Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu destino está atado al mío por yue-sama

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola, se que ha pasado tiempo... la verdad necesitaba un descanso en toda mi vida, pero e vuelto.

les deseo una feliz navidad, y muchas gracias por casi completar el año conmigo y mis historias. se los agradezco de todo corazón. 

espero les guste el cap.

este capitulo es dedicado a Sam_La_Adivina, espero te guste.

 

—¿Y así se supone que debe de quedar?

 

 

—…

 

 

—¿Sasuke? —la voz chillona de aquel chico lo sacó de sus pensamientos.

 

 

Sasuke miró la pintura de aquel hermoso chiquillo y luego lo miro a él, lo miró fijamente, buscando algo que sabía que no podía encontrar. Asintió sin realmente prestarle atención, obteniendo un puchero por parte del chico, quien se acercó para abrazarlo, sin embargo, Sasuke negó.

 

 

—Basta, Menma.

 

 

—¿No quieres un poco de cariño?

 

 

¿Cómo decirle a Menma que sólo estaba con él por el simple hecho de que se parecía a Naruto? A su Naruto…

 

 

Después de todo, su piel se sentía fría y su pecho vacío desde que Naruto se había ido de su vida, incluso, a veces, era difícil recordar el momento en el que todo se detuvo y el tiempo se quebró entre ellos.

 

 

—Ahora no, Menma, mejor sigue practicando.

 

 

Segundos después, la puerta se abrió y por ella entró un feliz Kenji con un gran oso de peluche entre sus brazos, corrió hacia él y Sasuke sonrió ligeramente.

 

 

—¡¡Papá!!

 

 

Sí, algo bueno que le había dejado Naruto había sido convertirse en un mejor padre, había aprendido a ser responsable y enfocarse, ya que, no fue hasta sentirse solo y perdido que se dio cuenta en el tipo de persona que había sido, y de la persona en la que podía convertirse más adelante.

 

 

Sasuke lo cargó llevándolo a la cocina y sentándolo en la mesa mientras le desordenaba el cabello.

 

 

—¿Y tu madre? ¿Te dejó venir solo?

 

 

—De hecho, me escapé —Sasuke frunció el ceño y Kenji se encogió de hombros—. Lo siento papá…

 

 

—Llamaré a tu madre, espera aquí.

 

 

Sasuke se alejó, buscando su celular, pensando que, antes el tener a Kenji siempre había sido una molestia, así que peleaba con su antigua pareja por no tenerlo con él, pero ahora era diferente.

 

 

—¿¡Sabes dónde está Kenji!? —dijo alterada al contestar.

 

 

—Está conmigo —informó.

 

 

—Dios mío… Gracias a Dios.

 

 

—Lo llevaré después de cenar, ¿te parece?

 

 

—P-por favor, sólo cuídalo…

 

 

—Bien.

 

 

Odiaba sentir la desconfianza en la voz de ella, sabía que había cometido errores en el pasado, pero ya había pasado todo un año en el que se esforzó por ser mejor, y, aunque quizás el comienzo no fue el mejor, en definitiva, había mejorado.

 

 

Al recordar el año que había pasado, apretó el celular… Era todo un año de no ver a Naruto.

 

 

Salió de sus pensamientos cuando escuchó un estruendo que le hizo levantar la cabeza, entonces, caminó hacia Menma y lo encontró tratando de recoger sus bocetos.

 

 

—Lo siento, Sasuke. Soy muy torpe y…

 

 

Menma se detuvo al ver un boceto, Sasuke frunció el ceño y se acercó arrebatándole el dibujo con poca delicadeza, viendo a su Naruto vestido de geisha… Todo su cuerpo se estremeció y suspiró, así que, agarró sus bocetos y miró a Menma sin reprocharle nada.

 

 

—Cuida a Kenji un momento, iré por comida —y luego, como si nada, agarró su abrigo y las llaves de su casa.

 

 

Durante ese año había llegado realmente lejos, sus pinturas comenzaron a ser bien recibidas y logró estabilizarse, las clases que le daba a los niños pequeños también ayudaban y poco a poco comenzó a ser alguien reconocido, la nostalgia en sus cuadros era percibida y el misterio en ellos llamaba la atención.

 

 

Sasuke miró el cielo y reconoció que era en noches como esas cuando pintaba, aun recordando que, el primero de sus cuadros que había sido un éxito, había sido el cuadro de ojos azules.

 

 

La imagen de Naruto llorando profundamente se había tatuado en su mente, y en una noche de completa ebriedad comenzó la pintura, dibujando los ojos llorosos, por supuesto que nunca pensó que esa sería su carta al éxito.

 

 

Nunca pensó que le debería tanto a su rubio…

 

 

En noches como esa también había salido a buscarlo, pero siempre fallaba, y terminaba preguntándose ¿qué había sido de él? ¿Por qué tardó tanto en darse cuenta de lo metido que estaba bajo su piel? Tarde entendió que Naruto le había enseñado muchas cosas que él, cómo ciego, nunca vio, todo por el temor a amar.

 

 

Después de que Naruto le enfrentara, las cosas se complicaron, el rubio simplemente lo había sacado de la casa, terminando todo con una simple frase…

 

 

Por tu bien y el mío, es mejor que nuestros destinos no estén atados.”

 

 

Y después de eso, Naruto desapareció.

 

 

Los primeros días habían sido normales, pero después… sintió todo el peso cayendo encima de él, consumiendo sus días, volviendo sus noches frías y dejando escapar sus memorias, impidiéndole descansar.

 

 

El recordar le estaba matando, el sentir le dejaba mal, el querer le hacía sangrar el corazón…

 

 

Y fue ahí cuando se dio cuenta de lo perdido que estaba sin Naruto, entonces, salió por las calles a buscarlo, pero siempre falló. Así, pasó el tiempo y se resignó a no verlo más.

 

 

Caminó en medio de mucha gente y nadie le prestó atención, ahora era como cualquier otra persona, ya no había nada extravagante en él; sus locas noches de casanova habían terminado, su cabello teñido volvió a su color original y los piercings había desaparecido. Supuso que, con el tiempo, había madurado.

 

 

De pronto, cuando alzó la mirada, su corazón se detuvo, frente a él estaba aquel chico… cargaba una linda bebé en sus brazos y una mujer lo acompañaba, parecían realmente felices. Sin pensarlo, sus pasos se convirtieron en trotes y, antes de que pudiera desaparecer de su vista, lo tomó del brazo, sorprendiendo al castaño, pronto su gesto de confusión pasó a ser un ceño fruncido y Sasuke supo, desde el fondo de su corazón, que Kiba sabía dónde estaba Naruto.

 

 

—Suéltame, estoy con mi esposa y mi hija.

 

 

Sasuke frunció el ceño, había aprendido a ser mejor persona, pero, por algo que de verdad quería no le importaría volver a ser el maldito hijo de puta que había sido hasta hace poco.

 

 

—Entonces no querrás que ellas escuchen lo que tengo para contar, ¿verdad? —Kiba lo empujó, pero Sasuke no cedió.

 

 

—Cariño, ¿está todo bien? —dijo la mujer y Kiba asintió.

 

 

—Sólo… ten a la niña un momento. Ya vuelvo.

 

 

Sasuke se hizo para atrás rápidamente, esperando paciente a que Kiba se acercara y disfrutando de verlo llegar hacia él con un gesto derrotado. Sabía que lo tenía.

 

 

—¿Dónde está Naruto?

 

 

--------------------------------------------------

—Cariño, ¿cómo estuvo tu día? —un suave beso fue puesto en su mejilla, por lo que alzó la mirada encontrándose con dos brillantes ojos grises y unas grandes manos que se posaron en su cintura, dándole un abrazo que devolvió de inmediato, buscando calor, después de todo, la mañana era fría y el sol apenas y calentaba, entonces, buscó sus labios y compartieron un beso que lo calentó tan sólo un poco.

 

 

—¿Naruto? —preguntó de nuevo.

 

 

El rubio negó, ¿cómo decirle que se sentía completamente solo a pesar de tenerlo ahí con él? ¿Cómo decirle que en días como esos su lazo tiraba tan fuerte que quería dejarlo todo y volver a Japón? Negó, simplemente no podía, él era feliz ahí, tenía todo lo que una vez deseo ahí… Así, apretó a su pareja y negó volviendo a besarlo.

 

 

—Hice pasta.

 

 

—No debiste, pero gracias —sonrió tan galán como el primer día que lo conoció, luego lo vio sentarse, su rostro fuerte y su cabello castaño, que antes había sido largo y ahora estaba corto.

 

 

Cuando le pidió su mano, Naruto no dudo en dársela, entonces fue jalado hasta su regazo y su cuello fue besado.

 

 

—¿Qué haces Neji?

 

 

—¿En qué piensas?… Siempre que te veo siento que veo una caja de pandora…

 

 

—Una que en cualquier momento puede explotar —completó y el silencio reino por un momento.

 

 

—Sabes que te amo, ¿verdad?

 

 

—Lo sé…

 

 

—No temas —Naruto se mordió el labio.

 

 

—Yo también te amo —dijo mirándolo fijo, entonces su corazón latió rápido al verlo sonreír radiante y sus manos comenzaron a sudar mientras Neji se acercaba por otro beso.

 

 

—Iré a ponerme algo cómodo —informó.

 

 

Naruto asintió y se levantó, Neji caminó hasta la habitación y el rubio suspiró, luego se acercó a la ventana recostándose y viendo el árbol sin hojas frente a su casa, no pudo evitar pensar en Sasuke, recordando que no quería torturarse, por lo que, por su bien, decidió perder todo contacto con él…

 

 

Se cortó al escuchar el sonido de su computadora, se apresuró y la revisó, notando un nuevo mensaje que provocó que su corazón se acelerara.

 

 

Abrió el mensaje y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero aun así no lloró.

 

 

Y entonces, un “Te perdono” había sido escrito.

Notas finales:

menma y naruto son personas completamente diferentes, la verdad lo siento por no contestar sus comentarios esta vez si lo haré.

si hay dudas por favor hacerlas.

les quiero, nos vemos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).