-Kakarotto, sé que me estas siguiendo - afirmó el príncipe sin apartar la mirada de enfrente, deteniéndose para darle la oportunidad al pelipalmera de salir.
Kakarotto suspiró y salió de detrás de una columna, caminado a paso rápido para llegar a la par del peliflama.
-eres un imbécil, ¿lo sabias? - le pregunto molesto, sintiéndose arrinconado de apoco contra el muro que estaba a su lado - no te quiero ver Kakarotto, lárgate de aquí - bufó sin mostrar debilidad pero sus quejas fueron calladas por un demandante beso del que Kakarotto era responsable.
Antes no se había sentido amenazado ni intimidado por temor a que le quitaran a Vegeta, pues sabía que él era el único al nivel del príncipe, además de que presentía que eso no era posible, pero ahora eso era distinto, sin quererlo ni pedirlo él se había vuelto su propia amenaza, ¿era probable ser remplazado por alguien tan idéntico y distinto a sí mismo? La respuesta era desconocida y eso solo lo consternaba.
De un empujón, Vegeta logró apartarlo de él, no por que quisiera, sino porque estaban a la deriva y cualquiera podía verlos.
-¿qué te pasa insecto? - le pregunto3 pasado su mano enguantada por sus labios para retirar los restos de saliva de ambos - estoy molesto y sabes que odio que me busques cuando mi enfado recae en ti, además de que eres un insensato, ¿cómo te atreves a hacer esas cosas en público?
-no hay nadie aquí - se excusó haciendo una mueca de desagrado - además tienes que escucharme, yo no soy responsable de lo que haya hecho aquel - recalcó el saiyan de armadura negra señalando a la nada - además de que no creo que sigas molesto cuando te enteres del resto.
-no me interesa en lo absoluto - respondió de forma altanera, zafándose de la improvisada prisión que el pelipalmera había formado con sus brazos para seguir caminado de manera indignada.
- por favor Vegeta, solo escúchame - pidió exasperado, odiaba cuando los berrinches del peliflama lo involucraban a él.
-soy el príncipe Vegeta para ti gusano - le recordó sin detenerse ni un solo segundo, escuchando los pasos pesados de Kakarotto que comenzaban a seguirlo.
-entonces, ¿acaso el príncipe Vegeta esta celoso? - interrogó de forma burlesca, logrando que la caminata del peliflama parará.
-¿celoso? - preguntó ofendido sin voltear a verlo - no te confundas Kakarotto, tu eres reemplazable, puedo tener a quien quiera y lo sabes. - afirmó de forma orgullosa sabiendo que el pelipalmera no era tan estúpido como para creerle su mentira.
-eso es lo que me preocupa - murmuró el pelipalmera, sin querer Vegeta le había dicho lo que temía.
-¿eh? - preguntó el peliflama girándose para ver al menor de forma interrogante - ¿a qué te refieres Kakarotto? ¡Habla ya de una maldita vez antes de que mi paciencia culmine!
-es sobre el 'otro', no me agrada que este aquí - confesó sintiéndose vulnerable pero sin quitarle a su voz ese matiz de desagrado - es desagradable y engreído y bastante pesado.
-vaya, que coincidencia, es lo mismo que todos piensan de ti - contestó Vegeta burlesco - ¿no te estas describiendo?
-Vegeta, hablo en serio - respondió con el ceño fruncido - la cuestión aquí es que no quiero que este cerca de ti ni de broma.
- no tengo tiempo para tus estupideces - dijo el peliflama pensando en que ese era otro de sus típicos arranques de ira porque lo habían derrotado con facilidad.
- a ese lo corrieron de su planeta por...
-por andar con un simple gusano, si, si, ya escuche eso - respondió molesto, interrumpiendo al menor.
-no Vegeta, al parecer fue por que hablo de sentimientos y babosada y media delante de los terrícolas
-¿y? ¿A mí eso que me importa?
-a quien le dijo todo eso fue a ti - confesó el pelipalmera viendo como la expresión de molestia del rostro del peliflama era sustituida por una de absoluta confusión.
-¿a mí? ¿De qué hablas idiota? Si yo ni lo conocía - respondió sin comprender.
- lo único que entendí fue eso, que al Vegeta de su dimensión le dijo esas tonterías y lo hizo delante de los terrícolas, ellos lo corrieron y ese Vegeta lo odia, ¿ahora me entiendes? - preguntó el pelipalmera esperando que con eso los celos del mayor disminuyeran un poco.
-¿y qué quieres que haga? ¿Que vaya a consolarlo? - pregunto confundido, ¿qué hace poco no había dicho que le desagradaba el otro Kakarotto? ¿A poco Kakarotto era capaz de sentir empatía?
-¡no! - exclamó de inmediato - ¡lo que quiero es que no se interponga entre ambos! ¡Estoy seguro que intentará acercarse a ti! - dijo ahora mostrándose celoso, sin embargo la sonrisa que formaron los labios de Vegeta no lo tranquilizaron ni un poco.
-no es mala idea eso de ir a consolarlo - dijo para sí, sabiendo que era escuchado. - después de todo el imbécil es un súper saiyajin, no me caería nada mal comprobar su fuerza.
-por favor Vegeta - dijo exasperado, cuando Vegeta comenzaba a portarse pedante era mejor darle por su lado pero esta vez no, no se dejaría doblegar ni daría su brazo a torcer - tu eres mío, no te olvides de eso - reafirmó volviéndolo a arrinconar.
-no te confundas Kakarotto, TU eres mío - repitió poniéndole énfasis al "tu" - yo no soy de nadie, así que.... - otra vez los labios del otro acallaron sus quejas, perdiéndose en sí, dejándose llevar, después de todo no era la primera vez que sucumbía ante Kakarotto en lugares inadecuados, si alguien los veía solo necesitaban una bola de energía y silenciaban para siempre al mirón desafortunado que se encontraba en el lugar y momento adecuado....
-Mng ¡Kakarotto! - jadeo el peliflama cuando las manos del otro se enroscaron en su cola, dando pequeños tirones para hacerlo suspirar.
-soy tuyo Vegeta - murmuro apenas despegando sus labios de los contrarios para volverlos a juntar, pero esta vez introduciendo su lengua para rozar con la otra y comenzar una pelea por quien tendría el control de esa danza mojada.
-d-detente K-Kakarotto - masculló ladeando su cabeza para mostrar toda la extensión de su cuello. - t-tenemos que mng... Ir al área de despegue.
-¿y no prefieres quedarte para continuar con lo de la mañana? - preguntó con voz seductora, aplicando un poco más de presión en su agarre a hacia la cola del más bajo.
-Kakarotto... Si no te detienes t-te... la corto - bufó intentando zafarse del pelipalmera.
El menor sonrió y lo soltó de una forma algo arrogante, más adelante le tocaría a el negarse a darle al peliflama lo que pedía.
-no creo que seas capaz - respondió burlesco - es tu parte favorita de mi cuerpo.
-cuerpo que otro posee - respondió de igual forma, y sin darle tiempo al otro de responder se alejó caminando de forma engreída ante el paralizado pelipalmera.
-¡mierda! - bufó, esas palabras lo habían dejado helado, después de todo no había conseguido que el príncipe le asegurará que no intentaría nada con su alter.
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-ponte esto - ordenó Bardock arrojándole una armadura saiyajin a Goku sin dejar de darle la espalda, buscándole un rastreador para entregárselo.
-¿no hay en azul? - pregunto sin mostrar interés viendo las prendas con desagrado, estaba tan acostumbrado a usar su dogi naranja que cualquier otro conjunto le parecía horrible, pero ya en otra ocasión había utilizado uno azul, por lo que pensó que no habría mucha diferencia.
-para ti no, ese color, al igual que el escarlata, solo lo pueden usar miembros de la familia real - respondió frustrado, tendría que pedir uno nuevo a los lacayos reales.
-entiendo - contestó comenzado a desvestirse, a lo que el padre de este salió de su propia habitación, aprovecharía para ir de una vez a los laboratorios a recoger un scooter nuevo.
-maldición, deje la esfera en ese lugar - refuñó cuando terminó de calzarse las botas negras que se le habían sido entregadas, tomó las últimas dos semillas del ermitaño que le quedaban y dejo su dogi doblado en la cama, tenía que haber alguna forma para que lo dejarán seguir usando su traje de peleas, así no dejaría de ser él.
-pero si ya no soy yo - se contradijo mirándose en un espejo, sonriendo de forma triste, que difícil seria convivir con el "príncipe Vegeta" sin recordar cosas deprimentes - tal vez si logró llevarme bien con él... - suspiró desanimado, sabía que eso quizás solo se quedaría en un tal vez.
Siguió observando su reflejo viendo sus nuevas ropas, que, seguramente, pertenecían a su padre.
Armadura con hombreras negras y unos calzoncillos que le llegaban un poco más abajo de los glúteos del mismo color, solo le faltaba una banda en la cabeza de color roja y una cicatriz en la mejilla para ser un clon exacto de su padre. Solo que con un poco más de musculatura, claro.
La puerta se abrió y su mandíbula se desencajo un poco al ver a una versión con barba y castaña de Vegeta entrar a la habitación.
-Bardock - habló el rey Vegeta sonriendo de manera extraña y sin que el pelipalmera se lo esperará este lo rodeo con sus brazos y lo beso.
-Kakarotto, toma ponte es...to - el rastreador cayó al suelo cuando el pelipalmera de la cicatriz regresó a la habitación.
El peliflama al escuchar esa voz ruda se alejó de Goku solo para ver al 'Bardock' que acababa de besar con el rostro totalmente rojo y con los ojos desorbitados, mientras que el que estaba en la puerta estaba en igual o peor condición que el mismo.
-¿qué mierdas está pasando aquí?