— ¡Me has vuelto a robar!— le grito Cas, su cara estaba roja de lo ofendido que se sentía, su hermano Gabriel lo miro divertido pero por primera vez en su vida no quiso intervenir. Pero en cambio Lucifer estaba sonriendo al imaginarse como podría empeorar la situación.
—Te lo advertimos hermanito, este simio sin pelo no te convenía. — Dean lo miro con desagradó, realmente había momentos en el día en el que detestaba a su cuñado, este era uno de esos. — Te dije que te quedaras con Meg. — Entonces Dean realmente quería freírlo en aceite sagrado por mencionar a esa.
— ¡Tú me robaste a mí!— le replicó Dean. Sam quiso calmarlos pero su hermano mayor lo callo con un ademán. — Te llevaste mis otras propiedades. ¡¿Que más quieres de mí?!— el rubio cenizo termino por lanzar varios billetes a la mesa y Stiles se escondió de tras de Lucifer, ya era un niño grande de 7 años pero aun así le daba un poco de miedo cuando alguno de sus padres se enfadaba. Entonces Sam al ver la reacción de su sobrino supo que debía de intervenir.
—Chicos. — hablo calmado para no exaltar más a ninguno de ellos. Pero fue ignorado olímpicamente por ambos, ellos seguían con su duelo eterno de miradas asesinas, de esas tan intensas como las que están llenas de amor.
— ¡Siempre haces lo mismo!— le reclamo Cas. —Cuando me case contigo no eras así.
— ¡Si ya no soy el mismo, entonces me voy!— tomo su cerveza y se dirigió a la puerta pero se detuvo antes de tocar la manija. — Me llevare al impala y Stiles conmigo. — fue hacia su pequeño hiperactivo y lo tomo de la mano pero luego lo soltó para tomar un par de cervezas y se las dio a Stiles. — Papá las necesitara más tardé.
— ¡No te puedes llevar a mi bebé!— Ahora si Cas estaba furioso.
—Es mi hijo así que me lo llevaré. — refunfuño Dean, Stiles solo hizo un puchero y miro a Lucifer para que hiciera algo. Pero el arcángel solo seguía disfrutando de la situación, Sam suspiro pidiéndole a Chuck que su hermano y su cuñado se comportarán de una buena vez.
— ¡Yo lo encontré!— le reclamo a Dean. — Mieczyslaw se queda conmigo. —Por suerte el niño de lunares ya sabía que era adoptado por lo que no se sorprendía cuando su papá Cas alegaba que siempre debe de estar con él porque él fue quien lo encontró. Obviamente nadie le había dicho a Stiles en qué circunstancias fue el por qué terminó con el equipo del libre albedrío.
—Suficiente, voy a quemar este maldito tablero.— Sam tomo el monopoli y lo puso en manos de lucifer para que este lo quemara con sus poderes.— Cada vez que jugamos ustedes dos se divorcian por dos días y después no nos dejan dormir por que parecen conejos en primavera cuando se reconcilian. —Pero la pareja de esposos ignoraron a Sam, solo siguieron discutiendo entre ellos.
—Aun no puedo creer que este tablero cree más caos que la ouija. —comento Gabriel con una sonrisa de complacencia por la situación.
— ¿Podemos jugar con la ouija? —pregunto Stiles pensado en que era otro juego de mesa como el monopoli.
—No Stiles. —Sam suspiro y Stiles lo miro haciendo un puchero para que este sucumbiera pero con el no funcionaban esas artimañas.
—Mejor vayamos al bar, te enseñare a apostar y jugar póker. —le sugirió lucifer, Stiles sonrió y dijo que si emocionado, Sam lo miro mal pero el arcángel lo ignoro.
Dean y Castiel ni si quiera se dieron cuenta que lucifer se llevó a su retoño. Hasta momentos después cuando llamaron al celular de Dean para avisar que tenían detenidos a los dos arcángeles por estafar a las personas del bar y a Stiles también estaba con ellos en la celda por morder a un oficial.
Definitivamente los juegos no eran para la familia Winchester, a menos de que fuera Twister por que tanto Dean como Castiel adoran ese juego por que terminan en situaciones sexuales.