Gohan volaba a toda velocidad hacia las montañas, ignorando a toda costa la lluvia que empapaba sus ropas.
En cuanto sintió el ki de su padre de nuevo en el planeta, se lanzó desde la plataforma del templo de Kamisama, tomado el vuelo kilómetros antes de acercarse al suelo.
Poco le importó el "¡¡detente Gohan!!" que Piccoro gritó en cuanto sintió la presencia del pelipalmera y lo vio a él mismo arrogarse de la plataforma.
Esa era al menos su oportunidad de arreglar las cosas con su padre o al menos morir en el intento.
Tan absorto estaba en sus pensamientos que en ningún momento se percató de la anomalía en aquel ki ni en donde había aparecido, solo volaba sin darse cuenta que se dirigía a su antigua casa en las montañas, quizás conocía tan bien aquel camino que su cuerpo no se molestó siquiera en detenerse a asegurarse que iba por el camino correcto.
Solo hasta el momento en el que aterrizó se dio cuenta de que estaba en el bosque que rodeaba la casa de sus padres en la montaña Paoz.
Posó sus pies de forma suave en la tierra húmeda, disminuyendo su ki casi hasta ceros, sin darle importancia al hecho de que estaba calado hasta los huesos pues bien podía utilizarlo para secarse sin embargo no quería llamar la atención de su padre, así por lo menos se aseguraría de que no trataría de evitarlo.
Empezó a caminar por todo el sendero del bosque, en ningún momento se le pasó por la mente ir a la casa, dudaba que su padre estuviera ahí.
Seguramente estaría en el bosque, refugiado de la tormenta en alguna cueva.
El bosque era extenso y el solo era uno, pero aún así no se daría por vencido y lo registraría por completo.
No pensaba regresar hasta no suplicarle perdón al pelipalmera.
Los rayos partían el cielo y los animales se movían demasiado rápido, como si estuviera huyendo de algo.
Eso era un mal presagio.
Era un saiyajin fuerte, y sabía que nadie podía hacerle, sin embargo algo lo estaba inquietado, una sensación de sentirse observado lo estaba poniendo nervioso.
Pero no sentía ni una sola presencia a su alrededor, además de la de los animales.
- ¡papá! - comenzó a gritar nervioso, olvidándose de la idea de mantenerse oculto - ¡¡papá!!
Recorrió el bosque con más rapidez, revisando incluso entre los arbusto y aun así seguía sin encontrar nada.
La lluvia se había intensificado y el agua que contenía su cabello se deslizaba por su rostro cayendo a sus ropas, pero en el estado en el que estaba era imposible que estas se mojaran más.
Deslizó una mano por su rostro para retirar los excesos de agua que le empañaban la vista.
- ¡¡AAAAAAAAAAAAAHH!!.
La piel se le puso chinita y sintió como la sangre abandonaba su cuerpo, aquel chillido era inconfundible.
- ¡¡Mamá!! - gritó y salió corriendo a toda velocidad hasta la otra punta del bosque.
***
- ya llegaron - informó Dende al ver una nave aterrizar en el templo.
El primero en bajar de ella fue Vegeta, seguido por de ambos niños.
-¿qué sucede Piccoro? - preguntó Bulma bajando de la nave, guardandola en su cápsula, como estaba lloviendo no les quedó de otra que utilizarla.
-Gohan se fue - gruñó mirando al suelo - no pude detenerlo.
- ¿qué fue lo que viste exactamente ? - preguntó directamente Vegeta, exigiéndole con la mirada que hablara.
- no sabemos qué está pasando - respondió Dende de forma nerviosa.
- Goku regreso a la Tierra - dijo Piccoro, Goten iba a hablar para protestar pero antes de que lo hiciera continuo - no se que carajos este pasando por que ese ki que se sintió no era el suyo pero sin embargo es el.
-¿entonces? ¿Es el señor Goku o no? - preguntó Trunks confundido.
- no lo sabemos - confesó Kamisama.
- ¿como rayos no lo van a saber? - exclamó Bulma mirando a ambos nameks - ¡se supone que ustedes pueden ver todo lo que sucede en la Tierra!
- no exactamente - respondió Dende nervioso - lo único podemos hacer sentir la presencia de cada persona del planeta, saber cuando una nueva vuelve a aparecer, cuando alguien nace, o cuando una desaparece, o sea que ha muerto.
-o cuando un par de ki aparecen y desaparecen cada que se les da la gana sin importarles alterar la línea de espacio tiempo - gruñó Piccoro mirando a Trunks y a Goten.
- ¡nosotros no tenemos nada que ver con lo que está pasando! - exclamó Goten.
- es cierto, nunca pasó nada mientras íbamos al planeta Vegita - contestó Trunks frunciendo el ceño - aquí los únicos culpables de que este sucediendo esto son ustedes.
-quizás no directamente pero todos ayudaron a que las cosas tuvieran este desenlace, tal vez si alguien no se hubiera guardado algo por tantos años no estaríamos en este problema. - dijo Piccoro cruzándose de brazos, mirando de reojo a Vegeta.
- ¿que estas insinuado insecto? - preguntó Vegeta frunciendo el entrecejo.
- no podemos ir a investigar - lo ignoró Piccoro - no sabemos qué tan peligroso sea e ir demasiados solo traería problemas.
- ya que Gohan esta allá solo tenemos que esperar a que regrese - dijo Dende - tengo un mal presentimiento de todo esto.
-¿osea que nos quedaremos aquí hasta que el inútil de Gohan regrese? - bufó Vegeta - patético.
- ¿Tienes una mejor idea? - preguntó Piccoro sarcásticamente - Gohan está allá afuera y yo estoy aquí, sano y salvo tks... Que indignante. Bulma, ¿trajiste las esferas del dragón?
- ¿que? Si claro, también traje el rastreador por si tenemos que buscar la última esfera - contestó la peliazul mostrando la capsula en la que había guardado la nave.
-argg, más desperdicios de neuronas - gruñó Vegeta, momentos después, uno a uno el resto de los guerreros Z fueron llegando al templo, Krilin y Dieciocho, Yamcha e inclusive Ten Shin Han. - no se que rayos hacen aquí, sus cadáveres solo nos estorbaran.
- ustedes también lo sintieron - dijo Piccoro y el resto asintió. - Goten y Trunks, terminen esa cosa, de preferencia hoy mismo y si es necesario entren a la habitación del tiempo, no podemos seguir perdiendo más el tiempo - ordenó mirando fijamente a los niños.
-sí - asintieron los dos a la vez, descolgadose las mochilas que cargaban cada uno.
-pase lo que pase, suceda lo que suceda ustedes deben terminar eso y traer de vuelta a Goku, ¿entendieron? - preguntó con el semblante serio, los niños tragaron grueso antes de volver a asentir.
-vamos Piccoro, lo dices como si estuviéramos en peligro - sonrió Bulma pensando en que el namek estaba exagerando.
- y lo estamos - respondió Dende - tengo la extraña sensación de que se aproxima una amenaza.
- ¿Q-Qué? - preguntaron todos extrañados, todos estaban apenados con su comportamiento con el pelipalmera que les había costado demasiado despegar la mirada del suelo para mirar a Kamisama.
- es mejor que se preparen para lo que sea, solo ustedes saben a qué clase de amenazas nos hemos enfrentado antes y ahora sin Goku estamos en mayor peligro.
-tsk, conmigo tienen más que suficiente - dijo Vegeta cruzándose de brazos, recargándose en uno de los pilares del templo, mostrando una sonrisa torcida mientras cerraba los ojos. - no necesitamos a ninguna de esas sabandijas aquí, solo traen problemas.
Ignorando todas aquellas palabras por que sabían que si se las merecían, se sintieron un poco más tranquilos al ver el extraño gesto del peliflama, sin embargo no pudo engañar a Piccoro, el namek estaba seguro de que tras esa apariencia calma se encontraba un cerebro trabajando en encontrar una solución para lo que desconocían.
- ¡ustedes! ¡A trabajar! - grito Piccoro dejando de ver al peliflama para mirar a Goten y a Trunks.
Estos asintieron y se fueron a un rincón, donde se sentaron y comenzaron a sacar las cosas de sus mochilas.
Aún se sentían incómodos por la compañía del otro, sobre todo el pelilila, no podía concentrarse en lo que hacía, ahora que estaba solo junto al pelinegro aquel recuerdo regreso.
"me gusta alguien" "¡bese a Goten!" "¡no se que me sucede!"
¡¿Por qué carajos beso a su amigo?! ¡¿Qué mierdas sentía?! ¡¿Quién era esa estúpida persona que le gustaba a su Goten?! ¡¿Por qué sentía esa frustración cada que pensaba eso?!
Miró de reojo a su papá, se sentía avergonzado solo de recordar su pequeña charla en la cocina.
Devolvió su mirada a la estructura central de la muñequera, aún ni siquiera estaban conectados los circuitos, les faltaba demasiado. Volteo a ver a Goten, se veía tan concentrado en unir los centros de poder con varias piezas que era increíble que tiempo atrás le hubiera dicho que tenía miedo.
Esa sensación de sus dedos entrelazarse y sentir su cabeza apoyada en su hombro le transmitió una calidez tan grande que hizo que se olvidara de todo.
Pero ahora no podía olvidar las palabras del pelinegro.
"me gusta alguien... " "me gusta alguien..." "me gusta alguien..."
¿Por qué sentía que su interior quemaba con sólo recordar eso?
El peliflama, aún recargado en la columna, entre abrió un ojo y volteo al rincón donde se encontraban los híbridos.
Trunks parecía molesto y nervioso consigo mismo mientras veía a Goten, el cual ni cuenta se daba de que era observado.
Vegeta se sobo la sien con ambas manos... Demasiados problemas tenía ya como para hacer lo que iba a hacer.
Hecho un último vistazo a su alrededor, tanto Piccoro como el resto de los guerreros Z se habían sentado en el suelo, quedando en absoluto silencio.
El lugar hubiera estado en absoluto silencio de no ser por el ruido de los destornilladores y las chispas que soltaba la maquina de soldar que tenía el pelinegro en esos instantes en sus manos.
Maldijo por lo bajo y se separó del pilar, caminando con paso decidido hasta los niños.
-¿papá? - preguntó el pelilila, apartando rápidamente la mirada del pelipalmera.
-Goten - llamó el peliflama.
-¿eh? - el pelipalmera levantó el rostro, dejando de lado todo lo que tenía en la mano - ¿sucede algo?
El solo le indicó con la cabeza que lo siguiera, comenzando a caminar al interior del templo.
- ¿yo? - se preguntó incrédulo mirando al pelilila.
Trunks se encogió de hombros extrañado, por un momento pensó que su padre quería continuar la conversación que tuvieron en la cocina de su casa y eso lo había asustado.
-no te preocupes, yo continuaré con esto - dijo Trunks tomando lo que el pelipalmera había dejado en el suelo.
El menor se puso de pie, le hecho un último vistazo al pelilila, sonrojandose cuando este le sonrió para tranquilizarlo.
Camino por un largo pasillo donde al final de este lo esperaba el peliflama recargado en un muro.
-¿s-señor? - preguntó de forma tímida cuando estuvo frente a él, aún conservaba el rubor en sus mejillas.
- Trunks me dijo algo acerca de que te gusta alguien, ¿es eso cierto? - preguntó de forma directa.
Goten abrió los ojos como platos.
-e-este yo... - respondió nervioso, mientras se rascaba la nuca y desviaba el rostro.
-¿si o no? - preguntó el peliflama frunciendo aún más el ceño, hasta el maldito gesto de nerviosismo del hijo le recordaba al padre - *¿qué demonios está pasando Kakarotto?*
El niño solo asintió bajando la mirada al suelo.
- ¿cuando piensas decirle a Trunks? - soltó de repente Vegeta, dejando a Goten sin palabras.
-¿q-que? ¿T-Trunks? - balbuceó - ¿co...cómo lo sabe?
- yo me siento igual con tu padre - contestó el mayor, desviando el rostro para que el menor no viera que se había sonrojado. - si Trunks se fuera, ¿no quisieras encontrarlo?
- ¡claro que si! - exclamó el pelipalmera - ¡lo buscaría por todas partes hasta encontrarlo!
-Trunks está confundido - dijo el peliflama - lo tomaste por sorpresa al decirle aquello.
-¿pero por qué? - preguntó asombrado el niño.
- averígualo por ti mismo... O espera a que el se de cuenta, es cosa de saiyajines - respondió separándose de la pared para comenzar a caminar de regreso a donde todos se encontraban esperando noticias. -hmp - se detuvo y volteo a ver al niño, mostrando una sonrisa torcida - terminen eso y traigan a Kakarotto.
Y con eso último siguió caminando.
Segundos después, Goten salió corriendo para llegar junto al pelilila que al parecer no había avanzado nada en la muñequera mientras él estaba manteniendo esa breve y extraña conversación con el príncipe.