— ¡Joder! ¡Naruto! —Sasuke gimió mientras rebotaba lascivo sobre la polla del blondo. El mismo que tuvo el descaro de sonreírle con picardía.
— ¿Sí, Sas'ke? —Él ronroneó, frenando a propósito sus embestidas para incitar al azabache un poco más — ¿Tienes algo que decir? —El mayor se quejó y lo llamó alborotador.
— ¡Deja de provocarme y fóllame! —Le gruño — Déjate de juegos, maldita sea. ¡Rómpeme mientras monto tu verga hasta que me corra! ¡Hazme gritar! —Era demasiado sorprendente ver a ese hombre tan serio, como lo era Sasuke, desinhibido cuando estaba en la cama. Pero eso era solo algo de lo que Naruto se podía jactar.
— Como quieras... —Gimió mientras hacía lo que le pedía su pareja: Embistió hacia arriba, golpeando ese punto que hizo a Sasuke ver las estrellas. El más pálido echó la cabeza hacia atrás y ahogó un grito. El rubio se mordió el labio y sonrió, enserio le encantaba ver a su amado en ese estado.
Los ónix no tardaron en dirigirle una mirada lasciva y halagüeña —Tendrás que hacer algo mejor que eso, señor jefe de redacción. —Siseó. Y Naruto río, podría decirse que estaban celebrando aquel ascenso del rubio. Jefe de redacción. Sonaba tan bien eso.
Sasuke en desquite meneo su culo sobre el de ojos azules, asegurándose de que su idiota le prestara completa atención, una vez la obtuvo, levanto su cuerpo para dejar ver el miembro ajeno casi por completo y luego lo volvió a empujar en su interior; Suspiró carnalmente y apretó su cavidad anal, deleitándose con el gemido gutural que escapó del Namikaze.
—Oye, ¿Quieres apostar algo? —Motivó el azabache, moviéndose lentamente sobre el otro —El primero en acabar pierde. Y el perdedor se convertirá en el esclavo del ganador por una semana. —No era la primera vez que hacían algo como eso.
Naruto sonrió ante las artimañas de su amante, y agarrando con fuerza las caderas adversas, volvió a embestir. Cualquier cosa que Sasuke estuvo a punto de decir, fue cortada por un largo y fascinante gemido (de puta). El mayor clavo sus uñas y dedos en los pectorales del blondo para poder mantenerse erguido.
— ¿Crees que puedes seguir con todo esto? —Arrastró las palabras, sacando su falo del culo de Sasuke, haciendo que este mismo se quejará ante la sensación de vació.
No era por presumir, pero Naruto sabía que estaba bien dotado, como sí el mismo creador le hubiera compensando con aquello entre sus piernas al hecho de haber sido tan pequeño hasta los diecinueve (Es más, Sasuke aún le pasaba por dos centímetros). Su eje era largo, grueso y palpitaba como los latidos de su corazón. Cualquier otra persona se habría desmayado ante la idea de tener aquello adentro (Incluso Hinata había admitido sentirse afectada a cada qué lo hacían; lo cual fue demasiado poco, de milagro tenían dos hijos), pero Sasuke lo había hecho, sin quejarse, incluso pidiendo por más.
—Puedo hacerlo, lo sabes. —El azabache suspiró dejándose caer sobre el colchón e inmediatamente separando sus piernas en invitación.
—Entonces prepárate para llamarme amo. —Lo vio rodar los ojos; Naruto gruño y se precipitó de nuevo en su interior.
El rubio hizo más que simplemente arremeter contra su pareja; giró sus caderas, cambió el ritmo de sus embates, y tomó el miembro ajeno con su mano para masturbarlo. Sí, estaba haciendo uso todos los trucos sucios que conocía para hacer que el otro gritara y gimiera hasta perder la cabeza por el placer.
No es como si Sasuke no participase en el acto. Apretaba su interior a cada embestida que daba, enviándole sensaciones que recorrían su espina dorsal con delicia, y le sonreía con bribonada a cada jadeo gutural que él soltaba. Y entonces lo sintió, cuando los dedos traviesos de su amante encontraron sus pezones y dieron rienda suelta a jalones y pellizcos; El Uchiha pudo sentir como el miembro de Naruto palpitaba con cada jalón que proporcionaba.
—Mierda, Sasuke...
—Eres todo un... pervertido- ¡ahh!
Sasuke hizo rodar la protuberancia entre sus dedos pulgar e índice, él solo deseaba tener suficiente control sobre el hombre bronceado, hacerle perder la cordura y ganarle.
—Bast...ar- Oh... —Maldijo y tomó velocidad; Intentando desesperadamente recuperar la ventaja en su pequeño juego. Sus arremetidas eran descuidadas, pero de alguna manera eso lo hacía más caliente. Retrocedió y giro con brutalidad el cuerpo bajo suyo, dejando a Sasuke de espaldas. Su pareja le grito 'Tramposo'. Y Naruto se limitó a sonreír y decir: —No establecimos una regla sobre cambiar de posición, cariño.
El menor penetro al otro con febril abandono, y el último estaba empezando a sentir esa sensación caliente en su vientre bajo. Sasuke hizo una mueca y trató de contener el orgasmo inminente todo el tiempo que pudo, no quería perder su propia apuesta. Se quejó y lamento, impotente, mientras intentaba en vano encontrar una manera de hacer que Naruto se corriera en los siguientes cinco minutos. No tuvo éxito.
— ¡Joder! Naru- ¡Bastardo!... ¡Voy a...! —Siseó con los dientes apretados cuando finalmente llegó. Su semen salpicó su pecho y goteo sobre la funda de la cama deshonrosamente. Gimió ahogadamente mientras el otro seguía empujándolo dentro de su orgasmo.
Ver a su amante tan completamente libertino disparó directamente la ingle del blondo; Embistió una cuantas veces más y finalmente disparó su semilla en el culo de su amado. Jadeo y salió poco después. Tenía el suficiente sentido como para jalar a Sasuke a sus brazos antes de dejarse caer para descansar.
Los dos chicos jadeaban, buscando la calma en sus respiraciones. Naruto abrió sus ojos una vez recupero el aire y sonrió bobamente.
—Supongo que ahora eres mi esclavo. —Arrastró las palabras, adormilado.
—Cállate... —Murmuró con una sonrisa cansada —Al menos no tendré que escucharte mientras te ocupas con tu nuevo puesto. —Le recordó.
Ambos se soltaron a reír —Duérmete ya, esclavo.
Sasuke le miró un momento y beso su barbilla —Sí, amo.
Y lo hicieron.
Si alguien se pregunta por qué Sasuke estaba siendo inusualmente cooperativo la semana siguiente, era mejor no hacerlo directamente.