Había pasado cinco años y ahora marlo era considerado el mejor de su clase que los profesores decían que el llegaría a ser un doctor si se lo proponía aunque el no quería eso,marlo a pesar de tener que estar en la universidad no quería decir que tuviera que ocuparse de muchas cosas en los últimos años.
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Marlo veintitrés años
—¿seguro que decían que tenia que disfrazarse de un taco? —pregunto marlo observando como camelia bailaba en el escenario vestida de un taco mientras los demás niños iban disfrazados de caballeros, súper héroes, princesas Ect .
—eso fue lo que leí…—agrego sebastian con unos papeles en sus manos.
—¡dame esa pendejada! —Exclamo furioso quitándole los papeles que cargaba leyéndolos con el ceño fruncido—¡no mames sebastian! ¡esta chingada cosa decía que trajeras tacos no a ‘’traerla de taco’’!...a que la chin—fue en ese momento que se dio cuenta que estaba gritándole a sebastian y casi todo el público observaba el escándalo del omega.
—oye cálmate —sonrió sebastian algo nervioso— todo nos ven bien raro
—bueno —bajo la voz marlo calmándose a duras penas— eso no seria así si no hubieras traído a nuestra hija vestida así
—¡pero si se ve hermosa! Nomas mírala como baila feliz —señalo a camelia bailando con sus compañeros que aquel día era un acto escolar que organizaron.
—claro si no dejamos aparte el hecho de que se ahogue con esta matazón de calor —comento abanicándose con la mano que en aquel día el calor se hacía presente, en una parte del acto camelia saludo a sus padres con una sonrisa que irradiaba felicidad que nadie podía quitar—pero bueno debo admitir que le pusiste empeño al disfraz
—para que veas que si se coser —dijo orgulloso sebastian rascándose la nuca.
—claro como si estas banditas en tus dedos fueran decoración —pincho unos de sus dedos provocando el quejido de su alfa.
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Marlo veintidós años
—papa…—llamo camelia a sebastian.
—¿si linda? —pregunto, aquel día sebastian estaba reparando su auto que al parecer tenia una fuga de aceite que el solicito a camelia que le ayudara a pasarle los objetos que el no podía alcanzar.
—hoy un niño me pregunto si era una niña—dijo.
—aja¿ y que paso…?—dijo sebastian sin mucho interés siguiendo con lo suyo.
—le dije que si pero el no me creyó así que se lo demostré…—dijo camelia que sebastian súbitamente se golpeo la cabeza con la parte baja del auto—¡¿papa estas bien?!
—S-si y..¿como lo hiciste? —el salió de bajo del auto para mirarla fijamente.
—pues…le mostré mis orejitas —sebastian no comprendió a que se quiso referir con eso pero luego entendió que las niñas se ponían zarcillos y los niños no -aunque claro algunos lo hacen- a lo que el alfa respiro aliviado de que no halla mostrado algo imprudente.
—ay menos mal…
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Marlo veinticuatro años
—oye ¿Cuándo conoceré a tus padres? —aquella noche marlo y sebastian estaban en la cama,marlo leyendo un libro de primeros auxilio y sebastian viendo la tele con camelia en sus brazos profundamente dormida, marlo tomo por sorpresa al mayor.
—¿¡Qu-que?! —pregunto exaltado sebastian observando al omega que leía su libro con mucho afán.
—no te hagas el sordo…llevábamos cuatro años juntos y ya es tiempo que los conozca —dijo marlo dedicándole una mirada dulzona a su alfa.
—pero si aun no conozco a tus padres ¿como quieres que tu conozca a los míos?
—bueno no puedes conocer a los míos aun falta un año para graduarme y…explicar lo demás ¡pero aun así quiero conocerlos!
—no lose marlo aun no conozco a los tuyos pero eso si…te prometo que cuando te gradúes ellos estarán cuando te den tu diploma —prometió el alfa llenando de anhelo a su omega.
—solo espero que eso sea verdad…
—¿Cuándo te eh mentido? —pregunto con una sonrisa cargada de orgullo.
—bueno…—marlo iba a decir algo pero en seguida el dedo índice de su novio se poso en sus labios.
—mejor no lo digas —marlo sonrió aun con el dedo de sebastian posado en sus labios que el alfa retiro segundos después.
—tengo hambre
—tu siempre tienes hambre que a este paso no me sorprendería de que tengas mas rollitos—el alfa se gano un golpe en el pecho bastante pesado considerando que su pareja es un omega.
—mejor ve y trae unas garnachas antes de que te haga un hematoma en el ojo
—lo que diga el gor-
—¡ahora..!
—bueno ya —bajo la voz levantándose de la cama.
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Actualidad
¡carajo! Otra vez estoy llegando tarde, los chicos me van a matar si no traigo el condenado muñeco…por cierto la razón de que llegara tarde es porque esta universidad es muy grande y llegar a la cafetería es un camino bastante largo y para mi es exhausto ya que mis caderas brazos están mas anchos y voluptuoso ,en los últimos años eh estado ganando peso todo por culpa de sebastian y la comida chatarra que trae, hoy estoy bastante atareado primero tengo que traerles un muñeco de primero auxilios a mis compañeros después tengo que entregar un maqueta del cuerpo humano y para rematar ir la obra de mi hija.
Hoy no pude estar mas ocupado ¡oh! ,¿pero saben que es lo peor de ahora?; ¡que me retrasare aun mas por chocar con un puto retrasado y me cayo encima!.
—¡quítate de encima mole de grasa! —dije empujándolo que por su olor logre deducir que era un alfa..su olor me era tan familiar.
—¡óigame no! —un momento esa voz…— primero se dice por favor o-¡¿marlo?! —pero si es ese malnacido—¿¡marlo eres tu!?
—hijo de la chingada y pensé que no creía en el destino —un alfa de cabello rojizo –teñido- ojos marranos…digo marrones y una tez blanca además que era pecoso con una mirada lánguida no era un conocido, no por supuesto que no, pues era nada menos que el bastardo de came- digo el padre de camelia si es que se lo puede llamar así a los bastardos.
—no pensaba que estarías en la universidad…
—¿ah no? ,¿Pensabas que andaba en la calle pidiendo una limosna tal vez? —espete con rudeza, el me miro sorprendido por mi respuesta.
—bueno no te veo desde hace siete años pensé que cuando me dijeron que te escapaste habías ido a otro lugar o peor…estabas muerto —aquello ultimo lo susurro aunque lo alcance a escuchar.
—para tu mala suerte estoy vivito y coleando, gracias por preocuparte por mi y tu hija en todos estos años
—ah, bueno yo qu-¡¿espera hija?!
—si, malnacido inútil tuve a TU hija crie a TU hija y ame a TU hija —me sentía impotente de no golpearlo en su cara que por suerte no había nadie en los pasillos que nos escuchara— ¿y tu que hiciste? ¡nada! Ni me buscaste para saber si estaba bien además de dejarme por mi suerte con una niña en camino…que por cierto ¡nunca distes la cara por mi y por ella! ¿¡acaso eso era ser un buen alfa!?, ¿¡dejar que sus cachorros mueran en la pobreza y que su omega ande en la calle sin protección o cariño!? O mejor dicho ¡dinero! Ya que eso era lo que por lo menos tenias que dar, ¿acaso pensaste en buscarme siquiera? , no lo hiciste solo te importaba salvar tu pellejo…
—marlo escúchame se no soy nadie para reclamarte pero entiende éramos jóvenes yo tenia diecinueve y tu diecisiete no podíamos cargar con una responsabilidad tan grande ¿sabes lo que conlleva tener un hijo?
—oye que raro porque para esa edad pude hacer lo que por supuesto un alfa debería estar haciendo cuidar a su familia, ser el que paga todos los cuidados de un niño y los gastos del hogar…oye no lose ¡no se como es tener un hijo! Y ¡no se como conllevar una responsabilidad tan grande! —respire profundo ya que aquello me sacaba el aire mas bien desquicio hoy no esperaba toparme o mejor nunca esperaba toparme con el— no voy a perder mi tiempo discutiendo contigo tengo cosas importantes que hacer hoy así que piérdete que me haces un favor —pase de lado de el ya estaba harto por lo que me fui.
—marlo ¡un momento!
¡maldita sea! Hoy si que fue el peor día de mi vida lo que quiero es llorar de impotencia por no decirle todo lo que pase ni si quiera pude golpearlo con la rabia que me consume por dentro, por su culpa hui de casa, por su culpa seré o espero no ser la decepción de la familia.
Ojala no lo vea nunca estoy cansado de esto, no me importo si me dijo que lo esperara ahora mismo necesito ir con ellos para por lo menos olvidarme de ese imbécil si es posible.
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—¿estas nerviosa? —sebastian (27) estaba preparando el vestuario de camelia el cual hizo marlo para evitarles problemas a sebastian.
—algo…me dieron el papel principal y pienso que lo voy a arruinar—dijo camelia (8) quien vestía con una caperuza roja y un vestido blanco al igual que llevaba de decorativo una canasta artesanal.
—tu tranquila yo nervioso tu lo harás estupendo no por algo te ayude a ensayar toda esta semana eh..—camelia frunció el ceño observando con detalle a su padre, en todos estos años ella no supo que decir respecto a la relación que llevaba sus padres ya que ella no lo entendía, pero con el tiempo entendió que su verdadero padre desapareció o no quería cuidarla aunque eso no la desanimo ya que no pensaba en el como un segundo padre,si no mas bien, consideraba a sebastian como su verdadero padre el que crio y amo a ella con tanto amor.
—¿pasa algo? —pregunto observando como ella fruncía el ceño.
—te quiero —murmuro.
—¿eh?...si, yo también te quiero —sebastian procedió a abrazar a su pequeña niña que ahora estaba grande y el tan solo la recordaba como aquella pequeña figura tan tímida y revoltosa que conoció el primer día en la hacienda.
—ojala papa estuviera aquí —dijo observando de una lado al otro si aparecía aquel omega.
—no tardara en llegar te lo aseguro —con sus dedos aparto el flequillo castaño de la pequeña que se colaba en su cara— eso creo —murmuro.
—¡oigan! —sebastian y camelia giraron a ver que quien les llamaba era nada menos que el amor de sus vida -no en el caso de camelia al menos, no de esa manera- marlo llego hacia ellos y cargo en brazos a camelia llenándola de besos en su frente, mejillas y cuello donde hubiera espacios para llenarla de sus mimos–¡llegue!
—¡papi, al fin llegaste! —exclamo camelia abrazando con mas fuerza a marlo.
—nunca me perdería de tus actos linda—dijo con ternura enalteciendo a su hija por el merito de que consiguiera el papel principal de la obra de ‘’caperucita roja’’.
—¡ejem! —tosió sebastian observando al omega como torcía los ojos con una sonrisa en sus labios.
—¡espérate! —exigió el menor dejando en el suelo a su hija acariciando su cara— ve con tus compañeros y…—de su bolso saco unos caramelos de chocolate que compro en el camino para el pero ya que había llegado a la escuela pensó en dárselos a camelia— comparte esto
—¡gracias papi! —ella tomo los caramelos abrazando a su padre que este acaricio sus cabellos castaños observando como esta iba rumbo hacia un tumulto de niños.
—¿y donde están mis caramelos? O ¿es que acaso no tengo derecho de comer alguno? —marlo sintió la voz de sebastian en su cuello tan ronca como grave, de su boca expedía su aire caliente que tanto le hacia temblar las piernas como si fuera la primera vez, su barbilla rasposa chocaba con mejilla para luego pasar a su cuello, marlo aprendió a amar aquel espécimen raro que llego a su vida que si le pidieras que lo dejaras el primero te golpearía por decir tal sugerencia— supongo que entonces tendré que comer este caramelo que esta aquí —susurro.
—no si antes te como primero —concreto, marlo se aparto de el observando su cara de una manera en que se tatuara su rostro en el lugar mas apartado de su mente—ven vamos a buscar unos asientos
—no quiero —dijo sebastian.
—¿y porque no quieres? —pregunto arqueando una ceja.
—hace tanto que no como un dulce y siento que si no como alguno voy a desfallecer —se lamentaba el alfa poniéndose el dorso de su mano en su frente dándole un toque dramático.
—lastima a mi no me gustan los dulces…—espeto marlo de forma indirecta— me gustan las bolitochas
—…ya va me perdí —dijo un alfa confuso que no había entendido lo que quiso decir su pareja rascando su cabeza en señal dando a entender que no había captado su indirecta.
—estas menso sebastian —se rio marlo caminando hacia el que estando cerca de su rostro el empezó plantándole un beso en sus labios adentrándose a ellos haciendo que el alfa se perdiera en su boca de forma idílica, marlo paro de besarle tomando su mano en forma de afecto— ¿nos vamos a sentar ya?
—S-si
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Marlo no me había escuchado y para cuando me di cuenta el estaba lejos de mi, eres un maldito baboso francisco, ese es mi nombre francisco, hoy no esperaba encontrarme con el mas bien años que había desaparecido pensé que no había esperanza de que estuviera vivo, tantos años y el se veía mejor que cuando lo conocí.
A pesar de que su cara no era fina como antes ahora era algo redonda además de que el estuviera mas voluptuoso que antes, ¡dios! El era ahora mas hermoso si antes lo consideraba como un típico omega de rasgos finos y delgado sin mucha gracia, ahora su pelo castaño tan rizado era corto y rizado al frente, su piel era acanelada que hacia que resaltaran sus labios rosáceos que me eran apetecible.
Si antes no lo valoraba y me lamenta el que hubiera escapado ahora me quiero morir, estuve buscándolo por todos lados que no me había dado cuenta que ya había perdido mi clase, minutos de tanto buscarlo con la mirado lo había encontrado cruzando la calle por lo tanto lo seguí sin perderle de vista hasta que llegue a una escuela que suponía que ahí estaría mi ‘’hija’’; entre a la escuela y observe como giraba a la derecha para perderse de mi vista otra vez, dando vuelta vi como algunos niños se adentraban a un tipo de salón grande con euforia , tome a un chico de la mano para preguntarle a que se debía todo ese ajetreo.
—hoy hay una obra de teatro y los padres asisten hoy —dijo el chico que por su olor era un omega.
—muchas gracias —solté su mano, por lo menos eso me daba una pista de donde estaría marlo.
Entre al salón que para mi sorpresa no era un salón si no un teatro o ‘’sala de reuniones’’ por lo que pude leer en un cartel que estaba en la puerta, observe como los padres iban y venían felices, algunas madres estaban consolando a sus cachorros que lloraban por alguna tontería a moco suelto,¡ahí esta el! ;marlo estaba entrando a lo que parecía la detrás de bambalinas que yo como metido fui en su dirección…y la vista no fue nada grata.
—¡oigan! —observe a marlo de espaldas corriendo junto a una niña, una niña muy preciosa , su cabello era castaño y sus ojos eran negros como el carbón a decir verdad su piel era blanca como la mía pero no tanta como para palidecer, ella era una niña común pero a mis ojos era…perfecta.
—¡papi! —escuche su voz, tan pura y blanca, veía como corría hacia marlo y se envolvían en un tierno abrazo ojala fuera yo aquel que la abrazara.
Ellos hablaban sonrientes casi rebosantes de una felicidad inexplicable que debo decir que envidio, quiero eh anhelo, observe como ella se iba con sus compañeros con unos dulces en manos sonriente, de solo verla me convengo de que soy un tarado, en todos estos años pude disfrutar de eso pero yo…fui un cobarde.
—¿y donde están mis caramelos? O ¿es que acaso no tengo derecho de comer alguno? —ese alfa estaba detrás de marlo hablándole con picardía, ¿Quién se ah creído este?, mientras mas observo la escena puedo llegar a la conclusión de que ambos son…¿pareja?,¿¡como es que marlo consiguió un alfa siendo que tuvo a MI hija!?, ¿acaso es un tonto? Obviamente se ve a lo lejos que marlo tuvo que ‘’sobrevivir’’ a costa de este alfa.
No quería ver mas por lo cual me fui pero en el transcurso de mi ida en el pasillo choque con un niño, pero no un niño cualquiera, era una niña vestida con una caperuza.
—¡disculpe señor! —dijo sobándose la cara mientras me observaba con aquellos ojos azabaches.
—tranquila princesa fue un accidente —dije, ella me observa por un buen rato hasta que dice.
—entonces creo que no se molestara porque lo manche —¿de que habla?...ah,me había manchado con una barra de chocolate la camisa.
—no tranquila con un poquito de ajax y como nuevo —digo dedicándole una sonrisa que la hace reír.
—usted se parece a mi papa —esto me llena de duda;¿marlo le habría contado de mi?— el se llama sebastian como el cangrejito
—a mi también me gusta la sirenita —dije para cambiarle el tema, hablar de ese alfa no me gustaba.
—a mi papi le gusta el rey león —dijo con esbozando una sonrisa que de esa manera marcaba sus hoyuelos tan precioso— y a mi papa sebastian le gusta los aristogatos dice que yo soy la gatita –y dale con la burra al trigo.
—ah si..oye pequeña y ¿ese es tu verdadero papa?...porque por lo que veo no se parecen en nada —pregunte interesado en su respuesta.
—yo…—ella se quedo callada frunciéndome como también hacia un mohín en sus pequeños y finos labios al igual que se quedaba mirándome de una manera detallada— el es para mi un v-
—¡camelia! —vino hacia nosotros una alfa tomando de la mano a camelia—te eh estado buscando por todos lados, ¡es un alivio de que no te hallas perdido! Pero aun así tenemos que irnos faltan cinco minutos para empezar —la alfa desvió la vista hacia mi— luego terminaras de hablar con tu tío —ella se llevo a camelia sin un ápice delicadeza.
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Había pasado la hora y la obra ya había culminado haciendo que las sonrisa de sus padres se ensancharan con dicha obra que no fue como esperaban, más bien fue una obra buena sin ningún descuido de los pequeños al hacer sus líneas o rutinas, camelia se había reunido con sus compañeros recibiendo halagos o dándolos a sus amigos como acostumbraba a hacer con esmero. Entre la multitud de niños pudo ver el peinado rojizo de francisco que a ella se le hacia peculiar aquel personaje que había conocido el día de la obra -hoy- ella se aparto del grupo caminando hacia el que llevaba un ramo de flores que eran girasoles.
–son para ti, estabas hermosa ahí afuera —dijo con cariño francisco esbozando un sonrisa dulzona.
—soy alérgica a los girasoles, perdón—se disculpo camelia cabizbaja sin darle importancia a su comentario.
—bueno no importa también tengo esto —francisco en otro intento de persuadirla con su amor saco de su bolsillo un collar que había comprado en una tienda cerca de la escuela.
—…—camelia había quedado muda y se estaba empezando a asustar, ella deseaba que sus padre la ayudaran con este hombre estrafalario que la llenaba de regalos y elogios además de preguntas algo personales que ahora se arrepentía de haber dado.
—¡Camelia! ¡camelia! —grito su nombre una niña que venía hacia ella que al estar cerca termino jalándola del brazo con ánimo, ella era su amiga Estefan una beta de quinto grado, camelia agradecía en lo más profundo de su corazón a Estefan que vino a su rescate— la profesora dijo que fuéramos a nuestro salón dice que habrá dulce ¡apúrate! —otra vez francisco veía como le arrebatan a aquella pequeña de cabello castaño.
—¡lo veré luego señor! —aquello fue una mentira, camelia solo quería que aquel hombre se fuera, hasta ahora deseaba no volver a hablar con extraños.
Las niñas corrieron al salón tomada de las manos con un acto inocente aunque algunos padres al ver dicha escena solo podían esbozar sonrisas tontas o cómplices como recuerdos de una infancia pura y blanca como el papel,al llegar al salón algunos niños comían dulces acompañado de sus padres que hablaban con sus pequeños o con otros padres elogiando lo linda que fue la obra eh alagando a sus cachorros, camelia pudo divisar a sus tíos y a sus padres que apartándose de Estefan fue corriendo hacia ellos abrazando a sebastian como algún tipo de refugio, poniendo su cara en el pecho de sebastian sin mirarle haciendo que su aroma a cacao se colara en su nariz.
—¡cami que bien actuaste halla fuera! —dijo sebastian con entusiasmo acariciando su cabello, con sus dedos alzo la barbilla de camelia admirando la cara de la pequeña que no era una feliz como había esperado— ¿y esa cara? —pregunto— ¿te paso algo linda?
—n-no pasa nada solo estoy cansada —ella sonrió con algo de esfuerzo en hacer que su mentira fuera verídica que de esa manera el alfa comprobó que ella le estaba diciendo la verdad aunque luego olfateo su aroma el cual era a caoba, si bien antes de conocer a camelia ella tenia el aroma de marlo a frutos y especias; antes olía a caoba eh menta pero aquel aroma se fue disipando con su llegada haciendo que el aroma de camelia se acoplara al suyo…pero es como si después de tantos años ese aroma volvió a ella de manera misteriosa y eso era raro.
—¡querida! —Anthony empujo a sebastian súbitamente abrazando a camelia que ella rio por la barba de su tío que le hacía cosquillas en la nuca, separándose de camelia el dispuso a regalarle unas conservas de leche aunque camelia comiera muchas en la hacienda marlo le había prohibido comerlas ya que decía que le podría causar un diabetes o que se volviera una intolerante a la lactosa— estas las compre en pueblo para ti no dejes que tu papi te las quite ¿si? —camelia tomo la conservas en sus manos riendo de forma cómplice junto a su tío, Anthony a medida que pasaban los años siempre la llenaba de regalos o mimos como una abuela.
—ya te eh dicho que no le compres dulces a la niña —reclamo marlo observando la escena suspirando.
—tu no te preocupes ella sabe poner sus límites —dijo Bernard tratando de apaciguar el enojo de su hermano menor.
—si apenas se puede limitar a comer cada que ve una taquería —dijo sebastian ganándose la risa de sus hermanos y pareja.
—camelia estabas preciosa en el escenario imagino que algún compañerito tuyo te lo habrá dicho —bromeo Bernard que en los años aprendió a querer a camelia aunque su relación con marlo era a mena.
—bue-bueno —titubeo camelia, era cierto que sus compañeros le decían que había hecho un buen trabajo pero aquel señor extraño le había dicho que estaba ‘’hermosa’’ y hasta le había regalado un collar al igual que unos girasoles, diríamos que no fue exactamente un ‘’compañerito’’ que se lo dijo— e-¿esas son para mi? —desvió el tema observando unas flores que no distinguía de entre tantas que veía en la hacienda cuando era primavera, quien las traía era Albert que observo de forma distraída las flores.
—¡ah! —percatándose de que no había dado su regalo a camelia se las entrego aun ella sosteniendo la conserva en sus manos— estas son artemisas son raras pero expiden un aroma agradable antes te iba a traer camelias pero las artemisas quedaban mejor contigo
—¿y porque? —pregunto.
—ah, ese viejo —susurro marlo— antes tu abuelo nos contaba historias de dioses y entre ellas estaba artemisa una diosa joven y virgen amante de la caza y los animales que renuncio al matrimonio de los mortales y dioses —explico— aunque aun no entiendo en que tiene que ver eso camelia
—porque es joven y Vir-le gusta los animales —corrigió al instante Bernard observando como Anthony y sebastian al igual que marlo le miraban con furia si se atrevía a decir la palabra ‘’virgen’’ ya que ese tema era difícil de explicar aun.
—pues…—camelia las olfateo y su olor era tan embriagante posee un aroma casi parecido al acre y salvia— huelen muy bien
—bueno ve a poner esas cosas en tu bolso para que no cargues con tanto peso— dijo marlo dándole una palmadita en la espalda.
—¡enseguida! —ella iba a ser rápida si quería volver con ellos para no toparse con su ‘’acosador’’ por no llamarlo padre, pero sus planes no fueron como esperaba ya que sus cosas estaban en el salón contiguo a ese.
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Los profesores para que no se aburrieran los padres en la sala mientras sus hijos andaban jugando por ahí decidieron poner música para que los padres bailaran y también para crear un ambiente sociable y mas agradable a los padres, los hermanos de marlo tuvieron una emergencia por lo cual tuvieron que irse dejando a la pareja en el salo, ahí…callados y tan cerca el uno del otro.
''la vida nos cruzo de un modo muy casual llegaste como el sol robándome la sombra de forma gradual''
—oye…—sebastian tomo la mano de marlo tomándolo por sorprendido, el giro su vista hacia su alfa— ¿te acuerdas que te dedique esta canción en tu cumple años?
—si…fue cuando cumplí veinticuatro —concreto— ese día estabas ebrio…
'' todo era una señal 10 pasos hacia ti 1000 dudas sobre mi Y el miedo natural.''
—ese día fue un desmadre —agrego sacándole una risa a marlo que el acompaño alegremente.
—lo fue pero me la pase muy bien —marlo abrazo el brazo de el mayor con ternura— a pesar de que rompieras la mesa
—ni me lo recuerdes,entonces…¿bailamos? —cortejo sebastian.
—con gusto —respondió siendo guiado por sebastian hacia el centro del salón posicionando sus manos alrededor del cuello del mayor.
''Me hacías temblar así como la luna sobre el agua, entonces me solté para abrazarme a tu mirada Y así te descubrí, pero en un beso fue que yo te conocí.''
Ellos bailaban al compas de la música que si antes marlo quería a sebastian ahora el lo amaba más que a nadie, el menor reposo su cabeza en el pecho de sebastian escuchando el latente tambor que tenia sebastian en el pecho que de cierta forma lo arrullaba, sebastian aspiraba su aroma tan delicioso y extravagante a frutos y especias.
Marlo aspiraba el olor que expedía sebastian el cual era café, romero y…¿caoba y menta?, ese olor no era normal en sebastian si no en…
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camelia