Voy a creer que estás haciendo esa pintura cuando la vea, nunca he posado para ti, ¿cómo la estás haciendo?
- Memoria táctil – respondió Shaka acariciando la espalda del menor
- ¿Y cuándo la vas a acabar?, en serio la quiero ver
- No puedes apresurar a un artista, estará lisa cuando esté lista, mientras tanto necesito analizarte un poquito más… eso es… mmmm… así Shun… perfecto… - Shaka gimió cuando sintió las manos de su esposo estimular su hombría
- ¿Te gusta?
- Me encanta… déjalo caer… vamos… déjalo caer… - Shaka estaba acariciando el trasero de Shun que en verdad, se acomodó de mejor manera sobre el rubio y lo dejó caer lentamente, introduciendo su endurecido miembro en su cuerpo, Shun gimió y Shaka también, el peliverde pensaba que estaba teniendo el mejor sexo de su vida, Shaka era apasionado y gentil, divertido y apasionado, tenía una manera muy sensual de tocarlo y estimularlo, el rubio se había incorporado un poco y estaba mordiendo uno de sus pezones mientras lo ayudaba a bajar y subir sus caderas, llenándolos a ambos de placer
Sus gemidos llenaron la habitación, sus palabras de amor nublaron sus sentidos, el vaivén de sus cuerpos desnudos movían la cama entera, ellos estaban envueltos en la más deliciosa ola de placer, llegaron a la cumbre del éxtasis y se dejaron caer en las blancas sábanas de su cama matrimonial, completamente satisfechos y exhaustos
- Duerme amor… - dijo Shaka acariciando suavemente los verdes cabellos de su esposo
- Te amo Shaka
- Y yo a ti mi dulce Shun, oye… ¿compraste el café que me gusta?
- Claro que lo compré, te traje masmelos también
- Sabía que por algo me casé contigo
- ¿What???, ¿solo por eso te casaste conmigo?
- Entre otras cosas, te amo Shun, gracias por comprar mi café
- Aunque no deberías tomar café, el té es mejor
- Lo sé amor… lo sé… desde mañana tomo té contigo
- Me dices eso todas las noches
- Bueno, algún día lo diré en serio, ya duerme
- Ok., ok., ya duerme tú también, sueña conmigo
- Siempre sueño contigo, lo bueno es que al despertar estás a mi lado – Shaka abrazó a Shun y suspiró, Shun sonrió y besó el pecho de su esposo al cerrar los ojos y entregarse al mundo de los sueños, lejos de su vida y de sus pensamientos había quedado aquel pelinegro al que amó, el que en estos momentos también dormía, aunque su cama estaba un poco más concurrida que de costumbre, una tormenta había despertado a sus niños los que ahora estaban acurrucados entre él y su esposo, todos profundamente dormidos bajo la luz de la luna…