La vida nunca es de color de rosas.
Una relación nunca es como en los cuentos de hadas.
Durante su viaje hacia el trabajo de Matías, iban teniendo una conversación bastante particular.
– Vamos amor– Suplicaba el pelinegro mientras conducía– Solo será una vez.
– Ya te dije que no.
– Por fis?.
– No.
– Ay solo será una vez y mira te juro que lo disfrutarás– Sonrió a Matías para que esté cediera a las súplicas del pelinegro.
– Tu sabes que no me gusta esas cosas del sadomasoquismo.
– Ay pero no será nada, solo comprare unos consoladores y capaz algunos accesorios y ya.
Matías suspiro ya cansado de los mismo. Desde ya hace un tiempo Erick le estuvo proponiendo intentar ciertas cosas, experimentar algunos juegos durante el sexo.
– Eh visto algunos videos de BDSM y uff de solo imaginarme a ti así me calienta.
Matías frunció el ceño por aquel vulgar comentario.
– Eres un cerdo ¿Lo sabías?.
– Si pero tú cerdo– Sonrió hacia el rubio y esté río por aquello.
Erick se estacionó frente al colegio, y antes de que el rubio bajará llamó su atención.
– Ey– lo llamo.
Cuando Mati volteo y la mano de Erick se posó en su nuca atrayéndolo hacia el.
Erick lo beso apasionadamente, obligando a el rubio abrir la boca. Así el pelinegro poder meter su lengua.
Se besaban con pasión, si no fuera por qué Mati lo separó de el, juraba que estarían teniendo sexo en el auto y frente a su trabajo.
Matías con la respiración agotada y Erick sonriente por el rostro avergonzado de su novio.
Por suerte las ventanas del auto era completamente de negro por fuera así que estaba seguro de que ningúna persona los hayan visto.
– Eres un idiota.
Y sin más se bajó del auto.
– Ay estos novios hoy en día, pero bueno que se le va a hacer.– Comento Erick para el mismo. Y sin más arranco el auto para dirigirse a su trabajo.
Al llegar a un gran edificio de 25 pisos, entro en el edificio y casi todos los empleados que se encontraba los saludaban de buena manera. Y Erick les devolvía el saludo con una gran sonrisa. Todos los empleados saben y admiten que Erick era un gran y justo jefe.
Cuando llegó al penúltimo piso donde se encontraba su oficina, se llevó la sorpresa de no ver a su secretaria Samantha, si no a una joven mujer rubia.
– Emm Disculpa ¿y Samy?.– Pregunto curioso.
– Mucho gusto señor Colins, Me llamo Mindy Báez, me mandaron desde vicepresidencia para ocupar el lugar de la señora Smith.– Sonrió hacía Erick, esté sonrió al ver el intento de coqueteó.– Ya que ella a presentado un certificado médico, por un virus que la a enfermado pero no es nada grave.
Mindy le entrego un papel en un folio, y Erick debió de suponer que era aquel certificado.
– De acuerdo Mindy por lo que pienso ya debes de tener mí agenda y lo que debo de hacer hoy ¿No?.
Mindy solo asintió, entregándole a Erick una carpeta.
Erick reviso aquella carpeta mientras que Mindy le contaba lo que tenía para hoy.
– A las 3 tiene una reunión con los ejecutivos de las empresas Groseille y luego una reunión privada con el presidente de las aerolíneas Japonesa.
Erick simplemente asintió y entro por fin a su oficina seguido por la rubia.
– ¿Desea algo más señor?.
– Si un café sin azúcar por favor.
– Enseguida señor.
Mindy salió de la oficina para dirigirse a la cocina de la planta de abajo.
Al llegar simplemente se puso a hacer el café.
Mientras que se preparaba "arreglaba" su vestimenta.
Subiendo un poco su falda y abriendo dos botones de su blusa dejando ver un "poco" de su escote.
Le había suplicado al vicepresidente James para que la ponga de suplente de Samantha.
Ella sabía que el señor Colins era guapo, pero era más hermoso de lo que imaginaba.
Aquella barba de tan solo una semana le parecía increíblemente atractivo. Todo un semental el cual quiere montar. Por lo que ella sabía su jefe estaba en una relación, pero eso no le importaba, ella podía contra cualquiera. Su querido jefecito caería en sus encantos.
Cuando el café ya estaba hecho emprendió viaje devuelta a la oficina del pelinegro.
Toco la puerta y al recibir el "pasé" entro.
Con un leve movimiento de caderas al entrar.
– Aquí esta su café, ¿Algo más?.
Erick miro disimuladamente el escote de la mujer. Ya suponía que planeaba aquella rubia.
A Mati no le gustará para nada su nueva secretaria.
– Gracias, puedes retirarte a hacer tú trabajo.
Mindy sin quejas se retiró.
Cuando ya eran las 12:10 p.m y Mindy quería almorzar. Pero antes le preguntaría a su guapo jefe si deseaba almorzar junto con ella.
Entro a la oficina y vio a Erick firmando y revisando algunos documentos. Esté se había sacado el saco quedando solo con camisa y corbata, y con la mangas levantadas dejando ver algo de los firmes brazos. Los cuales Mindy con desesperación quería tocar.
– Señor desea algo para almorzar, no sé si desea comer junto conmigo.
Erick miro a a la rubia y sonrio, lo cual casi desmaya a la mujer.
– No gracias, puedes ir a comer tranquila, a mí me traerán la comida.– Miro como la cara de rubia se tornaba sería. Mindy simplemente dio una falsa sonrisa. Y sin más se retiró de la oficina.
Cuando volvió de su mini descanso vio como un hombre joven se acercaba a la oficina de Erick con la intensión de entrar.
Mindy camino rápido para impedir que aquel hombre interrumpa a su jefe.
– Oiga!– grito llamando la atención del hombre.
Matías después de su hora laboral siempre iba a almorzar junto con su novio.
Pero antes de poder entrar a la oficina, fue detenido por una rubia.
"¿Y esta que?" Se pregunto Matías en su mente.
– No pueden entrar extraños a la oficina del director Colins, si desea hablar con deberá programar un cita.
Matías levantó una ceja incrédulo.
"Quien se cree está?"
– Nadie me puede prohibir ver a mí novio.
Mindy solo sonrió al creer que la estaba tomando el pelo.
– El señor Erick tiene pareja si, pero crees que creeré que tú, un hombre eres pareja del grandioso, Erick Colins.– Se rió por las ocurrencias del hombre– El señor Colins no es ningún asqueroso homosexual.
– Hola.– Hablo una mujer la cuál apareció de la nada.– Hola Mati.– Saludo con cordialidad al rubio.
– Hola Victoria.– Devolvió el saludo serio y ya harto por la rubia la cual no le dejaba entrar a la oficina de Erick.
La mujer al ver la gran tensión entre el ambiente, supuso que había problemas.
– Seguro ya conociste a Mindy el vicepresidente la mando para que ocupe el puesto de Samy, ya que la pobre está enferma.
Mindy miro a ambos confundida.
"¿Victoria conoce a ese sujeto?" Pensó.
– Esta bien, ya hablaré con Erick.
Y sin mas entro rápido a la oficina, cuando Mindy reaccionó quiso ir detrás del rubio pero fue detenida por Victoria.
– Oye tranquila niña, el es la pareja del jefe– Al decir eso Mindy quedó estupefacta.
– ¿Que?– No podía estar más confundida– Ese hombre ¿es el novio del señor Erick?.
Al ver como la mujer asintió, Mindy quería morirse, además de que su querido jefecito era homosexual, y acababa de insultar a su pareja. Pensaba si tendría que estar ya empacando sus cosas o pensar una buena excusa.