El corría por los pasillos buscando a su adorada hija temiendo que aquel bastardo la encontrara o peor se la llevara, a medida que corría sebastian le llamaba siguiéndolo en su persecución viendo como su hermoso omega minutos antes había cambiado a una expresión feliz a alterada, ¿Quién diría que el día de hoy todo se viera cambiado por el? Por su desgraciada presencia que no hacia mas que la vida de marlo doliera mas hasta el punto de depender emocionalmente de los únicos seres que amaba con todo el alma, su vida fue arruinada por el, tantos años soportando la dura carga de criar a su hija velando por que en un futuro vinieran cosas mejores además de ser tachado de un ‘’pobre iluso’’ que entrego su cuerpo y cariño a un tarado que lo que hizo fue coger y no responder por los dos, ¿Por qué tenia que venir a arruinar aun mas su vida?.
.
.
.
En un salón se hallaba camelia de pie con una cara pálida con solo ver la presencia de ese hombre que minutos antes había encontrado su paradero y se encontraban en un salón completamente solos, camelia suplicaba a dios que no le hiciera daño o pedía con todas sus fuerzas que sus tíos y sebastian la fueran a rescatar cual caballero salva a una damisela en peligro, francisco miro como ella retrocedía cada vez que este intentaba acercarse de forma cariñosa y en ese momento solo podía pensar que ya la había cagado.
–no te hare daño solo quiero hablar contigo –dijo el alfa acercándose una vez mas pero escucho como su voz chillona le demandaba que se alejara.
–¡aléjese de mi!...p-por favor –titubeo la pequeña viendo como el mayor se quedaba en el mismo lugar que le había pedido segundos antes.
–¿no sabes quien soy? –ella negó con la cabeza dando a entender que para ella era un desconocido— soy tu padre
Camelia había recordado que su padre sebastian le decía que si un extraño te acosaba o te pedía que fueras un lugar, siempre te trataran de engañar de que es un familiar o un amigo de la familia; también sebastian agrego que si en aquello casos pasaba eso que corriera o gritara con todas sus fuerzas hasta que vea que estuviera a salvo, ella lo tomo como que nunca iba a pasar este tipo de situaciones pero ella miraba como aquel hombre tenia una mirada insistente en ella, no sabía si mentía o era una farsa o solo tal vez…decía la verdad.
—¿Cómo se llama mi papi? —pregunto ella poniéndolo a prueba.
—marlo rodríguez —respondió francisco viendo como camelia fruncía el ceño.
—¿y mis tíos? —el se quedo callado un rato hasta que respondió a su pregunta la cual fue muy acertada.
—bernard y Anthony —camelia no le quedaba mas preguntas que hacer.
—no te creo que seas mi papa —dijo camelia mirando a francisco sacándole la lengua- mi verdadero papa es sebastian
—el no es tu padre —reitero— ¿acaso se parecen? —pregunto, ella titubeo en responder porque era cierto el no era su padre biológico el que ayudo a concebirla, por lo tanto camelia desganada decidió responder.
—n-no…
—¿entonces que te hace pensar que no soy tu padre? —francisco vio como ella presionaba sus puños cabizbaja mordiéndose el labio inferior— responde…—ordeno, aunque ella no hizo caso— camelia…¡respóndeme! —el tono de voz del alfa la empezaba a asustar y el alfa contrario a estar calmado estaba enojado, el mayor camino hacia ella enojado agarrando sus hombros zarandeándola— ¡cuando tu padre te hable tu responde!
Camelia no iba a mirarle, no iba a decir nada puesto que el no era su padre…el no era nada para ella, la menor lloraba desconsolada mientras el demandaba que respondiera su pregunta a gritos, ‘’¿Dónde esta el?’’ pensaba camelia sollozando tratando de quitarse aquel señor de encima, no quería reconocer que el era su padre.
No quería reconocer la cruda verdad
.
.
.
—oye…—Anthony paro en seco tanteando su cuerpo con desespero— carajo.. .—murmuro captando la atención de Albert quien miraba a su hermano acariciar con sus dedos el puente de su nariz.
—¿Qué paso? —pregunto.
—me eh dejado la billetera…creo que la tiene sebastian —dudo Anthony sintiéndose como un tonto, aquel día le había mostrado en la billetera una foto de su esposa y sus cachorros que estaban de viaje en Madrid.
—eres un tonto —estaban en el estacionamiento de la escuela— vamos rápido si no Carmen te golpeara con un garrote —bromeo haciendo mención de su esposa.
Mientras ellos se devolvían apresurados de que ellos(marlo y sebastian) no se hallan ido, aun marlo corría en busca de camelia salón por salón olfateando el olor de francisco por los pasillos alertado que de tanto correr había perdido a sebastian aunque poco le había importado aun así corrió alrededor de unos veinte minutos chocando con algo. ese algo era bernad quien le miraba molesto aunque luego relajo la cara al ver como su hermano estaba empapado en sudor además de lo pálido que estaba, Anthony aparto a Bernard y pregunto insistente que le había pasado pero marlo no escuchaba nada de lo que decía porque estaba aturdido, entre más le preguntaban menos marlo se dignaba a responder con miedo y histeria de no encontrar a camelia hasta que bernad con sus manos hizo que marlo le mirara, el menor sudaba frio, el alfa hablo repitiendo cada palabra para que su hermano entendiera hasta que al fin marlo se había concentrado en Albert.
—dinos que paso —dijo con una expresión muy seria.
—francisco esta aquí y creo que viene por ella —apenas pudieron ellos dos procesar la información, ¿Cómo es eso que su ex-novio estaba aquí? Y aun mas importante el ¿Por qué estaba aquí? Sea cual sea la situación la idea de que se fugara con su sobrina no era nada buena.
—hay que buscarla cuanto antes —sugirió Albert— ¿ ya revisaste en todos lados?
—aun faltan mas salones pero con mi olfato no puedo hacer mucho —dijo marlo.
—tranquilos puedo percibir el olor y…—era verdad que los sentidos de los alfas eran mas avanzados que el de los omegas y betas, el aspiro para luego decir— solo faltan cinco salones para llegar…¡vamos!
Ellos corrieron tal como escucharon decir a Anthony ‘’vamos’’ mientras en otro lado sebastian caminaba buscando a marlo y a camelia por los salones hasta que su oído se agudizo escuchando un chillido, podría decir que era el de un gato o algún animal pero ese chillido era mas ‘’especial’’ y el sabia de quien provenía ese sonido por lo cual sebastian corrió pateando salón tras salón para encontrarse a su hija en una esquina en posición fetal y al frente suyo un hombre que intentaba tomarla de quien sabe dónde, el cerebro de sebastian lo interpreto como un intento de violación aunque la situación fuera otra pero que mas daba si el había gruñido acercándose al otro alfa que francisco se había sorprendido por la diferencia de estatura siendo que sebastian era unos tres centímetros más grande que el, francisco sin previo aviso había sido tumbado al suelo para luego recibir un exceso de golpes con la voz agitada y furiosa de sebastian en su oído.
Camelia observo como su padre golpeaba a aquel impostor que la había zarandeado y asustado que levantándose de la esquina en la que estaba fue directo hacia su padre con el fin de detener los golpes cesantes hacia el señor que se hallaba en el suelo, ella asustada estaba gritando porque parase enseguida.
—¡por favor para! —suplico viendo como poco a poco la cara del pelirrojo se tornaba de un color purpura— ¡el no me ah hecho nada! —aclaro, era verdad que aun no le había hecho nada malo como contaba marlo si llegaba un tipo y la ‘’tocaba’’ de forma indecorosa, solo la había zarandeado un poco pero aun así sus suplicas no llegaban a los oídos del mayor quien empezó ahorcar a francisco que pataleaba para zafarse de su agarre, de todas las formas en la que pudo parar eso ,hizo la cual se le hizo amarga de hacer— ¡el es mi padre! —ahí había parado los golpes cuando sebastian se entero que el pervertido que golpeaba no era un depravado si no el padre de camelia, su padre biológico.
—¿q-que? —las pisadas estrepitosas de marlo se hicieron sonar en el salón, estaba sudoroso y agitado viendo como sebastian estaba encima del hombre que se cuestionaba si alguna vez lo amo, camelia vio a marlo que no dudo en despegarse de sebastian y abrazar a su papi.
—¡padre! —exclamo con un hilo en la voz, quebrada y asustada de todo lo que estaba pasando…ella quería ir a casa en ese instante sin que se hablara de lo sucedido hoy— haz que pare todo —murmuro pegando su cara en el vientre de su padre tiritando de miedo mientras marlo ponía una mano en su espalda acariciando con suavidad.
…eso es inevitable…
Marlo veinticinco años
Aquella noche los jadeos de marlo resonaba en el despacho de sebastian, poco importaba si alguien los descubriera, su celo estaba a tope y no iba a ceder tan fácilmente en parar hasta satisfacer su cuerpo como el pedía, los gruñidos hambrientos de sebastian le daban a entender que aun tenía hambre y que iba a devorar toda la noche a aquel omega que se retorcía de placer en su escritorio donde se hallaba recostado, marlo estaba sintiendo el delicioso vaivén de su alfa que revolvía sus entrañas en aquella rítmica penetración que lo conducía a la perdición absoluta, se besaban con pasión, ¿Cómo habían llegado a aquella situación? Se preguntaran; sin dar muchos detalles camelia había ido a visitar a sus tíos el fin de semana dejando a marlo y sebastian solos…lo que llego una cosa la otra, sebastian besaba y mordía sus labios lleno de deseo con poder satisfacer el ardor que recorría por sus labios, los gemidos de marlo no cesaban y sebastian no perdía el detalle de su cara y la manera en la cual le decía que no parara hasta que el se sintiera saciado de su presencia ,ellos habían terminado de revolcarse entre ellos de forma desesperada y marlo cansado eh inerte en el escritorio musito con cansancio.
—llévame a la cama —sebastian respiraba agitado encima de el y poniendo una expresión divertida dijo.
—¿aun no me recupero y quieres continuar? Se ve que tanta abstinencia te dio energías —marlo golpeo el pecho del mayor aunque este no le había dolido en absoluto.
—no seas pesado…me duele la espalda —sebastian iba a decir algo al respecto pero marlo con su dedo posando en la boca del mayor lo silencio enseguida—y no, no me duele el trasero si me ibas a preguntar —sebastian rio ante la telepatía de marlo— te conozco muy bien para saber que dirías eso
—entonces mejor dejo que adivines que estoy pensando —el cargo a marlo en brazos depositándolo en un sofá que tenía en el despacho, dejando ahí a su pareja para que descansara, el alfa poco después se dispuso a ponerse los bóxer ante la mirada picara de marlo quien miraba su ancha espalda para pasar más abajo por sus glúteos— siento como si me estuvieras mirando las nalgas…—dijo con atrevimiento buscando en el piso sus pantalones en medio de la oscuridad.
—no te miro las nalgas…solo estoy mirando tu espalda circular —dijo distraído sin darse cuenta que sebastian ya se le hacia evidente que le miraba los glúteo por lo cual se agacho provocando el gruñido del menor al no ver mas de sus ‘’atributos’’ — con el poder mi telepatía puedo decir que me estas diciendo que soy un descarado y que deje de mirarte las nachas ,¿me equivoco?
—casi aciertas pero no…—el había encontrado sus pantalones pero en ese instante recordó que marlo estaba desnudo en el sofá haciendo quien sabe que cosa además de que el estaba sucio como el— ¿te paso tu bóxer?
—no…quiero andar a la intemperie —bromeo poniendo sus brazos detrás de su cabeza en una acción relajada soltando una risilla, esos eran los momentos en los que marlo se mostraba de forma segura y confiada con su cuerpo ya que con antelación al hacerlo con sebastian siempre se quejaba o se ponía quisquilloso cuando el alfa acariciaba sus rollitos -como el solía llamarles ‘’bolas de grasa’’- y dejaban esos planes para otra ocasión, aunque pocas eran las veces que tenían encuentros sexuales debido a su ritmo de vida o ya sea por el mismo marlo y su inseguridad con su peso adquirido -también tenía que ver con el hecho de que había estado con otro hombre antes que él.
—luego no vengas a quejarte de que tienes frio —el le lanzo una camisa holgada para que se la pusiera aunque fuera irónico ya que no le iba a dar nada con que acobijarlo, el mayor se dirigió hacia el sillón sentándose en el al lado de marlo que tenia la camisa ya puesta que sin nada mas que hacer quedaron sumidos en el silencio.
—sebastian que pasaría si…no mejor no olvida eso —sebastian miro de reojo al omega quien se recostaba en sus piernas suspirando para acto siguiente cerrar sus ojos sonriendo.
—¿puedo saber que quieres decirme? —el menor abrió sus ojos rápidamente tensándose un poco pensando en que decirle— sabes que puedes contar conmigo
—bueno…estaba pensando en el padre de camelia —sebastian no dijo nada prestando atención a lo que iba a decir luego— me preguntaba ¿que harías si por azares de la vida llegaras a verlo?, aunque siendo sincero espero que no lo veamos nunca
—pues lo primero que haría sería golpearlo —marlo parpadeo confuso y después rio a carcajadas agarrando su estomago ante la mirada perpleja de sebastian— ¡pero es cierto! ¡no te burles!
—Pe-perdón pero no te creeré hasta verlo por mi mismo —sentía un dolor inmenso de tanto reír pero era un dolor que estaba dispuesto a soportar— no es qu-que diga que no seas fuerte querido
— ya verás que un día de estos te arrepentirás por decirlo es mas no dejare que se acerque a ti ni a camelia—marlo seguía diciendo que ese hombre se veía tierno cuando se enojaba, el se levanto un poco sentándose en las piernas del alfa besando su frente con cariño.
—esta bien te creeré…
Yo confió que eso será así sebastian
.
.
.
Ellos habían separado a los alfas de la pelea, aunque sebastian no mostraba ningún moretón o rasguño se sabía que francisco tenía un chichón además de un moretón en la mejilla como también el ojo morado de los golpes repetitivos de sebastian, camelia miraba asustada a los dos alfas que ella nunca en su vida había presenciado una pelea a tal grado -aunque a veces marlo y sebastian discutían- los adultos habían discutido en ir a casa a solucionar el problema de forma que la gente no hiciera un escándalo, mientras los alfas y camelia salieron afuera marlo y francisco estaban dentro del salón donde el omega trataba de desinflamar el ojo del otro además de poner unas banditas en la cara de su ex.
—te ves hermoso —murmuro viendo la cara concentrada del menor, francisco no estaba muy contento por estar en aquella situación pero ver a marlo le hacía quedarse feliz y en paz.
—tu te ves horrible —espeto marlo poniendo alcohol en una herida provocando el quejido del pelirrojo— aguántate no seas marica —el otro le miro con vergüenza, hace tiempo marlo era alguien tímido con una personalidad honesta y bondadosa pero ahora que lo veía había cambiado, era mas grosero y brusco además de alguien altanero…y eso le tentaba.
—ella es preciosa —marlo no dijo nada siguiendo examinando su ojo en busca de que sebastian no le halla hecho nada grave como para sufrir una demanda— perdón si me encontraste así en verdad estoy enojado y…descargue mi furia con ella que creo que me tiene miedo o peor…me odia
—te lo mereces —el tono de voz que usaba era muy cruel que hacia que el corazón de francisco se encogiera— si no fuera porque ella fuera racional hubiera dejado que sebastian te deformara la cara —con algodón limpio el cuello de francisco haciendo que este se tensara ante su tacto.
—no debí dejarte —en seguida se corrigió— no debí dejarlos a los dos y ahora me arrepiento
—¿y que hizo que te arrepintieras ahora? —pregunto burlón presionando el algodón en el cuello de su ex quien contenía las lagrimas del dolor de la presión que ejercía marlo.
—camelia…al verla feliz me sentí celoso de que no fuera yo quien le llevara a los eventos escolares o al parque o cualquier lugar donde tuviera que ir pero lo más importante…que ella fuera feliz conmigo y contigo —a medida que hablaba francisco sentía el peso de sus palabras en la espalda como si algo dentro de el se quebraría con decir una sola palabra— tantos años sin preocuparme de lo que paso haciendo oídos sordos de que lo que paso contigo no tenía nada que ver conmigo…fue una tontería, ella creció feliz sin mi además que fue feliz al lado tuyo y de…—el miro por la ventana de la puerta como sebastian arrullaba a camelia quien estaba siendo cargada y consolada por su padre y tíos— el, pude tenerlos a los dos pero tenia miedo eh imagino que eso no justifica mis acciones pero…
—no querías estar atado a una miserable vida cuidando de un ser que estaría destinado a vivir en la pobreza—concluyo.
—eso —respondió con desgano— aunque viendo como paso todo imagino que fue un milagro que lo tuvieras a el —señalo— sigo manteniendo en pie de que no me agrada mucho tu nuevo novio
—por como te dejo la cara era obvio que no te agradaría en lo absoluto —bromeo sacando una risa dolorosa a el pecoso— aun estoy dolido…se que tu tuviste la culpa de todo esto pero…en estos últimos años me eh cuestionado si fue una buena idea tenerla o no —suspiro— si no la hubiera tenido no lo habría conocido a el ni tampoco a ella
—te eh hecho mucho daño y quisiera volver en el tiempo y arreglarlo otra vez pero veo que supiste como arreglar tu futuro —murmuro, marlo no dijo nada y tampoco le iba a dar merito de que lo hubiera embarazado o como estaba hace años en su ausencia, francisco quedo cabizbajo apenado y dolido de todo lo que tuvo que pasar marlo para salir adelante con su hija a pesar de que fuera un omega— ¿c-cuantos años tiene? —pregunto.
—ocho, tiene ocho años —respondió, el guardo el alcohol y los materiales de primeros auxilios que tenia cargado en su bolso, miro un rato a francisco y acaricio su cabello sin entusiasmo— tenemos que hablar con ellos
—s-si…ya es hora de que me enfrente a mis problemas —el alzo su rostro mirando fijamente a marlo.
—ah si por cierto —marlo golpeo el estomago de el alfa, el mayor se agarro el estomago encorvándose con dolor—esto por asustar a camelia y joderme la vida…ahora si levántate, llorón —francisco tosió escuchando lo que le decía el omega, marlo había salido del salón seguido por francisco.
.
.
.
Ya en la casa el ambiente estaba muy tenso que cortaba las respiraciones de los presentes -muy asfixiante la verdad- marlo estaba con camelia sentada en las piernas suyas mientras sebastian estaba al lado sentado como un perro fiel que si llegaras a acercarte a marlo te mordería sin duda, el miraba furioso a francisco y este también miraba enojado a sebastian como si se estuvieran dando un duelo a muerte con la mirada, marlo tosió llamando la atención de los dos alfas para luego decir.
—ya que esta tarde se ‘’conocieron’’ recordemos que hay un tema del cual hablar —resalto a continuación— y sobre todo con una persona ‘’especial’’ —ellos se quedaron mirando atentamente a marlo quien sostenía a camelia para después decirle que bajara de sus piernas— camelia —dijo en un tono suave— ¿sabes quien es tu papa?
—si…—ella señalo a sebastian quien dio una sonrisa mofándose de francisco quien torcía los ojos ante el acto infantil de sebastian.
—si el es tu papa pero —inhalo con fuerza para después exhalar — el hombre que estuvo esta tarde contigo se llama francisco y el…el es tu verdadero padre —camelia miro insistente a su padre por no querer creer que aquel hombre que la había acosado era su padre aunque si lo vea mejor, si en efecto era su padre, su fisonomía era casi parecida a el— el no estuvo contigo al momento de nacer ni en todos estos años pero hoy decidió venir aunque no fue buena la forma en la que te trato…
—papa…—camelia murmuro observando cómo francisco miraba de reojo la reacción de camelia, la cual no era buena.
—solo espero que entiendas que a pesar de que sebastian te halla cuidado nunca olvides que el fue mejor que tu verdadero padre —explico— se que es difícil asimilarlo de esta manera y no esperaba tener que explicártelo a tan temprana edad pero espero que entiendas que el hombre que te engendro que está ahí sentado —señalo— el es tu padre quieras o no —camelia lo miro un rato y separándose de marlo se dirigió hacia francisco pero antes de ir directamente hacia el sebastian la detuvo en un gesto protector.
—estoy bien —dijo poniendo una expresión tranquila a sebastian quien después la dejo seguir a hacia su padre quien miraba con una expresión nerviosa, camelia tomo la cara de su padre quien miraba como su hija fruncía el ceño— ¿Por qué? —pregunto confundiendo a francisco— ¿Por qué te fuiste?
—tenia miedo —murmuro viendo con tristeza a su hija— si te soy sincero no quise tenerte y espero que puedas perdonarme por ser tan mal padre y decir tales cosas al momento de saber que estabas ‘’ahí’’, ¿puedes perdonarme?
—no puedo hacerlo —dijo ella con sencillez— no es muy sencillo y creo que me tomare un tiempo…—dijo ella apartando sus manos de las mejillas de su otro padre— tu no me quieres y si te digo la verdad yo tampoco —decía la verdad, la cruel verdad que no quería escuchar francisco— pero algún día aprenderé a hacerlo si mi papi quiere —eso le daba algo de esperanzas— ¿Por qué tenias miedo? —pregunto.
—tenia miedo de no poder hacerme cargo de ti…eres un niña muy importante y cuando alguien sabe que va tener un bebe no sabe que sentir dependiendo la situación yo no lo tome muy bien —explico— pero tu papa si lo tomo muy bien
—lose —ella no dijo nada mas y se dirigió hacia sebastian— el termino sustituyéndote y ¿sabes…?, el fue el mejor padre que pude haber tenido —francisco no dijo nada mas, quería llorar de impotencia pero una vocecita le decía que no podía ganar esa batalla haciendo un terrible berrinche, el no tenia derecho a nada en ese momento.
—supongo que tengo que irme—ella negó.
—no puedes irte —dijo— aun no se nada de ti
Marlo y sebastian en vista de lo que dijo camelia, le dijeron que aguardara en el cuarto para hablar con francisco sobre algunos temas, en el cual consistía de un acuerdo de que si podía verla pero solo en sus cumple años ya que a pesar de que marlo había sufrido este no repetiría sus mismo pasos como un bastardo, también dijeron que no se la llevaría con el permiso de marlo aunque eso vendría siendo algo legal que tendría que hacer en un futuro, mientras discutían el tema sebastian se levanto para hacer café en lo que seguía su discusión pero había escuchado risas provenientes de la sala, pensó que marlo no se estaba riendo pero realmente eran los dos que se reían de algo que hizo camelia en ese instante y el no pudo presenciar que no obstante se puso celoso aunque se pregunto; ‘’¿debería estar celoso? Solamente rieron por algo absurdo’’ decidió no ponerse nervioso ante eso y seguir haciendo café.
Cabe agregar que sebastian observo como marlo hablaba concentrado con francisco algunos acuerdos pero eso no era interesante, interesante era ver como su ex le miraba de forma cariñosa que el indispuesto no iba a permitir que lo mirase así, en un ataque de celos tomo dos tazas de café sentándose al lado de marlo tendiéndole la taza con dulzura.
—toma un cafecito —el menor sonrió tomando la taza.
—gracias sebast—fue interrumpido por los labios de sebastian al toparse con los suyos, el alfa profundizo su beso al meter su lengua como un invasor gustoso del sabor del café que tenia en sus labios, francisco solo había pensado en como el era un mal nacido por besar a su ex pero peor…frente a sus narices de forma lasciva, sebastian se separo del omega sonriendo mientras tomaba café y en cambio al menor estaba apenado por la actitud de sebastian frente a su ex—bueno…como te decía —decidió volver al tema sin precipitarse a golpear a sebastian.
Pasaron las horas y el acuerdo quedo en que el dejaba a camelia por un tiempo y cuando fuera algún evento el podía asistir siempre y cuando se mostrara bien al tema de que ella no lo quería y prefería a sebastian antes que a el -para no generar un conflicto como el de hoy- marlo le dijo a sebastian que fuera a ver a camelia mientras el lo despedía en la puerta, pero este se mostro muy desconfiado al respecto pero ante la insistencia de marlo -con una chancla- decidió no poner queja alguna, en ese momento francisco y marlo estaban en la puerta algo incómodos en el sepulcral silencio el cual marlo corto.
—sabes que no te perdono —francisco asintió — y sabes que no me puedes reclamar nada
—eso lose muy bien —dijo.
—¿y también sabes que mis hermanos te golpearan como te vuelvan a ver? —aquello fue una mentira, no lo iban a golpear, lo iban a matar mas bien.
—no realmente pero creo que con la paliza que me dio tu novio es suficiente —respondió francisco burlón mirando a marlo una vez mas antes de despedirse.
—lo pase muy mal contigo pero ¿sabes? —Continuo luego de una breve pausa— aprendí a superarlo aunque sea un poco —dijo encogiéndose de hombro—por cierto…¿Por qué estabas en mi universidad? Que yo sepa no estas en mi clase
—ah eso, yo estudio para cirujano y creo que nuestros horarios son diferentes—explico— pensaba que estudiarías turismo
—no realmente, me gusta mas la enfermería —dijo— bueno es hora de que vayas a tu casa
—si…adiós marlo —se despidió el alfa con una sonrisa triste.
—adiós francisco —esa fue la ultima vez que escucho su nombre en los labios de aquel omega.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Aquella noche ambos no podían dormir tanto el alfa como el omega, todo lo que paso en el día de hoy los dejo con un dolor de cabeza aunque extrañamente marlo estaba..¿feliz?, se sintió librado de eso aunque sea un poco ya que tantos años con los sentimientos de rabia eh impotencia de poder decirle todo lo que había pasado y sufrido por la ausencia de francisco, hasta el día de hoy marlo se sorprendió de que pudo hablar como un adulto con y explicarle a camelia -aunque esta se lo tomara un poco bien- sobre su verdadero padre además de hacer un acuerdo a medias con francisco, no pataleo como el esperaba cuando lo volviera a ver ni tampoco lo golpeo -aunque sebastian lo hizo en su lugar- todo aquel día fue algo que lo tomo por sorpresa.
Sebastian estaba mirando de reojo a marlo quien no podía dormir, ambos estaban en la cama sin nada más que decirse.
—te lo dije —dijo sebastian, marlo giro su cabeza para ver a sebastian sonriendo— te dije que lo golpearía
—pero no me dijiste que le romperías la cara —se burlo marlo, sebastian giro en la cama quedando frente a marlo para poder abrazarlo.
—no le rompí la cara —exclamo— solo la arregle un poco —bromeo besando la mejilla del menor.
—tienes suerte de que no nos haya puesto una demanda o de lo contrario te hubiera dado una paliza —el alfa soltó una risotada acariciando el cabello castaño del omega— me siento…mas liberado con todo lo que paso hoy
—¿te sientes feliz? —susurro mirando como el omega se adormecía con las caricias de su pareja.
—de cierta manera si…ahora solo faltan ellos —bostezo pegándose al pecho del alfa.
—si…
.
.
.
Ahora faltan ellos