Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

McDanos' One shot por Liss83

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

INMUNIDAD PERDIDA (final)

- Por lo menos aun no han hecho estallar el hotel – dijo Kono
- Una semana es todo un reto incluso para ellos – dijo Chin golpeando a la puerta
- ¿Crees que aprendieron la lección? – dijo Kono
- Eso espero – dijo Chin –. Ya no soporto las llamadas y mensajes de Catherine. Ya no tengo espacio en mi buzon
- ¡Que raro! – dijo Kono volviendo a llamar despues de unos minutos – esto no me gusta – dijo llamando por tercera vez
- Kono… – dijo Chin haciendo una seña. Esta pego la espalda a la pared y él iba tirar la puerta abajo cuando la puerta se abrio subitamente por lo que Chin cayo de bruces
- Por favor entréguenle esta carta al gobernador de nuestra parte – dijo Steve con una sábana alrededor de la cintura
- Y mándennos una pizza sin piña – dijo Danny detrás de este también con una sábana cubriéndolo – tanto ejercicio me dio hambre
- ¡Y el que nos falta! – dijo Steve con picardía mientras Chin se ponía de pie
- Entonces deja de hablar y vuelve aquí marino – dijo Danny
- ¡Nos vemos en un par de días! – dijo Steve con una sonrisa maliciosa mientras cerraba la puerta mientras empujaba a Chin fuera
- Se cuidan y no se olviden de mi pizza – escucharon gritar a Danny y luego carcajadas – ¡Steve!
- Te comeré entero – repetía Steve
- Ahí no… ¡ay Dios! – grito Danny luego todos fueron quejidos
- Eso no me lo esperaba – dijo Kono sorprendida
- ¿Y ahora qué hacemos? – dijo Chin
- No sé – dijo Kono encogiendo los hombros – pero al menos parece que la tensión va desaparecer
- ¡Animal! – grito Danny furioso – me mordiste la nalga
- Lo siento – dijo Steve – no era mi intención pero se ven tan…
- Disfrútalas pero no las maltrates – dijo Danny
- ¡Vámonos de aquí! – dijo Chin y se fueron deprisa


CAMA

- ¡Maldito animal! – dijo Danny – ¿les pediste cama matrimonial?
- No – dijo Steve nervioso – bueno, tal vez lo insinuaron y no los corregí
- Explícate – dijo el rubio cruzando los brazos
- Elijó el lado derecho – dijo Steve antes de correr a encerrarse en el baño
- ¿Y ahora como escapo? – susurro Danny para si mismo

Maria jesus villacorta bringas

Boda Doble
- Danny ¿Por qué llevas corbata larga? – pregunto Chin curioso
- La invitación decía corbata de moño – dijo Kamekona
- Eh…– dijo el rubio nervioso – yo… no tengo ese tipo de corbatas
- Si tienes Danno – dijo Grace –. Yo la vi hoy en tu cajón – el aludido solo sonrió nervioso
- ¿Y por cierto por que Grace llego sola? – pregunto Adams
- Quería ayudarle a su tía Kono – ¿cierto monito?
- Pero sí fuiste tú quien insistió que me viniera antes – dijo la chica sorprendida
- Steve – dijo Catherine – ¿Qué tienes en el dedo?
- Oh esto. Es mi anillo de boda – dijo el aludido antes de abrazar al rubio sonriendo –. Hace un rato, Danny y yo también nos casamos
- ¿Qué cosa? – dijo Catherine tan sorprendida como todos los demás
- Lo sabia – grito Grace
- Paguen sus apuestas. Paguen sus apuestas – dijo Kono estirando sus manos hacia los demás
- ¿Por qué me enamore de un animal? – dijo Danny pasándose las manos por la cara
- ¿Pero yo que dije de malo? – pregunto Steve encogiéndose de hombros

 


Limpieza
- Steve… no… – dijo el rubio sonríenso – estoy lleno de barro.
- Pero si me dejas ,yo te lo puedo quitar antes que llegues a la ducha – le susurro al oido
- Estas loco – dijo Danny con una carcajada

 


CALLATE, CALLAME
- ¿Cómo pudiste hacer esa idiotez, grandísimo animal? – grito el rubio
- Cálmate Danny – dijo Steve
- Nada de cálmate – grito el rubio – ¿es que careces de conciencia? ¿por qué eres incapaz de detenerte a pensar por dos segundos? Te arrojaste de un avión en movimiento ¡sin paracaídas! ¿Acaso esta es tu idea de día libre? ¿sabes el miedo que tuve? ¿y si te hubieses muerto? ¿Qué le iba a decir a Grace? ¿Cómo le explicaría a Charlie que no volvería a ver a su tío favorito…? – un beso lo interrumpió
- En serio Danno – susurro Steve contra sus labios – ya cállate
- Cállame si puedes – dijo Danny sin separarse
- No me desafíes – replico Steve
- ¿o qué? – dijo Danny, entonces Steve lo beso apasionadamente

 

En ese momento el gobernador llego a la central de Cinco Cero

 

- ¿Dónde está McGarrett? – preguntó el gobernador
- En una junta. En el hospital – dijeron los primos al mismo tiempo tapando la entrada de la oficina del comandante, donde estaba la pareja… ¿discutiendo?


INFLUENCIA PELIGROSA

Su dia no estaba siendo bueno, le habian robado su auto, le habian disparado, aunque sin herirlo gracias a Dios, todas las pistas que seguian eran falsas y para rematar su dia ese imbesil se negaba a colaborar

- Oye amigo ya me estoy cansando de esto – advirtio steve
- Solo dile lo que quiere saber – dijo Danny – y esto se acaba s
- No lo se – dijo el isleño – y aunque lo supiera ¿por que haria trato con un haole?
- ¿Cómo te llamo? – pregunto Danny
- Extranjero – dijo steve
- Este es el estado cincuenta de Estados Unidos. Asi que estoy en mi pais – grito Danny golpeando al hombre en la nariz y sacandole sangre – ¿donde vas? – dijo Danny cuando vio a steve saliendo del lugar
- No se muevan – dijo Steve antes de salir –. Danno ven – le dijo desde la puerta – minutos despues.
- ¿Qué…? – pero steve lo jalo fuera de la tienda y arrojo una bomba dentro de esta que exploto instante despues
- ¿estas loco? – grito Danny
- Tu empezaste – dijo steve encogiendose de hombros – ¿de que te quejas ahora?

 

 

Viernes por la noche
Catherine habia llegado de sorpresa al finaliar de esa tarde a casa de McGarrett y grande fue su sorpresa al encontrar la casa vacía.
Cerca de las diez de la noche el Camaro llego y de el bajaron Danny Steve y Grace, quien venia disfrazada de abeja

 

- Oh vamos Danno – decía Steve – mañana es sábado
- Por favor – suplicaba Grace
- Por favor, Por favor, Por favor – suplicaron Grace y Steve al mismo tiempo
- Esta bien – dijo Danny con voz cansina – haremos un maratón Disney. Pero no quiero saber nada de la sirenita – sentencio el rubio – estoy harto del mar
- Pero es mi favorita – dijo Steve – me gusta su canción, incluso se la canción

 


“Bajo el mar, bajo el mar
Vives contenta, siendo sirena eres feliz
Sé que trabajan sin parar y bajo el sol para variar
Mientras nosotros siempre flotamos
Bajo el mar”

 

- Ya entendí – dijo Danny sonriendo cuando Steve y Grace acompañaron la canción con un baile – veremos la sirenita
- Hola marino – dijo Catherine sonriendo
- Cat – dijo Steve sorprendido – no sabia que estabas en la isla
- Catherine – dijo Grace sonriendo – ¿te quedaras a ver películas con nosotros? Veremos la sirenita ¿cierto tío?
- Lo que mi princesa diga es ley – dijo Steve sonriendo – andando
- Monito – dijo Danny – vamos hacer palomitas
- Yo le ayudare a mi tío a preparar la sala – dijo Grace saltando feliz
- Entonces andando – dijo Steve alzando a la niña y entrando en la casa

 

En silencio Catherine vio como interactuaban Steve y la niña, y aunque intentaba llamar la atención del comandante no lo lograba. Y mas aun sentándose en puntos opuestos del sofá.

 

- Ya se durmió – dijo Danny rato después mirando como la cabeza de su hija caía sobre su pecho – Voy a acostarla – dijo poniéndose de pie
- Déjalo – dijo Steve sonriendo – yo la llevo a su habitación. Tú ya tuviste tu hora padre e hija. Es mi turno
- Perdóneme señor – dijo Danny sonriendo mientras Steve se ponía de pie y alzaba a la niña
- Pensare en tu caso – dijo Steve subiendo la escalera con Grace en brazo

 


Al rato Steve bajo y fue directo a la cocina, abrazo a Danny por la espalda y le beso el cuello

 

- No va despertar hasta mañana – dijo el marine y Danny sonrió
- Danny – dijo Catherine – ¿tú crees que Steve demoré mu…?
- Catherine – dijo Steve sorprendido pero sin soltar a Danny – pensé que te habías ido. Danny acompáñala tú a la puerta, yo termino aquí
- ¿Me estas echando? – dijo ella sorprendida
- Ya es tarde – dijo Steve – y estamos cansados
- No tengo donde quedarme – dijo ella confundida
- Bueno… – Steve y Danny se miraron entre si – puedes quedarte en la que era la hitación de Mery por esta noche
- ¿La que era..? – dijo la mujer
- Si Catherine – dijo Danny – la que era la habitación de Mery. Grace ocupa la que era de Steve. Él se la redecoro especialmente
- ¿y tú donde duermes? – dijo Catherine sorprendida
- Obviamente que con Steve – dijo Danny sonriendo – pero tranquila, tienes suerte. Como Grace se quedará esta noche, no haremos mucho ruido. Que descanses Catherine
- Hasta mañana Cat – dijo Steve abrazando a Danny por la cintura subieron a la habitación principal. A los cinco minutos escucharon un portazo y un auto que arrancaba a toda velocidad
- ¿Crees que se enojo? – pregunto Danny mientras se abría la camisa
- Mañana lo voy a meditar – dijo Steve besándole el cuello
- Animal – dijo Danny sonriendo – recuerda que Grace esta al lado
- No despertará hasta mañana y lo sabes – dijo Steve besándolo apasionadamente. Iniciando así una noche de pasión desenfrenada

 


CATHERINE II

Durante semanas habia seguido a steve y a su familia a una distancia razonable. Era obvio que tenian problemas, porque discutian la mayor parte del tiempo. ¿Estarian en proceso de divorcio? Algo muy dentro suyo le decia que eso se debia a su regreso a la isla y no pudo evitar sonreir con arrogancia. Solo esperaba que steve no quisiera la custodia de sus mocosos, ella no soportaba a los niños, aunque claro tendria que disimularlo los dias que se quedaran con ellos.
Convencería a Steve de regresar a la Marina y así prácticamente no los verían nunca

 

Ese domingo vio a Steve salir con lo niños en su camioneta sin el rubio. “Otra pelea” dijo totalmente convencida de que su momento había llegado. Iba a prender la camioneta para seguir a Steve cuando alguien se paro a su lado

 

- Buenos días señorita Rolling – dijo Luleka – los señores McGarrett han pedido una orden de alejamiento en su contra
- ¿Cómo dice? – pregunto ella sorprendida
- Es muy simple “Cat” – dijo Danny apareciendo de la nada por el otro lado del vehículo – aléjate de mi familia de una vez por toda. Si no fuiste lo suficientemente omega para hacer feliz a Steve cuando tuviste la oportunidad, selo ahora y aléjate.
- Yo soy la única que puede hacer feliz a Steve – dijo la mujer
- Que raro – dijo el rubio – porque los últimos diez años ese a sido mi trabajo y lo he hecho muy feliz. Tú lo has visto
- Dices eso porque no lo conociste cuando estaba conmigo – dijo ella con soberbia
- Conocí lo que tu paso dejo – dijo – y déjame decirte que si eso es amor… tu concepto de ese sentimiento es muy pobre
- ¿Y tú quien te crees para hablarme en ese tono? – dijo Catherine con un grito
- Quien tú nunca serás – dijo Steve apareciendo de la nada y abrazando a Danny – el amor de mi vida
- Steve – susurro Catherine
- Te lo dije – continuo el Marine – aquí no hay lugar para ti
- Solo quiero una oportunidad – suplico Catherine – se que pued…
- Yo no soy de la inteligencia del ejercito… – dijo Danny
- Marina – corrigió Steve – Danno. Marina
- Es igual – protesto el rubio – lo que si soy es un buen detective que sabe hacer la tarea – dijo tirando un sobre en el regazo de Catherine – ¿te imaginas animal – dijo mirando a su marido – que pasaría si se supiera el pasado de la teniente Rolling?
- Adiós carrera – dijo Steve respirando hondo
- O te alejas de nosotros o ya sabes – dijo Danny - ¿nos vamos? Los niños están emocionados con el paseo
- Diviértanse – dijo Lukela
- No te olvides de mañana – le dijo Steve
- Ahí estaré – dijo el oficial sonriendo mientras la pareja se alejaba – bueno ¿en que íbamos?

 

Un par de horas después la oficial Catherine Rolling abandonaba la isla de Hawaii con el firme propósito de no regresar jamás. No volvería a ver al único hombre que había amado en su vida o este haría publicas fotos vergonzosas de su juventud. Por fin lo entendió. Creyó seguro un amor que en realidad nunca le había pertenecido.

 

 

NO COMPARTO

Ese fin de semana Steve se quedarían a dormir en casa de los Williams, dado que irían a acampar en las montañas. Los niños ya se habían ido a acostar después de la habitual maratón de películas de Disney y las clásicas galletas acompañadas de leche.
Steve y Danny se quedaron con una nueva ronda de leche y galletas mirando una película de terror, cuando sin mirar los dos tomaron al mismo tiempo la misma galleta

 

- ¡Hey, es mi galleta! – dijo Danny
- Soy el invitado – dijo Steve – tengo derecho a tomar la última
- Eso es absurdo – dijo el rubio –, además tú solo te has comido tres plato
- Es mentira – dijo el Marine indignado –. Lo hicimos entre los cuatro
- Yo apenas comí un par porque estaba cocinando – dijo Danny – y los niños estaban más concentrados en la película
- Pero igual comieron – se defendió Steve
- Pero tú comiste muchas más – dije Danny
- Dije que soy el invitado – dijo Steve mientras Danny intentaba tomar la galleta – y me corresponde tomar la última galleta
- Y yo dije que casi no he comido y quiero la última – dijo Danny
- Cuando vas a mi casa tomas todo lo que quieres y nunca te digo nada – protesto Steve
- Es lo justo – dijo Danny – nunca me dejas conducir MI auto
- ¡Otra vez con eso! – dijo Steve poniéndose de pie – ¿Qué nunca te cansas?
- ¿Yo? – dijo Danny también poniéndose de pie – ¿Quién es el que no respeta mi espacio personal?
- Yo no tengo la culpa que tu espacio personal sea tan reducido – dijo Steve con una sonrisa triunfal alejándose unos pasos del lugar
- ¿Qué intentas decir? – dijo ahora Danny indignado poniéndose también de pie
- Saca conclusiones – dijo Steve –. Eres un buen detective
- ¡Jirafa! – siseo Danny
- ¡Hobbit! – dijo Steve
- ¡Neandertal! – dijo Danny
- ¡Enano! – dijo Steve
- ¡Troglodita! – dijo Danny
- ¡Boo Boo! – dijo Steve
- ¡Animal! – dijo Danny
- ¡Ja! – dijo Steve –, repetiste, por lo tanto yo gane. La galleta es mía
- ¿De qué hablas? – dijo Danny sorprendido
- La jirafa es un animal – dijo Steve –, ósea, repetiste palabra porque no tienes argumento porque sabes que me corresponde la última galleta
- ¡Es absurdo! – dijo Danny
- ¡Claro que no! – dijo Steve

 

Con el mayor sigilo del mundo Charlie había bajado y había llegado hasta la mesita donde estaba el plato con la galleta de la discordia, la tomo y regreso de igual manera a la segunda planta. La partió por la mitad y le entrego una a Grace. Luego de un momento cada hermano se fue a su recamara
Después de un rato de discutir, ambos hombres miraron hacia el plato vacío

 

- ¿En qué momento tomaste la galleta? – dijo Steve
- ¡fuiste tú! – acuso Danny
- ¡Claro que no! – dijo Steve – si lo hubiera hecho te hubieses dado cuenta ¿no?
- No lo sé – dijo Danny – ¿Quién sabe que te habrán enseñado en el ejército?
- ¡Es Marina! – dijo Steve – ¿Cuándo aprenderás a decirlo bien?
- Es lo mismo – dijo Danny –, ahí seguramente te enseñaron a robar galletas a la vista de todo mundo

 

Los niños se durmieron sonriendo mientras escuchaban la discusión de los adultos. No temían que pasaran a mayores, pues sabían de sobra cuanto se amaban y que esa era su manera rara de decírselo


CELOS
Steve entro como de costumbre a la oficina del rubio mientras este revisaba su correo

 

- Danno – dijo – ya es hora. Los niños nos esperan
- Ahora voy – contesto este – solo debo enviar este correo, pero no sé cómo…
- Te ayudo – dijo llegando a su lado – ¿Qué quieres enviar?
- Esta fotografía – dijo Danny señalando una donde posaba con otros tres amigos
- ¿Quiénes son? – pregunto Steve con voz seria
- Unos amigos de… – tecleando – ¡ya está! – dijo Danny con voz triunfal – vamos. ¿Animal, que haces? – dijo cuándo Steve lo levanto do su asiento y se acomodó él en su lugar
- dame sus nombres – exigió Steve
- ¿Qué cosa? – dijo Danny sorprendido
- Ya escuchaste – dijo el Marine – dame sus nombres. De los tres
- No los conoces – dijo el rubio
- Sus nombres, Danno – exigió
- ¡te he dicho millones de veces que no me llames Danno mientras discutimos! – exigió Danny
- ¿Y cuándo lo puedo hacer si lo único que haces conmigo es discutir? – dijo Steve molesto – nunca…
- Exacto, nunca – dijo Danny
- ¿No me darás sus nombres? – dijo Steve – perfecto – salió sin decir más nada. Danny respiro hondo y lo siguió
- Steve, espera – decía el rubio – Steve, vuelve aquí

 

Steve llego a la computadora del centro de la sala y tecleo, al momento accedió al correo de Danny

 

- ¿Cómo hiciste eso? – dijo sorprendido
- Catherine me enseño – dijo el castaño y Danny hizo una muestra de desagrado – ¿Qué es eso?
- ¿Qué cosa? – dijo Danny sin prestarle importancia
- Ese gesto – dijo Steve señalándolo – ¿Por qué te molesta que hable de Cat?
- ¿Por qué me tiene que molestar? – dijo Danny – es tu novia
- Ex novia – dijo Steve – y sabes perfectamente por qué. Ahora, te doy una última oportunidad ¿Quiénes son esos hombres?
- ¿Cómo que ex novia? – dijo Danny sorprendido – ¿De qué hablas?
- No esquives el tema – dijo Steve – ¿Quiénes son? – Danny respiro hondo – llamare a Catherine
- Peter Brown, Michael Smith y Oliver Turner – dijo Danny señalándolo de derecha a izquierda – fuimos compañeros de colegio. Éramos muy unidos hasta que tuve que venir a la isla. Los extraño. Extraño mi hogar
- Creí que mi compañía te bastaba – dijo Steve sorprendido – Creí que ahora este era tu hogar – dijo con voz apagada –, tu Ohana
- Y lo es – dijo Danny – pero…
- Pero yo no estoy a la altura de tu amigos de la Jersey – concluyo Steve y salió de la oficina y del cuartel
- Steve… – susurro Danny

 

El resto del día Steve no contesto los mensajes ni las llamadas de Danny. Este le había prometido a los niños que acamparían en la playa y comerían malvaviscos, pero no quería estar cerca del rubio. Se sentía traicionado
Al día siguiente no tuvo ánimo para levantarse, por lo que ni nado ni corrió como era habitual en él. Cerca de las seis de la tarde el timbre de su casa sonaba insistentemente por lo que no tuvo más alternativa que levantarse y abrir

 

- ¡Por fin! – dijo Danny entrando con los niños –. Chicos lleven sus cosas a su habitación y cámbiense. Su tío y yo estaremos en la playa preparando la fogata – los niños corrieron a obedecer
- Sabías que esta es mi casa ¿cierto? – dijo Steve cerrando la puerta
- ¿sabías que el Camaro es mío, cierto? – dijo Danny tomándolo de la mano y yendo a la cocina – pero aun así lo conduce como si fueses su único dueño. Entonces tango todo el derecho a hacer lo que me plazca en tu casa – concluyo sacando y metiendo cosas de la alacena – Vamos no te quedes ahí con los brazos cruzados. Ayúdame a llevar esto a la playa – saliendo hacia la playa
- Danny no creo… – dijo Steve siguiéndolo obedientemente
- Peter Brown, Michael Smith y Oliver Turner – dijo Danny hincándose sobre la arena – son mis amigos, sí. Son importante para mí, pero no significa que porque los extraños desprecio lo que he conseguido en Hawaii – dejando las cosas que traía a un lado suyo –, aquí tengo mi Ohana. La que yo elegí tener. La que tú me regalaste. La única cosa por la que no estoy dispuesto a negociar ni a renunciar
- Pero… – dijo Steve
- La foto que me ayudaste a mandar fue la última de cincuenta fotos que le envíe a Michael – dijo Danny –. De hecho fue la única donde aparecen ellos las otras cuarenta y nueve son de nuestra Ohana, ya sabes Chin, Kono, los niños, tú, yo. Quería conocerte – dijo el rubio respirando hondo – por lo que más de treinta son de ti con los niños o conmigo
- ¿Le mandaste fotos mías? – dijo Steve sorprendido
- Por supuesto – dijo Danny poniendo los malvaviscos al juego – ¿no escuchas que quería conocerte? Dijo que debías ser un santo por aguantarme
- Creo que ya me cae bien – dijo Steve sonriendo de lado
- Qué bueno porque llega la próxima semana de vacaciones y se quedara con nosotros – dijo Danny
- ¿Qué quieres decir “con nosotros”? – dijo Steve frunciendo las cejas
- En mi departamento – dijo Danny
- No – dijo Steve de forma tajante – ese hombre no se quedara solo contigo y con los niños, y está fuera de discusión
- Pero yo lo invite – dijo Danny sorprendido
- Pues llámalo y retráctate – dijo Steve pasándole su celular
- No puedo hacer eso – dijo Danny
- O ese hombre se queda en un hotel – sentencio Steve – o no viene
- ¿Y cómo piensas impedirlo? – dijo Danny
- No me retes – fue todo lo que dijo Steve porqué los niños llegaron

 

Algo en el corazón del detective dio un salto de emoción. Steve estaba celoso

 

CELOS II
Peter y Kristie Brown
Michael y Emma Smith
Oliver y Zoe Turner
Ya eran las cuatro y media de la tarde, por lo que Danny conducía a toda velocidad en dirección al aeropuerto. Esa semana los niños no se quedarían con ellos porque estaban de viaje con su madre.
Llego sobre la hora y empezó a buscar con la mirada hasta que vio arribar a sus amigos

 

- Danny – dijo Michel abrazando por la cintura al rubio
- Hermano – dijo Danny sonriendo
- Pero no has crecido nada – dijo Oliver con una carcajada
- Cállate y ven acá – le dijo Danny abrazándolo ahora a él
- Es mi turno – dijo Peter
- No se peleen – dijo el rubio – hay Danny para todos
- Y que hay si alguien no quiere compartir – dijo una conocida voz detrás suyo
- ¡Steve! – dijo sorprendido separándose dé sus amigos – ¿Qué haces aquí?
- Viene a ayudarte con nuestras visitas obviamente – dijo abrazándolos por los hombros
- te present… – dijo Danny algo confundido
- Teniente naval Steve McGarrett – dijo este – comandante de Cinco Cero. Soy el encargado de que las cosas funcionen en la isla
- Animal – dijo Dany sonriendo nervioso – ¿Qué te pasa?
- ¿Es tu mascota, Danno? – dijo Oliver
- ¿Danno? – dijo Steve intrigado y mirando molesto a Danny
- No me digas Danno – exigió este – soló Grace y Charlie me pueden llamar así
- Y yo – dijo Steve con un siseó
- Perdón – dijo el hombre levantando las manos
- Los llevaremos a su hotel – dijo Steve
- ¿Hotel? – pregunto Peter confundido
- Creí que nos quedaríamos en tu casa Danny – dijo Michel sorprendido
- Y así es – dijo el detective mirando molestó a Steve
- En realidad no – intervino Steve mirando a Danny –. Veras cariño, hace rato me llamo tu vecino porque no lograba contactarte y me dijo que al parecer una cañería se rompió y tu casa está inundada
- ¿Qué cosa? – gritó Danny – ¿Cómo…?
- No lo sé – dijo Steve – afortunadamente los niños no se quedan esta semana con nosotros, así que no hay problemas
- Los niños no – siseo Danny –, pero tengo visitas
- Tenemos – corrigió Steve – Y de eso ni te preocupes – dijo el marine sonriendo – ya les conseguí hotel. Y tú te quedaras conmigo
- Gracias, “cariño” – dijo Danny sonriendo
- De nada “cariño” – dijo Steve en el mismo tono
- Discúlpennos un momento– dijo Danny sonriendo y se alejaron unos pasos – ¿qué hotel conseguiste?
- El Paraíso – dijo Steve orgulloso –, nos lo debían del caso
- ¡Pero eso es al otro lado de la maldita isla! – grito Danny
- Fue el único que pude conseguir – dijo Steve con cara inocente
- ¿Por qué no te creo? – dijo Danny entrecerrando los ojos
- Ya regresamos – dijo un mujer que venía acompañada de otras tres
- ¡Danny! – dijo la segunda, una rubia escultural – es tan bueno verte – y lo abrazo
- Cariño – dijo Danny emocionado mientras Steve gruñía por lo bajo
- Buenas tardes… señoras – dijo Steve
- Oh… – dijo otras de las mujeres – tú debes ser Steve – y lo abrazo – es tan bueno conocerte. Soy Emma, la esposa de Michel
- ¿conocerme? – dijo Steve confundido
- Yo soy Kristie, la esposa de Peter. Danny nos ha hablado tanto de ti – dijo la tercera
- De lo valiente que eres – dijo la primer mujer –. Soy Zoe, la esposa de Oliver
- Aunque se quedó corto con lo guapo – concluyo Emma
- Y eso que lo recalco un montón – dijo Kristie
- ¿Qué yo era guapo? – dijo Steve sonriendo – ¿Qué mas dijo de mí?
- Que eres una bestia, animal, neandertal, troglodita… – dijo Danny completamente rojo – ¿nos podemos ir? – los recién llegados se miraron sorprendidos
- Sobre la casa de Danny – dijo Steve –, hubo un pequeño problema y…
- Y Steve se ofreció a prestarnos la suya – dijo Danny sonriendo – les va encantar. Tiene una playa privada de ensueño
- ¿Mi casa? – dijo Steve sorprendido
- Si, tu casa, cariño – dijo Danny sonriendo – ¿no lo recuerdas? Insististe tanto en que se hospedaran ahí ahora que los niños están de viaje
- Si claro – dijo Steve sonriendo –, ya lo recuerdo
- Imagínense que dijo que dormiría con Eddie en el garaje, nuestra mascota, solo para que yo me sienta cómodo en la habitación – dijo Danny sonriendo
- ¿Yo dije…? – empezó Steve pero se interrumpió cuando sintió un codazo en su costilla – es cierto, yo dije eso
- ¡Qué lindos! – dijo Kristie
- Se nota a leguas lo enamorados que están – dijo Zoe
- ¿Y tú por que no me habías dicho que eran una pareja formal? – le reprocho Kristie a Peter
- Danny me dijo que eran solo amigos – se defendió su marido
- Bueno – dijo Steve nervioso – nosotros no…
- Se los habíamos contado – concluyo Danny abrazándose a Steve al ver la mirada que las mujeres le daban al marine – La verdad es que teníamos miedo que nos rechazaran por lo que somos. Ya saben cómo es esto. No es fácil
- Lo importante es que son felices – concluyo Emma
- No tengas dudas de eso – dijo Danny sonriendo
- Oliver, las maletas – regaño Zoe a su marido
- Oh, no, no, no – dijo Danny – no se preocupen por eso. Steve se encargara de eso él solo ¿Cierto, bebe?
- Lo que tú digas, cariño – dijo Steve y Danny se alejó conversando con las mujeres
- Ustedes no son pareja ¿no? – afirmo Michel en voz baja – al menos no sentimental
- Solo soy su jefe y su mejor amigo en la isla – dijo Steve alzando las maletas
- Pero te gusta – dijo Oliver –, y estabas celoso de nosotros –. Steve lo miro de la cabeza a los pies y pensó detenidamente un momento, luego asintió
- Sabemos cómo funciona esto – dijo Michel
- También estamos casados – dijo Peter en voz baja
- Peter date prisa – dijo Kristie en voz alta
- Ya voy amor – dijo este apurando el paso
- Steve – grito Danny y este alzo todo el equipaje apurándose también

 

Esa noche las cuatro parejas disfrutaban de la noche hawaiana en la playa privada de Steve. Entre bromas y risas se pusieron al tanto de sus vidas y conocieron más a Steve, quién resulto ser un gran anfitrión. Pasada la media noche los huéspedes se fueron a sus recamaras asignadas. Peter y Kristie se quedaron en la habitación de Danny. A Michael y Emma se les asigno la habitación de Charlie. Mientras que Oliver y Zoe ocuparon la de Grace.
Danny arreglaba el sofá para acostarse, cuando Steve apareció con dos vasos de leches y le entrego uno

 

- Perdón por lo de tu casa – dijo Steve
- ¿Kamekona? – dijo el rubio sentándose y haciéndole una seña para que se siente a su lado
- Lo amenace – dijo Steve sentándose –, si no me ayudaba les enviaría a los de salubridad
- Eso fue un golpe bajo a mi economía – dijo Danny bebiendo leche
- Ya la están arreglando – dijo Steve
- Gracias – dijo Danny apoyando su cabeza en el hombro de Steve
- ¿Por qué no me dijiste que estaban casados? – dijo Steve bebiendo leche
- Porque no me preguntaste – replico Danny –, estabas más empeñado en hacer toda una escena de celos
- Quédate a vivir aquí – le dijo Steve –, después de todo los niños y tú pasan más tiempo aquí que en tu casa
- Lo que quieres es controlar totalmente mi vida – acuso Danny
- También – admitió Steve –, aunque ya lo hago
- ¿Admites que controlas mi vida? – dijo Danny
- No… – Danny levanto las cejas –, bueno solo un poquito. Solo quiero cuidarte. Cuidar mi Ohana
- ¿Qué paso con… Catherine? – dijo Danny
- Ya no era lo mismo – dijo acariciándole el cabello distraídamente – no es como contigo
- ¿Conmigo? – dijo Danny sorprendido
- Danny, en una semana de conocernos tú ya sabias mis miedos, mis manías, - dijo Steve – yo conocía cada uno de tus gestos, que no importa que pasara no me dejarías caer jamás. Nunca llegue a tener este nivel de intimidad con nadie. Esta mi Ohana. Tú lo eres
- ¿Qué intentas decirme? – dijo Danny nervioso
- Es tarde – dijo Steve – mañana tus amigos querrán conocer la isla. Vamos a descansar
- Esta conversación no ha terminado, comandante – dijo Danny – ahora ve a dormir
- Ven conmigo – dijo Steve
- ¿Dónde? – dijo Danny mientras Steve se ponía de pie
- A Dormir obviamente – dijo Steve levantándolo en brazos
- ¿Qué haces idiota? – dijo Danny ahogando una carcajada
- Creo que me va dar una pesadilla esta noche – dijo Steve subiendo las escaleras – y te necesito a mi lado
- Dios – dijo Danny –, de todos los soldados del ejército de este país…
- Es Marina – dijo Steve sonriendo
- Tuviste que mandarme al que tiene un monstruo bajo la cama – concluyo Danny

 

Tal vez el resto de la isla y ellos solo debían aceptar su realidad. Esa donde hace mucho eran una pareja con dos niños pequeños y los celos no hacían otra cosa que elevar su desde siempre alta tensión sexual que ya era tiempo de empezar a bajar

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).