”Tu hermano” Peter pensó que lo que estaba oyendo era una broma.
”¡¿Qué?!” Edmund no pudo evitar gritar porque no podía creer lo que acababa de oír.
Peter finalmente reunió sus pensamientos y preguntó. ”¿Qué dijiste?”
”He dicho que quiero a tu hermano” El rostro de Edmund se volvió rojo como un tomate. ¿Qué querría Miraz con él? Fuera de todo en el mundo, él lo eligió. Lucy y Susan se apoderaron lentamente de los brazos de Edmund, por supuesto ningún hermano está dispuesto y dispuesto a dejar que otro hermano se vaya para siempre.
”No” gritó Peter. ”¡No puedes tener a Edmund!” Miraz rió una vez. Peter no entendía lo que era tan gracioso sobre él negándose a dejar que Miraz tomar a su hermano como su premio.
”Y pensé que eras más inteligente de lo que parecías” rió Miraz. ”Obviamente no sabías lo que estabas escribiendo, me dijeron que podía tener cualquier cosa que quisiera, y eso incluye a la gente también. Tal vez deberías haber puesto restricciones en lo que quieres decir con cualquier cosa”
Podía decir que Peter se estaba enfadando por lo segundo porque sabía lo que Miraz decía era lo cierto, y lo estaba disfrutando. ”Te daré cinco minutos para decir adiós” Después de eso, todos los hermanos de Edmund se acercaron y lo abrazaron fuertemente.
Todo el mundo estaba llorando histéricamente, excepto por Edmund, que todavía estaba tratando de canalizar en su cabeza lo que acababa de suceder. Finalmente regresó a la realidad cuando las últimas palabras de Miraz resonaron en su cabeza, pero todavía estaba demasiado sorprendido para llorar o incluso sentir ganas de llorar.
”Los amo a todos” dijo Edmund suavemente. Los voy a extrañar mucho. Su voz comenzó a temblar cuando les dijo que los iba a extrañar.
”Ed, voy a encontrar una manera de sacarte” susurró Peter. Desafortunadamente, sus cinco minutos se acabaron rápido. Miraz se acercó a los Pevensies y se acercó entre ellos para agarrar el brazo de Edmund.
Fue un poco una lucha, ya que eran cuatro contra uno, pero él era fuerte y logró sacar su nuevo premio lejos de las manos que se apoderó de él. Lucy empezó a llorar más fuerte y trató de salir corriendo hacia su hermano, pero Peter la retuvo mientras Susan trataba de consolarla. Edmund intentó liberar sus brazos del agarre de Miraz, pero sus manos estaban firmemente unidas en un par de segundos. Miraz lo arrastra al caballo y lo levanta con la ayuda de Glozelle y lo monta en el caballo.
Miraz se colocó detrás de Edmund y después de girar el caballo para mirar hacia la dirección de su castillo, se volvió y dijo: ”Que tengas un buen día” Dio una pequeña sonrisa y se fue con Lords Glozelle y Sopespian detrás, Edmund se dio la vuelta y echó una última mirada a sus hermanos.
Sus rostros manchados de lágrimas le hicieron saber que esto no era solo una pesadilla, esto por desgracia era la vida real. Cuando los árboles cubrieron su vista, se volvió lentamente. Podía sentir lágrimas al borde de caer de sus ojos, y él parpadeó. Lo último que quería era dejar que Miraz lo viera llorar y dejarle pensar que le tenía miedo.
Estaba asustado de lo que Miraz le iba a hacer, pero no iba a mostrarlo. Estaba a su suerte, más lágrimas intentaron salir y él luchó para no dejarlas caer. Parpadeó más e intentó dejar que el viento le secara los ojos, pero nada funcionaba.
Se dio cuenta de que su aliento temblaba mucho. Miraz deslizó su brazo alrededor de la cintura de Edmund y lo empujó un poco hacia atrás. Se acercó al pálido oído de Edmund y susurró. ”No te preocupes, todo estará bien, no tengo planes de matarte, así que no necesitas tener miedo” El calor del aliento de Miraz le hizo cosquillas en la oreja de Edmund y le envió escalofríos por la columna vertebral.
Finalmente llegaron al castillo y para su sorpresa, ya estaba oscuro. Glozelle y Miraz sacaron a Edmund del caballo primero, luego Miraz desmontó el caballo. Miraz y Glozelle sostuvieron uno de los brazos de Edmund, mientras Sopespian estaba delante de ellos. Edmund fue llevado a la entrada del castillo. Miraz le dijo en voz baja a Edmund. ”Bienvenido a casa” La puerta se abrió y todos caminaron.
Subieron un largo tramo de escaleras hasta llegar al dormitorio de Miraz. Una vez que estuvieron allí, Miraz le dijo a uno de sus señores que uno de los cocineros trajera comida a su habitación, y ambos se fueron. Tiró de Edmund a una mesa grande y lo empujó en una silla, luego se acercó a un cajón y comenzó a mirar a través de él. Edmund vio a Miraz rebuscar en el cajón, quería correr, pero tenía miedo de lo que Miraz haría si lo atrapaba en el acto.
Miraz sacó un cuchillo de tamaño mediano y se acercó a Edmund. Edmund pensó que iba a morir allí mismo hasta que sintió que la cuerda apretada alrededor de sus muñecas se aflojaba y caía. Se frotó las muñecas, que eran de color rojo y miró hacia abajo para ver las marcas en ellos. Miraz levantó la barbilla de Edmund con los dedos, para que se miraran directamente.
Él sonrió y se rió a su nuevo premio. ”¿Cómo puedes comer cuando tus manos están atadas?” Su intento de aliviar el estado de ánimo por ser divertido en realidad hizo a Edmund más mal del que ya era.
Miraz estaba irritándose lentamente con Edmund. Afortunadamente, un cocinero entró con su cena. Se les sirvió jamón cocido, sopa, vino y un plato de fruta variada. Mientras Miraz se servía del jamón y la sopa, Edmund sólo comía un poco de fruta y agua. Una vez que terminó, Miraz pidió que alguien llevara a Edmund al baño para tomar un baño y prepararse para dormir.
La sirvienta consiguió un poco de agua para el baño corriendo y encontró un par de pijamas lo suficientemente pequeñas para Edmund. Se metió en la bañera y comenzó a lavarse. Glozelle y Sopespian regresaron a la habitación de Miraz y le dieron dos largas piezas de tela.
”¿Por qué elegiste uno de los Hijos de Adán como premio?” preguntó Sopespian. Era algo que él y Glozelle querían saber.
”Porque él y sus hermanos están muy cerca” respondió Miraz. ”Y si me llevaba uno de ellos, todos se desmoronarían y no estarían preparados para un ataque hacia nosotros. Y he estado necesitando a alguien para satisfacerme desde que mi esposa ... murió”
”¿Entonces eliges a un niño?” preguntó Glozelle.
Miraz se volvió rápidamente hacia Glozelle con cólera. ”Sí” respondió. ”él”
Desde que Edmund vino con la declaración de Peter, me enamoré instantáneamente de él, no pude dormir esa noche, porque estaba demasiado ocupado pensando en él y en cómo hacerle mío. Y afortunadamente su incompetente hermano mayor me dio esa oportunidad.
Ambos señores parecían un poco perturbados por la gran cantidad de lujuria que Miraz acaba de decir. ”¿Dónde está Edmund? Se ha ido por unos treinta minutos” Todavía había un tono de ira en su tono.
Todavía está en el baño. Glozelle respondió. Miraz se levantó y entró en el pasillo hacia el cuarto de baño. Para su sorpresa y alivio, Edmund salió del baño con un par de pijamas de Miraz.
Seguían siendo un poco grandes para él, pero eran más pequeños que todos los otros pares. Miraz miró a Edmund con deseo, quería quitarle el pijama y salir con él allí mismo. Trató de contenerse tanto como pudo para que no tuviera una erección, pero poco a poco estaba sucediendo.
”Me preguntaba cuándo ibas a salir” dijo Miraz, con la voz ligeramente agrietada.
”¿Estabas esperándome?” Edmund respondió sarcásticamente. Miraz se rió ligeramente. Edmund lo fulminó con la mirada y se fue a la habitación con Miraz siguiéndolo en silencio. Entró y cerró la puerta detrás de él, pero el pie de Miraz lo detuvo y se deslizó rápidamente. Al darse cuenta de que le llevó algún tiempo cerrar la puerta, Edmund se volteó y vio a Miraz de pie justo enfrente de él.
Esto le hizo saltar un poco y retrocedió, pero Miraz cerró la brecha entre ellos y dio un paso adelante. Por desgracia, estaban de pie a un lado de la cama grande y la puerta estaba lejos en el lado opuesto de la habitación, por lo que Edmund no pudo escapar rápidamente.
Miraz se acercaba lentamente a Edmund, tenía una erección llena en sus pantalones y no iba a ser ignorada. Estaba hasta el borde de deseo y lujuria, quería a Edmund y lo iba a tener quiera o no. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, levantó su brazo y le frotó suavemente la mejilla de Edmund con su pulgar.
Edmund se apartó rápidamente de su cara. Para beneficio de Miraz, Edmund levantó el brazo y lo agarró y jaló hasta que sus cofres se tocaron. Envolvió su brazo alrededor de la cintura de Edmund y continuó acariciándole la mejilla.
Edmund trató de escapar de su agarre, pero eso solo ocasiono que Miraz apretara su agarre. Tras los intentos de Edmund por escaparse finalmente Miraz se detuvo.
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