Desde la discusión en el loft de Derek todos le habían dado un espacio a Stiles por lo enojado que se había visto aquel día, solo Peter y Scott lo frecuentaban más seguido, su hermano de otra madre había evitado hablar sobre que Stiles se está relacionado con un hombre que podría ser su padre y para su pésima suerte era el mismo tipo que había intentado salir con su mama. El moreno se preguntaba por qué el Hale mayor quería todo a lo que él le tenía cariño.
Los días de calma se habían terminado luego de que Theo volvió a aparecerse, el chico quimera rondaba por el bosque y algunos otros lados de la ciudad cometiendo pequeños asaltos. Por el comportamiento de delincuente juvenil, Stiles pensó que tal vez la policía ya lo tenía registrado con delitos menores o algo parecido.
—No ha matado a nadie, no creo que sea necesario que ayudes a encontrarlo. —le dijo Peter quitándole el cigarrillo de la boca de Stiles.
—Si solo querías un beso pudiste pedírmelo. —comento juguetón.
—Ya es el tercero. —respondió Peter apagándolo en el cenicero.
—Como sea…—torció su boca, detestaba que le impidieran hacer cosas, pero no podía molestarse con Peter. —Tengo que ir, Scott me necesita.
—Está bien. —bufo Peter. —La manada no es nada sin ti. —se burló el mayor. —Y mi sobrino es un idiota.
—Lo sé. —beso al lobo y se fue.
Fueron a la estación de policías aprovechando que el padre de Stiles no se encontraba en ese momento, caminaron hacia la oficina de Parrish y en cuanto los vio suspiro con pesadez. Cuando varios de la manada pisaban ese lugar no significaba algo bueno. Le explicaron sus sospechas y el por qué necesitaban ese expediente pero Jordan solo negó con la cabeza antes de hablar.
—Lo siento pero no puedo darles los expedientes si no están seguros que sea un asunto sobrenatural. — respondió Parrish dejándose caer en la silla de su escritorio.
—No le diré a mi padre que nos ayudaste. — insistió Stiles.
—Él se da cuenta de todo. — Bufo fastidiado. — Si es todo, yo tengo una pila de papeles que revisar. — dijo señalándoles la puerta con la mirada.
Los chicos salieron de la oficina de Parrish un poco molestos porque el oficial no les quiso ayudar.
— ¿Que hacemos ahora?— preguntó Scott.
—Yo puedo distraerlo y ustedes entran a buscar el expediente. — Sugirió Lydia.
— ¿Cómo piensas distraerlo?— pregunto Derek alzando las cejas.
— Obviamente con mis encantos. — sonrió la pelirroja. Entonces Stiles soltó una gran carcajada que hizo que la banshee se ofendiera.—Stilinski ¿Qué es tan gracioso?
—Tus encantos no bastan para distraer a Jordan. —Sonrió sínicamente. — Necesitas más que eso. — Scott y Derek lo miraron confundidos y Lydia un poco molesta por menospreciar su belleza. — Cuando este distraído conmigo, entran y buscan el expediente. — les ordenó. — No me esperen yo los alcanzo en el loft. — volvió a sonreír maliciosamente, Derek presentía que iba a pasar algo inesperado. Stiles los dejo solos y entro a la oficina de Parrish.
—Stiles no insistas. — respondió el oficial con una mueca.
— En realidad vengo a otra cosa. — Dijo sentándose en el escritorio. — Mi padre trabajara hasta tarde y volverá en la mañana. — comento en tono inocente.
—Oh querías traerle la cena al sheriff.
— En realidad pensé que podría invitarte a cenar. — sonrió con confianza.
—Eso me agradaría. — Respondió Parrish. — ¿Quieres que yo lleve el postre?
— ¿No te gustaría comerme a mí como postre?— su voz sonó tan aterciopelada que hizo que Parrish tuviera un escalofrío en la espina dorsal.
—Stiles...—hablo taciturno. —Yo. — trago seco pero debía de rechazar la oferta.
—Jordan deja la moral de lado. — Se bajó del escritorio y se sentó en el regazo del hellhound. — Se muy bien que tienes fantasías conmigo. — reveló el castaño.
En ese mismo instante Derek y Scott espiaban que hacia Stiles, ambos miraban entre las rejillas de la cortina. Y Lydia distraía a la oficial cercana para que no los echara por estar espiando la oficina del ayudante del sheriff.
— ¿Por qué está sentado encima de Parrish?— pregunto confundido Scott.
—Creo que deberíamos usar nuestros poderes para saber que mierdas está haciendo Stiles. — dijo Derek molesto. Luego observaron como el beta humano acarició la mejilla de oficial y este se ponía rojo.
—Stiles es-to no está bien. — Parrish no quería ceder. — Soy mucho mayor que tu... Demonios eres el jodido hijo de mi jefe.
—Que eso no te detenga. — murmuro muy cerca de la boca de Parrish. —Sé muy bien que te calienta pensar en cogerte al hijo de tu jefe. — murmuro con lesividad.
—Cómo te enteraste de eso. — se atrevió a preguntar.
— En el cumpleaños de papá te pusiste muy ebrio y te volviste un verdadero bocazas. — Stiles sonrió divertido. — Ahora me gustaría sentir todo aquello que me dijiste al oído cuando quisiste besarme. — Parrish lo miro exéntate y no lo pensó ni un segundo, beso a Stiles desesperadamente.
—No puedo detenerme más. — dijo entre besos. — Niño me pones tan duro. — poso sus manos sin pudor en el trasero de Stiles.
Volvieron a besarse y las cosas parecían subir de tono. Pero no lograron seguir por qué Derek abrió la puerta de golpe y entro juntó con Scott quien tenía cara de trauma permanente. Stiles ni si quiera se bajó del regazo de Parrish y ambos alfas se quedaron callados sin saber que decir hasta que Derek hablo.
— Al loft ahora.
— ¿Qué?— el castaño se puso de pie y Parrish trato de ocultar su evidente erección.
— Al loft. — ordeno Derek.
—Me quedare con Parrish. — le reto Stiles.
—Le dije a tu papá que yo te llevaría a las 10:00.
—Parrish me va a llevar.
—Dije que tenemos que irnos. —Gruño molesto. — ¡Ahora!
—Y yo te dije que... —no termino de hablar porque Derek lo cargo como saco de papas y se lo llevó al camaro. Parrish iba a replicar pero esta vez fue Scott quien le gruñó.
Al llegar al camaro el beta humano pensó que Lydia se iría con ellos pero Derek le dijo que se fuera en la moto con Scott, la pelirroja ni siquiera se negó de lo molesto que se escuchaba el alfa.
Hale puso los seguros de la puerta y sin decir algo encendió el camaro.
—Por tu culpa ya no tendremos el expediente. —soltó por fin Stiles. — ¿Qué pasa contigo? —pregunto furioso.
—Le ibas a abrir las piernas al ayudante de tu padre por un simple expediente. —le reclamo el alfa.
—No es un simple expediente, es el que nos ayudaría a encontrar a Theo. —le recordó Stiles acompañado de una sonrisa burlona.
— ¿A qué costo? —pregunto Derek sabiendo que no quería saber la respuesta. — Esta mal lo que estás haciendo, Parrish es mucho mayor que tu…—Derek no termino de hablar porque Stiles lo interrumpió.
— ¿Y? —sonó fastidiado. —Yo no iba a hacer nada que no quisiera. —Aclaro Stiles. —Y si quiero más tarde busco a Jordan para que me. —el beta humano se calló porque Derek freno de golpe.
— ¡Maldición!—golpeo el volante. — ¿Qué demonios pasa contigo? —soltó molesto. — Te acuestas con mi tío, te lías con la criatura que estamos buscando. Tu ropa a pista a tabaco. —A Stiles le estaban fastidiando demasiado las acusaciones de Derek, si las puertas no tuvieran seguro él ya se hubiera salido en cuando el sermón del alfa comenzó. — No necesitas acostarte con Parrish por un estúpido expediente.
—Primero, lo mío y lo de Peter solo es sexo casual. Él se puede meter con quien le dé la gana y yo puedo hacer lo mismo.
—Sabía que Peter solo te iba a mal influenciar. —Alego el alfa.
—Cállate y déjame terminar de hablar. —le levanto la voz Stiles. —Segundo, no tenía ni siquiera la puta idea de que Theo fuese un sobrenatural. Tercero, si quiero fumare hasta que escupa mis pulmones. —le reprocho el castaño. — Y por último y más importante, tú no eres nadie para decirme si está bien o está mal lo que hago. —rechino los dientes. —Me oíste, no eres nadie para decirme a quien puedo abrirle las piernas. — Derek bajo la mirada, definitivamente le dolió que le dijera que no era nadie. Realmente no esperaba que el castaño lograr hacerlo sentir mal.