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Engañados por cancion del viento

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Notas del capitulo:

¿Cómo están? ¡Estoy de regreso! Bueno no es como si me hubiera tardado mucho ¿o sí? Solo fue una semana de retraso, y es que la primera semana de clases después de las vacaciones fue dura y se me secó el cerebro, recibimiento con exámenes y muchos trabajos T_T en fin espero que les guste.

Los castaños observaron con detenimiento a Steve, el rubio respiró hondo y sonrió. –Fue un sueño… un mal sueño… -Dijo y salió de la habitación dejando a los otros dos confundidos por lo que acababa de pasar, antes de hablar con su canelita necesitaba relajarse y despejar su mente de aquel sueño bizarro, no obstante, se regresó y se asomó por la puerta. –Te estoy vigilando Bucky… -y finalmente lo perdieron de vista.

-¿Qué fue eso? –preguntó extrañado por aquello el castaño mayor.

-Ni idea… -Comentó Tony, en eso miró a James. –Oye mapache, ¿Cuánto tiempo vamos a mantener esto?

-¿Ya te aburriste? –le preguntó irónico el soldado.

-No es eso… es solo que… ¿Cómo te lo explico? –suspiro cansado el menor. –Creo que ya llevamos esto demasiado lejos hasta para mí.

-Oh… -se encogió de hombros el mayor, observando las reacciones del menor. –Creo que tienes razón, pero vamos fue divertido.

-No te voy a contradecir eso, ¿Cómo le vamos a decir a Steve?

-No te preocupes Anthoska, yo me encargo de esto. –sonrió malicioso el sargento.

-Me estas asustando James…

-Déjate de eso… además estas dudando demasiado sobre algunas cosas y se te nota demasiado, como por ejemplo, piensas si realmente eres digno de Steve ¿Cierto?

-Lo que me dijo me puso a pensar, y recordar donde era un playboy… -bajó la mirada. –Y me preguntaba si realmente soy digno de él, porque vamos, tú sabes como soy.

El mayor observó triste al castaño devorador de donas, se acercó hacia él y le acaricio la cabeza. –Vamos Kotenok, no dudes de ti mismo, eres una gran persona y Steve te ama como yo sé que tú lo amas. –le revolvió los cabellos. –Solo hace falta que tengan más comunicación, es todo.

-Creo que sí. –sonrió más calmado.

-Ahora quita esa cara triste y vayamos desayunar. –caminó hacia la salida. –A y sobre lo de la venganza, no te preocupes hoy mismo acabaremos con ella. –juntó sus manos para frotarlas entre sí como todo un villano.

-No sé si debería asustarme o alegrarme…

Ya estando en el comedor algunos vengadores, estaban esperando el desayuno cuando vieron entrar al rubio líder a la habitación, tomando asiento y suspirando profundamente.

-¿Cómo va todo Steve? –preguntó Nat.

-No sabría decirte. –miró a sus compañeros notando que faltaba Tony, Bucky, Wanda y Thor. -¿Les puedo preguntar algo? –se deprimió.

-Es raro verte así. –comentó el arquero.

-¿Realmente creen que soy lo suficientemente bueno para Tony? ¿Y si al final prefiere irse con Bucky?

-Steve. –comenzó Bruce acomodándose los lentes. –No tienes por qué dudar, estoy completamente seguro que Tony te ama, solo está dolido.

-Opino lo mismo que Bruce. –animó Clint.

-Además si tú dudas Steve vas a hacer que de igual manera Tony dude. –Dijo Wanda que venía llegando al comedor.

El rubio suspiró. –Supongo que tienen razón, pero ya intenté varias cosas y lo único que logro hacer es que Tony esté más cerca de volverse diabético, y lo demás no ha funcionado.

-No te preocupes Steve, estoy segura que pronto se arreglaran las cosas. –La espía trató de animarlo. –Por lo pronto solo trata de relajarte y aprende a escuchar antes de juzgar como nosotros también tenemos que dejar de ser unos chismosos.

De rato llegaron los demás miembros faltantes, y entre ellos estaba Tony junto con Barnes, solo provocaba que los celos del Capitán aumentaran, jamás había tenido tantas ganas de golpear a su mejor amigo, de arrojarle lo primero que encuentre, y para colmo Steve se dio cuenta de que Bucky estaba teniendo demasiado contacto físico con su canelita y éste ni se inmutaba.

El Icono de América no lo soportó más y prefirió retirarse del lugar, siendo observado por los miembros del equipo, tal vez descuartizar unos cuantos sacos de boxeo mientras se imaginaba que era su mejor amigo no estaría mal.

El primero en hablar fue el soldado de invierno. -¿Y a éste que le pasa?

-Barnes. –comenzó Bruce. –Es obvio lo que le pasa, no puedo creer que realmente le hagas eso a tu amigo.

-¿Hacer qué? –preguntó el sargento.

La espía suspiro cansada por la actitud de su compañero. –Que estés enamorado de Tony y que hayas esperado la oportunidad para conquistarlo.

Bucky se levantó de si asiento observando a todos con un semblante serio. -¿Qué tiene de malo?

-James… -habló Tony.

Barnes no podía decirles a los vengadores o de lo contrario iría con Steve a contarle todo, y James tenía un plan para el atardecer, quería ver qué pasaba, cómo reaccionaría Rogers. –Bueno si me disculpan tengo que ir a entrenar. –finalizó para salir del lugar.

-Genial mapache. –el castaño menor se frustró, lo había dejado solo con los demás miembros del equipo. –Este… yo también me retiro. –se levantó de su asiento. –Ya saben, la caja de donas que está en mi taller no se comerá sola…

-Tony. –le llamó Bruce haciendo que el mencionado se detuviera en seco. –No te vuelvas a enyerbar o esta vez tendremos que cortarte la cola. –se burló el pelinegro.

-Ni que fuera perro. –se rio el menor. –Por un momento creí que… -se llevó una mano a su pecho en señal de que se había relajado.

-¿Que te hablaríamos sobre Steve? –cuestionó Nat. -¿Acerté?

-Por desgracia…

-Amigo de hojalata, te acusó acusatoriamente acusándote. –se detuvo y pareció entender que lo que dijo no tenía sentido. –Digo, Rogers  hizo algo que las parejas amorosas no deben de hacer, y eso es no tener confianza en el contrario. –comentó Thor.

-De… acuerdo… -comenzó a retroceder antes de que todo se volviera aún más extraño. –Nos vemos luego. –en parte el ingeniero no quería seguir escuchando nada que se tratara sobre el tema.

-Esos tres deberían escribir su problema y mandarlo a una televisora, sería digno de una novela. –se burló el arquero.

-¿Deberíamos ayudarlos? –cuestionó Wanda.

-Creo que es mejor ya no meternos. –respiró hondo el científico. –Ya hicimos demasiado y mira a donde llevó la cosa.

-Tienes razón. –finalizó Nat.

El día continuó normalmente, el Capitán había roto varios sacos de boxeo y técnicamente no salió del gimnasio hasta las 7 de la noche, algún día tanto ejercicio lo matará. El rubio se había dirigido a su cuarto para tomar una ducha para luego ir por algo de comer.

Cuando salió de su habitación tranquilamente, ya había sacado parte de sus celos y coraje con esos pobres saquitos de boxeo, ellos no tenían la culpa. Iba recorriendo, no había ningún ruido por lo que pensó que nadie se encontraba por ahí, posiblemente estarían ocupados o algo por el estilo.

El rubio se detuvo en secó al escuchar dos voces familiares, y no le gustó para nada lo que estaba escuchando, se apresuró a llegar a la sala, cuando llegó observó a los dos castaños en el sillón. A simple vista parecía que Bucky estaba tratando de forzar a Tony a hacer cosas “malas”, pues el castaño mayor estaba encima de Stark sujetándole las manos por arriba de su cabeza y con su camisa desabrochada por completo, con unos ojos que mostraban señales de miedo y desesperación por ser ayudado. Claramente estaba siendo forzado.

El Capitán no lo pensó más, se acercó hasta su amigo y lo jaló con tal fuerza que cayó a dos metros del sofá sorprendiendo a ambos castaños pues no se habían percatado de la presencia del rubio, ¿para qué mentimos? Barnes fue el único que se había dado cuenta, todo era parte de su malévolo plan. De hecho ni siquiera le había dicho nada a Tony, necesitaba que se viera real.

Rogers se volteó a ver a su amigo que estaba levantándose y le propinó tremendo puñetazo haciendo que cayera de vuelta al piso. –¡Ya es suficiente Bucky! ¡No voy a permitir que sigas tocando lo que es mío! ¡En especial si Tony se niega! –gritó enojado, respiró hondo y sin dudarlo cargó a un atónito Tony como un costal de papas y Salió de la habitación con dirección a su cuarto.

Barnes solo se sobó en donde había recibido el golpe, realmente si esperaba que Steve le golpeara pero no tan fuerte. –Supongo que estamos a mano. –Se levantó y sonrió. –Esto ya debería arreglar las cosas. –finalizó.

Notas finales:

Para acabarla mañana, mi grupo y yo tenemos que presentar una danza… mátenme… pero lo que digo, está bien, quieren que bailemos lo hacemos pero ese tipo de cosas se avisan con tiempo, apenas si nos enteramos este jueves que pasó y quieren que la presentemos este lunes. (Que buena organización, solo espero no hacer el ridículo) de por si el vestuario es ¡horrible! Hagan de cuenta que es como el del Papa pero en mujer… 

A veces digo muchas cosas…

¡Nos vemos!

(≡^v^≡)/


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