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5 Misiones en las que Ed casi perdía a Naruto por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

La película “Naruto Shippuden la Película: La Muerte de Naruto” pertenece al estudio Pierrot y respectivos autores.

 

 

 

5 Misiones en las que Ed casi perdía a Naruto

...y una misión en la que Naruto lo perdió a él.

I

La Muerte de Naruto.

 

 

Sueños que ya no podrá cumplir… justo ahora estoy en su funeral: bajan su cuerpo poco a poco, una a una las palas de tierra van sepultando el contenedor de su cuerpo. Intento enfocarme en las personas presentes, intento distraerme de esas ganas de gritar al hoyo en el que lo dejaron y reclamarle su descuido, sus impulsos repentinos y el que me haya abandonado.

 

Quienes le acompañaron en la misión parecen algo culpables, su Sensei parece perdido en su propio mundo, los Sensei de los amigos de Naruto también parecen meditar algo, los amigos de Naruto luchan por mantener la calma que el entrenamiento ninja les exige ante el dolor que sienten en la pérdida de un compañero y no llorar… en la última despedida de quien fue un gran amigo.

 

Como tortura cada que cierro los ojos la imagen de él, en el aire, siendo atravesado en su pecho… la sangre escurriendo y sus ojos perdiendo el brillo con cada segundo… esa imagen me persigue, se burla de mí, el eco de mi voz llamando su nombre en ese lugar obscuro resuena en mis oídos como interminable agonía.

 

Estúpida misión.

 

Estúpido carácter impulsivo de Naruto.

 

Estúpido… yo… por no haber podido ayudarle.

 

Este dolor de perder a alguien preciado no es tan ajeno, mi mente y algo en mi interior parecen acostumbrados a ser abandonado… ¿Qué clase de vida tuve?... ¿Por qué Naruto también me dejó?... ¿Qué debo hacer ahora?

 

¿Debería irme antes que los mandatarios hagan conmigo lo que Naruto no les permitió desde el inicio?

 

¿Debería quedarme y cumplir los sueños de mi amigo?

 

¿Qué debo hacer ahora que Naruto ya no estará jamás?

 

.              .              .              .              .

.              .              .              .              .

 

Un rubio de pelo dorado y largo despertaba sobresaltado, sudor recorría su frente y empapaba la parte superior de su pijama, su respiración agitada y la sensación de un grito ahogado en su garganta era casi visible en la pequeña habitación donde estaba. Miro a su derecha buscando al otro chico con quien compartía el pequeño departamento, no estaba, arrugando la tela que lo cubría se esforzaba por no sucumbir al pánico.

 

Piensa, piensa, ¿dónde puede estar a esta hora ese cabeza de chorlito?” apenas iniciaba con tratar de unir las piezas cuando recordó que su compañero no alguien tan complejo de entender. De un segundo a otro salió de su futon y salió por la ventana que estaba abierta; “¡Tan solo hay un lugar al que iría a esta maldita hora!” gritó en su mente, se negaba a reconocer el ruego a que su sueño tan solo hubiese sido eso, un sueño y que su amigo rubio estaría en el campo de entrenamiento practicando.

 

Llegó como una exhalación a la zona de entrenamiento, apenas vislumbró la mata amarilla extrañamente iluminada por la noche, lo tacleo con fuerza yendo a parar varios metros más allá de donde antes se encontraba el ninja número uno en provocarle un para cardiaco.

 

--Pero qué… Ed, ¿qué sucede? –exclama un rubio de ojos zafiro tratando de acomodarse a donde fue a dar al suelo.

 

--Eres un completo idiota, –acusa Ed –porqué sales sin dejar un mensaje de tu locación… ¿qué pasa si sucediera algo que necesitara de tu presencia? –reprochaba el rubio pelilargo.

 

--¿Qué? Ed, ¿de qué estás hablando?... –preguntaba confundido el que seguía en el suelo con un pequeño rubio sobre él –además, sabes que prefiero salir a despertarte cuando no puedo dormir.

 

--Eso no tiene nada que ver. –murmuró Ed –¿Qué pasaría si una noche eres tú quien despierta y no me ve y no dejé una nota o algo parecido? ¿qué pensarías? ¿cómo reaccionarías? –reprochaba –Tonto.

 

--Lo siento, seré más cuidadoso la próxima vez. –dijo el ninja exhalando, a veces olvidaba que su amigo padecía pesadillas y que despertaba buscando consuelo.

 

:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:

 

Cayendo en el agua con gran impacto Ed olvidó su problema para ‘nadar’, fue ya en las profundidades del lago que el rubio dorado notó cómo su brazo y pierna le arrastraban cada vez más lejos de la superficie; el aire faltaba, sus pulmones ardían y sus intentos por atravesar el agua hasta el preciado oxigeno eran inútiles. 

 

Cuando su visión se empezó a obscurecer, los reflejos de una mata de cabellos rubios y el brillo de un par de ojos zafiro fue lo que vio antes de ser alado hasta la superficie.

 

Lejos de la orilla y aun sin reponerse sobre el impacto de la caída, Naruto decidió usar un poco más de chacra en sus pies ‘caminar’ sobre el agua con Ed en sus brazos.

 

--Más te vale que tu paso lento se deba a que estés debilitado. –susurraba el pelilargo aferrándose a la chaqueta de Naruto, tratando de sentir el bombeo del corazón que indicara vida, tratando de aliviar el pánico que viene cada que  recuerda la pesadilla justo antes de la misión en la que estaban.

 

--Por su puesto, digo, no es como si gozara de cargarte entre mis brazos. –contestaba Naruto con una sonrisa un tanto juguetona, se suponía que él era quien actuaba primero y pensaba después no su genio amigo.

 

--Lo digo en serio. –exclamó Ed mientras le daba una mirada llena de resentimiento (y algo de temor) al lago que tontamente se lanzó sin pensar.

 

--En realidad estoy molesto –confesó Naruto al haber procesado lo recién ocurrido, hablaba mientras seguía con paso lento a la orilla del lago obteniendo así la atención de Ed –¿Por qué saltaste tras de Shio y de mí? –sin obtener respuesta del pelilargo, continuó –Se supone que confías en mí para regresar… recuerda que no te dejaré solo.

 

--No salté tras ustedes, yo también fui lanzado. –al fin contestó Ed casi en un susurro.

 

--Estabas a quince metros de la orilla. –resaltaba Naruto con un todo que no daba pie a duda sobre su memoria.

 

--…me asomé por la orilla para comprobar que no estuvieran colgando a punto de caer a un lugar desconocido… –intentaba de nuevo el pelilargo al tiempo que miraba a otro lado menos al rostro del ninja.

 

--Pese a la poca iluminación se notaba que era un lago, sin mencionar que ya nos lo habían advertido. –volvía a dictaminar el de ojos zafiro, se sentía extraño ser él quien tuviera razón y reprendiera a alguien más por su poco razonamiento.

 

--…tal vez necesitarías ayuda para llevar a Shion a tierra firme… –intentó otra ruta el pelilargo, su misión de escolta.

 

--Tú y yo bien sabemos que no sabes nadar y que tus extremidades particulares no te permiten flotar. –casi desesperado recordó Naruto, sí que era muy extraño ser él quien tuviera la razón, se supone que su amigo era el genio recién descubierto de Konoha.

 

--…sin nadie cerca tiendes a hacer estupideces. –dijo Ed con más seguridad y un poco irritado.

 

--¿Como saltar al vacío tras alguien que sé podría arreglárselas solo? –con evidente sarcasmo volvió a dictaminar el ninja de ojos zafiro.

 

--¡Cállate y llega a la orilla de una buena vez! –exigió Ed con su rostro color carmín.

--Claro, claro… lo que tú digas… chibi. –suspiró Naruto con Ed en sus brazos removiéndose al escucharlo.

 

--¡A quien le dices tan enano que hasta en un charco podría ahogarse! –explotó el pelilargo.

 

:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:

 

Ed miraba atónito lo que sucedía en el Templo de la montaña: Mouryou estaba recuperando su cuerpo... la lava, las sombras de la caverna, lo debilitado de Naruto... 

 

Shion estaba siendo ayudada por Naruto, le gritaba el no darse por vencida, le decía que fuera honesta con ella misma, le convencía de no morir.

 

...la sensación de haberse visto en ese instante... 

 

En cámara lenta, cortando su misma respiración, Ed vió que uno de esas cosas púrpuras estaba por atravesar a Naruto.

 

... no... 

 

Un grito desesperado se atoró en su garganta. 

 

... no ese instante: era la sensación que sintió en la pesadilla que lo despertó en medio de la noche par ir en busca de su rubio amigo.

 

Oh no. No será así. Ed se rehúsa a estar en el entierro de aquel escandaloso ninja. Junto sus manos frente a él, como en una plegaria, sin prestarle atención al resplandor azulado, sin pensar mucho en la serie de ecuaciones que pasaron por su mente tan solo concentrándose en lo que quería lograr... coló sus manos en la tierra. La luz azulada proveniente de sus manos avanzó hacia donde Naruto definitivamente no iba a morir.

 

Hubo una explosión. Un par de segundos más y lo que parecía un Rasengan gigantesco estaba por acabar con Mouryou por completo... Naruto estaba a salvo. Como si se estuviera ahogando, tomó aire desesperadamente... la lava estaba inestable, toda la energía utilizada debía salir de alguna manera, esa montaña/volcán estaba por hacer erupción.

 

Naruto llegó frente a él, un clon llegó justo a su lado con Shio en sus brazos, Naruto lo levantó de igual manera y se alejaron del peligro lo más rápido que pudieron. 

 

Naruto esta vivo.   

 

:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:¨*.*¨:  

En un cuarto de la enfermería, Ed yacía en una camilla esperando que sus heridas no sean tan profundas, de lo contrario tendría que convencer a los demás de dejarlo atrás, un par de días bastarían para poder viajar, no querría ser el responsable de aplazar la misión ni el reporte que debiera recibir la Hokage. Suspiró, en verdad que era otra la razón por la que no quería que Naruto siguiera cerca de Shio… “¿qué hay en la cabeza de esa chica como para hacer tal proposición? ¿pedirle a Naruto a que le ayude a continuar con su linaje? ¿acaso era tonta? Aunque, no hay nada que le impida a Naruto a ‘ayudar’… a fin de cuentas, no es mi problema” pensó el rubio pelilargo.

 

--Deberías apresurarte, Ed, tengo ganas de ramen y no hay en este lugar. –alguien interrumpió los pensamientos de Ed.

 

--No es como que también tenga la capacidad de regeneración instantánea como tú, Naruto. –dijo al cerrar los ojos –deberían darse prisa y partir a Konoha, les alcanzaré después. –concluyó.

 

--Sabes que no podría dejarte atrás, Ed. –susurró Naruto.

 

--Entonces ve con Shio y sigue con la misión de guardaespaldas –sugería el pelilargo mientras evitaba pensar en ‘la proposición’ de la sacerdotisa –o inicia con el reporte que tendrás que entregar a la Hokage.

 

--La misión terminó Ed, Neji hará el reporte y no pienso dejarte solo. –establecía el ninja –Eres mi amigo, estás herido y me necesitas a tu lado… y aunque no me necesites, aquí estaré.

 

--…tan solo en Konoha hay ramen… –ofrecía Ed.

 

--Pero tú estás aquí. –exclamó el rubio de ojos zafiro.

 

Ed no contestó, tan solo le dio la espalda a Naruto y fingió dormir. 

 

Era eso o dejar que Naruto notara el calor que sentía en sus mejillas y rogaba que no escuchara sus latidos. 

 

Qué agradable era saber que no estaba solo.

 

 

 

 

Fin

Primera Misión

 

Notas finales:

Gracias por leer.

 

Miércoles, 20 de junio del 2018.


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