El pelipalmera comenzaba a abrir los ojos, sintiendose débil, ¿donde se supone que estaba ahora? ¿Por qué cada que se despertaba se encontraba en un lugar completamente diferente?
-¿por qué estoy aquí? - murmuró viendo a su alrededor, parecía como si se encontrará varios metros bajo tierra, en algún agujero con rejas y sin iluminación.
Los muros, sin ninguna simetría entre sí, eran de piedra y el suelo rocoso, un espacio muy reducido en el que apenas cabía acostado.
Se quiso reincorporar del frío y húmedo piso donde estaba tirado pero al querer usar sus manos para levantarse no pudo hacerlo.
Alguien le había puesto algún dispositivo en las manos que le impedía separarlas.
-¿y ahora esto que demonios es? - se preguntó intentando romperlas pero no encontraba la fuerza suficiente para hacerlo, era como si las "esposas" le estuvieran absorbiendo la energía y no lo dejaran utilizarla en lo más mínimo.
Siguió intentando librarse de aquello pero cada vez le costaba mas trabajo el moverse.
Intentó transformarse en super saiyajin pero ni siquiera sentía su propia presencia.
-¡¡¿donde estoy?!! - gritó impulsandose como si fuera a hacer algún abdominal para sentarse, desistiendo en el intento de librarse de aquel dispositivo. - grrr.
El sonido firme de unos pasos al pisar el húmedo suelo hizo eco en todo el lugar alertandolo, haciendose cada vez más desesperante conforme el sonido aumentaba al acercarse.
Era como estuvieran recorriendo un largo pasillo a paso lento.
-¡¿Quien está ahí?! - preguntó comenzando a sentirse paranoico, aquel sonido retumbaba en su cabeza.
-veo que ya despertaste - le dijo una burlesca voz familiar antes de presentarse frente a el del otro lado de la reja.
- V-Vegeta - murmuró, su cola comenzaba a agitarse nerviosa.
- casi me matas - bufó el príncipe con voz dura, el sonido de un teclado llegó hasta los oídos del pelipalmera por lo que supuso que allá afuera debía estar el mando para abrir la celda - de no ser por Raditz y que tu maldita cola sigue siendo tu punto débil me hubieras matado sabandija.
-¡¡quitame esto de las manos!! - le gritó cuando con un "click" la reja se abrió el entró.
- ¿para que te vuelvas loco y vuelvas a intentar matarme? ¡Ja! Enseguida. - se burló de forma lasciva - ¿que clase de entrenamiento tuviste? - preguntó cambiando su tono de voz por uno amenazante.
- ¿para que quieres saberlo? - le regresó la pregunta el pelipalmera aparentando los dientes, recordando que había sucedido antes despertar dentro de ese calabozo.
- ¡¿como para que?! ¡Tu poder es sumamente destructivo! ¡El poder con el que todos los saiyajin hemos soñado y ninguno a alcanzado! - exclamó el peliflama. - ¡¿como rayos lo obtuviste!?
- con entrenamiento duro - bufó el peliflama intentado liberar sus manos pero lo único que lograba es que su rostro mostrará una expresión de dolor, provocando que el príncipe se burlara de él.
- ni lo intentes Kakarotto - dijo Vegeta - esas esposas están diseñadas para neutralizar el poder y reducirlo para que no puedan escapar... Ahora, si me dices como obtener ese delirante poder te liberare.
-¡ya te lo dije! ¡Con duros entrenamiento ¡pero dudo que puedas alcanzarme algún día! - le gritó perdiendo los estribos.
- ¡ja! ¡Dudo que algo me sea imposible de alcanzar! - exclamó el peliflama soltando una sonora carcajada.
-sin duda tu no te pareces en nada al Vegeta que conozco, tu corazón debe ser puro para alcanzar por lo menos la transformación del súper saiyajin - le contestó con el entrecejo fruncido.
-pero si mi corazón es puro... Mi corazón tiene pura maldad - sonrió de lado burlándose de la expresión que el pelipalmera puso.
- ¡cállate! ¡Tu no sabes por todo lo que hemos pasado para tener este poder!
- ¡hajajajajajajaja! no me salgas con esas idioteces, eso del corazón puro no tiene nada que ver con el poder - se burlo a mandíbula abierta - si tu mismo acabaste con todos los habitantes del planeta Arlia.
-¿Q-Qué? - preguntó el pelipalmera deteniendo sus forcejeos.
-todo por no dejar que el insecto de tu hermano y la sabandija del mio se ensuciaran las manos de sangre.
-¡¿donde están ellos?! ¡¿Qué les hiciste?! - preguntó el pelipalmera.
- tranquilízate Kakarotto - murmuró el pelipalmera acercándose amenazadoramente al pelipalmera, arrodilladose para quedar frente a el a la misma altura - si me muestras todo tu poder te daré el privilegio que solo el inútil de Kakarotto tiene y quizás... Y quizás te llegue a liberar - acercó su rostro para decirle todo aquello en el oído y poder morderle el lóbulo de la oreja.
-¡apártate de mi! - le gritó el pelipalmera dándole un cabezazo en la frente. - ¡no dejaré que me vuelvas a besar! ¡Tu no eres Vegeta!
Un hilito de sangre se deslizó por el rostro del príncipe.
- ¡¡¿como te atreves gusano?!! - gritó el peliflama atinandole un certero golpe en el estómago.
-kkkk - jadeó Goku tratando de no quejarse, ese golpe le había dolido más de lo que había esperado.
Con su mano enguantada, el príncipe se limpio la sangre del rostro, y aprovechando el dolor que le había causado a Goku, tomó sus manos esposadas y con brusquedad las pasó por encima de la cabeza de pelipalmera, provocando que soltara un leve aullido de dolor.
-eres un maldito - se burlo - un maldito a mi merced - y diciendo eso lo beso.
-¡mng! - jadeó el pelipalmera abriendo los ojos, fuera de estar sorprendido como la primera vez que lo había besado estaba molesto... Molesto por no poder tener la suficiente energía para quitárselo de encima.
-cállate - le ordenó mordiendole el labio hasta hacerlo sangrar, buscando que de esa forma Goku abriera la boca para meterle la lengua pero sin lograrlo.
-¡q-quitate! - le gritó cuando el peliflama se separo de el.
Una mano bajo a su entrepierna comenzando a sobarlo.
-¿te gusta Kakarotto? - preguntó el príncipe, frotando su mano con cada vez más fuerza, comenzando a frustrarse al no conseguir ponerlo duro.
-¡no! ¡A-apártate! - Goku intento apartarlo mientras movía su cuerpo con frenesí, se había sonrojado pero no por otra cosa más que por la vergüenza y por la impotencia de no poder hacer nada para quitárselo de encima.
-¿Que intentas hacer gusano? - le preguntó burlándose el príncipe, deslizando la yema de sus dedos por los brazos bien marcados de Goku, apartándose por su propia cuenta.
Vegeta creo un aro de energía y encerró las ya inmovilizadas muñecas de Goku, fijandolas de alguna forma en la pared rocosa de ese calabazo.
-¡jajajajajaja! ¡El hombre más fuerte del universo! ¡El super saiyajin legendario! Hoy está sin poder defenderse del más mínimo peligro - se mofo, recordando como habían llamado en alguna ocasión al otro - muchas veces el inútil de Kakarotto me ha dado tanto placer que es imposible no regresarle el favor.
La mirada del peliflama se clavo directamente en sus ojos y el rostro de Goku palidecío.
-¿que acaso no sientes nada por el? - le preguntó Goku sin poder creer lo despiadado que era Vegeta.
-¿sentir? ¿Así como sentimientos? ¡Jajajajajajajajaja! A nosotros los saiyajin nos une algo más fuerte que sentimientos innecesarios - su gesto se endureció - el sexo es solo una forma para liberar toda aquella exitacion y adrenalina que en cada momento nos embriaga a la hora del pelear.
-¡no te creo! ¡Yo nunca haría algo así!
- eres un saiyajin estúpido, ¿qué acaso nadie te ha dicho que esa es la razón por la estas vinculado a otro saiyajin?
Tu, Kakarotto, estas vinculado conmigo.
-...- el pelipalmera se quedó sin palabras, era lo mismo que le había dicho Bardock, sin embargo se negaba a aquello.
-¿acaso pensaste que estabas enamorado del "Vegeta" de tu dimensión? ¡Jajajajaja! ¡Tu sangre saiyajin te pedía liberar todo exceso de energía! Honestamente me sorprende que, según eso lo que dijiste, no hayas intentado siquiera hacer algo en las noches de luna llena, o que "el otro Vegeta" no se te haya dejado ir encima, la cola funciona como punto erogeneo y la luna funciona como estímulo.
-¡cállate! ¡Tu no sabes nada sobre sentimientos! ¡Y yo estoy seguro de lo que siento! - escupió molesto - y lo que siento por ti es asco.
¿Así que por eso su cola había vuelto a crecer? ¿Si el y Vegeta la hubieran conservado hubiera pasado exactamente lo que aquel impostor le estaba diciendo?
No, aquello era más que simplemente genética saiyajin, el estaba seguro de que lo que sentía por Vegeta iba más aquello... Por algo había decidido escapar, para proteger de algún modo a Vegeta de todo lo que lo había orillado a irse.
Además de la forma en que había sido tratado y rechazado por todos.
El príncipe rompió en una sonora carcajada al escuchar aquella respuesta.
-¿sabes lo fácil que me resultaría demostrarte que los sentimientos no sirven para nada? - preguntó con cinismo, deslizando su lengua por sus labios. - dime, ¿alguna vez has estado abajo? - le preguntó de forma insinuante.
-¿abajo? ¿A que te refieres?
-¡ja! Se me olvidaba que tu nunca has tenido el privilegio de tocarme. - se burló - pues en todo caso es mi turno, así quizás aprendas algo y me quieras mostrar como obtener ese magnífico poder.
El peliflama se acomodo entre sus piernas y le arranco a Goku el pantalón de su gi, sin importarle poco que después se quedara desnudo de la parte de abajo.
-¡apártate! - le gritó molesto, pataleando para quitarlo de entre sus piernas pero seguía sin poder lograrlo.
-¿que pasa Kakarotto? Jajajajaja, ¿no me digas que tienes miedo? Pues adivina que, me las vas a pagar, ningún insecto va a revelarse contra mi ni mucho menos intentar matarme - le dijo y de un jalón le arrancó el holgado bóxer blanco.
- ¡¿que piensas hacer?! ¡te vas a arrepentir! - gritó, sus manos golpeaban fuertemente la pared en la que estaban bien sujetas, buscando liberarse.
-no te preocupes Kakarotto, no habrá luna nueva hasta dentro de dos días así que no habrá consecuencias - hizo una mueca con la boca lo más parecida a una sonrisa, le abrió aún más las piernas y se acomodo mejor entre ellas, coloco ambas manos en las rodillas del pelipalmera y con su propia cola envolvió el miembro de Goku, enrrollandola y moviendola de arriba a abajo para estimularlo. - esta más grande de lo que imagine hajaja, hasta en eso superas al imbécil de Kakarotto.
-¡n-no hagas eso! - jadeó el pelipalmera - ¡no te lo perdonaré! ¡juro que en cuanto recupere mi
poder te voy exterminar!
-deja de gritar Kakarotto, nadie te escuchara.
Pero por más que lo masturbara, el príncipe no lograba excitar al pelipalmera.
-tsk, esto no está funcionando - bufó el príncipe apartando su cola para reemplazarla con su mano pero al obtener los mismos resultados desistió - bueno, no importa, aún así serás sometido.
Volvió a sonreír, apartándose del miembro flácido del pelipalmera para poder bajarse su pantalón hasta las rodillas.
Tomo su pene ya duro con una sola mano y con la otra separo una de las piernas de Goku.
Mordió su labio inferior mientras veía la entrada del pelipalmera, ya quería ver la reacción de Kakarotto cuando le dijera que había penetrado al imbécil que poseía su mismo rostro.
-¡basta Vegeta! - le gritó, sintiendo pánico al imaginar que haría el peliflama.
Sintió leves golpesitos en su entrada y apretó los ojos con fuerza, al parecer el peliflama lo estaba torturando sin la necesidad de penetrarlo.
-jajajajaja, tu cara de dolor solo me la pone más dura - se burló, dejo de restregar su miembro en la pequeña entrada de Goku y se preparo para penetrarlo.
Pero apenas había intentado meter la punta, sus fuerzas desaparecieron.
La cola de Goku se había enroscado en la de Vegeta, aparentandola con fuerza hasta hacerlo caer inconsciente.
-j-je tu tampoco entrenaste tu cola - murmuró sonriendo con un ojo entrecerrado, había hecho demasiado esfuerzo para que su cola hubiera apretado lo suficiente la de Vegeta como para poder mantener los ojos abiertos -ay, ya no tengo ropa - dijo al ver sus prendas desgarradas, y aún con las manos sujetas a la pared, terminó rendido completamente cansado.
***
- ¿que habrá hecho mi hermano con él? - se preguntó el príncipe Tarble, paseando por el jardín del palacio junto a Raditz.
-seguramente lo encerró en un calabozo - respondió el de cabellera larga soltando un largó suspiro - creo que es lo mejor, Kakarotto es muy peligroso.
-¿lo dices por que el solo acabó con todos los Arlianos? - le preguntó curioso, abrazando el brazo del mayor, apoyando su cabeza mientras seguían caminando.
-por eso y por que si no le hubiera sujetado la cola hubiera matado al príncipe Vegeta - contestó negando con la cabeza, aún no se podía creer que el cabeza hueca de su hermano hubiera alcanzado tal poder.
-pero si el no quería matar a nadie - le recordó el menor - desde que llegamos a ese planeta se mantuvo apartado, tratando de ignorar la crueldad de mi hermano.
-en eso tienes razón enano, Kakarotto estalló cuando Vegeta te quiso obligar a asesinar a los habitantes de Arlia.
-pues yo iré a asegurarme que este bien, siento que es una buena persona.
-¿iras a los calabozos? - preguntó arqueando una ceja, deteniéndose enseguida.
-si, ¿por qué?
-ese lugar no es apto para un enano como tu.
-entonces acompáñame - le pidió Tarble mirando con una sonrisa al más alto.
-solo por que se trata de ti - bufó revolviendole los cabellos, Tarble le sonrió mas ampliamente y se elevó unos cuantos centímetros para depositarle un corto beso.
-oye Raditz... - dijo de pronto el peliflama cuando su rastreador dejó de emitir una de las tantas señales que cada presencia saiyajin transmitir.
- el poder de Vegeta bajo a ceros - le respondió incluso antes de que el menor le preguntara, su rastreador también le había avisado.
-fue en los calabozos - afirmó el menor.
-ese imbécil, seguramente fue a provocar a Kakarotto - gruñó Raditz - si no lo mató antes dudo que algo se lo impida esta vez.
-vamos de una vez - pidió preocupado el príncipe, comenzando a jalar del brazo al mayor para que caminara con el.
-no se por que te preocupas por el, el ni siquiera te ve como su hermano.
-pero yo su lo quiero, aunque me odie - respondió con firmeza.
El mayor suspiró por última vez y se dejó arrastrar por el peliflama hasta el interior del castillo.
***
-¿y ahora donde demonios se metieron los dos estúpidos? - se preguntó Bardock corriendo por los pasillos, tenía un mal presentimiento, algo le decía que encontrar a los dos era algo indispensable, ¿pero en donde se habían metido ambos?
***
Raditz tecleo rápidamente el código para poder entrar a la celda evitando tocar la reja, ¿como carajos habían acabado los dos allá adentro? ¿Por qué Kakarotto estaba desnudo de la parte de abajo? ¿Por qué Vegeta tenía el pantalón abajo y estaba tirado inconsciente?
En cuanto la reja se abrió, el primero en entrar fue Tarble.
-ay, no - musito este sonrojandose mientras cerraba los ojos y colocaba sus manos en su rostro, la primera impresión de esa imagen visual lo tomó desprevenido.
- ¿que pasó aquí? - se pregunta Raditz de manera neutral, mirando alternativamente a Goku y a Vegeta. - la ropa de Kakarotto esta toda rota...
-¿que? Entonces iré a buscarle otro cambio - se ofreció el peliflama menor mirando a través de sus dedos . - espérame aquí Raditz, enseguida regreso.
Y diciendo eso salió de nuevo de la celda.
Raditz gruñó por lo bajo, se arrodillo frente al príncipe y le subió su mallón azul.
Le echó una ojeada a su "hermano", ¿por qué tenía las manos sujetas en la pared? ¿por qué los dos estaban inconscientes y en esa condición?
Seguramente todo había sido culpa del príncipe Vegeta... No quiso ni imaginar que había sido capaz de hacer el peliflama.
Con fuerza, libero las manos del pelipalmera de la pared, intento quitarle el dispositivo de las manos pero no pudo hacerlo así que desistió.
-¿y ahora que hago? - se preguntó pasando una mano por sus cabellos, si liberaba al pelipalmera seguramente se metería en problemas con Vegeta y terminaría encerrado en un calabozo el también pero tampoco podía dejarlo ahí dentro sabiendo que en algún momento el peliflama podría regresar.
Lo único que podía hacer era dejar que alguien más viniera a sacarlo de ahí, y con ese alguien se refería a su padre.
Aunque dudaba encontrar pronto a su padre.
Pero por si acaso el pelipalmera lograba liberarse de aquellas esposas le dejaría la clave para que pudiera salir por su cuenta.
Con un rayo de energía proveniente de su dedo escribió los dígitos en la pared.
Solo esperaba que no fuera tan imbécil, idiota y estúpido como para no notarlos.
-¡Raditz! - exclamó Table entrando a la celda - encontré esto en uno de los laboratorios, al parecer los lacayos le fabricaron ropa idéntica a la que tu hermano usa.
-bien enano - le respondió el mayor sonriendo, tomo el gi perfectamente doblado de los brazos del menor y procedió como mínimo a colocarle los pantalones, dejando el resto en un rincón, para que después se la pusiera.
-¿que hacemos con Vegeta? - preguntó el menor mirando a su hermano aún inconsciente.
-dejarlo aquí no es una opción - contestó Raditz, regresó hasta donde estaba el peliflama mayor, se inclinó y lo cargo entre sus brazos - vamos de aquí, si el príncipe despierta nos meteremos en problemas.
-¿lo dejaras en alguna máquina de recuperación?.
-no parece necesitar una - respondió mirando a Vegeta, no parecía tener ni una sola herida - con que lo llevemos a su habitación a que siga descansando tiene.
- G-Goten... G-Gohan... V-Vegeta - bulbuceo aun inconsistente el pelipalmera, moviéndose hasta quedar acostado de lado.
- ¿y que sucederá con Goku? - preguntó preocupado el pequeño peliflama.
- me supongo que estará bien, mientras tu hermano no se le acerque de nuevo - gruñó, salió de la celda y Tarble lo siguió - por cierto, ¿has visto a Kakarotto?
-no, desde que mi hermano beso a Goku y Kakarotto se le dejó ir encima no lo e vuelto a ver. - respondió con aire pensativo.
- justamente cuando necesitamos que el príncipe se mantenga ocupado ese bueno para nada desaparece, tsk.
-estaba bastante enojado, tal vez este molesto con mi hermano y no quiera verlo.
-pero es raro, ¿habrá salido a alguna misión? Su rastreador no a emitido ni una sola señal, simplemente no hay señal de que este en el planeta.
-¿importa? Raditz, vamonos de aquí por favor, regresemos a casa - pidió el menor tomándolo de la mano - no se ni para que regresamos.
- lo mismo me preguntó yo...