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Engañados por cancion del viento

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Notas del capitulo:

Hola amigos… hoy fue un día largo, no me acordaba del cambio de horario, y eso me descontroló por completo. (Como dormirme a las 5 de la mañana y despertarme a las 8 de la mañana).

Pero hoy fui a la ComiCom (creo que así se llama) y pude apreciar muchos cosplays, algunos eran realmente buenos y otros dejaban que desear. Uno que me gustó fue el de un niño como de 4 años que estaba vestido de Naruto, morí de ternura con eso. No obstante, por primera vez, vi uno que otro “trapito” (creo que así se les llama) fue interesante.

Además no me iba a ir del lugar sin comprar nada, así que compré algunas cosas, pero lo peor fue que se nos pasó la parada del poliforum por andar de distraídas y el camión nos llevó hasta la central, tuvimos que tomar un taxi T_T

Bruce

El menor se encontraba en su taller haciendo lo de siempre, “Tal vez me pasé un poco Steve” pensó, ¿por cuánto tiempo más iba a continuar con esta farsa? Realmente extrañaba a su Capipaleta, pero como dicen el orgullo puede más.

Suspiro enojado, ya hace rato que había terminado de comer y por un descuido de Dummy tiró el plato de la mesa quebrándolo, -Robot malo, eso no se hace. –le regaño a lo que solo recibió un asentimiento del robot.

Las puertas del taller se abrieron dejando entrar Bruce, tranquilo como siempre, con su bata puesta, el pelinegro le echó un vistazo al lugar, y encontró a Tony trabajando, se acercó hasta él.

-Hola Brucie… -le sonrió el menor. -¿Qué me cuentas? –dejó lo que estaba haciendo para prestarle atención a su Brother.

-Venía a hablar contigo, Tony.

-¿Sobre qué? –cuestionó confundido, pero por el tono de voz que usó el científico, sabía a lo que se refería.

-Si sabes que fue todo un malentendido, ¿Entonces por qué no lo perdonas? –preguntó, sabía que con él era el único con el que en verdad podría confiar por completo, sin mencionar a Rhodey o Pepper.

-No es así de simple, mira. –el castaño se sobó el puente de la nariz llenándose de grasa sin que se diera cuenta. –Steve no confió en mí, y en una relación eso no se puede dejar pasar por alto. Además la forma en que le lo dijo no me gustó. –caminó hacia el sillón y se sentó. –Me hizo sentir como una Puta.

-Dudo que el Capitán te haya dicho eso.

-No me dijo puta, me dijo piruja… -frunció el ceño. –Te soy sincero Bruce, realmente me dolió.

-Tony…

-Sé que es complicado, lo sé, pero a veces un poco de tiempo no hace daño.

-¿Lo amas? –le preguntó el pelinegro siendo comprensible, éste todavía se encontraba de pie. –Estoy completamente seguro que Steve te ama y quiere hacer todo lo posible para que lo perdones y que estén juntos otra vez…

-Un momento… -el castaño pareció reflexionar lo que escuchó de su amigo. -¿Te mandó el anciano? –preguntó acusatoriamente.

-Eh… ¿No? –el doctor se puso nervioso. -¿Sabes qué? Tengo trabajo que hacer, luego hablamos. –Caminó hacia la salida del taller y ahí fue donde el millonario lo perdió de vista.

-Oh… -fue lo único que soltó el genio con una sonrisa burlona, para después continuar con su trabajo.

Fuera del taller, en la sala para ser más exactos, el científico llegó con el Capitán que lo estaba esperando. -¿Cómo te fue? –preguntó el rubio.

-Se dio cuenta que tú me mandaste…

-No importa. –le animó al científico dándole palmadas en el hombro. –La siguiente que me va a ayudar es Nat.

-¿Ayudar a qué? –James preguntó mientras iba entrando a la sala, con una mirada curiosa quería saber lo que su amigo planeaba y vaya que sabía a lo que se refería.

-A nada. –le contestó seco el Capitán, Bruce solo se quedó sin decir nada, no era bueno meterse con esos dos en situaciones como esas.

-Ya veo. –el castaño sonrió y eso no le gustó a su amigo. –Creo que iré a molestar al chaparrito un rato. –caminó con dirección al taller. –Oyes Steve, ¿Cómo le haces para evitar hacer tuyo a Tony en cualquier momento? Hay como le tengo ganas… -dijo con malicia, “Debí tomarle una foto a su rostro”.

-¿¡Qué!? –el Capitán estaba más que enojado y Bruce estaba sorprendido, no sabía que Barnes fuera tan atrevido delante de quien sea. -¡Ni se te ocurra tocarlo!

-¿O si no qué? –le retó el castaño.

-Vamos, chicos, relájense… -intentó Banner que estaba con los pelos de punta, lo que menos quería era una pelea entre esos dos.

Ambos súper soldados se miraban con firmeza, como si entres sus miradas salieran rayos, ninguno se iba a dejar intimidar. “Como se atreva a tocar a mi canelita y lo mato pensó el rubio. “Me pregunto cuanto soportara hasta que decida que me quiera golpear” pensó el castaño. “Debería  irme de aquí” pensó el pelinegro.

Natasha

-¿Estás seguro de esto Steve? –preguntó insegura la pelirroja. –Te ayudaré, pero ¿no crees que es un poco excesivo?

-¿De verdad? A Tony le gustan las sorpresas.

-El factor sorpresa es importante, pero… -miró dudosa lo que el rubio estaba haciendo,  ya que estaban dentro del taller del genio, el Capitán consiguió una caja de regalo enorme como para que se metiera por completo y eso es lo que iba a hacer, una vez dentro de la caja le pidió a su amiga que la cerrara. Rogers no es tonto, sabía que su castaño no iba a hablar con él por más que se lo pidiera y que mejor que sorprenderlo de esta manera, después de todo el menor pensaría que es un regalo. Eran las tres de la tarde por lo que sabían Tony tuvo que salir revisar unos papeles y regresaría en una hora aproximadamente.

Rato después nuestro millonario llegó, y tenía en mente pasar a su santuario, caminó hacia el taller y se encontró con la espía que lo estaba esperando en la entrada del mismo.

-Hola Arañita. –saludó alegre levantando la mano, iba vestido como comúnmente viste, después de todo el castaño se ve bien con todo. -¿Qué te trae por mis aposentos? –sonrió.

-Ya debes de saberlo. –afirmó la pelirroja. –Me preocupo por ambos y sé que Steve te extraña y tú a él, pero te niegas a hablar con él.

El millonario suspiro cansado de todo, lo admite si lo extraña pero como ya hemos mencionado su orgullo lo puede más, además de que James hace muy bien su trabajo molestando al Capitán. –No tengo ganas de repetirlo así que pregúntale a Bruce,  así que si me permites…

-Anthoska. –El soldado de Invierno acababa de entrar en escena, venía llegando interrumpiendo la conversación de los otros dos. –Te estaba buscando.

-Bien… -comentó el menor. –Los siento Nat. Estoy ocupado pero come te dije, pregúntale a mi Brother. Finalizó y se adentró al taller junto con el castaño mayor, la espía ya no hizo nada más que retirarse de ahí esperando que nada malo pasara.

Una vez dentro del taller, la caja enorme de regalo atrajo la atención de ambos hombres, el primero en acercarse fue el menor por su inmersa curiosidad. Se acercó y pensó que se trataba de un regalo de parte de su rubio y sonrió al creer esto.

James miraba atento, esperando que algo pasara, no sabía porqué pero estaba seguro de que algo pasaría justo en este momento; se preparó para lo que pudiera ocurrir.

Justo cuando Tony tocó la caja, el Icono de América salió del regalo rápidamente. –Tony yo… -pero se detuvo en cuanto escuchó el grito de su castaño.

-¡Hijo de toda tu!… -retrocedió rápidamente y se resbaló con una machita de aceite que estaba en el piso, eso pasa cuando no limpias, “No de nuevo” pensó el millonario esperando su caída pero ésta jamás llegó, ya que Bucky lo había sostenido, llevándolo a su brazos y abrazándolo protectoramente.

El rubio tardó en procesar todo aquello que estaba viendo, ok, Natasha tenía razón, no fue una gran idea, pero había sido lo primero que se le había ocurrido, debió seguir el plan de su amiga de encerrarse en el elevador los dos.

Cuando todo pareció aclararse, el menor estalló de ira. -¿¡Qué mierda te pasa Rogers!? ¡Casi me da un maldito infarto! ¡Ni se te ocurra volver a hacer eso o juro que no vivirás para contarlo! –el millonario seguía en brazos del sargento, cosa que a Steve no le agradó.

-Yo solo quería hablar contigo… -salió de la caja, su tono de voz era neutro y amable a la vez.

Rogers observó cómo su canelita se zafaba del agarre de Bucky, y trataba de calmarse, aquello de verdad le había tomado de sorpresa. –Déjame decirte que fue pésimo lo que hiciste pedazo de fósil andante, ¿saben qué? Ya me voy, necesito comer chocolate… -comenzó a salir del taller enojado. –Dios me voy a morir algún día de estos.

Ambos soldados se quedaron viendo como el ingeniero salía del lugar, estaban en silencio hasta que se escuchó la risa de Bucky. –Debo admitir que fue divertido lo que hiciste Steve.

El rubio se avergonzó. –Solo cállate Bucky…

Steve 0 – James 1

Notas finales:

Gracias por leer y espero que les haya gustado.

XD


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