La luna se ocultó lentamente dando un beso de despedida al astro rey, el sol, al cual ya estaba en su punto alto, despertando a toda la comunidad y en especial a los amantes de la anterior noche.
Muchos de esos amantes se levantaban con un beso, una caricia o hasta una sorpresa de amor, siendo amorosos por los sucesos anteriores, el acto de unir sus cuerpo y sus almas eran especiales para ellos.
Esa mismas sorpresa también se llevaba en una de las habitaciones de la casa principal del Alfa de la manada.
Esta vez, dando paso a un imagen de un Morinaga sentado en el suelo , observando completamente asustado a un furioso Souichi desnudo frente a él, admitía que tuvo una maravillosa idea de ser un fiel y encantador amante para despertar a su compañero con lo más delicioso platillos que planeó en mente durante un par de minutos, siendo muy cuidadoso de no despertarlo, salió de la cama evitando tocarlo por si éste tenía el sueño liviano, nunca imaginó que se despertara de un golpe en shock con una expresión atónita .
Cuando Morinaga intento hablarle aún desnudo con la intención de calmarlo y demostrar ser atento con su persona, fue cuando Souichi había reaccionado sorprendido, sonrojado y enojado, llegando luego a esa situación, su compañero estaba tan avergonzado que rápidamente tapó su desnudez con sábanas de la cama.
_ ¡JA, YO!, ¡JAMÁS PODRÍA HACER ALGO TAN VULGAR Y ASQUEROSO COMO ESO! _ bufó molesto Souichi decidiéndose por fin salir de la cama sintiéndose cada vez más pegajoso, aun sosteniendo la sabana pegada a su cuerpo se impulsó para levantarse, pero todo lo contrario a su objetivo principal, terminó cayendo estrepitosamente al piso de cabeza, una pesadez en sus caderas lo obligó a mantenerse en el suelo, un agudo dolor que traspaso su cuerpo, especialmente en su parte trasera trajo recuerdos de lo sucedido.
Morinaga quería ayudarlo, de verdad, pero aún estaba asustado de la mirada amenazante que Souichi le mandaba a través de esos encantadores ojos, aun viéndolo de lejos notó que su furia se había incrementado después de la caída que dejó al rubio sentado en el suelo.
_ ¡TÚ! _ el alfa sintió sus orejas doler por el tremendo grito que el rubio le lanzaba _ ¡TIENES UN SEGUNDO PARA DESAPARECER DE MI VISTA DE UNA VEZ! _ terminó diciéndolo con una voz demasiada amargada al cual sonaba como un demonio, por lo que Morinaga, ni tonto ni perezoso, lo vio como una opción, se levantó en ese mismo instante para irse rápidamente del lugar llevándose consigo la túnica al cual reflejaba su vestimenta de ritual de lobo, tratando de tapar su desnudez de la gente que trabajaban para la casa principal, pensando, que por mucho que deseaba estar calmando a ese ogro dentro de esa habitación como un buen amante aún apreciaba su vida.
Se puso su túnica mientras caminaba a dirección de su habitación, pasando por los largos pasillos al otro lado de la habitación donde se encontraba aquel hermoso rubio, aún era muy temprano como para que la gente que trabajaba para él regresaran a sus labores después de la noche lunar, pensó que era mejor buscar algo para aliviar el dolor de Souichi , uno de las ventajas de ser lobo, es saber sobre sus sentimientos a través del olfato por la esencia de la pareja, esta vez, el olor exquisito de su pareja se olía muy fuerte y agria, notando entonces que aquello representaba al dolor, además, dejando aquello a un lado, había pensado en preparar un delicioso desayuno al cual ya lo estaba planeando en su mente.
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En cambio, a unas habitaciones más lejanas, Souichi logró con éxito a pesar de las múltiples caídas , tropezones y del agudo dolor en su trasero, llegar a su objetivo, el baño, aun arrastrando las sabanas ahora sucias notó con gran impresión el gran espacio que se llevaba el nombrado "baño", se atrevía a decir que el diseño de ésta era innecesariamente elegante.
Mientras dejaba a un lado la sabana, preparando la tina para llenarla al tope con agua, comenzó a repasar todo lo sucedió durante las horas que lo llevaron a ese lugar, sostuvo entre sus manos un jabón transparente con flores dentro, observándolo fijamente concentrándose en sus recuerdos.
_ (primero, estúpidamente me perdí en el bosque, al cual fue un estúpido error de mi parte, aparecen esos pulgosos y sus perros_ pensó refiriéndose a los lobos y hombres que le sorprendieron en medio de la noche en el bosque antes de ser atrapado como un conejo, detuvo la llave de agua y se introdujo en la bañera soltando un suspiro de alivio al sentir sus músculos relajarse en el cálido agua_ segundo, llegó a un extraño pueblo amarrado en un tronco y tercero me viola su jefe, ¿QUÉ MIERDA PASA CON ESE IDIOTA?)_ siguió en sus pensamientos hirviendo molesto por aquellos recuerdos vergonzosos, su furia incrementaba y sin darse cuenta apretó demasiado el jabón al cual se le resbaló de sus manos cayendo al fondo de la tina, cuando quiso recogerlo encogiéndose para alcanzarlo sintió que algo se deslizaba de su trasero
_ (lo bueno de esta situación es que no tendré un recuerdo de esto) _ sonrió tétricamente, claramente, agradecía que sea que lo había llevado a estar en esas circunstancias con Morinaga, no lo mantenía en sus recuerdos, lo había olvidado por algún motivo, pero al despertar y verse en esas situaciones tan comprometedoras lo hicieron sumar dos más dos para entender lo sucedido, lo única evidencia clara que le permitía recordarse que había roto algo que hace mucho tiempo juró nunca hacer con un hombre, era el dolor agudo en su trasero.
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Morinaga admitía que a pesar de haber sido un cachorro travieso en su infancia también era inteligente en cuanto a los asuntos de la manada, por lo que no tenía ningún problema al ser el gran Alfa que todos esperaban de él.
Aunque eso sea importante, aveces, simplemente lo dejaba a un lado, aún preferiría correr en las praderas como un cachorro que estar sentado en frente de su escritorio por largas horas, pero lamentablemente eran asuntos de la aldea en que vivía, tenía en sus manos las vidas, la prosperidad y el bienestar de su manada, ancianos, jóvenes, niños y bebés.
Ya había resuelto algunos asuntos, ordenando que los cachorros adolecentes pudieran salir del hogar en que se mantuvieron encerrados debido a la luna llena, a parte, ya los padres de los cachorros infantiles ya habían recogido a sus hijos, indicó instrucciones para los trabajadores de la casa principal y para los demás aldeanos, manteniendo el orden y la limpieza en sus calles, esta vez se ubicaba en la cocina de la casa principal preparando un té con hojas especiales sacados del bosque al cual estaban siendo cuidados en su pequeño huerto experimental, había descubierto que las hojas eran muy curativas, pensó que aquellos ayudarían efectivamente con el dolor de Souichi, debía admitir, que muy a parte de su título como alfa de su manada, no había dejado atrás un hábito muy común en él, desde su niñez, siempre le había gustado investigar, curioso con todo lo que lo rodeaba llamando poderosamente su atención plantas y flores, debido además por los pocos recursos de educación en la aldea que lo llevaron a hacer más cosas de lo que imaginaba, lo llevó a experimentar con varias flores del bosque y construyó en su patio trasero un invernadero donde estuvo la mayor parte de su tiempo encontrando varios usos a esas plantas y flores.
Observando todo su trabajo hecho, logró poner el desayuno, el té y un adorno de un pequeño jarrón con un ramo de flores, todo en una bandeja de plata, sonriendo totalmente contento por su hazaña, comenzó cuidadosamente a subir por las escaleras.
_ joven Morinaga_ susurró una voz detrás de él, al voltear vio a Gisell en el último peldaño de la escalera no muy lejos de él, se apresuró a bajar para escuchar lo que ella quería decirle. Morinaga notó lo que ella traía entre sus brazos, una ropa desconocida, con un suave olor a recién lavado junto con una canasta de diversas flores un poco marchitadas.
_ ¿Sucede algo? _ preguntó con una sonrisa gentil al llegar a su altura.
_ un...estas cosas son del joven que llegó ayer, al parecer, durante el patrullaje en la mañana por el área donde lo...encontraron, la canasta, pensamos que es de él_ respondió nerviosa extendiendo los brazos con las ropa y canasta, sonrojada por la cercanía de su alfa, manteniendo en ella todo en orden, su uniforme y el respeto_ y esto es para él_ señaló con un sutil movimiento de cabeza dirigiéndose a la ropa entre sus brazos.
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Souichi salió del baño con una toalla limpia envuelta en su cintura, ya había hecho una pataleta por los muchos chupetones en su cuello, pecho y ...otros lugares que lo avergonzaba furiosamente, básicamente, el baño no volvió a ser lo mismo, barrió visualmente en toda la habitación buscando su ropa, hasta hallarlas a una esquina de la habitación, se acercó hasta lograr tocar con sus manos su ropa, estaban húmedas con sustancias desconocidas, sucias y ciertas partes estaban desgarradas y rotas.
Suspiró sentándose en la cama ya ordenada, lanzando la ropa furiosamente en algún lado de la habitación.
La puerta se abrió de improviso, exaltando a Souichi quien agarró las sábanas limpias de la cama para ocultar su desnudez observando a quien se había atrevido entrar.
_ disculpa Souichi_ con una mirada apenada, Morinaga entró a la habitación con un carrito elegante en la cual llevaba dos comparticiones, arriba un exquisito desayuno y abajo tela que no reconocía, el alfa aspiro el aire tratando de averiguar la esencia del rubio, el olor atrayente permanecía, pero cuando Souichi tomo el baño, había desvanecido otra esencia que le atraía a tomarlo salvajemente como anteriormente había sucedido, eso decepcionó al lobo de Morinaga al cual gimió desesperado.
_ ..._ el silencio de Souichi con su mirada salvaje y postura amenazante demostraba cuan molesto se encontraba.
_ ten, bébelo, te ayudará para el dolor_ Morinaga aún sin arrepentirse de lo que pasó entre los dos, creyó conveniente, mantener la cordura y un poco de paz entre ambos, para poder hablar mejor y aclarar algunas cosas, extendiendo el té se dirigió a la dirección del rubio para quedarse quieto en frente de él con el té, el pensamiento de querer marcarlo y su insistente lobo exigían hacer de Souichi, completamente suyo.
Souichi aceptó el té debido a que en realidad el dolor y molestia ahí bajo era muy inquietante, solo por eso lo aceptaba, si estuviese mejor, seguramente ya hubiese estampado la taza en la cabeza de ese muchacho.
Dudoso de beberlo se quedó observando fijamente el líquido, planeando no tomarlo pensando que podría tener sustancias dudosas, su estómago rugió y debía admitir que su garganta estaba seca desde que despertó, lo bebió aún desconfiado pero su molestia desapareció en un santiamén dejándolo completamente sorprendido a Souichi.
_ ¡Wuau!, ¡Tiene efectos rápidos, podría decir que es 100% efectivo! _ casi gritó de la emoción examinando lo poco que dejó del líquido susurrando sus hipótesis, al darse cuenta de todo incluyendo que lo único que separaba de Morinaga eran las finas y casi transparentes sábanas se avergonzó tapándose de nuevo.
_ lo hice yo, sabía que te gustaría, es un buen relajante para el dolor físico y emocional, aunque la sustancia no debe tomarse en grandes cantidades, si lo mesclo con agua, estará bien_ explicó Morinaga sonriendo suavemente orgulloso de su investigación y Souichi lo miró asombrado por aquello, presintiendo, que aquel muchacho sería un excelente ayudante para él.
_ ya veo_ susurró aún impresionado por las palabras de Morinaga _ ¿Por qué? _ cuestionó llevado por la curiosidad retomando la explicación.
_al poner grandes cantidades puede tener efectos negativos como paralizar tu mente y corazón, por lo que moriría rápidamente, pero sin dolor_ terminó de explicar Morinaga, dirigiéndose nuevamente al carrito de la comida, acercándolo a Souichi, sonriendo suavemente sonrojando_ pero sobre lo que pasó, talvez es mí culpa y no tuya_ susurró confundiendo a Souichi.
Morinaga sostuvo la canasta de flores con arrepentimiento y tristeza que hizo remover algo en el interior de Souichi, como si se sintiera molesto consigo mismo por hacer que aquel muchacho mostrara un rostro afligido.
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Continuará