5 Misiones en las que Ed casi perdía a Naruto
...y una misión en la que Naruto lo perdió a él.
II
Lazos
Es un completo tonto. No hay más palabras. ¿Qué importaba si perdía su vida al no tener refuerzos? ¿Qué importaba si se deshacía de la única persona que podría apoyarlo en una batalla tan grande como la que dio Shinno? ¿Qué importa que cayera junto con las ruinas de esa base/ciudad voladora?
Tonto impertinente.
Y no, no deseo verlo, no si aún tengo estas ganas de matarlo con mis propias manos por su estupidez.
--Hola Ed. --dijeron a su espalda.
Y el dueño de esa voz es precisamente a quien quisiera estrangular. Las paredes de la casa que estaba reparando se hicieron trizas en un instante.
>>Ed, por favor, mírame. --decía aquél que seguía detrás.
Casi rechinando los dientes, Ed se agachó para empezar de nuevo con su reconstrucción de la casa que tenía frente a él aun en ruinas. Intentaba concentrarse, esa luz azulada que salía de sus manos necesitaba de concentración en lo que tenía en sus manos, la forma que tenía y en lo que lo quería 'moldear'... siempre y cuando no fuera algo diferente, ni que sea más, que menos, no, tiene que ser la cantidad exacta.
Visualizó lo que quería lograr, levantar los muros de la casa hecha trizas, juntó sus manos como en plegaria, y sintió más que vio la energía azulada recorrer las palmas de sus manos, sus dedos, las colocó en el suelo pensando nuevamente en la forma y altura que debían tomar las paredes.
Y las paredes volvieron a derrumbarse. Suspiró. Algo hacía falta para completar su cometido. Pero qué...
--Eso fue asombroso, Ed, pero no crees que es un poco peligroso practicar tu técnica donde cualquiera pueda verte, quizá un ninja pase y le diga a Oba-chan. Y si los del consejo se enteran podrían llamarte y de un interrogatorio no podrías salvarte. Y creo que sería peor el que te tengan bajo observación o te hagan desaparecer o...
--Ya basta. --lo interrumpió Ed.
--Pero Ed...
--Es muy raro de tu parte pensar en las consecuencias de actos arriesgados, ¿no lo crees, Naruto? --volvió a interrumpir Ed.
--¿A qué te refieres? --preguntaba Naruto.
--¿Acaso crees que todos somos tan cabeza de chorlito como para poner en riesgo nuestras vidas tan a la ligera como tú sueles hacerlo todo el tiempo? --recriminaba Ed. Naruto seguía observando la espalda del más bajo, a pesar de las duras palabras, la voz de su amigo se escuchaba casi ahogada, como si estuviera conteniéndose de gritar... o de llorar. No, su amigo pelilargo es alguien muy fuerte, no podría haber en el mundo que le hiciera derramar lágrimas.
Y si lo hubiera, él mismo se encargaría de destruirlo para que no lo dañase, Ed, aunque no tuviera recuerdos de su pasado había algo en en su mera presencia que gritaba melancolía, dolor, aceptación y a veces culpa... y no, Naruto estaba seguro que nada de eso era lo que Ed debía tener en su vida.
--Ed, dime lo que te sucede. -- pedía Naruto.
--Lo me sucede, es que casi mueres. Otra vez. --admitía el rubio pelilargo con un tono de voz tan bajo que esperaba su interlocutor no alcanzara a escuchar.
Pero Naruto escuchó muy claro. Y su respiración paró por un segundo.
--Es cierto que la misión de Shinno y Amaru fue peligrosa pero, cada misión tiene ese riesgo. Y regresé vivo que es lo importante. --dijo Naruto.
--¿Y si no hubieras vuelto? --preguntó Ed con derrota --Te vi caer esa enorme distancia, vi el cómo tu caída aumentaba velocidad, estabas por dar de lleno en la playa y yo no podía llegar a tiempo por más que corrí desde el peñasco en el que Sai me dejó... --susurraba --si no hubiese sido por Jiraija y Gamabunta...
--¿Tú estabas ahí? --inquiría Nauto. Intentaba hacer memoria, a penas y recordaba haber aterrizado en algo blando junto con Amaru, recuerda haber visto a Ero-senin...
--A penas y estabas consciente, totalmente agotado, no me sorprende que no recuerdes mucho. --suspiraba Ed.
Sin saber qué decir, ambos permanecieron en silencio, y despacio, sin prisas, sin molestia, Ed se volvió hacia Naruto. Tan solo para enfurecerse en un segundo. El otro rubio estaba de pie, luciendo recuperado, sí pero aún usando la bata del hospital. Sin duda se escapó.
A punto de gritarle y llevarlo a rastras al hospital, una fuerte viento levanto la bata de Naruto dejándolo en evidencia. Ed tan solo se llevó su mano izquierda a la cara, con el pulgar y el índice tocó el puente de su nariz mientras que un dolor de cabeza se iniciaba por las tremendas ganas de reír y por la pena ajena. Seguramente Naruto llegó ahí de manera usual, es decir, saltando por los techos de la aldea.
Oh dulce venganza.
--Oi, Naruto, ¿a cuántas personas en la aldea les has presentado a Narutin?
Y apenas comenzaba.
No murió en aquella batalla ni en aquella caída, casi le hace perder a vida a él con sus estúpidas decisiones hechas la momento y sin estrategias haciéndole que casi se le saliera el corazón por el terror de verlo caer y luego tan agotado que no podía formar una simple oración.
Bueno, ahora lo haría morir de vergüenza.
Al fin y al cabo, Naruto suele avergonzarse con facilidad.
Un despistado Naruto miró su indumentaria, y ese color rojo cereza en su rostro le decía que ya se dio cuenta de su 'descuido'.
Esto sería tan fácil.
Fin.
Segunda Misión